Partida Rol por web

Snowpiercer 2: Ice Breaker

El vagón enfermeria/cuarentena

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18/11/2017, 00:12
John Callahan

-Roland ¿Pero donde coño crees que estas? Vas a volver con la cabeza tapada, como todos, ya conoces las normas.-gruño John pasando la chaqueta con medicinas a la doctora para ser el quien cargara a la chica. Era más fuerte, mejor alimentado y si la chica era de primera no tendrian que patearle la cabeza al pobre idiota por atreverse a tocarla.

-Ahora los dos, encapucharos y no me toqueis más la narices o vais a saber que es tener un jodido problema.- continuo diciendo con mal genio.

Miro al otro guardia.-No tenemos permiso para ir a primera, la llevamos a tercera para tratar de reanimarla con el calor del fuego. Tu ve a informar de lo ocurrido y más te vale que te den los tacones en el culo porque si no te das prisa alguien se puede cabrear de cojones.- Aviso John, en un tono muy diferente a como les hablaba a los de tercera, no era una amenaza, era el aviso de que aquello era muy gordo como para ignorarlo. Que el supiera nunca había pasado nada igual.

Para John, el peso de la chica no era ninguna molestia. Era un tipo enorme, dos metros de alto e impresionantes musculos, era fisicamente uno de los guardias más intimidantes de tercera.

-¡Venga, vosotros, mover el culo!.-dijo a Roland y Carol emprendiendo el camino de vuelta al vagón.

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18/11/2017, 10:55
Ha-Neul

Escucho una voz femenina que me habla, que me intenta reanimar pero no consigo hacerlo. Aún no...

"Gracias..." pienso pero de mis labios no sale palabra.

Notas de juego

Pongo este post pequeño de despedida del vagón jajaja. Ya en tercera despertaré y tal cuando hagáis lo que tenéis que hacer.

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04/12/2017, 22:12
El revisor Paco

Notas de juego

Briss, Jake y Liz entran en enfermería/cuarentena

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04/12/2017, 22:44
El revisor Paco

El guardia os hace entrar allí, con una Brisseida que gime, llora y pataléa a pesar de que no tiene escapatoria.

UN nuevo guardia esta esperando allí y hace entrar a Jake en una jaula, mientras que Liz es conducida a una camilla y la tapan con una manta para que no se quede congelada.

Momentos después, entre los dos guardas, entre risas, rasgan algunas ropas del delicado vestido de Briss. A la fuerza la sientan en una silla y la maniatan ante gritos. Con unas tijeras la cortan el pelo hasta dejarla casi rapada al cero. La brillante cabellera de Briseida cae al suelo como un manojo ahora de esparto, inerte y sin vida.

- Piojosa!!! Jajjaja- Ríen entre ellos mientras insultan a la pija.

Después se marchan dejándoos a vosotros tres, aunque Briss esta llorando, aun atada en su silla de tortura.

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12/12/2017, 19:11
Jake Martinson

Mientras oía el sonido metálico de mis pasos caminando entre sombras, los gemidos y lloriqueos de Briss llegaban amortiguados a mis oídos a través de la capucha negra, la cual me quitan al llegar a la nueva estancia.

No había estado allí antes pero si conocía de su existencia por las conversaciones de los pasajeros de Tercera que habían estado allí, imaginarlo era una cosa, pero verlo otra distinta.
La zona de enfermería estaba bien provista de medicamentos y material estéril ¿Por qué no lo compartían con nosotros? Había cantidad suficiente de medicamentos para abastecer a tres snowpiercer, pero como era de esperar todo era para los de Primera.

Para Briss las cosas habían cambiado, había pasado de ser una creída y prepotente belleza rubia a una criatura llorosa mal rapada, en mi interior sonreí con malicia, se lo tenía merecido.

Pensando en ello miré de nuevo a la mujer que me había atravesado el pecho momentos antes, estaba casi inconsciente y la tumbaron en una camilla cercana, no dejaba de mirarla buscando sus ojos pero un empujón del guardia me sacó de mis pensamientos, le miré iracundo, pero no pude más que obedecer.

