Partida Rol por web

Mientras mis compañeros ultiman los preparativos para el viaje, me escabullo y me dirijo a "Los viajeros de Triboar". No me iba a marchar del pueblo sin dar parte al agente de los Zhentarim que me había indicado Halia Thornton en Phandalin.

Encontrar esa posada o tienda debería ser fácil, pero si los estragos de la batalla con los gigantes había llegado a ese lugar, entonces preguntaría por Urlam Stockspool y al encontrarlo le pediría una conversación discreta antes de revelar mi apariencia drow.

- El ataque a la ciudad ha sido un retraso inesperado con el que no contaba pero me ha permitido poner a prueba al equipo que recluté en Phandalin. Han demostrado ser competentes. Bueno, algunos más que otros.

Pienso en Tassae y sus dificultades en el campo de batalla. Las hembras de la superficie no son para nada lo que uno está acostumbrado encontrar en Menzoberranzan. Pero por alguna razón, Thoras y Ajo la respetan y tienen en alta estima, algo que ya me ayudó a la hora de revelarles mi verdadera raza; y que imagino que seguirá siendo útil.

- No está siendo fácil guiarlos hacia la tarea que me encomendasteis y aún así he conseguido convencerlos de ir a lidiar con esa criatura de Longsadle. Es posible que no se comprometan oficialmente con nuestra facción; de modo que para obtener su cooperación he ido recabando las motivaciones de cada uno de esos aventureros y una de ellos ya está en deuda conmigo. 

De todas formas, respetan la organización y han mencionado no querer estar enemistados con los Zhentarim por miedo a posibles represalias.

Mis compañeros de viaje son listos y explico esto último con cierto orgullo.

- También he podido obtener más información que le puede ser de interés a la organización: la Lord Protectora Darathras planea avisar a un tal Dral Thelev, un semi-orco de Everlund, de lo ocurrido aquí. Nos ha dado un medallón que quiere le entregue mi equipo.

Y por último, he descubierto la localización de un tesoro escondido en la propiedad de los Margaster. Se como acceder al mismo y las protecciones que lo guardan.

Sospecho que mis compañeros no estarán interesados en robar un tesoro, pero los Zhentarim probablemente si. En cualquier caso, soy consciente del valor de dicha información y no la daré sin recibir algo a cambio.

Llegaste a los "Viajeros de Triboar", no tuviste problemas en encontrarlo, todo el mundo sabía donde estaba. Enseguida viste que era un lugar donde los mercaderes contrataban personal para acompañar sus caravanas hasta Aguas Profundas u otras grandes ciudades.

Pudiste ver listados de precios. Aproximadamente unas 600 monedas de oro para cada viaje mas 25 por cada carreta a partir de 10. También había precios para ciudades como Everlund.

Había ambientación y todo tipo de mercaderes negociando e inspeccionando el genero (los mercenarios), nada fuera de lo común. Pero cuando entraste en el local enseguida tuviste una proyección y te sentiste igual que en muchos lugares de tu ciudad natal.

Notaste enseguida varios tipos, que ajenos a la actividad rutinaria, parecían vigilarte y no te quitaban el ojo de encima. Sus gestos y movimientos eran sutiles pero tenías la vista y reflejos bien entrenados, sobretodo cuando el sol no estaba de por medio: pequeños gestos entre ellos de comunicación secreta, manos disimuladas encima de las empuñaduras y posturas ligeramente cambiadas que permitirían una reacción mas rápida si fuera necesaria.

De entre aquellos 4 tipos que te vigilaban, uno de ellos parecía especialmente concentrado en ti. El semielfo estaba apoyado en la barra con actitud aparentemente tranquila y relajada, pero notabas la tensión de sus músculos y la mirada escrutadora en ti. Ese tipo sin ninguna duda podía ver a través de tu engaño.

