Partida Rol por web

Durante el la búsqueda del Grandmaster Torch (“¿Por qué diablos tendrá ese nombre?”) , Yargos se muestra algo desesperado, es consciente de que tenéis de plazo solo unas horas para intentar detener a Nessian.

 El vagabundo con el que Yargos esta hablando, aparece y desaparece durante 15 largos minutos, antes de deciros que el Grandmaster Torch os recibirá, e indica a Yargos una entrada hacia las cloacas.

Entráis en los túneles, rápidamente descubrís que están peligrosamente inundados. El tipo que os guía, el pordiosero con el que habíais hablado antes ahora os dais cuenta de que  obviamente aparenta ser menos de lo que en realidad es, os dice que a aquellos túneles se los conoce como “los caños”.

Durante el camino Yargos os cuenta como el Grandmaster Torch es una de las fuentes de información mas reconocida de Absalom, y que obviamente estará muy bien protegido. Sin duda intimidado por la ferocidad que condenado y Evan mostraron en el Granero, así como por la contundencia de Seltyel, os dice, evitando los oídos y las miradas del supuesto vagabundo, que lo mas sabio quizás sería permanecer con las armas envainadas.

-Eso, Evan y Condenado... las manos a los bolsillos por favor- dice Larissa socarronamente

Cuando escucho la sugerencia del anciano Yargos y Larissa:

- ¿Armas...?,¿ que armas?...Susurro mientras levanto levemente las manos a la altura del pecho y encojo los hombros, en una expresión, como de no saber de lo que estan hablando.

Acto seguido les hago una sonrisa malevola y continuo la marcha...

Condenado murmuró algo para sí mismo, tan mahumorado como siempre, y continuó chapoteando por los caños, ansioso por conocer a ese tal Torch.

Si es así, no convendrá enfurecerlo. Vamos.

Seltyel camina a paso rápido, ansioso por encontrar el Gran Maestre Torch cuanto antes.

Finalmente llegáis a una zona, libre de aguas, y de allí a lo que en algún tiempo fue el salón recibidor de un palacete. Este debe ser el lugar. No por el lujo decadente, ni por que se trate del único sitio seco en kilómetros a la redonda… si no por los dos enormes medio orcos, fuertemente armados (y acorazados) que están custodiando una puerta de madera.

Cuando llegáis uno de los semiorcos da tres golpes en el marco, sin quitaros los ojos de encima.

Tras unos instantes se abren las puertas, uno de los semiorcos pasa, mientras que otro os invita a hacerlo. El vagabundo que os había guiado permanece fuera de la estancia, dentro, un salón abovedado, iluminado tenuemente por unas antorchas, enfoca directamente sobre una escalinata opuesta a la puerta, y sobre esa escalinata, a modo de trono, un hombre sentado en una silla de piedra.

Hay una figura sentada sobre la silla de piedra, con las piernas, desnudas, y metidas en un barreño de agua. Tanto las piernas, como las partes de su cuerpo que podéis entrever, están cubiertas de horribles quemaduras. Uno de los dos semiorcos se pone a su lado, mientras el segundo entra  la sala y cierra la puerta detrás de vosotros.

Junto a la figura sentada hay dos criados llenando unos cubos de agua del barreño, donde tiene metidos los pies, y volviendo a derramarla sobre las piernas.

Después de observaros durante unos instantes, el hombre sentado os habla pausadamente, su voz es amable y en cierta manera hipnótica.

-        -  Ya estáis delante de quien estabais buscando, extranjeros – hay cierto tono de respeto tras sus palabras – contarle quienes sois y porque estabais buscándole con tarta urgencia.

Indudablemente, pese al desconcierto de hablar sobre si mismo en tercera persona, nadie duda de que os encontráis delante del Grandmaster Torch, una de las principales fuentes de información de todo Absalon.

Seltyel deja que sea Larissa quien hable.

Larissa se aproxima al autodenominado "grandmaster" con una sonrisa agradable y movimientos ligeros, se queda al pie del trono y mira a la cara a su interlocutor.

-Grandmaster Torch... acudimos a usted en un momento de gran necesidad para nosotros, somos un grupo de agentes de la Sociedad Pathfinder, el cual yo lidero, y estamos buscando a un miserable bribón llamado Nessian, que ha robado un libro que nos interesa mucho... además está utilizando el conocimiento prohibido que se encuentra en ese libro para causar un terrible caos y muerte en la propia ciudad de Absalom... es por ello que acudimos a su persona para que en su sabiduría y conocimiento nos informe de donde podíamos encontrar a ese malnacido , haría usted un gran favor a la ciudad y a la sociedad si pudiera ayudarnos-

Larissa sigue sonriendo al Grandmaster, es una sonrisa franca y amistosa, ese hombre parece un erudito sabio y una persona importante... aparte de respetuosa, a Larissa le caía bien...