-Eh, se andar yo solito amigo-mascullé al mirar mi destino-¿Una jaula para perros? ¿Esto es en serio?- miré al guardia estupefacto, pero desde luego no era ninguna broma-Joder..-gruñí. Sin más remedio me agaché y entré de cuclillas en ella para luego sentarme y cruzar las piernas-¿También me váis a dar un cuenco con mi nombre?-dije irónico. Ante su nula respuesta me acomodé lo mejor que pude y empecé a investigar mi entorno, pero pronto se me fué la vista a la preciosidad de ojos azules, daría lo que fuera por qué volviese a mirarme.

-Eh! Venga, deja de llorar, que el pelo vuelve a crecer, al menos a tí te lo han dejado igualado, en Tercera no tenemos ese lujo de maquinilla-le espeté, habían sido crueles con ella, pero bajarle los humos quizás no le vendría nada mal..

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14/12/2017, 08:57
Elizabeth "Liz" Byrne

Seguía creyendo estar en un sueño debido a lo inverosímil que parecía todo.

El corazón martilleaba con fuerza insuflándome unas energías que creía perdidas mientras Briss ¿lloraba? Jack se había convertido en mi centro de atención de una manera tan inmediata que apenas supe qué pasaba a mi alrededor hasta que noté que nos separaban en la enfermería, extendiendo mi mano en un vano intento de alargar ese contacto.

- ¡Liz! ¡Me llamo Liz! – Conseguí gritar mientras me tapaban y observaba cómo le metían en la jaula, esperando que lo hubiera escuchado. Sin embargo no me gustaba el trato que le estaban dando, menos verle agachado como un animal.

Me levanté para dirigirme a los guardias, dejando la manta a un lado.

- El hombre que tenéis encerrado me ha salvado la vida. No tiene piojos, mucho menos está infectado. No debería estar ahí.

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16/12/2017, 16:30
Jake Martinson

Intentaba adaptarme a mi nueva situación de simple mascota mirando con odio a los guardias que abandonaban el vagón cuando la preciosidad morena me miró con sus ojazos azules quitándose la manta que la cubría. Aún tenía el pelo mojado y el ligero vestido se mantenía pegado a su espectacular cuerpo remarcando todas sus curvas. En Tercera nunca había visto a las mujeres tan ligeras de ropa, el frío hacia imposible despojarse de las prendas de abrigo durante casi todo el día, incluso en los momentos íntimos la desnudez integral era difícil, pero esa mujer era espectacular.

Cita:

- ¡Liz! ¡Me llamo Liz! –

Su voz era dulce aunque en ese momento se hizo más fuerte para llamar mi atención para al fin conocer su nombre. Mis ojos se iluminaron y sonreí como un estúpido.

Cita:

- El hombre que tenéis encerrado me ha salvado la vida. No tiene piojos, mucho menos está infectado. No debería estar ahí.

Miré a Liz con gratitud y esperanza, ese sentimiento que había perdido hace tanto tiempo se abría en mi pecho de nuevo-Casi te mueres en la piscina, sino llegó a estar yo, posiblemente habrías muerto Liz..- desconocía por qué pero el hecho de perder a aquella mujer me provocaba mucha tristeza.

-¡Eh! Haced caso a la bella señorita, ¡otra cosa no seremos, pero en Tercera no hay piojos!- grité llamando la atención de los guardas que ya estaban saliendo del vagón pero volví a mirar a Liz en el momento siguiente.

-¿Por qué te dejaste caer así en el agua Liz? ¿Qué te echaste a la boca?- pregunté preocupado. Sin saber muy bien por qué, esa mujer había conseguido que me preocupase por ella sin conocerla de nada, ¿O si lo sabía? La miré de nuevo y de pronto sentí que la conocía de toda la vida...

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19/12/2017, 23:44
El revisor Paco

Los guardias hacen caso omiso de vuestras palabras y se van, cerrando las compuertas totalmente y dejándoos solos.

Briss está en un rincón, atada en una silla, llorando a moco tendido en el rincón y apenas hace caso de nadie mas que de ella misma. Sus ropas están rasgadas y se podría decir que viene perfectamente de 3º. Sus lagrimas hacen que el maquillaje se le corra por toda al cara, ensuciando así su terso rostro.

Liz por su parte, ya se encuentra mejor aunque el frió poco a poco empiece a hacer mella en ella, haciéndola tiritar. Jake, por su parte esta dentro de la jaula, como si fuera un perro abandonado. Suerte ha tenido de que no lo rapen a el también, como a Briss.

Por fortuna sus herramientas están con él, dándole alguna esperanza de salir de allí.