Os cruzasteis la mirada un par de veces. A la tercera te lo quedaste mirando y el sonrió, muy seguro de si mismo. Te asintió con la cabeza y con un movimiento ágil de su brazo te "invitó" a entrar por una puerta que conducía a un cuarto trasero.

Aceptando la invitación te dirigiste a ese cuarto. Era un despacho bastante grande dónde había un humano sentado ojeando varios pergaminos y repartiendo montones de monedas de oro en diferentes sacos y cofres.

Cerraron la puerta detrás de ti y el semielfo se quedó en una esquina, de brazos cruzados sin perderte de vista.

El humano te invitó a sentarte.

Urlam era un tipo con buena apariencia, con un traje impecable de hombre de negocios. Un parche de color negreo con un grabado de una serpiente de color rojo tapaba uno de sus ojos. La insignia de los Zhentarim.

- Izztyl, bienvenido, sientate por favor. Me presento soy Urlam Stockpool y este es mi guardaespaldas Valken Naspeer - te dijo mientras te señalaba la silla delante de su imponente escritorio.

Empezó la conversación.

[...]

Acerca del ataque:

- Fue una sorpresa por nosotros igual. Es muy extraño ver gigantes aventurarse tanto para atacar una ciudad como esta. Además no eran simples gigantes de la colina, era de los gigantes de fuego, que habitan muy lejos en el norte y apenas tienen interacción con las "razas inferiores".

Acerca del grupo:

- Hemos evaluado a tus compañeros, e incluso hemos intentado alguna aproximación pero no parecen interesados.  No dudamos de su valía, pues Halia nos informó de todas sus hazañas en Phandalin. Es importante que seas capaz de controlarlos y que no nos traigan problemas.

Acerca del trabajo en Longsaddle:

- Elathian y Berka te están esperando en Lognsaddle y alrededores, tienen todo el equipo preparado. Esa criatura lleva años atacando nuestras caravanas y no la tiene jurada. Esta vez vamos mas preparados.

Acerca de la otra información:

- Si lo que dices es verdad, entonces el ataque este es mas preocupante de lo que pensábamos. Tenemos informes de incursiones parecidas por todos los Reinos, parece que este asunto es mas relevante de lo que creíamos. Tenemos varios agentes de campo investigando. No dudes en seguir infortunados de lo que sepas sobre este asunto. Darathra es una agente de los Arpistas igual que Dral Thelev en Everlund, por lo que imaginamos que ellos también están con la mosca detrás de la oreja.

[...]

Te empujo uno de los sacos con monedas de oro.

- Este es el pago por tus servicios e información. Que sigan estos canales abiertos y seguirá fluyendo nuestro apoyo hacía ti.

- Estamos en contacto - dijo mientras el semielfo abría la puerta y te invitaban a marcharte.

Dragones.

Por fin entiendo la obsesión que tienen los habitantes de la superficie con éstas criaturas.

No olvidaré el dolor rampante de ese rayo eléctrico atravesando mi cuerpo y la rapidez con la que el dragón cruzó el valle. Eso si era un ser de pesadilla digno de las leyendas, no como ese viejo y torpe pariente de Tassae cuyo ataque ácido también había podido probar en primera persona.

Sigo maravillado por ese animal prodigioso y siento que he contemplado una de las flores más hermosas y espinadas de todo el jardín que es el múndo exterior.

Esa amalgama de emociones se agolpa en mi interior y no me permite pensar demasiado en por qué acababa de salvar a Thoras de las gárgolas, o por qué no había abandonado aquel grupo a su suerte una vez encontré el tesoro entre las sombras.

Palpo el Deleite de Yondala en el bolsillo interior de mi pechera.

"Si estas yerbas son tan poderosas como para desatar la batalla que hemos contemplado y sanar a un dragón de una enfermedad mortal ¿qué no podrán hacer?"

Mis dedos se introducen disimuladamente en el interior de la bolsita de cuero, mientras seguimos recorriendo el pasadizo hacia la salida de forma apresurada.

