Partida Rol por web

Mientras que uno de los guardias os conduce hacia una habitación contigua el Grandmaster Torch os dice

- Una cosa mas aventureros - os dice sin miraros - My Divine warms me advertirá si me mentís y robáis algo del contenido de los cofres habrá consecuencias - el Grandmaster Torch sabía que no le hacía falta recurrir a grandes amenazas para intimidaros y haceros que penséis dos veces... incluso tres veces... el haceros con algo del interior de los cofres.

La habitación es sencilla, de piedra, hay diferentes materiales almacenados en la sala, los cofres están colocados en cinco mesas, como si fuesen las cinco puntos de una estrella, dejando un amplio hueco para poder caminar entre ellos. Todos los cofres son de madera y metal, cada uno con colores y cerrojos diferentes.

el primer cofre

Tiene una enorme cerradura de hierro con la cabeza de un demonio sonriente en su interior.

segundo cofre

este cofre de color rojo, ha sido grabado con un trío de caras doradas. La primera parece con gesto serio, la segunda bastante enfadada y la tercera en un claro gesto de odio.

tercer cofre

La tapa de este cofre de piedra, esta tallada con un motivo de hiedra que cubre la tapa.

cuarto cofre

Este cofre de piedra no tiene ninguna cerradura visible, así como nada tallado ni ninguna escritura. Completamente liso.

quinto cofre

Una extraña y estilizada escritura rodea el cofre rectangular. Mas extraño todavía son los diez pequeños agujerillos  diminutos que recorren en línea todo un lado de la caja.

La manufactura de los cofres de piedra, la más parecida al estilo ossiriano, fue la que llamó más la atención de Adshareb. Con cuidado de no tocar aún nada, se acercó hasta el cofre con el motivo de hiedra esculpido en él.

Evan, que hasta ahora no habia dicho nada, mostraba una cara de rabia contenida. Una vez dentro de la sala de los cofre, no pudo evitar un ligero comentario..

- Abrir cofres, como si no tubieramos cosas mas importantes que hacer...lo que si abriria gustosamente es la cabeza de alguno, ¿pero cofres?

Voy con Ashared, observo el cofre y luego la instancia donde me encuentro. Busco algo que sirba, no se, una maza a dos manos o pico...
 

-Tened cuidado, es prioritaro no romper los cofres-musita Larissa.

-Si alguno se anima a abrir alguno que me avise, que le daré algo de suerte-

Condenado estaba bastante desconcertado. Miraba a Larissa esperando que ella supiera lo que había que hacer pero ella parecía tan sorprendida como él. Se acercó al cofre que le inspiraba más confianza: el del rostro del demonio y lo observó con detenimiento.

Seltyel ayuda a Adshareb a revisar el cofre.

Permaneces en el centro de la habitacion mientras el resto de tus compañeros se dedican a examinar algunas de los cofres.

Examinas la cabeza del diablo y compruebas que la cabeza puede girarse en las dos direciones (derecha e izquierda). Tiene varios topes, como si fuese una cerradura de combinacion pero sin numeros que puedan servirte de guia.

Los tres os poneis a investigar el tercer cofre. Seltyel ayudaba a Ashdareb mientras que Evan intentaba sacar sus propias conclusiones.

Tu detectar magia te dice que tiene un potente conjuro asociado al cofre, no es de ataque, esta relaccionado con la apertura del cofre, pero no sabes de que manera.

Sin embargo, al buscar sobre el cofre, encuentra letras y palabras talladas entre la ornamentacion de la tapa y llegas a componer la siguiente frase.

"Te la digo y no me entiendes, te la repito y no me comprendes"

-No sé el vuestro, pero éste es todo un rompecabezas.- Murmuró el semiorco a sus compañeros mientras examinaba el cofre de la cabeza de diablo. Lo estudió detenidamente buscando alguna inscripción o muesca en cualquiera de sus caras.- Y lo peor de todo.- Añadió.- No sé si se pueden abrir de forma individual o mediante una extraña combinación de todos ellos. La cabeza del demonio puede girarse hacia la derecha y la izquierda, como si tuviera una combinación pero no hay ningún número o símbolo grabado que lo justifique. La verdad es que no sé ni por dónde empezar.- Confesó mientras manoseaba el cofre de todas las formas posibles. Giró la cabeza del diablo en uno y otro sentido, esperando a que ocurriera algo.

Empiezas a manipular el cofre violentamente, girándolo, volteándolo.... buscas alguna llave secreta, algún interruptor, pero no lo encuentras.

Dentro del cofre oyes moverse algo, por el sonido debe ser algo muy ligero, pero no sabrías precisar mas.

Lo que si escuchas al girar indiscriminadamente la rueda tallada con la cabeza de demonio es el típico clack, clack, clack ...  ¡¡¡CLACK!!!

Temes haber roto algo, así que paras un instante.

Antes no lo habías notado, tampoco es que lo hayas sentido en tu mano, pero si que has podido escucharlo claramente, un ruido como si algo dentro de la cerradura encajara en algún sitio.

Parece que todo sigue en su sitio, la tapa no esta abierta y no hay nada suelto.

Condenado empiezas a manipular el cofre violentamente, girándolo, volteándolo.... busca alguna llave secreta, algún interruptor, pero no parece encontrarlo.

Condenado parece haber notado algo en la manipulación del objeto en cuestión. Se lo acerca a la oreja y gira la cabeza del demonio en el otro sentido... muy lentamente... centrando toda su atención en el asunto. Se muerde la lengua, lo que resulta una visión bastante perturbadora.

- Bien, aquí detecto un conjuro de protección, su magia es bastante fuerte. Parece el hechizo clásico, que pide una palabra de paso para abrir el cofre.- anunció Adshareb.

Buscó alrededor del cofre en busca de más pistas sobre cuál podía ser la palabra de activación. Mientras buscaba, se puso a probar las únicas posibilidades que se le ocurrían. Debido al motivo floral que lo decoraba, empezó a decir palabras de plantas en dracónico, el lenguaje de la magia: hiedra, planta, enredadera, etc...

Condeando estuvo trasteando con la cabeza del demonio mientras pegaba la oreja al cofre primero a la derecha, luego a la izquierda, después a la derecha y finalmente otra vez a la izquierda. El cofre hizo un chasquido y la tapa se abrió. El semiorco miró al interior y después a sus compañeros con una expresión en la que quedaba bien claro que no se esperaba ése resultado. -Uno abierto.- Remarcó lo evidente para después centrar su atención en el cofre rojo de las tres caras.