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20/12/2017, 10:26
Jake Martinson

Ignoré por completo a Briss para centrarme en Liz, esos ojos me habían atrapado desde el primer momento que la había visto y no podía dejar de mirarla, su preciosa cara de ángel..

-Liz ¿Te encuentras mejor? Veo que aún sigues tiritando, debes de estar helada-dije con preocupación, la había salvado de una muerte segura, pero no quería que cogiese una pulmonía.

Quería ir y abrazarla para darle calor, de manera inexplicable y repentina me inundó esa sensación, debía de ayudarla así que examiné mi jaula durante unos segundos, busqué la cerradura de mi celda improvisada pero me era imposible alcanzarla, ya que mis brazos no pasaban del codo a través de los barrotes.

Liz, ayúdame, tengo una herramienta para abrir cerraduras pero no llego desde aquí.. ¿Lo harás? Esos animales no saben tratarnos como a personas y te estaré eternamente agradecido-respondí con una amable sonrisa, no pensaba quedarme en esa jaula ni un minuto más.

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29/12/2017, 10:35
Elizabeth "Liz" Byrne

No podía creerme que los guardias se marcharan como si nada, dejando a Jake encerrado a pesar de haberle explicado la situación.- Sois unos monstruos.- Apreté los puños, enfadada, sin saber si tiritaba por el cabreo que tenía o el frío inminente.

Me giré para arrodillarme frente a Jake, agarrando los barrotes y tirando un poco de ellos, comprobando su resistencia, mientras pensaba una forma de sacarlo.

Liz ¿Te encuentras mejor? Veo que aún sigues tiritando, debes de estar helada

No pude evitar sonreír con cierta timidez que no reconocía en mí tras su preocupación, sorprendida por saber que alguien de tercera me trataba como una igual cuando sabía que no éramos precisamente de su agrado.

- Es más importante sacarte de aquí antes de que vengan.- Miré levemente a Briss. Si le habían hecho eso a alguien de los suyos, no quería pensar lo que le harían al hombre que tenía enfrente, una imagen que me desgarraba por dentro.- Tal vez encuentre algo por aquí…- Alcé el rostro para otear la enfermería y poder buscar cualquier instrumento que sirviera como llave improvisada. Sin embargo volví a centrar mi atención en él al escucharle.

Liz, ayúdame, tengo una herramienta para abrir cerraduras pero no llego desde aquí.. ¿Lo harás?

- Claro.- Metí la mano extendida dentro la celda, esperando que me la diera.

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03/01/2018, 21:11
Director

Notas de juego

Podeis seguir si queréis.

Es decir, la cerradura se abre y tal. Lo digo por si queréis seguir hablando y conociéndoos, o preferís que os actualice/os mueva de sitio. Eso ya como queráis^^

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03/01/2018, 23:32
Jake Martinson

Cuando Liz se agachó ante mí y sonrió no pude evitar corresponderla, un agradable calor recorría mi pecho cada vez que la miraba, no me reconocía a mi mismo, lo que sentía, lo que pensaba ¡maldita sea, era una de Primera! debería de odiarla, pero con ella no podía, era imposible, esos ojos me desarmaban por completo y su sonrisa de angel era inigualable.

La miré fíjamente a los ojos y llevé por instinto mi mano al bolsillo donde tenía la herramienta en cuestión. Liz alargó su mano su mano para ponerla a mi alcance y dejé la pequeña llave sobre ella rozándola con la mía en el momento que un frío recorrió mi espalda, me quedé congelado. Noté la suavidad de su piel acariciando la mía-Tienes la mano helada Liz..-susurré y sin evitarlo, posé mi otra mano sobre la suya protegiéndola para darle calor, su mano pequeña y blanca de uñas perfectas hacía un contraste tremendo con las mías sin duda ásperas y mal cuidadas.

En ese momento y muy a mi pesar deseé ser un pasajero de Primera para poder estar con ella, sabía que era algo que chocaba en contra de todo lo que había dado por sentado hasta ahora, contra mis principios y pensamientos, algo imposible y que nunca ocurriría, pero era lo que sentía, ni más, ni menos. Me incliné hacía ella para acercarme todo lo que me permitieron los barrotes.

-Mira, es muy fácil de usar, introdúcela por la cerradura y con girarla hacia la izquierda basta, la llave hace todo el trabajo-susurré-No pierdas tiempo, no sé lo que tardarán en volver esos cerdos-la sonreí con candor, ahora todo había cambiado para mí.