"Si ese viejo dragón no consigue curarse sin el contenido completo de la bolsa, significará que no merece curarse en absoluto"

Pellizco una parte del contenido de la bolsa y me lo llevo al bolsillo del pantalón.

"No he arriesgado mi vida solo por diversión. Esa será mi parte y con ella haré que la raíz oscura se fortalezca todavía más."

Izztyl tu te fijas perfectamente como en medio de la acción del combate, justo cuando el enano Weevil cae derrotado, Tassae aprovecha la confusión y saca un objeto extraño cuadrado con un brillo azulado y lo empuja en contra de su pecho.

Claramente lo que sea ese objeto ha sido el causante del teletransporte del enano.

Parece que solo tu has visto eso. Ajo estaba inconsciente y Thoras muy lejos.

A los pocos minutos de terminar vuestra pelea y saquear todo lo posible vuestros enemigos, aparece un pequeño destacamento de unos 20 hombres armados y liderados por un enano que se presenta como Narbeck Horn, Lord del Bastión de Xantharl. Cuando llegan un tipo sale de su escondite de dentro de una de las casas en ruinas que verifica y valida la historia que les contáis sobre el ataque a ese lado de la muralla y el intento de infiltración. Decidís obviar los detalles sobre Weevil.

En seguida empiezan los trabajos de reparación y montan un pequeño destacamento de guardias a vigilar la brecha en la muralla hasta ser reparada. Lord Narbeck os agradece vuestra parte en la ayuda de la defensa del bastión y os asegura que informará a Mirabar de vuestras hazañas. A parte, os invita al castillo para que descanséis, comáis y os curéis las heridas.

Monta un pequeño banquete -algo austero- de agradecimiento, antes de que os vayáis, y os explica que están teniendo muchos problemas con ataques de los gigantes, aunque justamente éste último ha sido algo diferente al resto, dice que normalmente la presencia de Gigantes de Hielo se ve limitada a la zona del Valle del Viento Helado (Icewind Dale).

Finalmente os dice que no puede ofreceros una recompensa como os merecéis, pero que están destinando todo el oro de las arcas en las reparaciones y las preparaciones para combatir la amenaza de los Gigantes. Pero que si alguna vez necesitáis ayuda, contéis con él.

Antes de marcharos, podéis comprobar que han causado un destrozo bastante grande en la parte frontal de la fortaleza, aunque consiguieron aguantar el embite.

No tenía sentido rascar dónde no había y sabía lo cabezones que eran los enanos con el dinero y como gastarlo en defensas. Probablemente tenía razón.

- Lord Narbeck, ¿podría hacernos quizás un papel de esos en los que dice lo valientes que hemos sido en la defensa del fuerte y que en su opinión deberían escucharnos? Nos gustaría hablar un tema con el Hacha de Mirabar, pero quizás no le guste eso de recibir gente como nosotros y quizás un papel de esos suyos podría ayudarnos a que nos permita hablar con él. – pidió Ajo con su naturalidad áspera y directa.

Al menos eso podría ayudarles en su próximo objetivo. Por lo demás, solo le quedaba disfrutar del festín que por austero que fuera ya era más que lo que solían comer y además era gratis. Quizás sí que deberían pensar en comprar esas ropas de buena calidad para que les tomaran en serio cuando iban a ver la gente importante.*

Ayudo a mis amigos a registrar concienzudamente los cadáveres y después, cuando deciden ir a hablar con las autoridades locales, me despido de ellos. La comida de la región es demasiado contundente para mi delicado estómago de semielfo y seguramente me pasaré la noche con acidez si ceno los platos típicos que se cocinan en la taberna. ¡A saber si no habrá metido la semiorca sus sucias manos en la sopa para darle sabor!

