Partida Rol por web

- ¡Calma, mujer calma! – Grita diego a Poncia, las ganas de darle una hostia de revés van en aumento, por la intransigencia de la vieja y por la resaca que lleva en el cuerpo. Pero se contiene.
- Déjame hacer mi trabajo, cojones ya. No soy guaita por amor al arte, así que quietecita. – El alguacil levanta el dedo en modo de advertencia mientras se mueve hacia el bulto que pretende ser Paco. – Poncia, no me des con el garabato que te cancelo.

Mientras Diego se mueve esquivando a  Poncia e intentando llegar al bulto yo me centro en la mujer e intento calmarla y hacerla entrar en razon. Levanto las manos y le enseño las palmas de las manos para intentar calmarla

¿Buscar a PAco? ¿Y para qué? Pera emborracharlo, desgraciao. ¿Que te crees que soy una babieca o qué? Buenos para nada, laaaaaargo de mi propiedad, laaaaaaargo

Poncia, mujer! Solo queremos ver que esta bien!. Mira que ayer unos cobardes hideputas quisieron robarme y queria afanar cualquier cosa que encontraran por el pueblo. Salieron corriendo y nos pensamos que marcharian del pueblo pero...... y si en su huida se encontraron con alguien. Al no encontrar hoy a Paco nos hemos preocupado por él. ¿Donde esta? Solo queremos saber si esta bien 

   ¿Qué te has creido tú BORRACHO?, para decirme a mí lo que tengo que hacer. Y encima en mi propiedad, MALNACIDOS. Meterse con una pobre mujer, y encima me amenazas con golpearme, serás crapuloso.Y tú,¿qué me va a mi si te roban o no?te está bien empleado por llevar por la senda del pecado a todo el pueblo.A PAco ¿que le va a pasar?borracho estará por tu culpa tirado en alguna cuneta, ojalá se lo llevase la parca al desgraciao que solo da disgustos. ¡Laaaaaargo de aquí! -Suelta dos golpes de azada al aire intentando arrear a Telmo, con tan mala fortuna que cae al suelo panza arriba y la  azada sale disparada lejos de ella. Lo ha dado tiempo a Diego a quitar la manta y ver unos sacos de grano. No está Paco debajo. LA mujer intenta levantarse, parece una tortuga panza arriba y lucha por incorporarse entre gemidos-¡Ay, ay,AAAAAAY! ¡Crapulosos, cagalindes, ayudadme!

Sobresaltado, Diego hace un amago de esquiva, aunque el ataque no iba dirigido hacia él. El acontecer de tamaña escena lo deja patidifuso, e intenta reprimir una carcajada, girándose para tapar de nuevo los sacos con la manta con una sonrisa en la boca.

… Le está bien empleado a la vieja, por echar tanto veneno por los morros …

Haciendo caso omiso de los insultos a su persona se dirige a José Luís.

- Anda, ayúdala a levantarse, si se deja, y vámonos que por aquí no anda tu padre. Telmo, salgamos, ya está bien de tanto vilipendio – antes de salir por la puerta, Diego hace un gesto de apremio a Telmo, con cara de resignación. Ellos están allí para ayudar, hay que ver la Poncia que lengua tiene, si fuera hombre ya la habría metido dos ostias.

Telmo, salgamos, ya está bien de tanto vilipendio 

Vamonos, si. Esta vieja bruja casi me abre la cabeza con la azada. Paresce que sea ella la que mas le gustaria que algo le hubeira pasado a Paco. Con esto en casa no me extraña que el hombre no quiera volver. Señor bendito

Vamos a ver si Fernando sabe algo - Digole a Diego cuando salimos de la casa

Cuando Diego se volvió a hablar con José Luis, este ya no estaba. Su mujer lo había largado rumbo a la taberna y el no era capaz de desobedecerla así ardiese el pueblo entero. De modo que la mujer tuvo que apañarselas sola como buenamente pudo para incorporarse. Pero eso fué después de que marcháseis y de tragarse el desprecio de Telmo.