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07/01/2018, 17:01
Elizabeth "Liz" Byrne

El roce con su piel fue una descarga directa de electricidad, un impulso que casi me hace apartar la mano como acto reflejo a lo desconocido pero, al depositar su otra mano sobre la mía no pude más que quedarme estática en el sitio, guardando el calor que emanaba el contacto con su piel y acariciándolo discretamente sin darme cuenta.

Me gustaban sus manos, robustas pero seguras, grandes para sujetarme y notándose el trabajo que pasó por ellas, no como los hombres de mi vagón que tienen una manicura más cuidada que la mía.- Por favor, ¿en qué estás pensando?

Al acercarse a mi pensé que iba a besarme. No sabía si era un deseo interno o del shock inicial, pero al comprobar que no era así no pude más que sentir cierto halo de tristeza y decepción en forma de un breve suspiro. Sin embargo no podía dejar de mirar sus labios, notando un ligero ardor que recorría mi columna.

Retiré la mirada con esfuerzo al comprobar que mis mejillas estaban sonrojadas, centrándome en la llave inglesa que ahora guardaba con recelo entre mis dedos. Escuché con atención la explicación de su uso, algo que agradecí a no estar acostumbrada a tales herramientas laborales. Es más, juraría que nunca sostuve una en mis manos, algo que tampoco me había preocupado demasiado.

- De acuerdo.- Seguí las instrucciones, introduciéndola más lenta de lo que debería insegura por lo que hacía y nerviosa bajo su supervisión. Cuando estaba en la posición en la que creía que debía estar la agarré con las dos manos y la giré a la izquierda tal cual había explicado, aplicando menos fuerza de lo que creía y sonriendo al comprobar que la cerradura caía a mi lado.- Ya está.- Me alegré por aquél pequeño trabajo, apartando el cerrojo que había tenido preso a Jake y levantándome mientras le abría la puerta de la pequeña celda, dejándole espacio para que pudiera salir o tendiéndole la mano si necesitara ayuda.- ¿Estás bien?

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08/01/2018, 07:33
Jake Martinson

Las mejillas de Liz se tornaron sonrosadas cuando nuestras manos se tocaron y sus ojos respondieron a los míos, era una maldita locura lo que estaba ocurriendo entre nosotros, pero ya poco me importaba, cuando me miraba, los guardias, las penurias, el tren, desaparecían por completo y nada más me importaba, sólo ella-Lo estás haciendo genial, ¿Sabes? tienes unas manos muy hábiles- susurré pegándo mi cara a los barrotes mientras la miraba manipular el cerrojo cuando a los pocos segundos oí un característico "click" que anunciaba la apertura del cerrojo,cpor un instante miré a Bris, pero había quedado literalmente traumatizada por el corte de pelo, los grandes problemas de la sección de Primera, un corte de pelo demasiado apurado, increíble pero cierto, no perdí más tiempo con la mujer.

-¡Perfecto!-dije saliendo de la pequeña jaula y poniéndome de pié ante ella congiendo su mano de nuevo, tan cálida y suave como recodaba. Por un instante me quedé mirándola, sin saber que hacer, medio palmo nos separaba permitiéndome oler su fresco perfume que permanecía incluso tras caer al agua. La miré fijamente y actué.

La sujeté de la cintura con firmeza y la atraje hacia mí pegando su cuerpo al mío y la besé intensamente, no pensé en las consecuencias ni por un segundo, Liz nublaba mi razón y eso me gustaba, era peligroso, prohibido, pero me hacía sentir vivo.

Sus labios eran tan suaves y dulces que no quería parar de besarlos, mis dedos apretaron con decisión su cintura para mantener el contacto y transmitir mi calor, me estaba convirtiendo en un volcán al que no podían detener, pero me obligué a ello y separé mis labios de los suyos para mirarla fijamente a los ojos-Queria darte las gracias y me ha parecido la manera más apropiada-dije sugerente con unos ojos picarones.

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15/01/2018, 19:51
Elizabeth "Liz" Byrne

Aunque en 1º prácticamente todos se han liado con cada uno tras una o varias copas, a saber qué sustancias incluidas, pero me gustaba afirmar que no era de esas que se besaban en la primera cita. Espera, ¿esto puede considerarse como tal? – Nunca había sentido este grado de atracción lejos del propio primario deseo carnal, un bombeo constante del corazón que me reafirmaba lo que los continuos cosquilleos me decían: Tenía que ser él.

