Partida Rol por web

Silent Hill: Preludio a la Oscuridad

Capítulo dos: La mansión Martinson

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05/04/2016, 01:32
George Evans

Abrio la boca para gritar y golpeó todo cuanto la rodeaba, hasta que pudo ver algo parecido a una mano, entre las ondas de la superficie, y casi sin pensarlo alargo la mano, desesperada. 

El sufrimiento, la desesperación habían llegado a su fin. Aquellos sentimientos fueron reemplazados por la voluntad de vivir y por la posibilidad de una oportunidad para abandonar el papel de víctima.

Una mano firme y poderosa ayuda a Evelyn a salir de la bañera mortal y otra la envuelve en la bata de baño para finalmente descansar en medio de la sala del baño. Alguien la abraza y la protege con la calidez de un abrazo afectuoso. Finalmente Evelyn alza la mirada y descubre quien la ha salvado.

George, su marido se encuentra allí, observando a su esposa con esperanza…

Aquí estas… te busque por doquier pero al fin te encontré - 

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05/04/2016, 04:03
Jules Hawk

Apenas lograba ordenar mi mente entre esa mezcla despiadada de un pasado intenso, sentimental y una realidad incómoda, perturbadora. Estaba de pie, alejada del resto escuchando la voz de Johan y a su vez la de otra persona, al unísono como si se tratase de una fusión. Existía un diálogo del cual todo se distorsionaba, no lograba separar a los dos y la conversación terminó siendo demasiado extraña, apasionada e incluso dantesca. 

- No sé... - respondo a Johan sujetando mi cabeza hasta que de repente giro hacia un lado, mis brazos se extienden ejercidos por una fuerza externa hacia abajo, para que permanezcan rectos a medida que unas marcas en las muñecas comienzan a surgir. No sólo eso, caigo al piso impulsada por esa misma acción mientras murmuraba palabras que no se podían escuchar si no te acercabas lo suficiente. 

En mis ojos se reflejaba un sentimiento profundo, apasionado y sexual hacia algo invisible para el resto de los presentes. Se notaba que mis brazos estaban fijos, no podían moverse y las marcas en las muñecas se acentuaban cada vez más con el correr de los segundos. Mi cuerpo se contoneaba, tal vez al compás de algo que estaba sobre mi, hasta que de mi pecho (a la altura del corazón) surge otra marca, era del tamaño de una boca humana donde se podía apreciar una mordida al punto de sangrar y los dientes sellando aquella labor intensa, furiosa y voraz. 

Luego de unos minutos de completo estado en shock, me incorporo con la respiración agitada observando el entorno ya un poco desesperada, hasta que el rostro de Johan me da tranquilidad entre tanta perturbación porque estaba viviendo en dos mundos paralelos desde que he salido al exterior. 

Al margen de todo, incluso de parecer como una cabra por lo loca, continuaba buscando algo en especial en los alrededores y sólo de mis labios surgieron pocas palabras, escondiendo detrás de ella un significado aún más relevante de lo que aparentaba en si. - Vamos al faro, ahora. -  termino por decir, al dedicarle una mirada confusa a Johan y a Harry mientras inicio la marcha con una herida sangrando en el pecho y las muñecas marcadas por unas manos en morado. 

Algo muy fuerte me impulsaba ir hasta allí y conocer cual era el verdadero motivo que me doblegaba, dependerá de lo interesados que estén mis compañeros con mi estado y lo que puedan obtener de ello. Una verdad se esconde detrás de lo aparente, descubrir el misterio es ir más allá de lo inexplorable. 

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05/04/2016, 04:31
Jules Hawk

Apenas lograba ordenar mi mente entre esa mezcla despiadada de un pasado intenso, sentimental y una realidad incómoda, perturbadora. Estaba de pie, alejada del resto escuchando la voz de Johan y a su vez la de otra persona, al unísono como si se tratase de una fusión. Existía un diálogo del cual todo se distorsionaba, no lograba separar a los dos y la conversación terminó siendo demasiado extraña, apasionada e incluso dantesca. 

