Partida Rol por web

Todavía con la mano en la empuñadura de mi espada, miro un dardo situado en mi ballesta de mano mientras escucho a la sacerdotisa. Cuando acaba, levanto la cabeza

No hemos conseguido información sobre una cosa, pero sí sobre la otra. Sabemos lo que quiere y, más o menos, cuánto pagará.

Vayamos a ver a Azogue. Quizás el tenga algunos goblins como gladiadores. Esta vez pregunta si te puede hacer el honor de ver a sus hombres. En caso de ver goblins, podrás seguir esa línea de preguntas, si no, creo que lo mejor es dejarlo para el tratante de esclavos. moviendo la cabeza, hago que mi coleta pase de estar delante, sobre uno de mis hombros, a colgar a mi espalda.

Recordemos que aquellos que nos asaltaron no tenían insignia, bienp orque se la habían quitado, bien porque eran unos bandidos contratados, y los goblin esos eran unos meros esclavos, al cuidado de un tal Manus. Solo tenemos esas dos opciones más o menos viables, Azogue y el tratante de esclavos.

Rizzen había disfrutado de las peleas, aunque su posición junto a la sacerdotisa le había permitido seguir la conversación si perder detalle. Ahora aún caminaba a su lado con el escudo en el brazo izquierdo.

Creo que hay que ir y ver si hay goblins, como dice Szodrin. Si te pone problemas di que te porpones apadrinar un gladiador, es una práctica habitual entre la gente acaudalada. He estado pensando en que cojones haces con un montón de goblins una vez que no te valen de nada. Si te propones asaltar una casa y no tienes suficiente con con tus tropas regulares como para reforzar con esclavos, ¿luego que haces con ellos? cuesta dinero mantenerlos y darles de comer, aunque sean despojos. Venderlos sería una buena opción, pero siempre venderlos a algún sitio donde te asegures que no sobreviviran, para que no hablen. Eso puede ser perfectamente una arena, o las minas...

Sigue caminado mientras piensa.

Y tal vez deberíamos empezar a vigilar los movimientos de las casas que se han visto directamente beneficiadas de la caida de nuestra casa.

Al otro lado de la sacerdotisa, sin dejar de mirar hacia todos los lados Sinceramente descarté esa opción, o casi, ya que si hubiera sido la casa Devir habría ocupado la casa reclamándola como suya por derecho de sangre, y la Tin´talMadre... me encojo de hombros es extraño que la novena casa gane algo con nuestra destrucción.

Lsa otras casas cercanas a la nuestra podrían haberlo ejecutado pero ¿por qué nadie vió ni oyó nada como durante en cualquier otro ataque?

Azogue, entonces... - digo casi en un susurro que surge siseante por debajo de mi capucha, cuando la Sacerdotisa da su aprobación con un gesto de asentimiento - Vamos, está cerca pero tened cuidado, esa zona es más peligrosa que la anterior, casi todas las noches huele a muerte...

Asiento a Assim Vaymos a ver a ese apestoso goblin digo mientras sigo a la sacerdotisa

Si, iremos a ver a ese asqueroso. Veamos que podemos descubrir alli, espero que nos de mas pistas que en este antro. Al menos hemos visto unos combates gratis, y ya nos han puesto cara como comerciantes libres. Mirando a Assim, comenta. Si este sitio es peor que lo que hemos visto al venir, id preparados y con las armas listas, ya lo que he visto me ha asqueado, no puedo imaginar algo peor, la verdad. Protegerme en todo momento, Varones. Vamos allá. La sacerdotisa enfila la calle siguiendo a Assim junto a la comitiva.

Con la cara sombría, amartillo la ballesta de mano y me dispongo a seguir a la sacerdotisa por las andrajosas calles de Menzoberrazan. Se a lo que nos enfrentamos, pero no creo que sea tan malo como dice Assim ¿Qué coño le rondará por la cabeza? no es peor que el Bazar o cualquier otro asqueroso sitio de la baja Menzoberrazan. niego con la cabeza ante unos pensamientos que solo rondan por mi cabeza.

Assim tenía razón, a estas horas y en esta zona de la ciudad se palpa el peligro, es territorio de los descastados más duros y peligrosos de la ciudad más dura y peligrosa de la suboscuridad.