No sabía si Jack sentía lo mismo, pero sus reacciones eran semejantes a las mías. Me veía reflejada en sus ojos de una manera que nunca me había visto, tímida, pequeña… ¿enamorada? El solo hecho de pensarlo me hacía temblar las piernas, anunciando un peligro de caerme al suelo.

Fue en ese momento, como si leyera mi cuerpo o supiera qué iba a hacer que noté su mano en mi cintura, agarrándome con fuerza y atrayéndome hacia su cuerpo. Luego vino el beso, una explosión desbordada que ya no podía ni quería controlar. Mi diestra se colocó tras su nuca, escondiendo los temblorosos dedos entre su pelo mientras correspondía a sus labios, aferrándome a modo salvavidas.

Solo tomé aire cuando nuestros labios se separaron, comprendiendo que Jack tenía que salir de ahí cuanto antes.

- Debes marcharte.- Dolía mencionar que tuviera que irse, pero pensar que le pillaran los guardias después de encontrarle me partía en dos. Usando toda la fuerza de voluntad que me quedaba me aparté de su lado, una lucha titánica que estaba a punto de perder si no cooperaba. Ni yo quería que se marchara.- No… no pueden pillarte aquí.

Miré a Briss, temiendo que tuviera que comprar su silencio, aunque ni siquiera así me fiaba del todo. Me acerqué a la puerta, abriéndola y controlando el exterior, comprobando que el pasillo estuviera despejado antes de volver a cerrar la puerta.

- Te ayudaré a volver a tu vagón.

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16/01/2018, 00:04
Jake Martinson

Que su mano sujetase mi nuca respondiendo con tanta pasión fué algo brutal e inesperado, aunque a la vez deseado, había surgido una atracción inusitada entre ambos, tan solo hacía unos minutos que nos conocíamos, pero esa mujer, había obrado en mí un cambio que jamás habría esperado dentro de ese maldito tren, estando a su lado mi corazón se aceleraba a mil revoluciones y lo único que quería era estar a su lado.

Cita:

- Debes marcharte.- No… no pueden pillarte aquí.

Esas palabras me partían el corazón, aún tenía el sabor de sus labios en los míos y me encontré, sin darme cuenta, apretando una de sus manos con la mía, no dejaba de mirarla a los ojos y asentí con pesar, estaba en lo cierto, pero no quería separme de Liz ¿existía alguna lógica en esto? no lo sabía, pero realmente poco me importaba, quería estar con ella.

-Si...tienes razón-dijé con un tono triste mientras la miraba-¿pero qué pasará contigo? ¿te castigarán, te harán algo?-pregunté nervioso, mientras llevaba una de mis manos a su mejilla, ahora sonrosada y cálida-no me perdonaría jamás que te hicieran daño Liz-mi pulgar se deslizó por la mejilla a modo de minúscula caricia.

Seguí su mirada observando a Briss que seguía absorta en su mundo terrible de rapado radical. No me dió la mínima pena, se lo merecía, de hecho.

Cita:

- Te ayudaré a volver a tu vagón.

-De acuerdo-dije conciso frunciendo el ceño, mientras Liz cerraba la puerta tras cotillear el pasillo-pero necesito verte de nuevo-susurré casi con ansia, mientras apretaba con ligereza la mano que aún tenía sujeta, me acerqué a ella y volví a besarla, estar a su lado era sentir puro fuego en mi pecho y sólo ella podía mitigarlo.

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21/01/2018, 12:08
Elizabeth "Liz" Byrne

 El magnetismo nos mantenía unidos en un solo ser, una única línea fusionada incapaz de despegarse de sus carnosos labios. Sin embargo el destino quería cruel destino quería separarnos, una distancia de vagones que dudaba que todos pudieran entender.

¿pero qué pasará contigo? ¿te castigarán, te harán algo?

Era entrañable verle preocupado, un sentimiento tan humano y a la vez ajeno a mi vagón que casi creía extinto, sacándome una suave sonrisa mientras disfrutaba de su caricia, acercando mi rostro a sus dedos para aletargar el momento lo máximo que pudiera.

- Estaré bien.- Quería tranquilizarle para que marchara tranquilo aunque no supiera si me deparaba el mismo destino que Briss. Me asustaba pensar en encontrarme con Rhazes, su imponente figura y todo lo que haría con tal de saber quién había sacado a Jake de la jaula. Pero eso era algo que nunca le contaría.- No pueden tocarme, no te preocupes.- Una mentira piadosa tras el último beso mientras pensaba en qué diría o haría ahora.