- No sé... - respondo a Johan sujetando mi cabeza hasta que de repente giro hacia un lado, mis brazos se extienden ejercidos por una fuerza externa hacia abajo, para que permanezcan rectos a medida que unas marcas en las muñecas comienzan a surgir. No sólo eso, caigo al piso impulsada por esa misma acción mientras murmuraba palabras que no se podían escuchar si no te acercabas lo suficiente. 

¿Que no soy yo? ¿Qué no puede ser? ¿Y quién voy a ser si no, Mischa? ¿Quién?

- Jan... El hombre que siempre he amado... ¿Eres tú realmente? - respondo a sus preguntas perdida en su mirada, aunque un vestigio de duda se reflejaba en mi rostro ya que no lograba distinguir uno del otro al principio, hasta que todo se volvió más claro, intenso y reconocible. Desde aquella hostilidad tangible hasta su lado pasional y desenfrenado, me volvía loca. Era todo su ser al doblegarme lo que le daba ese toque mágico a los momentos, su tono, la dulzura envuelta en su furia manifestada a través de un beso que erizaba la piel, llenándome de una pasión incapaz de contener o de querer controlar. 

¿Johan? ¿Ese crio inútil? No sé qué te ha sucedido, si has quedado en shock por lo que pasa en este maldito lugar o si algo te ha hecho caer al fondo y él se ofreció a ayudarte. No te he estado buscando, ni he venido a esta maldita isla a ayudarte para que ahora quieras remplazarme por un niñato-

Niego con la cabeza desde el suelo y dada la inmovilidad que tenía, comienzo a excitarme por ello. Muy a mi pesar, él sabía como mezclar ambos sentimientos en uno y gracias a su personalidad, pude enamorarme perdidamente de él. -Sólo quiero ayudarlo... Nada más... Te he estado buscando Jan hace meses pero no sé si eres real, si la comida está adulterada o esta mierda de lugar me está enloqueciendo. No quiero perderte... - respondo confundida, bloqueada por la situación en si pero perdida en su magnetismo. Tanto tiempo deseando encontrarme con él y moriría si todo esto fuera una maldita ilusión que me está arrastrando hacia la locura. 

Descubrí algo que te ayudaría aquí pero… el faro tendrá que esperar. Soy tuyo en la misma medida que tú eres mía… -Da igual a quien seduzcas, con quien te acuestes… empresarios… políticos… coroneles… nada de eso importa Mischa, y ambos lo sabemos, pero … pero… no… tu… corazón… Mischa… tu corazón… es… mío. -Es solo mío-

Sus diálogo cada segundo era interrumpido por la necesidad que uno tenía sobre el otro, no podía observarlo sin sentir un deseo irremediablemente tangible, poderoso y pasional. Cada beso fue correspondido desde aquel punto límite entre el amor y la locura, el desenfreno y la furia, la intensidad y la magia, todo confluía de forma natural, armoniosa y compleja a la vez. Era suya en cuerpo y alma, siempre lo supo... ¿Por qué dudaba de ello?Soy tuya Jan, siempre lo fui y lo seré. Tú eres el dueño de mi corazón... -  replico al recibir otro encuentro con nuestros labios, más impulsivo, más carnal, hasta que desciende entre susurros y caricias por mi clavícula despertando aquel lado lujurioso, siendo mi pecado radical tan voraz como un lobo al acecho y Jan era él único capaz de controlar mi bestia interior. 

No.. Ahora no, no aquí, no aun… Hay que ir al faroTe estaré esperando, Mischa… búscame- 

Soporto la mordida embriagada en un profundo éxtasis pero cuando se detiene mi mundo comienza a girar en torno a una gran confusión, me devuelve a una realidad que detesto porque allí no estaba él y todo se asemejaba a un vacío extraño, severo y austero. - No, no te vayas... - suplico buscando de alguna forma tonta detener el momento para continuar con ello, sólo que el halo de su frialdad logra rozar mi piel y aquel fuego que en mi pecho aún persiste, se ve aunado por su gélida actitud. 

-Allí estaré sólo con una condición... No más juegos, sólo te quiero a ti sin que estés lejos de mi vida. - expreso en un tono sincero, incluso rememoraba aquellos tiempos en donde estaba con él rebozando de felicidad a su lado. Libre de toda guerra, conspiraciones... Escondidos del mundo, de todos en verdad.

