Partida Rol por web

La respuesta de Bruce no me convence ni me tranquiliza en absoluto cómo yo quería, si no que me inunda de mas dudas mientras retrocedo contra la mesa haciendo tintinear algunos de los platos y vasos que se encuentran en la susodicha.
Me acaba de amenazar... La verdad es que no me sorprende, el tipo es de lo más extraño y cada vez me da más miedo y me inspira poca confianza. Creo que nos arrancaría la cabeza a mordiscos si no fuera porque Amanda está delante.

-T-tú... eres un grosero, ¿sabes? No tienes derecho a amenazarme, sólo te he hecho una pregunta. Estoy asustada y quiero respuestas, ¿es mucho pedir? No eres tan maravilloso como te crees- le acabo espetando sin poder reprimirme por más tiempo, con el ceño fruncido mientras mi respiración empieza a alterarse y volverse irregular debido a la alteración.

Buenos...digo entrando antes de que Bruce pueda contestarte y os miro ¿mal momento? solo venia a decir que le hemos metido un gol a la fiscalia. La sangre es de...ellos dicen que animal asi que ahora se plantean acusarte de ritos satanicos, pero como no han encontrado nada que pueda implicarte en la casa creo que sobreseeran el caso. ¡Que veo! me acerco a la mesa y cojo un bollo de chocolate Buenisimo, se nota que hoy no he desayunado. ¿Contandoles que son Gauros?

Por suerte o por desgracia somos interrumpidos antes de que Bruce pueda responder y llegar a enfadarse todavía más, la verdad es que no sé como eh sido capaz de increparle a un tipo como ese, podría girarme la cara con un simple gesto, estoy convencida de ello.
Me giro hacia el recién llegado y me quedo casi petrificada del impacto. Erick, ni más ni menos, hablando tranquila e incluso alegremente sobre el juicio de Ed como si tal cosa.
Parece que todos los últimos acontecimientos hayan sido planificados con sumo cuidado, aunque ahora todo tiene algo más de sentido que antes no tenía.
-¿Tú también...?- murmuro por lo bajo mientras le miro de arriba a abajo conmocionada y dolida, como si me hubiera traicionado con dureza.

Siento como el pecho me aprieta y la garganta se me cierra, aunque no estoy muy segura de que esta vez se deba a una crisis respiratoria pero aún así aprovecho para apartarme volviendo hasta la silla donde tengo la bandolera, cogiéndola y colgándomela, aprovechando mi posición para pasarme las mangas de la sudadera con rapidez por la cara.
-Quiero irme a mi casa- me limito a decir escuetamente. Ninguno de los presentes va a darme lo que necesito, necesito marcharme.

-¿Nadie la ha visto entonces? maldita sea, la pobre debe estar pasándolo mal. A saber qué ocurrió aquella noche.-Me doy una torta en a cabeza por ser tan tonto de haberle dejado que le ocurriera algo. Lindsay debe estar perdida por algún lugar, y más si como dicen, huyó.

Cada vez que veo a Bruce se me revuelve el estómago, no sé si es por u arrogancia, pero tiene algún tipo de efecto negativo en mí. Podría llamarse rechazo, y más si viene con amenazas. Por suerte Ruby contesta antes que yo, parece que algo se le está pegando de mí, porque yo no podría haberlo hecho mejor.

Zas, en toda la boca.

En ese instante entra Erick sin que Bruce pueda contestar a tan implacable y directa respuesta por parte de Ruby. Me alegra saber que el caso puede ser sobreseído, pero más aún que la sangre no pertenece a Lindsay, todo parece cuadrar con la historia que nos están contando, lo cual no deja de asustarme un poco.

Ruby se levanta a por su bandolera y se vuelve a sentar restregándose las mangas por la cara. ¿Está llorando? Alargo una mano intentando coger la suya.-Tranquila Ruby, no dejaré que te pase nada malo, no me lo perdonaría-le susurro al oído.

-Hola Erick, gracias por las buenas noticias-digo sonriendo.-¿En qué consiste el rito de iniciación y qué queréis exáctamente de nosotros?-me echo hacia atrás con un vaso de lo que parece batido de chocolate fresquito-Vale, entendí lo de Gaia, lo de Selene, admitamos que algo raro somos, por el tema de haber estado convertido en lobo... bien, podemos continuar, creo que aún queda mucho por explicar y aún estamos en el desayuno. Va a ser un largo día...-digo dejando arrastrar las palabras hasta casi un suspiro.