Durante un buen rato, me siento junto al barrizal rojizo que ha formado la sangre del fugitivo enano a la espera de que reaparezca. Mirando a mi alrededor y viendo los cadáveres que hemos sembrado por todas partes, puedo afirmar con orgullo que hoy hemos realizado una buena acción. Incluso aunque no consigamos otra recompensa que la satisfacción del trabajo bien hecho.

Lamentablemente, los minutos pasan y la Mangosta no regresa. Y practicar mi puntería contra el cuerpo de un gigante de las colinas difunto no es tan divertido como la gente se pueda pensar.

Cuando me canso de esperar, me dedico a pasear por la pequeña fortaleza preguntando a los lugareños por el mozo de la posada. Quién sabe, a lo mejor alguien puede decirme con quién tenía tratos ese Weevil o al menos dónde conseguir una buena purrusalda para cenar.

Al parecer nadie pensaba contarles a aquellos endebles enanos que en realidad los gigantes iban buscando al mismo fugitivo que nosotros. No sería yo quien fuera a revelarle los secretos tras el asedio a esos patanes enanos, al menos no sin obtener algo a cambio y por lo visto no tenían mucho más que ofrecer que un pequeño banquete y su agradecimiento.

Me dediqué a disfrutar del banquete y no mezclarme demasiado con el resto.

De vez en cuando se me veía distraído observando los tejados de la fortaleza o ráscandome el lateral del cuello que todavía me picaba por el veneno de aquella alimaña.

- Señorita,

Aprovecho algún momento de distracción durante las celebraciones para acercarme a Tassae.

- Debo reconocer que no vi a venir esos rufianes del tejado y por un momento pensé que todo había terminado para mí.

me rasco el cuello

- Casi siento que debería darte las gracias.

Lord Narbeck acepta gustoso y os entrega un pergamino sellado que es una carta para el Marqués de Mirabar, Selin Ramur, es el encargado de los asuntos exteriores y política extranjera.

Tras el banquete os ofrecen habitaciones para que durmáis.

En cuanto a Thöras, no conseguiste demasiada información. Pues nadie conocía a aquel tipo, Weevil se había buscado un buen agujero donde esconderse. Se hacía llamar Larg y llevaba poco mas de dos meses trabajando como ayudante de cuadra y camarero. El clima y la zona son difíciles para los recién llegados y estaban acostumbrados a ver desfilar gente que trabajaba a la posada, nadie le prestó atención.

Tampoco volvió a aparecer en el lugar donde lo perdisteis de vista. Aquel sitio aún estaba medio marcado con las runas que se escribieron solas, ahora no eran mas que quemaduras en la hierva que poco a poco se iban tapando por la nieve que empezaba a caer.

Algo curioso que te encontraste cerca de donde desapareció fue una especie de cubo tallado de madera. Parecía un dado gigante (del tamaño de un cubo de Rubik estándar). Pero era simplemente eso, un pequeño cubo de madera, sin ningún mecanismo, ninguna runa, nada. No emanaba magia alguna.

Tassae estaba disfrutando de un día más librando la muerte, como venían haciendo desde que se habían unido. Aunque no había sido la batalla más dura, aún le duraban los nervios. No todos los días intentaban tirarle a la cabeza piedras de más del doble de su tamaño. Piedras a secas sí, a menudo merecidas. Pero tan grandes... Y a pesar de todo, no pudo evitar lanzar una sonrisa sarcástica ante el comentario de Ajo. Tenía razón: con cierta gente podías acabar con gigantes, orcos y osgos de un plumazo, pero como fueses con la ropa algo rasgada después de eso no eras bienvenido.

La gnoma sonrió a Izztyl con sus afilados dientes. Era curioso ver aquellos rasgos tan poco gnomidos que, si bien a ratos podían parecer cómicos, en combate, podían parecer incluso perturbadores.
—No hay nada que agradecer, ya lo sabes. Quizás la próxima vez seas tú quien evite que me rompan la cabeza—la gnoma le señaló el cuello, parecía algo nerviosa, pero al fin y al cabo, ese era su estado habitual después de los combates –¿Te sigue doliendo? Quizás deberíamos ir donde algún clérigo, a ver qué tuercas te ha lanzado. Vaya susto nos diste

- No. Lo que no te mata, te fortalece. 

declino con total seguridad la oferta de visitar un clérigo. 