En mis ojos se reflejaba un sentimiento profundo, apasionado y sexual hacia algo invisible para el resto de los presentes. Se notaba que mis brazos estaban fijos, no podían moverse y las marcas en las muñecas se acentuaban cada vez más con el correr de los segundos. Mi cuerpo se contoneaba, tal vez al compás de algo que estaba sobre mi, hasta que de mi pecho (a la altura del corazón) surge otra marca, era del tamaño de una boca humana donde se podía apreciar una mordida al punto de sangrar y los dientes sellando aquella labor intensa, furiosa y voraz. 

Luego de unos minutos de completo estado en shock, me incorporo con la respiración agitada observando el entorno ya un poco desesperada, hasta que el rostro de Johan me da tranquilidad entre tanta perturbación porque estaba viviendo en dos mundos paralelos desde que he salido al exterior. 

Al margen de todo, incluso de parecer como una cabra por lo loca, continuaba buscando algo en especial en los alrededores y sólo de mis labios surgieron pocas palabras, escondiendo detrás de ella un significado aún más relevante de lo que aparentaba en si. - Vamos al faro, ahora. -  termino por decir, al dedicarle una mirada confusa a Johan y a Harry mientras inicio la marcha con una herida sangrando en el pecho y las muñecas marcadas por unas manos en morado. 

Algo muy fuerte me impulsaba ir hasta allí y conocer cual era el verdadero motivo que me doblegaba, dependerá de lo interesados que estén mis compañeros con mi estado y lo que puedan obtener de ello. Una verdad se esconde detrás de lo aparente, descubrir el misterio es ir más allá de lo inexplorable. 

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05/04/2016, 05:13
James Bartlevy

-Supongo que alguno de ustedes dos es el más apropiado para llevar el revólver-dijo James refiriéndose a Aaaron y Harry-Lo cierto es que yo no soy muy bueno disparando. Creo que será mejor que coja una de las porras. Algo es algo.

Dicho esto hizo lo propio y se agenció una de esas porras.

-Bien...-concluyó-yo estoy listo, así que cuando gusten.
 

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05/04/2016, 10:14
Tte. Harry Wood "Germanfaust"

Harry se queda observando a Jules, sin saber muy bien qué hacer. Por un momento deja su semblante sombrío paso a la sorpresa más auténtica.

¿Jules...? Pregunta, pero la mujer parece recomponerse sola, a pesar de tener ahora algunas heridas. Sobraba preguntar quién se las había hecho... Era cosa de la brujería que manaba de este lugar, y probablemente ella tampoco tuviera explicación, al igual que Harry no la tenía de los propios fantasmas que había estado viendo.

Sigamos, sin parar, vamos. Este lugar maldito no dejará de hacernos daño, cuanto más tiempo pasemos lejos de la capilla, peor. Hágase fuerte, señorita. Harry echó un último vistazo al mapa. Parte del entrenamiento básico militar consistía en saber interpretar un mapa, era crucial que los pelotones estuvieran donde debían cuando debían. Este no era un mapa militar, pero Harry podría orientarse bastante bien, incluso entre la niebla, por lo que encabezó la marcha...

A un paso un tanto difícil de seguir. Ese tipo parecía poco menos que incansable mientras trotaba campo a través.

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05/04/2016, 12:32
Harry Slaughter

Harry coge el revolver buff! Vaya reliquia... lo observa con atención. Finalmente lo coge por el cañón y se lo alarga al coronel.

-Tenga, yo ya tengo uno.- Luego se queda mirando la porra y el machete, mientras mira de reojo a la gemela. Finalmente coge la porra.

-Quédese el machete usted señorita...creo que a su hermana y a usted les gusta...cortar.- Le dedica una leve sonrisa, luego se gira hacia James.

-Le sigo James.- Deja la mochila por si alguno de los que queda la quiere coger, si van a partir y nadie la coge, el detective cargará con ella.

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05/04/2016, 13:11
Aaron michalson

Mientras el mayordomo va enseñando el mapa el coronel no puede evitar pensar. Su cadáver está aquí o aquí o aquí... a y aquí pueden morir ustedes también porque no tienen ni puta idea de espeleología ni conocen el terreno así que buena suerte... El único momento en que Aaron levantará una ceja será cuando mencione la casa del tío solitario. Ese sitio si es un buen sitio para buscarla viva.

