Partida Rol por web

Mis dos compañeros se presentan educadamente ante Cassandra, pero mi mala leche me impide siquiera presentarme pasando de ella y sus comentarios. A cada cual que llega es peor que el anterior. Ruby se acerca a mi y me da un masaje en la espalda mientras me pide que me relaje, quizás sea lo mejor. Dejemos que sean ellos los que hablen.

Sonrío a Ruby y le doy las gracias por el masaje.-¿Huesos?-Tuerzo la boca ante esa palabra y pongo un gesto de desaprobación en la cara-lo que yo decía.-Un perro.-Aunque tienes razón, al menos no estoy solo. Quizás sea eso mejor que acabar muerto cualquier noche sin saber como.-Alargo mi mano y le acaricio suavemente la mejilla mientras sonrío. Un gesto mucho más cercano que revolverle los pelos, que tanto le molesta.

Moradores del cristal y Roehuesos, interesante combinacion, yo habia esperado encontrar a alguna mujer de mi clan, tal vez los que faltan...no Bruce no quiero a ninguno en mi familia. sonrio mientras niego y doy un nuevo sorbo

- No son dos Tribus con las que haya tenido demasiada relación, debo admitirlo...

De hecho, echad la vista atrás me doy cuenta de que apenas he tenido relación con más Garous que aquellos que habitaban el Túmulo de Canadá. Las Tribus Uktena y Wendigo dominaba en número, y tan solo mi padre representando a los Contemplaestrellas y algunos Hijo de Gaia, además de algún Caminante Silencioso ocasional que se uniera al Clan estando de paso, completaban el dibujo tribal.

- Tengo entendido que los Moradores son los Garous que más relación tienen con el mundo de los humanos, las ciudades y la tecnología. Pronto veréis que son pocos los que, entre nosotros, dominen esas materias. Los Roehuesos, por su parte, creo que son expertos en espionaje y supervivencia, al llegar con facilidad a lugares donde el resto de Garous no puede: el corazón de las urbes humanas. -Me guardo de momento la mala fama que persigue a esta Tribu, despreciada normalmente por las demás debido a su escaso linaje y sus costumbres carroñeras. Yo se lo que es sufrir el desprecio ajeno, y me niego a que este muchacho lo sufra también- Parece que el destino ha decidido unir a dos Cachorros de las únicas Tribus urbanas que hay entre los Garou. Quizás Gaia trate de decirnos algo...

Me quedo tan aturdida cuando Edward me acaricia que me limito a parpadear repetidamente antes de sonreírle apartándole la mano con suavidad. Miro de reojo a la mujer, la cuál menciona a Bruce sin que venga a cuento así que me abstengo de hacerle demasiado caso, parece que a la pobre le anda algún tornillo suelto y no creo ser capaz de reparárselo con un destornillador.
-Eso suena bien, me gusta... Amanda ya me comentó algo al respecto. Quizá Gaia está diciéndoos a gritos que es hora de que os modernicéis un poco. Renovarse o morir, ¿no sabías eso?- rebusco en mi bandolera enérgicamente y se distingue el entrechocar de diversos objetos en el interior. Maldito bolso de Mary Poppins...

-Sólo estaba exagerando- añado al darme cuenta de que podría ofender a Eddie -Pero es cierto de que quizá requiere de alguna um... ¿misión? En plena ciudad. ¿Sabes qué es esto?- le pregunto al contemplaestrellas mientras le tiendo mi PSP. Espero que no lo suelte del susto o me dará un ataque.

Extiendo la mano para tomar el extraño aparato que me ofrece Melinda. No he sido propenso nunca a relacionarme con la Tejedora, pero en mis viajes he visto bastantes cosas. El aparato me suena, se parece a tantos otros que he visto, especialmente a los más jóvenes. Algunos los utilizan para escuchar música, otros ara ver películas, entretenerse con juegos de habilidad o cosas más raras. La Tejedora ofrece mediante estas cosas entretenimiento sencillo, sin esfuerzo ni utilidad.

- Lo he visto antes -Confieso mientras toco alguno de sus botones. Pero me detengo al ver que en la pantalla aparecen imágenes reaccionando a mis pulsaciones- Pero no se como funciona.

Se lo devuelvo con una sonrisa.