- Lo que me duele es ver que por segunda vez me has privado de mi presa. Supongo que no vas a decirme que ese enano era también un primo tuyo disfrazado.

Las sonrisas y demás gentilezas se han esfumado de mi rostro

Mierda

Desde luego, la gnoma no se esperaba aquello. Su primer instinto, por supuesto, fue mentir como una bellaca, pero por algún motivo resistió la tentación. Otra cosa era salirse por la tangente.
–Que va, que va, en mi familia no hay nadie tan alto. Ni tan salvaje. A ver, que si, lo del incidente de la trompeta de fuego fue muy sonado, pero fue un accidente y digan lo que digan no fue culpa mía– aunque hablaba con tono animado, los ojos de Tassae tenían una expresión seria que solo habían podido ver durante el asunto de las hierbas de Yondala. Finalmente suspiró. Sabía que el drow no iba a pasar aquello por alto– Está bien... Supongo que no has venido a hablar de mis primos... a ver cómo te lo cuento sin que quieras descuartizarme... A la porra. Tal cual ha sido. Los pesaos de los arpistas han intentado que me una a ellos, tome los votos y todas esas memeces y lo he rechazado.
Tassae mantuvo la mirada al drow, esperando a ver si quería intervenir o maldecir a sus rivales.
No me molesta muchas cosas de las que hacen, pero tienen otras por las que me niego en rotundo a ser uno de ellos. Pero aún así... he terminado aceptando un trabajillo que era entregarles a ese enano para interrogarle. Tienen muchos asuntos pendientes con él. A cambio, me han dado alguna clave para encontrar ese oráculo que tenemos que buscar... y si solo fuese eso quizás no lo hubiera aceptado. Pero digamos que me dieron motivos que no podía rechazar. Una cosa es información que podemos conseguir investigando y otra es que te insinuen que un compañero está en una situación peliaguda y que pueden ayudar a que conserve el pellejo

La gnoma dejó la jarra en la mesa y alzó las cejas.
Siento que hayas perdido "tu" presa, pero ¿Eso significa que tenías planeado algo para él?

Nniego con la cabeza.

- Mi plan era entregarlo. Quizás después de experimentar con una dosis poco letal de cierto veneno. Ojo por ojo. Ya sabes, para mantener el equilibrio y esas cosas.

Vuelvo a sonreír al sentir que la gnoma ha sido todo lo sincera que podía después de todo.

- Aunque si te digo la verdad, habiendo visto como se defendía en combate, admito que ese mal bicho se merecía la libertad, ni que sea por la forma de aferrarse a ella como una sanguijuela.

Me encojo de hombros.

- No te juzgo ni tengo intención de revelar tu secreto a esos dos.

Aunque odie a los arpistas, a fin de cuentas mi situación con los Zentharim es de lo más parecida. Con la salvedad que yo todavía no he obtenido lo que me han prometido por su parte. Espero que cuando llegue el momento, tu tampoco te interpongas en la resolución de mis asuntos con ellos.

Apuro mi copa y le doy la espalda a Tassae para dirigirme a la barra.

- Diente por diente. Ya sabes. Mantener el equilibrio.

Llegasteis a Mirabar en dos días de viaje.

Aquella ciudad era una de las mas ricas de aquella región, se podía ver todo tipo de tráfico de mercaderías tanto por vía terrestre como fluvial. Además estaba claro que tenían muy claras sus prioridades, pues podíais ver la ciudad en un estado de alerta permanente en cuando a sus movimientos militares y patrullas. Esa gente no se estaba con tonterías, sabían que su enemigo era terrible.

