Partida Rol por web

Alfredo deja lo que está haciendo y mira a Diego mientras se seca el sudor.

-Pues  andará por la casa, dijo que en un rato se pasaba por aquí....pero vete tu a saber. Que luego recoge al Fernando y al Paco y lo mismo se dan una vuelta larga por ahí.¿Qué ha pasao algo?

La Nieves miraba de reojo sin parar de trabajar, pero atenta a lo que se decía. Pero ella no dijo nada.

María que bailotea entre la gente se fija en Diego y Alfredo hablando.....y en José MAnuel que está de los nervios. Se dirige a Telmo, pero sin levantar mucho la voz.

   Telmo ¿ha ocurrido algo?-dice señalando a Diego, José MAnuel y Alfredo.

- Que yo sepa no, – Dice Diego restando importancia al asunto – Pero quiero preguntarle una cosa, que anoche se lio parda y ha habido algún extravío.

Diego se despide de Alfredo con la mano, y saluda a Nieves cortésmente con la cabeza.

- Gracias, Alfredo, te dejo que estás ocupado…Señora –

Al girarse, el alguacil repara en que María está hablando con Telmo, y reduce su marcha por si quiere decirle algo, antes de emprender el camino hasta la casa de Alfredo para preguntarle a Manuel por el paradero de paco, en teoría debe ser el último que lo ha visto.

Telmo ¿ha ocurrido algo?

Nada se, Maria. Diego anda buscando a Paco que ayer estuvo en la taberna. Lo mismo esta por ahin durmiendo la mona. Que se yo? 

María suspira y mira a Diego y José Luis. Después, antes de que lleguen a su altura le dice a Telmo en voz baja-​échales una mano, no vaya a ser que haya pasado algo con los gorrones de ayer. Anda, acompáñalos y no te preocupes por esto que ya apaño yo bien con lo de la taberna.....además que viene la Rosa que me echa una mano. Y con el cerdo hay manos de sobra para eso.....pero a la hora de ayudar en una pelea, tu eres único-lo dice acariciando los brazos desnudos de Telmo-además, se lo debes por lo de ayer.-

​Cuande Diego llega a su altura, lo saluda con una sonrisa, como si no pasase nada-​Buenos días Diego.....José Luis, ¿qué tal todo?

además, se lo debes por lo de ayer.

Ties razón mujer! Es que me estaba agobiando con todas las preparaciones pero es verdad que ha venido mucha gente y no parece que falten manos. Ya se sabe, que donde hay vino y condumio gratis no faltan las bocas. Voy a por la maza y te alcanzo ahora mismo Diego. No salgas sin mi. No vaya a ser que esos rufianes de anoche se fueran haciendo de las suyas 

Y sin mas agarro la maza que cuelga en la pared de mi casa y salgo junto a Diego en busca de Paco

Mzarcháis juntos no sin que la gente se quede un poco extrañada al ver al tabernero coger el mazo y salir corriendo tras el alguacil y el campesino. María se convierte en el centro de atención dando las explicaciones pertinentes, pero de lo que allí se habla ya nada oís pues váis a casa de Manuel y ya os pilla lejos el hablar de la gente.

Cuando llegáis a casa de MAnuel está la FRancesca en la puerta despidiéndose de su marido. Os saluda con la mano y acto seguido se mete dentro de la casa y cierra la puerta. Manuel os mira a los tres y os saluda. Va con utensilios de labranza en las manos.

  ¡Buenos días!¿qué os trae por aquí a estas horas? Si es por lo del cerdo ya fueron mi hijo y su mujer a echar una mano.-repara en la maza de Telmo y el garrote de Diego y en la cara desencajada de José Luis-¿Qué váis a prender a alguien?

Diego suelta un bufido cuando ve a Fernanda encerrarse a lo lejos, y esboza una media sonrisa ante la pregunta de Manuel.

- ¡A los buenos días, Manuel! De prender nada, solo buscamos a Paco, que aquí su hijo está caviloso porque ayer noche no apareció por casa… No lo sabrás ande anda, por casualidad… -

El alguacil intenta parecer despreocupado, para que el viejo se sienta libre de darle toda la información posible.

Ayer unos forasteros a punto estuvieron de armar lío en la taberna. Si no fuera por Diego buenas desgracias me habrían fecho. Mucha casualidad que esos salieran por patas y que ahora Paco no aparezca por ningun lado. No me da buen espina esto, Manuel, no me da buena espina 

  Manuel os mira cuando habla Diego, parece que va a decir algo pero se adelanta Teo. Manuel y José Luis se quedan mirando al enorme tabernero, José Luis con expresión de desasosiego, Manuel negando con la cabeza-Cosa mala lo de los forasteros.....pero dudo que pillasen a Paco en un renuncio.....además, ¿qué han de quitarle si no tiene ná?-Miró a José Luis con reproche, pues era cierto que al viejo lo tenían racionado para que no se gastase los dineros, pero una cosa era darle poco y otra quitarle lo que honradamente se ganaba de mozo.