Aaron toma el revólver y hace girar el tambor del revolver, para verificar que no está oxidado y que si está cargado. Perfecta... El coronel sonríe, con un arma como esta aprendió a disparar hace ya más de 3 décadas.

-Muy bien, si tenemos todo deberíamos irnos.-

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05/04/2016, 20:18
James Bartlevy

Aunque no le agrada en demasía, es James quien finalmente coge la mochila. No es excesivamente fuerte, pero ya que no será de gran ayuda en combate, será mejor dejar que el resto vayan ligeros para que llegado el momento, se puedan desenvolver mejor.

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05/04/2016, 23:07
Incubus

Notas de juego

Bueno gente. Con eso ya puedo cerrar y avanzar ta menos que alguien quiera hacer algo más. ;)

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06/04/2016, 00:38
Johan Mathews

El joven muchacho estaba aguantando las ganas de coger a Jules del brazo y pararse a comprobar lo que estaba sucediendo a la gemela. Unas heridas habían aparecido en su pecho y muñecas. parecía estar poseída por algo y tuvo ganas de arreglarlo pero en ese momento no sabia por donde empezar y si empeoraría la situación. Por ahora aunque le doliese, tenia que seguir avanzando al faro y observar que la herida no fuera grave

Notas de juego

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06/04/2016, 05:56
Evelyn C. Evans
Sólo para el director

Su cuerpo fragil, tembloroso y frio fue envuelto en una de las batas, mientras caia de rodillas sobre el suelo, sin poder tener practicamente control de sus piernas. Tosio violentamente el agua que habia tragado y dejado en su boca tras el forcejeo y se miro las manos, adoloridas, solo para alzar la mirada hacia el brazo que la sostenia y mas alla, viendo el rostro de su marido. No entendia que hacia ahi, pero tampoco le desagradaba la idea. Eso era que estaba mas cerca de recuperar su antigua vida. Sus ojos se llenaron de lagrimas y se abrazo al cuerpo de su esposo tras levantarse como podia.
- George... George, ¿que haces aqui? ¿Como me has encontrado, que ha...? Debemos irnos de aqui, por favor...- lo susurro, una cosa detras de otra mientras se mantenia pegada a su cuerpo, buscando el consuelo que hacia tiempo habia perdido entre sus brazos. Antes él era solo suyo, nade mas podia tocalre. Pero aquellos sentimientos fueron enfriandose con el comportamiento despota de el, buscando a toda mujer libre, y encima pegando a Evelyn. Pero nada de eso importaba en aquel momento.

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07/04/2016, 00:40
Incubus

Finalmente el grupo distribuye las nuevas pertenencias y se presta a dejar la mansión en pos de la búsqueda de Dahlia, la hija de Martinson.

Falta poco más de dos horas para el mediodía y deben apurar el paso antes que la llegada del atardecer les sorprenda en medio de la nada.

Cualquier retraso podría ser mortal, en especial durante las horas de oscuridad...

Julie es la siguiente en declinar la expedición. Decide permanecer en la mansión y buscar a su hermana que podría estar cerca. Lo siente en la piel y en los huesos.

Los demás asienten a desgano y emprenden la marcha.

La niebla sin prisas aguarda afuera por todos...

Notas de juego

No olviden lo que dije en el off topic. Para su siguiente post deberán tener todo en "Equipo".


A partir de aquí no deben incluir a Julie en sus narraciones.

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07/04/2016, 00:50
Incubus

Notas de juego

 

ESCENA FINALIZADA

 

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07/04/2016, 00:56
Incubus

Finalmente el grupo inicia la marcha porque se presta a dejar los lindes de la mansión en pos de la búsqueda de la costa isleña.

Falta poco más de dos horas para el mediodía y deben apurar el paso antes que la llegada del atardecer les sorprenda en medio de la nada.

Cualquier retraso podría ser mortal, en especial durante las horas de oscuridad...