Os entrevistasteis con Selin Ramur uno de los Marqueses de Mirabar, que tras leer vuestra carta os dio el agradecimiento por parte de la ciudad de Mirabar por haber jugado un papel clave en la defensa del bastión. Él mismo llamo traer a uno de los capitanes de Las Hachas, conocedor de los botines actuales.

Os explica que el Weevil lleva mucho tiempo escapando de sus manos, por eso su recompensa ha ido subiendo. Desconocían que estaba escondido tan cerca (en Xantharl) y se lamenta que se os haya escapado de las manos. Parece no tener mas información sobre él, aunque dice que no son los únicos que lo buscan, ese tipo parece que se ha enemistado con la mayoría de grandes fuerzas y poderes de los Reinos.

Os hacen una visita guiada para que conozcáis las entrañas de la ciudad. En varios puntos de Mirabar se accede a otra ciudad subterránea igual o mas grande que la superficie. Poblada mayoritariamente por enanos. Os enseña la zona de las forjas que se trata de decenas de forjas construidas alrededor de un surco de lava y os explica que usan las corrientes fluviales de los ríos cercanos para crear un sistema de refrigeración muy interesante.

Os explican que tienen todo tipo de maestros forjadores en la ciudad que ahora están totalmente ocupados centrados en al creación de "arsenal" para prepararse el invierno y los inminentes ataques. Aunque siendo vosotros "amigos" de la ciudad, podrían hacer una excepción si tenemos algún trabajo muy concreto que requiera alto nivel.

Tampoco he obtenido lo que quiero. Sería gracioso que nos estuviesen apuñalando a ambos, ¿Eh? Equilibrado... Así que mejor, silencio por silencio

A pesar de la preocupación un brillo mordaz apareció en los ojos de Tassae a la enésima mención del mantenimiento del equilibrio.
–Se me da mejor actuar por instinto. Ya lo sabes. Lo curioso es que lleva al mismo camino que buscas, pero con menos estrés

La hechicera se reclinó sobre la mesa y dio un trago a la cerveza mientras buscaba con la mirada alguna forma de liarla. Necesitaba alejar su cabeza de lo que había pasado.

Aunque todavía no he perdido la esperanza de convertir la figurita de Imperioso que me regaló Tassae en un caballo de verdad, tengo que reconocer que Izztyl en su forma de lagarto gigante es la mejor montura que he tenido nunca. Es fuerte, es ágil y se desenvuelve por el terreno montañoso de la zona como nadie; y además es mucho más elegante que ir por ahí con un palo de escoba entre las piernas.

Por desgracia, solo tardamos dos días en llegar a Mirabar y eso significa tener que hablar con políticos que nos hacen promesas vacías y que no nos cuentan nada realmente interesante sobre cuáles son los crímenes de la Mangosta y por qué ofrecen tanto dinero por cogerle con vida. Empiezo a sentir cierta simpatía por ese esquivo enano o, como mínimo respeto. Se enfrentó a nosotros cuatro y vivió para contarlo, eso es mucho más de lo que pueden decir la mayoría de los infelices que se han cruzado en nuestro camino. Quién sabe, a lo mejor no es tan mala cosa que haya conseguido escapar... Salvo por la recompensa, claro.

La visita guiada por la ciudad subterránea me resulta de lo más entretenida pero no tan agradable como conseguir una vasija que nos proporciona una cantidad ilimitada de cerveza decente, vino no del todo malo y hasta alioli. ¡Es increíble lo que es capaz de hacer la magia de los enanos! Abrazado a semejante ánfora maravillosa, estoy convencido de que la estancia en la ciudad se hará mucho más agradable. De hecho, siento que tenemos todo el tiempo del mundo para que Tassae se divierta curioseando en las forjas y Ajo se informe sobre cómo encantar sus armas para conseguir acabar con los gigantes de un solo golpe en lugar de en dos como ha venido haciendo hasta ahora.