Ruby, soy lo que soy y no puedo cambiarlo, no os lo dijimos por vuestro bien. En cuanto al rito.... os miro y me siento con otro bollo en las manos difiere un poco en cada caso, es un rito de busqueda. Tal vez de ayuda para alguien, la anterior manada fue al Amazonas y la verdad es que lo ha echo tan bien que se han quedado alli para ayudar mas Miro a Ruby y me levanto acercandome y la susurro al oido algo.

No llores cielo, me partes el alma. Te prometo que no volvere a tener secretos para ti digo con voz suave y melodiosa a tu oido para guiñarte un ojo antes de incorporarme de nuevo.

Escucho lo que me dice Ed para intentar calmarme. Hago un esfuerzo por sonreírle aunque no me sale demasiado bien, eso no es lo que me gustaría ahora pero sé que es lo único que puede ofrecerme así que no le culpo por ello, al menos lo ha intentado.
Los ojos me siguen escociendo mientras levanto la mano, pero se queda apoyada en la mesa sin que llegue a alcanzar la de Ed cuando Erick se me acerca y me susurra algo.

Está bien, si todos van a creer que soy niña creo que ya no me importa, pero entonces también quiero que me traten como tal, así que me cojo a su cuello antes de que acabe de incorporarse y me abrazo a él con fuerza, lamentando el estar mojándole su impoluta camiseta pero ya no podía aguantar más.
Me separo todo lo deprisa que mis lágrimas me permiten murmurando -Me lo has prometido...- volviendo a subir los pies a la silla para doblar las piernas y quedar medio oculta detrás de ella.
Siempre se me ha dado bien hacer el ridículo, supongo que es innato en mí.

Ruby me dedica una sonrisa triste, la verdad no sé que le ocurre exactamente, pero está claro que no sé consolarla. Después de que Erick le susurre algo al oído se levanta dejándome en la silla y con la mano a medio camino y se abraza a él llorando. Creo que no seré yo quien pueda consolarla. Agacho la cabeza triste y pensativo por no poder congeniar mejor con mi amiga. Algo le ocurre y no estoy acostumbrado a mostrarme dulce y condescendiente. Quizás sea mejor así, quizás otro sepa darle lo que yo no sé darle y pueda ser feliz. Aquí fuera, en este nuevo mundo que se nos presenta será más fuerte, más adulta, mas independiente.

Ya no me necesitará.

Termino el vaso de batido y lo dejo en la mesa mientras mis dedos juegan con las gotitas de agua que quedan en la parte exterior mientras mi mirada se pierde en ellas.

Erick asiente a las palabras de Ruby y se sienta de nuevo en su silla mientras os mira y entra un grupo de personas en la sala que saludan con respeto a Bruce y luego os miran como si....Entre ellos va Roger Doyle que sonrie a Erick y luego saluda a Ruby con una leve inclinacion de cabeza

Me siento más relajada después de haberme desahogado y abrazado a Erick, es algo que necesitaba a pesar de que me avergüence haberlo hecho delante de tanta gente.
Cruzo los brazos sobre mis rodillas y miro por encima de ellos a los presentes pero todos parecen bastante absortos en sus propias cavilaciones. Mejor así...

Empieza a entrar gente en el comedor, y de nuevo un conocido que resulta estar envuelto en todo este raro mundo. ¿Casualidad?, ¿destino? Ya no sé qué pensar al respecto así que me limito a saludarle con un movimiento de cabeza bastante aturdida.
-Vosotros sois umm.... ¿el túmulo?- pregunto dubitativa mientras miro a todos uno por uno.

Amira baja nerviosamente a la cocina tratando de no hacer ruido, mira a la pasada a las personas que estan en la casa; se detiene en el refrigerador para sacar alguna cosa de comer y servise alguna tasa de cafe, mientras lava algun plato que esten en el lavadero.