En sus mentes algo comienza a gestarse. Lo sienten en la piel y en los huesos. El faro aguarda con sorpresas para todos.

La niebla sin prisas aguarda afuera por todos...

Notas de juego

ESCENA FINALIZADA

 

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08/04/2016, 00:18
George Evans

George, el de siempre pero distinto, se encontraba realmente allí para su esposa. Sin que importase la forma o lo inverosímil, lo único verdadero era su presencia, su tacto y el abrigo de su abrazo.

- Siempre he estado aquí contigo ¿No lo recuerdas? Nuestro viaje de aniversario de casamiento... la tormenta y el naufragio... -

El esposo de Evelyn parece evocar recuerdos difíciles para el ante la ignorancia de su esposa. Tal vez no recuerda por un trauma, según pensamientos de George.

- Luego del rescate pregunte por ti en el hospital y me dieron esta dirección. La puerta estaba abierta y el jardinero - un hombre misterioso - me indico donde encontrarte... han pasado muchas cosas mi querida pimpollo. Cosas que debes saber... - agrega con denotada preocupación.

- Es esta isla, la niebla y todo lo demás que aterra pero hay algo más... sabes, encontré algo. Es sobre Rosie... ella me guio aquí y creo que quiere decirnos algo... no estoy alucinando. Es real -

Las ultimas palabras del desesperado esposo intentan no solo convencer a Eve, también expresan auto-convencimiento ante el encuentro inexplicable.

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08/04/2016, 00:39
Incubus

Julie echo a todos literalmente por su convicción y certeza sobre el paradero de su hermana. Su presencia cercana le eriza la piel casi al punto de saber adonde ir hasta encontrarla.

Es una sensación que llega desde el interior del pecho, casi desde atrás de la espalda como algo que atraviesa el cuerpo de Julie.

Sin más, la joven abandona el salón comedor en dirección a los niveles supriores de la mansión Martinson. Sube las escaleras como siguiendo un perfume que no existe, a paso lento pero seguro.

Finalmente cree ver una sombra entrar en la ultima habitación del oscuro pasillo.

Es allí... susurra Julie antes de avanzar.

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08/04/2016, 03:23
Evelyn C. Evans
Sólo para el director

Se aferró con fuerza a el, clavandole las uñas en la espalda, sin poder parar de llorar. Sus palabras no hacen mas que herir poco a poco esa coraza que tenia, que la cubria, esa apariencia de elegancia. Le necesitaba, se sorprendio necesitandole mas que a nada. Era la dependencia al dolor.
- Ro-rosi... Me quiere matar, me quiere ver sufrir. Todo fue culpa mia...- lo dijo con apenas un hilo de voz, recordando su rostro, como le rebano la garganta, oyendo su voz en un lado y otro. Las palabras salieron solas, igual que la culpa. Pero solo en ese momento, solo dentro de ella. Quizas despues volviera a encerrar ese arrepentimiento bajo la mascara de orgullo que siempre llevaba.

- Nos dijeron en el hospital que tras el accidente sufrimos daños y tenemos perdida de memoria y... alucinaciones.. Yo... lo siento, no recuerdo nada desde... desde... Desde que tu estabas en aquel viaje al norte con la familia Michels para lo del tema de la ruta de Londres. - intentó hilar sus ultimos recuerdos, sus pensamientos, tratando de darle un sentido a todo. Se separo del abrazo, envolviendose mejor en la bata y volvio a buscar algo de ropa que ponerse, para poder bajar abajo.
- Tenemos que volver a casa...- lo dijo con apenas, un hilo de voz. Terminó por encontrar algunas prendas, ligeramente polvorientas, que sacudio con fuerza, observando si podrian pasar como un buen vestido, aunque termino de todas formas decepcionada con el resultado. Tendria que esmerarse para verse bien con aquello.

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10/04/2016, 00:07
George Evans

La molestia de las uñas de su mujer rasgando su espalda era algo leve en comparación a todo lo demás. George lo sabia y llegaba a disfrutar del pequeño momento en el cual su cuerpo responde a lo externo.