Fuísteis recorriendo el pueblo hasta casi salir de el rumbo a la casa de Fernando. Cuando a lo lejos vísteis una figura que corría hacia vosotros como si le persiguiese el mismo demonio. Cuando estuvo más cerca, vísteis que no se trataba de otro que Fernandito. Se paró junto a vosotros intentando recuperar el aliento, cuando lo logró dijo:

  ¡Diego, Telmo! ¡Venid conmigo! Una desgracia ha pasado. Es Paco-

No os dió tiempo a preguntarle nada, pues ya corría el rumbo al monte, alcanzarle os iba a costar Dios y ayuda.  Pero tampoco teníais más pistas así que tenías que seguirle.

Llegasteis a un alto después de unos minutos corriendo. De rodillas Fernando lloramdo y su hijo de pie consolándole. En el suelo el cuerpo inerte de PAco sin una gota de sangre. Varias ovejas pastaban por el lugar. No se oía más que el llanto inconsolable de Fernando, el rumor del viento y algún ave despistada.

Diego aprieta el paso con el corazón saliéndole por el gaznate. La resaca siempre le pasa factura, pero el pobre hombre nunca aprende. Con un sabor ácido y amargo en la boca, el alguacil llega resollando al lugar de los hechos. La escena que acontece es desoladora.

Sus peores temores se hacían realidad, pues la lividez evidente del rostro de Paco delata que ya es solo una carcasa vacía. Diego maldice en silencio mientras recupera el aliento, y poniendo una mano sobre el hombro de Fernando decide preguntar:

- ¿Qué ha pasado, Fernando? - Dice aludiendo a ambos Fernandos, padre e hijo.

A duras penas sigo el ritmo del muchacho que corre por el monte seguido de Diego. Hace ya mucho que deje el campo de batalla y estar en la taberna de aca para alla no es lo que se dice un ejercicio para mantenerme en forma

Llego con el corazon en la boca, resoplando mientras veo la triste estampa. Paco en el suelo. Parece muerto. Al final los malos presagios se han cumplido

Espero a ver que le contestan a Diego. Que le habrá pasado a Paco?

  Fernando mira a Diego con ojos llorosos y sin saber qué contestar.-No se.....no hay sangre, de viejo supongo.-se calla y se levanta muy despacio, limpiandose la tierra de las rodillas.-Tenemos que llevarlo al pueblo para ver que hacen su mujer y su viuda. Se aparta un poco,, mira al cielo y niega con la cabeza.

  Fernandito que no ha querido abrir la boca por respeto a su padre dice cuando este se aparta-Mirad, hay unas pocas pisadas.....son pequeñas, de mujer o de niño.----Es extraño porque se desvanecen de golpe. No hay pisadas de Paco y mirad-se agacha y os enseña el cuello de Paco, allí se ven dos agujeritos paralelos y un poco de sangre seca, parecen una picadura de algo. Las pisadas efectivamente parecen venir del camino, pero no hay ninguna de zapatos grandes.Es difícil seguirles el rastro. Llegan a Paco y luego desaparecen

Un escalofrío eriza el velludo cuello de Diego.

… Harto extraño, que mal fario, cagüendiós …

El alguacil mira hacia los lados soltando un bufido, es cierto que tienen que llevar el cuerpo de vuelta al pueblo, pero su mente solo piensa en seguir el rastro hasta su origen, antes de que desvanezca.

- Zagal – Dice dirigiéndose a Fernandito – Lo siento, pero hoy tendrás que echar piernas, ve al pueblo y avisa para llevar el pobre Paco a lugar decente. Que Jimena le eche un ojo antes, ella sabe de picaduras y venenos. ¿Lo has entendido? – La parte racional del cerebro de Diego libra una encarnizada batalla con sus miedos ancestrales para mantener la cordura.
- Telmo y yo deberíamos seguir la pista para ver de dónde viene antes de que desaparezca, parece que se borra con facilidad –

El enfurruñado hombre mira a sus interlocutores antes de iniciar camino, no emprenderá la marcha hasta que vea compresión en el rostro de Fernandito y determinación en la de telmo. No hará esto solo, no, por experiencia.

Telmo y yo deberíamos seguir la pista para ver de dónde viene antes de que desaparezca, parece que se borra con facilidad

Trago saliva ante la determinación de Diego, mas tiene razón. Seguro alguna alimaña peligrosa ha debido de morder al pobre infeliz de Paco, pues, ¿como sino puede haber caido muerto fulminado de aquesta guisa?  