Asisto a la escena haciendo un complicado esfuerzo de abstracción. Hay muchas cosas que me gustaría decir, pero no puedo faltar al respeto a mis mayores erigiéndome en maestro de estos Cachorros en su presencia. Es un deber y un derecho que les corresponde a aquellos que se han ganado el respeto de la sociedad Garou, a aquellos que más Renombre han acumulado y mayor Rango ostentan. Yo, aunque sea triste admitirlo, he reunido méritos mínimos para con la Letanía y Gaia, pues mi vida errante en busca de mi padre me ha alejado demasiado tiempo de mis obligaciones. Quizás ahora encuentre mi lugar y pueda redimir mis faltas y limitaciones.

Veo la duda en los ojos de los dos muchachos, el miedo, la incertidumbre, la frustración... y muchas cosas más. Me gustaría consolarles, y a punto estoy de hacerlo cuando oigo las palabras amenazantes de Bruce: "No te gustaría saberlo". No son formas de tratar a muchachos que acaban de ver derruidas sus vidas, y eso por desgracia me dice mucho de este Garou. No me gusta, no comparto su visión, no apruebo sus métodos. Yo mismo pensaba en explicarles a los dos muchachos los duros peligros que iban a encontrarse en su vida debido precisamente a su condición, lo peligroso que podría ser para los que les rodean -sus seres queridos actuales o futuros- su falta de control y adoctrinamiento sobre sus facultades, el gran apoyo que supone en la vida de un Garou forma parte de una Manada y un Clan, una familia al fin y al cabo... Puede que se lo explique más adelante, cuando tengamos una mayor intimidad. Pero de momento me limito a alejar de mí la tacita de te y seguir escuchando, tratando de disimular mi disgusto.

Veo a otro desconocido aparecer por el lugar como si fuera su casa, y me pregunto si este lugar es punto de reunión habitual. El tal Erik parece ser conocido por todos, incluidos los Cachorros, lo que incrementa mi sensación de soledad, de distancia respecto al grupo. El abogado de Eddie, por lo visto. Al menos su conversación me relaja, al permitirme olvidar al arrogante Bruce.

Sigue llegando gente. Cada vez me siento más y más fuera de lugar. Ojalá nos envíen cuanto antes a ese Rito, el de Iniciación para ellos y el de Manada para mí, y pueda alejarme de tanta multitud. Al menos tendría la oportunidad de mostrarles a estos Cachorros una visión del mundo Garou bien diferente al que representa Bruce Wayne.

Más y más gente entra en la sala, más caras desconocidas, más gente de quien desconfiar, más personas que quizás no se definan como personas. El batido, agotado al igual que mis fuerzas queda solitario en la mesa cuando me separo de él. Mi cabeza queda por un momento en blanco, para luego volver a andar a mil revoluciones por minuto, mis pensamientos, caóticos e inconexos me dejan apartado de la realidad.

¿Túmulo? yo no sé mucho de túmulos y remos, ¿túmulo era el hermano de remo? o era rótula, no, otra cosa... ¿pómulo? joder si, como era ese chaval... si, el que comía de las tetas de una loba con su hermano... ¡Rómulo! pues entonces no es Rúmulo y Rémulo. En fin, que no queda batido, que Ruby parece estar enfadada conmigo. No la culpo, no soy fácil de tratar supongo, y menos en estos días que no sé ni quién soy. Espero que volvamos a ser amigos. Eddie, Eddie parece que está más enterado de todo esto que nosotros, parece más mayor, la verdad y ya le han iniciado, jeje, iniciado, ya ves, a saber como es eso. Lo mismo te hacen pasar por mierda de vaca mientras cantas el cumbayá, como en las facultades de esas, en las hermandades de la universidad. O te dan azotes en el culo mientras bebes pis de gato y meas en un árbol a cuatro patas. Yo paso de ponerme a cuatro patas, que el Bruce este tiene cara de gustarle los culitos ajenos. Seguro que eso es vaselina, en vez de gomina. La tendrá por kilos en el sótano. Miedo me da... a ver si todo son trucos y esto es una mafia de esas que te llevan al extranjero o peor, que te venden por piezas, como en la carnicería.

Vuelvo a levantar la cabeza, ya consciente del mundo que me rodea y espero con ansias el momento en que toda la verdad me sea desvelada. Tantas dudas, tanto sufrimiento estos últimos días pueden acabar, pero depende de ellos, de aquellos que me han traído aquí, de aquellos que están por venir.