- No mi amor, esa cosa no es mi Rosie, nuestra hija realmente se encuentra entre estas paredes y aguarda por nosotros... es la única forma de volver a casa...- luego la siguió al dormitorio mientras su mujer hablaba de sus vivencias del hospital. Finalmente agregó para ella lo ultimo que había descubierto. - Al principio tampoco recordaba nada, en cambio ahora si. Los recuerdos van llegando de a poco a medida que voy detrás de las pistas que la isla me presenta. Ya veras... en primer lugar debemos ir en búsqueda de lago que dar a cambio para tener a nuestra hija de vuelta. Nuestra verdadera Rosalie. - guardó algo de aire para continuar y revelar el meollo del asunto. - Todo aquí se mide como una balanza, algo que en este momento se encuentra en nuestra contra... debemos ofrecer algo, no será agradable pero debemos hacerlo... - Tarde o temprano la balanza debe balancear para que la familia pueda salir de allí y George lo había descubierto por las malas.

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10/04/2016, 14:26
Evelyn C. Evans
Sólo para el director

No entendia nada. No sabia como el habia llegado a esa seguridad en sus palabras, como aquella ''iluminacion'' habia llegado a el. Su mirada bajo hasta el suelo, humedo por su cabello y el agua que resbalaba de su cuerpo bajo la bata. Se terminó de secar para vestirse, observandole aun tras haber deshecho el abrazo.
- No... tengo nada que ofrecer, George. No hay balanza, no hay Rosalie... La perdimos, es imposible que este aqui... - De nuevo intento hacer un llamado a su sensatez, llevandose el pelo hacia atrás. - Todo esto tiene que ser algun tipo de... ilusion, quizas aun siga atrapada en mi mente, en el hospital. Quizas nunca he salido.- Se derrumbó sentada sobre la cama, contemplandole a traves del marco de la puerta, con la mirada algo perdida. Era lo mas facil, pensar que estaba loca. Que todo era una ilusion. Que no importaba nada. Era mas facil que imaginar que de alguna forma habia habido un accidente y ambos aparecieron en una isla extraña, con criaturas monstruosas, y donde los muertos tenian voz, cuerpo y vida para castigar a los culpables. Era mas facil abrazarse a su propia locura, y poco a poco, esa idea fue tomando fuerza. Todavia recordaba aquella sensacion de algo agitandose dentro. Sus facciones, por fin, se relajaron, dejando la tension a un lado, la ficcion. Se permitio incluso una pequeña sonrisa, al encontrar una respuesta a todo que la aliviaba mucho mas que la verdad. - Estoy loca. Todo esto está en mi cabeza. Fueron las pastillas. Ya no hay casa a donde volver, ni nadie esperandome.- Y era cierto que a veces abusaba del champan y de algunas pastillas antes de dormir. Poco a poco se levantó, andando hacia una de las ventanas tapiadas, buscando la manera de quitar los tablones para contemplar la noche a través. George rara vez habia sido tan cariñoso, tan entregado. Solo los primeros años de su matrimonio. Por ello, era logico que en su locura buscara un alivio a su soledad, y fuera aquel del que se enamoró. 

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11/04/2016, 03:05
George Evans

George escuchó atentamente las palabras de su esposa mientras secaba su cuerpo y se vestía con lo que había encontrado allí. Mientras tanto el mediodía se hacía notar con los tañidos del reloj del vestíbulo, cuyos sonidos recorrían la mansión hasta sus más oscuros rincones.

-Todo lo que sucede es real, el dolor también. – contesta George al dejar ver una herida mal curada en su costado, igual que Evelyn.

-Ella se encuentra cerca pero no puede alcanzarnos a menos que nosotros demos algo a cambio. Es verdad… - Evans saca algo de sus ropas. Algo metálico cuyo brillo expresa violencia y muerte. Una filosa daga.

Si ofrecemos una vida a cambio podremos traer a Rosie aquí. Ven conmigo y terminemos con esto para volver a casa los tres… - George avanza algunos pasos hasta la mitad de la habitación. Sujeta el arma por el filo dejando la empuñadura para su mujer y termina de exponer su plan – una vida por una vida. Es la forma de balancear todo. Solo di a quien… será rápido, lo prometo. Lo haremos juntos… - El esposo de Evelyn aguarda por su mujer.

El tiempo escasea y los candidatos también…