Adshareb se quedó aparte, acariciando la cabeza del eidolon, mientras esperaba la reacción de aquel hombre mutilado por el fuego. O mucho se equivocaba, o haría falta algo más que apelar a su sentido cívico.

Parecía que Larissa había ocupado el papel de líder del grupo y eso a Condenado... le reconfortaba enormemente. No tenía ningún problema en seguir órdenes, ni siquiera de una mujer, ni siquiera de una golfa como Larissa. De quien fuera siempre que eso estableciera un orden y una jerarquía clara que les sacara del caos reinante hasta entonces dentro del grupo y en la misión. El libre albedrío era perjudicial, la libertad conducía a la anarquía. Estaba deseando que le ordenara algo. Permaneció tras ella e inconscientemente adoptó la postura de descanso que practicaba en el templo de la Mano de Asmodeo, las piernas ligeramente abiertas y las manos entrelazadas a la espalda. Casi sonrió mientras pensaba,- Ah... el orden...

Mientras Larissa habla, Seltyel permanece alerta ante cualquier jugada extraña que pueda intentar Torch.

El Grandmaster Torch no se inmuta cuando le preguntáis sobre Nessian.

- Efectivamente - dice con su voz cálida y ronca - se donde podéis encontrar a Nessian. Se dónde se esconde. Para mi ese muchacho tiene una pequeña banda totalmente desorganizada. Obviamente no supone ningún peligro para mi, pero preferiría no entrar en conflictos con el si no fuera totalmente necesario.- hizo una pequeña pausa dramática, parecía que le gustaba rodearse de cierta pomposidad -  Pero también es obvio que nunca hubiera llegado hasta donde estoy si siempre hubiese sido prudente. Pongámosle precio a esa información. 6000 monedas de oro. Así comprobaremos si es tan valiosa para vosotros y vuestra... organización... como lo es para mi....

Larissa no se inmuta... sabe que esa información es vital y que probablemente el Granmaster Torch sea un hábil regateador... pero ella ha aprendido algo de sus compañeros Quadiranos... por más que vistan con sábanas, saben como regatear...

Se inclina para que desde el trono Torch tenga una mejor visión de su escote-En el templo me enseñaron a usar todas las armas...- y se distraiga...-Sin duda estáis bromeando, ¡la ciudad está en peligro! si Nessian sigue con su plan os quedaréis sin ciudad y sin compradores para vuestra información... estaríamos dispuestos a pagar un precio simbólico de digamos... 6 monedas de oro... no dudo que para alguien de vuestra importancia esa cantidad sea una minucia pero como os digo es algo simbólico para recompensar vuestra generosidad y buen hacer en la ciudad.-

¿6000 piezas de oro? Un rey no valdría ese precio.

Seltyel se decide a hablar:

Señor Torch, además del hecho de que no disponemos de ese dinero, está que si Nessian, por muy torpe que parezca, se sale con la suya, no tendréis ciudad en la que seguir: quedará arrasada. Deberías contemplar la situación como que os estamos haciendo el trabajo sin querer cobrar por ello.

El Grandmaster Torch sonríe ante el atrevimiento de Larissa y tras escuchar las palabras de Seltyel os responde.

- 6 monedas de oro... - parecía que vuestra oferta, por muy seria que hubiera sido, a sus oídos sonaba tan absurda que se la había tomado a broma - si no estáis dispuestos a pagar esa cantidad, podemos llegar a otro acuerdo. Recientemente han llegado hasta mis manos una serie de cofres sellados. Son cinco cofres, si sois capaces de abrir tres de ellos os revelare donde esta la guarida de Nessian prescindiendo de mis honorarios. Esos cofres son piezas únicas y sospecho que los mismos cofres podrían valer mas que su contenido, así que preferiría que los cofres no sufrieran ningún daño. ¿Os interesa?

Sí. Parece que no conseguiremos mejor trato. ¿Dónde están los cofres?

-Sin duda que nos interesa...- al oír las palabras de Seltyiel, Larissa no puede evitar seguirle la corriente... tienen que mantener un frente unido.

Adshareb asistió en silencio a la negociación. Como se había supuesto, aquel tipo no iba a ayudarles porque sí, sin más. No había más que verlo para saber que no era una persona desinteresada como Yargos.

Finalmente llegaron a un acuerdo. Adshareb esperó que alguien en el grupo estuviera capacitado para abrir los cofres. Seltyel había aceptado enseguida, así que quizá él tuviera alguna idea. Pero claro, ¿es que acaso tenían otra opción?