Mientras el resto de la gente va entrando, me pongo lentamente en pie, tratando de no atraer la atención sobe mí mismo, de pasar desapercibido. Tan solo quiero realizar un movimiento estratégico, sentarme e una silla más cercana a los dos Cachorros que ya conozco, y hacia los que, gracias a las amenazas y la actitud despótica de Bruce, siento cierta afinidad. Estos muchachos se merecen una oportunidad, no deberían unirse a una manada, a una Tribu, a un Clan y a la misma Nación Garou, con amenazas y extorsiones. Ser Garou no es una obligación, es un privilegio, y si nadie más en este lugar está dispuesto a explicárselo... yo mismo lo haré.

Camino lentamente tras los asientos, y busco una silla libre que se encuentre entre los dos muchachos. Por un momento me plateo si no podrían tomarlo como una intromisión, pues parece que tienen algo entre ellos y podrían pesar que trato de separarles. No obstante, también me ha parecido percibir cierta tensión, de modo que quizás incluso se agradezca algo de distancia.

Me siento en una silla contigua a Melinda, cercana también a Eddie, y apoyo los codos sobre la mesa, con las manos unidas. Esa posición me permite inclinar la espalda hacia la mesa y, agachando la mirada, mantener mi rostro menos a la vista de lo normal. Entonces, con un gesto le indico a Melinda que quiero decirle algo, y una vez me preste atención hago lo mismo con Eddie. Después de todo, los demás parecen muy ocupados atendiendo a los recién llegados.

- No prestéis atención a las amenazas del señor Wayne. Cada Garou tiene su manera de hacer las cosas, al igual que vosotros dos parecéis diferentes a pesar de ser Garous de la misma edad. -No se por qué estoy disculpando a Bruce, supongo que simplemente por apaciguar los ánimos, o quizás sea mi Auspicio tomando el control- No nos unimos a la Nación por obligación, no somos una secta que obligamos a la gente a unirse para engrosar nuestras filas. Es a vosotros a quienes conviene formar parte de algo, ahora que sabéis lo que sois. Son muchos los duros peligros que os encontraréis en la vida debido a vuestra condición, peligros que quizas no busquéis pero que os encontrarán tarde o temprano. Del mismo modo en que tenemos medios para detectar a nuestros enemigos, ellos cuentan con capacidad para hacer lo mismo con nosotros. Tarde o temprano os encontrarán, aparecerán de la nada como hicieron anoche. -Esto último lo digo clavando una triste mirada en Melinda, recordándole los duros momentos que pasamos.

- Pero sabed que podría ser peligroso también para los que os rodean, vuestros seres queridos actuales o futuros. Vuestra falta de control y adoctrinamiento sobre vuestras facultades no os permitirá llevar una vida normal y segura con aquellos a los que améis. Sin maestros que os enseñen a controlar la bestia que habita en vuestro interior, el lado salvaje de todo Garou, nadie estará a salvo a vuestro lado.

- En cambio, la vida de un Garou que forma parte de una Manada y un Clan, es mucho más sencilla. Forma parte de algo, cuenta con amigos a los que recurrir, gente que comprende aquello por lo que está pasando y que sabe como ayudarle a superarlo. La Nación Garou es una familia, al fin y al cabo...

Termino mirándoles con sinceridad a los ojos, primero a uno y luego al otro. Quiero dejarles claro que estoy aquí, que quiero ayudarles, que pueden contar conmigo. Y pienso que quiero formar parte de algo al fin, de una manada, como debí haber hecho hace mucho tiempo, a pesar de que las circunstancias me lo impidieran. Quiero formar parte de una manada con estos dos Cachorros, y servirles de guía en los tiempos venideros.

Mientras el grupo de extraños que entra empiezan a hablar entre ellos ignorando mi pregunta, lo cuál ya no me sorprende, Eddie empieza a acercarse a nosotros con lentitud, intentando ser sutil, o eso creo.
Acaba por sentarse entre nosotros así que bajo las piernas de la silla pero me sujeto la sudadera nerviosamente mientras empieza a hablarnos con ese tono "pocahontas" tan característico de él. Sin duda lo prefiero al del Señor Malaspulgas.