-Si anda, corre muchacho y busca ayuda. Ya poco podemos hacer por Paco. Será mejor que veamos si encontramos al culpable de esta calamidad. Vamos Diego, Vamos!

Fernandito asiente a vuestras palabras y echa a correr. Fernando sigue apesadumbrado con lo que ha pasado y se queda junto al muerto

Vosotros dos intentáis seguir el rastro, parece que las huellas pequeñas se hunden bastante, como si estuviesen cargando algo, no se ven pisadas de Paco. Seguís un poco las huellas hasta que perdéis el rastro.

Diego camina concentrado al lado del rastro de pisadas y de cuando en cuando niega con la cabeza.

... hay que ver ...

Se le nota preocupado, y de cuando en cuando parece que va a decir algo a Telmo, pero se calla.

Voy tras Diego que va siguiendo las huellas marcadas en el barro. Poco a poco estas se van haciendo cada vez mas tenues. el paso por una zona rocosa o con mucha hojarasca hace que no sea capaz de intuir por donde ha podido ir lo que quiera que estamos persiguiendo. No así ocurre con Diego, que parece ver cosas que yo no aprecio. Una rama rota, un hilo enganchado, una marca de otro color en una piedra.

He tenido suerte al venir con el. Yo poco habría hecho aquí - Pienso 

Después de andar un buen rato váis a dar acamino que une Sibiriana con Un Castillo, allí podéis apreciar un borrón grande en el camino que Diego no tiene problema en reconocer como si se hubiese caido un cuerpo allí. Véis pisadas, pero aquí ya es difícil seguir el rastro, demasiadas pisadas y la tierra está seca, Imposible averiguar nada más....salvo que las más recientes vienen de dirección de Un Castillo.

No demasiado lejos queda el burdel, a unos 8 kilómetros Un Castillo. Es todavía pronto por la mañana. ¿Los rufianes de ayer no venían de UnCastillo? Pero las pisadas....eran de mujer, pero ¿puede una mujer cargar con el cuerpo de Paco dos kilómetros para esconder el cuerpo?

Preguntas sin respuesta y un muerto en el pueblo. La llegada de la prometida....ahora mujer del barón viene cargada de desgracias.

Diego pone los brazos en jarra mientras sigue inspeccionando el terreno, ya en vano, pues parece que allí acaba.
-Bueno… Telmo. Esto es rarísmo – Dice el alguacil rascándose la nuca – Parece que alguien venía, o iba a Un Castillo, y las huellas son de mujer. Podemos ir al pueblo y volver con más hombres. No sabemos qué le pasó a Paco, pero estaba más seco que la mojama, y no parece que hubiera pelea… O podemos acercarnos al burdel… -

El hombre mira en la lejanía por el camino en dirección a Un castillo, el burdel no quedaba lejos, pero solo con pensar en él llegaban a su mente nefastos pensamientos.

… Al menos es de día, a la luz del sol todo se ve diferente…

Pues si es raro, si. ¿Osea que una mujer o algo con pies tan pequeños como los de una mujer cargó con Paco para dejarlo allí en el camino, antes o despues de hacerle esa extraña herida y dejaro seco?!! No parecemi a mi cosa humana Diego. Esto no me da buena espina. Podriamos acercarnos al burdel si. Allí podemos preguntar si Paco aparecio anoche y saber si anduvo en compañia de alguien. Creo que no nos demoraremos mucho.

Diego mueva la mano con desdén, quitando metafóricamente todo aquel pensamiento que proviniera del miedo atávico al diablo y lo no mundano.

- Pues andando… -

No tenía ni una pizca de ganas de ir para allá, pero Telmo parecía confiado.

Os acercáis al burdel, una casa vieja pero bien cuidada en mitad de la nada. Las puertas y ventanas están cerradas. Véis varias ovejas pastando libremente por el lugar. Un pequeño establo/granero en la parte posterior y ni un alma por aquí.

Seran entre las once y las doce de la mañana, a estas horas las gentes de bien ya están levantadas o deberían estarlo. Pensando más en el almuerzo que en otra cosa. También es cierto que no esperáis encontrar en esta casa a personas de bien.