Sombras sigilosas os siguen según avanzáis, y podéis sentir como os vigilan, evaluando vuestro potencial valor como objetivo de robo.
Durante varios callejones os siguen varias figuras, que desaparecen de repente, otras retoman la vigilancia, no sabéis si es un solo grupo o varios, pero no se toman la molestia de permanecer ocultos, y cuando os giráis simplemente se quedan quietos o pasan de largo sin hacer gestos amenazantes, pero no hace falta, el peligro está ahí.
Vuestro número y el poder de la sacerdotisa a la que escoltáis deben ser vuestros escudos, todavía no os han atacado, pero sólo es cuestión de tiempo antes de que algún atrevido quiera llevarse el botín y la vida de tan odiado servidor de Lloth.
Aceleráis vuestros pasos, la ruta que seguís os lleva por un estrecho y sucio callejón hasta que llegáis hasta el foso de Azogue, el establecimiento es enorme y se encuentra en buen estado, está situado en mitad de una siniestra plaza rodeada de casas bajas y destartaladas que flanquean malolientes callejones, sobre los tejados de esas casuchas advertís algún que otro movimiento, seguramente guardias que protegen el perímetro de la plaza, las grandes puertas del foso están cerradas, y a través de los numerosos ventanucos del edificio no se filtra ninguna luz ni podéis oír ningún ruido. La plaza se encuentra llena de mal encarados guardias que se mueven constante y aleatoriamente de un lugar a otro, haciendo muy difícil poder contarles.

Cuando os adentráis en la plaza echáis la vista atrás y veis que nadie de los que os estaba siguiendo se atreve a entrar, parece que Azogue vigila bien sus fronteras…al acercaros a las cerradas puertas un guardia se acerca a vosotros, y tras unos instantes en los que os observa de arriba abajo os espeta con las manos sobre las empuñaduras de sus espadas hoy no es día de combates, todo el mundo lo sabe, volved mañana si queréis sangre continua con descaro volved a casa, hoy no es un buen día para estar por aquí la presencia de la sacerdotisa parece no intimidar en absoluto al rufián, que parece sentirse a sus anchas rodeado por sus amigos.

Rizzen no tarda ni 15 segundos en evaluar la situación. Es mala. El combate no sería propicio y si consiguen sobrevivir, a la vuelta serían pasto de los rufianes estando débiles y heridos. El psiónico endurece el gesto y se prepara para lo pero, esperando que la diplomacia de la sacerdotisa les lleve a buen puerto.

Quizá desees que tu jefe te de una reprimenda por tu actitud, quizá debiera hacerlo yo misma. Sabes que soy una sacerdotisa de la Diosa, has de mostrar respeto!

La sacerdotisa aun esta engullendolo que ha oido y decide continuar.

Voy a hacer que te desuellen vivo por esta falta de respeto! Vengo a ver a Azogue, no a perder el tiempo con sus subordinados. Llamale de inmediato y que me diga el que me vaya a casa si lo cree oportuno. Los asuntos que me traen son muy superiores a tu capacidad. Eres un insolente!

comenta airosa la sacerdotisa, mientras su cara cambia de expresión hacia la ira.

¿te crees que alguien como yo vendría aquí, a esta zahúrda de barrio, si no tuviera un motivo realmente importante? Mas te vale correr a llamar a tu señor goblin si no quieres que me enfade.

No he pronunciado palabra desde que nos internamos en estos callejones. La tensión podría cortarse con una espada, y en otros tiempos yo mismo hubiera sido uno de las sombras que nos vigilan expectantes..., nada menos que una sacerdotisa de Lloth, y con una escolta bien equipada. Sé lo que piensan, qué oportunidad!. Para estos infelices, el riesgo se compensa de sobra, un golpe así les cambiaría la vida, y por eso no temerán perderla.

No me siento aliviado al llegar a las puertas, y la situación indica que la autoridad de Shibolé no garantiza nada. No recuerdo que nunca alguien de su posición se presentara aquí, tan visiblemente y en mitad de la noche. Quizá el mismo Azogue quiera cobrarse la pieza. Aún así, cualquier cosa es preferible antes que permanecer quietos en donde estamos.

Será mejor que vayas... - susurro en mi tono dificil de escuchar - ...amigo. Dice en serio lo de despellejarte... - añado, como si más que una advertencia estuviera tratando de ayudar a alguien de mi misma condición a tomar una determinación que le conviene.

Mirando a mi alrededor, espero a ver qué pasa con esta gentuza. Su fuerza es su número aunque la intimidación no es siempre el medio más adecuado.

Al oir los berridos de Shibolé, la lanzo una mirada furtiva mientras alzo las cejas ¿Eso es lo que es para tí la diplomacia? niego con la cabeza Solo espero no caer aquí, abatido por una veintena de guardias borrachos y aburridos por culpa de su estupidez. acto seguido, miro con dureza al guardia que ha hablado, esperando que haga caso a la sacerdotisa y mande llamar a Azogue, aunque eso puede que no sea un seguro de vida, visto lo visto.

Viniendo ya estaba nervioso, no le gustaba nada el sitio donde se estaban metiendo… al llegar y ver al menos 15 guardias…y lo que le preocupaba más, los que tenían a la espalda, un número indeterminado de rufianes y gente de mal vivir dispuestos a cualquier cosa…

Shibolé habla…

Pero… que está diciendo esta hembra!!!

Yilmaz esta acojonado, casi ha hecho más efecto las palabras de su líder sobre él que sobre los guardias…

Esperando la reacción de los guardias no se atreve ni a tensar el arco… teme que se oiga el tic-tic que haría la flecha contra el arco debido al tembleque que nota en las canillas…