- La idea concuerda bastante con la misma existencia de las manadas. Cada uno aporta aquellos que mejor hace a grupo, y entre todos tapamos las carencias de los demás. Esa es la fuerza de una manada. Incauto es el que no ve lo que los demás tienen que ofrecerle.

-Roehuesos suena algo despectivo, sin embargo si hay una descripción para mí es la que habéis dado. Bueno, espionaje como tal tampoco he probado, pero sobrevivir si que aprendí a sobrevivir en las calles.-Me levanto de la silla y me recojo un poco las mangas de la camiseta mostrando diversos arañazos producidos recientemente debido a mis incursiones nocturnas en busca de lugares acogedores en la gran ciudad.-Digamos que en la calle se aprende a base de golpes, y en este caso de arañazos y magulladuras.

Miro a los presentes sin saber bien quién me puede contestar-Bueno, y si soy un roehuesos de esos que decís, qué se supone que tengo que hacer, por qué me convierto en lobo, como se controla eso o como puedo evitar convertirme otra vez y causar alguna desgracia.-Miro a Eddie a ver si él puede decirme algo ante la inminente idea que recorre mi cabeza de que los mayores solo conseguirán liarme aún más.

-Si te consuela yo tampoco sé como funciona eso. Solo sé jugar a un juego y me costó dios y ayuda entender como iba.

Cierro los ojos mientras la sonrisa continúa en mi rostro. Lo que Eddie pide no es algo que pueda aprender en unos minutos mientras desayunamos, es un largo entrenamiento que muchos no llega a completar. No puedo evitar pensar en los muchos Garous que no intentan reprimir al lobo de su interior y se sienten orgullosos de dejarlo libre y darse al salvajismo. Es un peligroso camino a la Gloria, pero una espada de doble filo.

- Los arañazos y magulladuras desaparecerán, amigo mío. Pronto aprenderás que en las distintas formas que podrás asumir, Gaia nos ha bendecid con el don de la Regeneración. Tus heridas se curarán, los cortes se cerrarán, los moratones desaparecerán, todo en cuestión de segundos. Bien es cierto que algunas heridas tardarán más que otras, como el fuego y sobre todo la plata.

- Te conviertes en lobo porque eres lobo. Todo garou es lobo, es hombre, es espíritu, las tres cosas y mucho más. Se que es difícil de comprender, pero tienes que empezar a asumir que no eres un ser humano. Te lo repetiré las veces que sean precisas. Cambiar de forma es parte de tu naturaleza, como nadar lo es para los peces o volar para las aves. Controlarlo será cuestión de práctica, y ahora cuentas con gente que te ayudará. Si así lo deseas, yo estaré a tu lado en el largo camino del aprendizaje, nos aseguraremos de que aprendas a cambiar, evites hacerlo inconscientemente y jamás hagas daño a nadie sin quererlo. Esa es la fuerza de la manada.

Mis ojos sinceros transmiten confianza, que es lo que espero inspirar en los Cachorros. Neesitan saer que pueden contar con alguien, y por alguna razón tengo la impresión de que el destino, Gaia, Selene o alguna otra fuerza ha decretado que sea yo. Y tras tanta soledad y búsqueda, debo admitir que me siento honrado.

-¿Y a eso lo llamas aprender? Anda que no eres tú bruto...- entorno los ojos ante el comentario de Ed, mirándole los magullados brazos y entendiendo porque suele llevar siempre manga larga a pesar de que empiece a hacer algo de calor. Aunque este no es el caso, claro.
-Ed, apuesto a que nos enseñarán eso después del rito de iniciación. No creo que se aprenda de la noche a la mañana, por desgracia. Cuando yo me transformé la verdad es que me sentí muy bien, pero quizá fue porque mi mente pasó a ser más instintiva que racional...- me encojo de hombros intentando quitarle importancia al asunto, dejando que Eddie hable y escuchándole antes de acercarme a él y chasquear la lengua.

-Lo que pasa es que sois unos anticuados, pero si es facilísimo y muy divertido... ¿Sabes la cantidad de veces que he podido aprobar suspensos de gente por un módico precio con esto? Hay que estar al día...- me río sola y acabo pro apoyarme en el borde de la mesa concentrándome en la pantalla de mi pequeña portátil.