  ¿Qué no tiene ná? Desgraciao.....bien sabes que si no se lo gastaría en menos que canta un gallo. Que sí, que es cierto que mi mujer y mi madre lo atan corto.....pero es que si no vuela.¿Dónde está mi padre?¡Malnacio, tu sabes dónde anda pero no lo quieres decir!-Dijo José Luis encarándose con Manuel

  El viejo ni se inmutó , con tono tranquilo dijo-¿habéis mirado en la casa? lo mismo se metió con los animales.....que no sería la primera vez.

No,no hemos mirado. ¿Insinúas que mi padre no es capaz de alcanzar su propia cama? Desgraciao....¡ahi que me pierdo!-dijo levantando la mano como para pegar al viejo.

  Manuel miró a José Luis, pero seguía sin inmutarse-digo que no sería la primera vez. Y si allí no estuviera ir a preguntarle a Fernando, que se quedó ayer con él. Iban a ver las estrellas.

José Luis al ver que el viejo no hacía ni por cubrirse ni le tenía miedo. BAjó las manos, se desplomó sobre sí mismo y os miró a ver qué hacíais y decíais.

- Tú sí que vas a ver las estrellas si Paco está en el corral – Dice Diego poniéndose rojo y agarrando a José Luís por el hombro para calmar los ánimos – Anda, vamos para allá a ver si te estás preocupando por nada… Gracias Manuel, y disculpa las molestias-

El alguacil levanta los hombros con una significativa mirada de resignación hacia Telmo, y cabecea para indicarle que hay que ponerse en marcha hacia la casa de José Luís.

Haciendo caso del gesto de Diego marcho con ellos para ver si encontramos a Paco. -Anda que si estuviede durmiendo con los animales! Vaya susto para nada seria!. En fin mas valdría que fuese asina y que nada malo le hay pasado. Vamos pues, y si no vamos pa donde Fernando

   ¡Ale, con Dios!- dijo el viejo campesino despidiéndose y cogiendo rumbo a la huerta.

José Luis tenía el rostro desencajado, una mezcla de vergüenza y de rabia, os fué guiando hasta su casa dispuesto a liarle una buena a su padre.

Cuando llegáis a la csa, José Luis os pide que guardéis silencio, entónces os lleva a la parte de atrás donde entre otras cosas véis un bulto de tamaño humano tapado por una manta. En esas estáis cuando aparece la Poncia por la puerta con cara de mal genio, José Luis hace un gesto que viene a decir "nos ha pillado".

¿Dónde vás desgraciao? ¿Y qué hace ese BORRACHO bueno para nada en mi casa? Y si no fuera suficiente me traes al que lo emborracha, panda de desharrapado.-esto suelta por la boca sin siquiera dirigiros la palabra. HAce como si no estuviéseis ahí y se dirige a José Luis en todo momento-Vete a trabajar y trae unos cuantos chorizos de ese cerdo en vez de estar aquí araganeando, que eso es lo único que sabes hacer ¡vámos!

Jose Luis os mira con cara de circunstancia y de disculpa y se pone el gorro y sale corriendo rumbo a la taberna. Mucho es lo que teme este hombre a su mujer. Y no es para menos.

La Poncia se os queda mirando ahora a vosotros dos, está claro que sobráis en su casa.

 ¿Y qué hace ese BORRACHO bueno para nada en mi casa? Y si no fuera suficiente me traes al que lo emborracha, panda de desharrapado

 Poncia! Tranquila! que nada malo hemos venido a hacer aquí. Solo veniamos buscando al Paco. ¿No andará por aquí?

Hace tiempo que las palabras de Poncia ya no se hacían hueco en el alma de Diego, esa detestable bruja no merecía su tiempo ni esfuerzo, y menos si no dejaba de echar veneno por la boca. A veces Diego pensaba que aquella mujer maldecía incluso durmiendo.

Haciendo caso omiso de tan pérfida pécora, el alguacil se limitó a escrutar bien la estancia para asegurarse de que estaba todo en orden.

   ¿Buscar a PAco? ¿Y para qué? Pera emborracharlo, desgraciao. ¿Que te crees que soy una babieca o qué? Buenos para nada, laaaaaargo de mi propiedad, laaaaaaargo-dice cogiendo una azada que estaba a su lado y esgrimiendola contra vosotros. La Poncia pega un paso al frente y parece dispuesta a usarla y a desgraciaros la cabeza o lo que pille.

Telmo no ha visto nada , pero Diego se ha dado cuenta que el bulto ni respira, ni se mueve ni ronca. Si el bulto es Paco está muerto y tiene formas muy raras.