-Es cierto, ayer fue muy peligroso... De haberme encontrado sola no hubiera tenido anda que hacer aunque tan sólo fuera uno- digo asintiendo levemente mientras aún miro mis bambas algo pensativa hasta que por fin me decido a alzar la vista hacia ellos.
-Tal y cómo tú lo explicas suena algo mejor, ¿pero quién formará esa Manada?, ¿nosotros tres?- pregunto esperanzada, aunque creo que somos muy pocos pero tampoco habrá tantos Garous por el mundo...¿o sí?
-La verdad es que me da un poco de miedo cómo suena eso de "Rito de Iniciación", si supiéramos exactamente lo qué quieren... ¿Cuando nos lo dirán?- miro de reojo al túmulo, o lo que diantres sean ese grupo de "gente", entonces me inclino hacia ellos susurrando.
-Me parece que Bruce debería pasar más tiempo en privado con Amanda, necesita "relajarse" un poco- comento burlonamente.

Medito cuidadosamente la pregunta de Melinda, mientras echo un vistazo rápido a los recién llegados. Algunos de ellos podrían ser también Cachorros a la espera de pasar el Rito.

- Hay manadas muy diversas, y algunas pueden ser tan poco numerosas como para tener tan solo tres miembros. Sin embargo, no s lo más común. Es probable que el Clan tenga otros Cachorros preparados para unirse a nosotros.

- El Rito de Iniciación no es más que una prueba, una demostración de la capacidad de los aspirantes. Se espera que colaboren, haga equipo, utilicen sus habilidades con sabiduría, guíen sus pasos con honor y luchen con valor. Pero no suelen ser misiones que los Cachorros no puedan afrontar con ciertas garantías. Eso sí, la naturaleza exacta depende del Clan y sus miembros, y especialmente de las Tribus que imperen. Algunos prefieren enviar a los Cachorros a buscar espíritus y llegar a acuerdos con ellos, mientras otras se decantan por enviarlos a una cacería. Es... variable.

Sonrío aún ante la broma de Melinda. Dudo que un momento de intimidad con su prometida relaje los ánimos a ese Garou. Es su forma de ser, justo eso que no me gusta de él.

Ruby cielo, por que no me acompañas al jardin creo que tenemos que hablar digo mientras me levanto y me dirijo al balcon para salir. Solo las dos, creo que lo que la voy a contar la ayudara un poco...
Sonrio cogiendo una chaqueta y poniendomela saliendo al exterior donde espero.

-¿Cazar? Eso se me daría fatal y lo de los espíritus no sé...- me remuevo con un escalofrío de incomodidad, ya que lo primero que me viene a la mente son películas como The Ring y cosas por el estilo. Pero eso... eso serían perdiciones, ¿no? Han hablado de tantos conceptos nuevos hoy que tengo un buen lío formado pero poco a poco se destapan algunos interrogantes.
Alzo un poco más la cabeza arqueando ambas cejas cuando Amanda me "reclama".
-Lo siento, cosas de chicas ya sabéis... No me pongáis muy verde en mi ausencia- les digo a ambos mientras me levanto, besando a Ed en la mejilla aunque no quiera y a Eddie en la cabeza que seguro que ni se lo esperaba.

Coloco bien el asa de mi bandolera y acelero un poco mi paso hasta llegar afuera donde me espera Amanda.

Amira observa con extrañeza la conversacion de los recien llegados Garous, manada... rito de iniciacion.. de que estan hablando estas personas???, en que secta extraña me ha metido esta señora ???, Amira hace la señal de la cruz antes de servirse el cafe ; despues de eso espera unos segundos este lugar no me da confianza..es.. extraño

Salimos fuera y bajamos las escalinatas de piedra hacia el jardin donde caminamos por el pavimento de arena.
Se que te parecera extraño todo esto pero me cambiaria por ti en este momento, desde que era pequeña siempre quise saber que era ser un lobo y no me concedieron el don, soy solo parentela, mis hijos puede que sean lupinos, grande heroes, menudo consuelo niego mientras me meto las manos en los bolsillos del pantalon. Siento mucho como se comporta Bruce pero es su manera de ser, en privado no es asi puedo asegurartelo pero delante del resto tiene que ser el lider perfecto como su antepasado.