Sigo escuchando las respuestas de Eddie y cada vez me siento más seguro. El miedo y la duda van desapareciendo y ahora me preocupa más encontrar a Lindsay antes de que le pase algo malo.-Si vieras por los sitios que me tengo que meter para encontrar nuevos lugares te sorprenderías al ver que esto es muy poco para lo que podría pasarme, pero se aprende con práctica.-Vuelvo a bajarme las mangas tapando las marcas que han producido las verjas y espinos de las vallas metálicas.

-Está bien-digo pensativo-esperaré a hacer más preguntas cuando llegue el momento, creo que por ahora no voy a conseguir muchas más respuestas.-Miro la mesa pero ya no me apetece comer nada más de lo que hay en ella. Estoy saciado y de azúcar hasta las cejas.

-Se te van a quemar los ojos Ruby, tanto mirar la pantallita. Si puedes aprobar exámenes tendrás que decirme cuanto vale eso, porque como falle el examen me expulsan del instituto. Y algo me dice que lo voy a tener difícil para estudiar.-Mi mirada queda perdida al fondo de la sala, sin fijar la vista en nada concreto.

Amira baja a la cocina con su mochila ya arreglada, la deja en un rincon buscando en el lugar en que esta Amanda, acercandose a ella para hablar

- Los exámenes son para mostrar los propios conocimientos ¿No? Hacer trampas no es sino engañarse a uno mismo...

Las palabras surgen a modo de pensamiento, un debate psicológico interno debido a la falta de comprensión hacia ciertas costumbres arraigadas en los humanos. Hay cosas que no entiendo, debido al modo en que me crié, a mi herencia india o a mis enseñanzas orientales. Pero quizás estos dos muchachos puedan enseñarme ese tipo de cosas, del mismo modo en que yo pueda enseñarles otras.

-Bueno, podría abrir un debate sobre los exámenes, pero te explicaré mi situación. Tengo un examen que tengo que aprobar para que no me expulsen del instituto. Para hacer el examen hace falta tener conocimientos, para esos conocimientos hace falta estudiar, y para estudiar hace falta tiempo.-Miro a Eddie sabiendo que quizás he sido un poco brusco hasta ahora en la explicación, pero el sarcasmo continúa en mis palabras.-Y tiempo es lo que no tengo, porque estoy aquí en vez de estar estudiando.

Algo me dice que quizás le sienten mal mis palabras e intento arreglarlo, ya que se ha portado muy bien hasta ahora con nosotros-lo siento si he sido algo borde, pero creo que tengo estrés con todo esto y no me ayuda el tener además un examen y pensar que mi vida cambia...-no tengo excusa-lo siento.

-Sí, sí, pequeño saltamontes, eso es lo que dicen todos los profesores, yo no hago ese tipo de cosas ni tampoco he copiado nunca en un examen... Lo que pasa es que si no tienes estudios luego no tienes nada, a parte de que a algunos les obligan. Esos son los que prefieren que les modifiquen la nota...- apago la pequeña videoconsolas y miro a Ed arqueando una ceja.
-Eso son excusas, hasta antes de ayer has tenido tiempo... Igualmente te quedará la recuperación, ¿no? Por faltar uno o dos días no pasa nada pero no pienso faltar más- sentencio para dejarlo claro mientras miro alrededor y empiezo a entrecerrar los ojos para intentar enfocar a la gente que hay por ahí.

-Quién es esa que habla con Amanda... ¿es del túmulo?- acabo por frotarme los ojos sin haber distinguido gran cosa con mi visión de topo y dejo la PSP de nuevo en el amparo de mi bandolera -Ay, Dios, cómo tardan...- entorno los ojos y me dejo caer en el propio suelo cruzando las piernas, observando por debajo de la mesa las piernas al otro lado de la misma. A veces me doy cuenta de lo que llega a hacer el aburrimiento.
-¿Habéis visto lo que me ha regalado Amanda?- acabo diciendo mientras extraigo el colgante en forma de llave de mi sudadera y lo muestro con una sonrisa triunfal, mirándoles desde abajo.

Tras escuchar detenidamente las observaciones de los dos Cachorros, centro mi interés en el colgante con la curiosidad de una urraca. Es hermoso, pro no puedo evitar darme cuenta de que es de plata, el material que más daño nos produce a nosotros lo Garous. Incluso cuando podemos evitar su daño, su mera presencia nos priva de parte de nuestro poder espiritual. Sin embargo, son muchos los que, entre nosotros, no dudan en asumir tal carga a cambio del poder que ostente un objeto de tal material si cuenta con un espíritu adecuado en su interior. Me pregunto, por tanto, si se trata de algún tipo de Fetiche.

- Las llaves son para abrir cerraduras. -Sentencio lo que es una obviedad- ¿Sabes que abre ésta?

-Disculpe usted si me han detenido, he pasado por un juicio, me quedé sin libro, tuve otras cosas en las que pensar...-me cruzo de brazos y miro para otro lado. Parece mi madre, criticando y sin razón.

-Pues no sé, la he visto antes pasar por aquí y luego se fue. No parece que sea de ellos, más parece uno de nosotros pero algo más tímida, se la ve sola por aquí.-Miro las ropas y los gestos de la nueva a ver si me dan una idea de qué pinta en todo esto.-Bonito colgante por cierto, algo viejo, pero supongo que tendrá algo de valor.-Saco la lengua bromeando.

Amira se acerca al grupo que discute fervorosamente disculpenme.. Saben donde esta la señorita Amanda...yo, quisiera hablar algo con ella.. deteniendose a unos metros mientras espera una respuesta

Observo a la recién llegada con detenimiento. En realidad ya llevaba tiempo escrutándola, mientras caminaba de aquí para allá sin un rumbo fijo, entrando y saliendo de la cocina. Me da la sensación de que está perdida, no geográficamente, sino del mismo modo en que lo están todos los cachorros cuando no encuentran su sitio lejos de una madre que los amamante. Busca a Amanda como una guía, como un ancla para no seguir a la deriva.

O puede que me equivoque.

- Buenos días. Mi nombre es Eddie, y los presentes son Eddie, también, Melinda y Cassandra. Amanda estaba hace un rato en el jardín ¿No es así, Melinda?

Amira observa nerviosamente a las personas Me han dicho tantas cosas raras de estas sectas extrañas...y.. ahora estan amables... mejor mantener la distancia manteniendo una distancia entre todas las personas.

Mi.. mi...mire señor Eddie.. yo... solo quiero hablar con la señora amanda.. no me quiero meter en problemas.. ustedes saben lo que hacen.... yo solo... nada..solo dejenme hablar con la señora Amanda para darle explicaciones

Oigo las palabras de la desconocida y quedo en parte perplejo ¿Miedo? ¿Es miedo lo que huelo en ella? Su aspecto de mexicana -aún a riesgo de caer en tópicos xenófobos- ilegal, concuerda con su tono de voz y su forma de actuar. "No quiero problemas" es una frase que he oído muchas veces en la carretera, cuando gente con escasos recursos, que han dejado atrás una vida de miseria buscando el sueño de una vida mejor al otro lado de la frontera, teme que un pequeño conflicto los prive de sus oportunidades futuras. Pero esta chica va más allá, su miedo está mezclado con desconcierto, y eso es muy propio de los Cachorros.

- Nade te impide que hables con Amanda, muchacha -mi tono es tranquilo y relajado, mis palabras surgen con lentitud y calma- Ya te he dicho que hace poco estaba en el jardín. Puedes ir a ver si está allí, si lo deseas.

Señalo la puerta del jardín.

- O quedarte aquí charlando con nosotros y desayunando algo, y esperar a que ella regrese. Es decisión tuya.

- En ninguno de los dos casos te meterás en problemas.

-¿Señor...?- miro alrededor aturdida y después me río -Ah, pero si te referías a nuestro Observaestrellas- comento en tono de broma mientras miro a la chica con curiosidad. Parece incluso más asustada que yo y ya es decir, probablemente sólo conoce a Amanda y pro eso busca su apoyo. Yo por suerte tenía a Ed, y no me ha costado conectar con Eddie que es más paciente que Kung Fu y Yoda juntos.

-La verdad es que yo no estoy del todo segura de lo que hacemos por aquí, pero no te preocupes y únete al grupo de "Qué diablos pasa aquí"...- miro alrededor, entre el túmulo de gente al otro lado de la mesa hablando entre ellos. Pues sí que se retrasan esos "invitados" o lo que sea...
-Hace un momento vine con ella del jardín, pero si no ha entrado aquí quizá es que tenía algo que hacer. Seguimos teniendo necesidades biológicas, ¿no?- me encojo de hombros y con un suspiro me siento en el primer sitio que encuentro, sobre las rodillas de Ed.
Cómo se atreva a insinuar que peso mucho... empiezo a mirar los pasteles de la mesa con curiosidad.