Nunca me había visto en esta situación. Siempre apartada para no llamar la atención más de lo necesario, comportándome de manera ejemplar tal y como me habían educado mis padres y, ¿ahora? Mintiendo para sacar a un hombre de tercera de una muerte segura. Lo que tenía claro es que necesitaba a Briss a mi lado, el único punto de la estructura que podía desestabilizar toda la coartada que haría. A pesar de su silencio nos habría escuchado, visto besarnos, tal vez pensaría que todo estaba premeditado más allá de la pura coincidencia… No podía dejarla aquí, tenía que salvarla.

Me agaché al lado de la silla y levanté el mentón de Briss con una mano, intentando no fijarme en su pelo o las lágrimas que habían corrido el maquillaje.

- Te sacaré de aquí, pero tienes que estar callada. ¿De acuerdo?No nos caíamos bien pero ambas teníamos un enemigo en común y, tal cual decía el dicho, “el enemigo de tu enemigo, es tu amigo”. Me levanté tras comprobar que había entendido mis palabras para dirigirme a la puerta, adelantándome de nuevo al abrir un resquicio y ojear por ella.

Respiré hondo sabiendo que, al salir por aquella puerta, nuestros caminos se separarían, tal vez para siempre.

- Debes confiar en mí. Posiblemente diga o haga cosas que no piense realmente con tal de que puedas volver, pero es la única manera.- No quería acercarme a él temiendo que, si lo hacía, sería tan egoísta como para cerrar la puerta y quedarme eternamente en esa habitación a pesar de que las consecuencias fueras duras.- Ve delante.- Me aparté lo suficiente para que pudiera pasar, viendo a lo lejos el puesto del guardia, custodiando la entrada a tercera.

Notas de juego

Tiro para donde esté John :)

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24/01/2018, 00:19
Jake Martinson

Cita:

- Estaré bien- No pueden tocarme, no te preocupes.

-Mientes muy bien-pensé para mis adentros mientras intentaba convencerme de que no le pasaría nada por ayudarme, aún así sonreí con ternura y sujeté una de sus manos con la mía. En aquel tren no se perdonaban las traiciones y aunque en Primera seguramente las reglas serían totalmente diferentes no quitaba que Liz recibiese un castigo por ayudarme-Eso espero, si alguien te toca, lo mataré con mis propias manos-la miré con fuego en los ojos, aquella mujer se había convertido en parte de mí sin yo quererlo ni necesitarlo, pero ahora la necesitaba como el aire reciclado que respiraba.

Liz se alejó de mí para acercarse a Briss que permanecía llorosa y gimoteando, era la única testigo de la fuga improvisada y Liz debería de convencerla para que ella no nos delatase, dicho lo cuál, la seguí hasta la puerta de salida.

Cita:

- Debes confiar en mí. Posiblemente diga o haga cosas que no piense realmente con tal de que puedas volver, pero es la única manera.- Ve delante-

Asentí con firmeza-No te preocupes, confío plenamente en tí-dije con la sonrisa más sincera de mi vida-Puedes tratarme todo lo mal que quieras ante ellos, que no te lo tendré en cuenta, la próxima vez que nos veamos, tendrás que recompensarme-la guiñe un ojo cómplice, aún bajo tal situación de tensión y peligro, aquella mujer despertaba en mi un sentimiento de buen humor extraño, pero placentero, aún no me había separado de ella y ya comenzaba a echarla de menos.

Pasé delante de ella y antes de enfilar el pasillo hacia el puesto de guardia rocé su mano con mis dedos, lo más probable es que ese fuera nuestro último contacto y desconocía cuánto tiempo pasaría hasta que pudiera verla de nuevo, ya sólo de pensar en ello se me quebraba algo en el pecho, pero por una vez en mi vida, albergaba esperanza.

La esperanza de volver a verla.

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28/01/2018, 22:07
El revisor Paco
Sólo para el director

La puerta del vagón se abre con un ligero sonido de presurización.

Afortunadamente, el panel no tiene código y Liz lo abre, interponiendo su figura en el umbral de la puerta mientras detras, muy cerca de ella se esconde Jake, por si ocurriera algo. Y aunque, el plan es regresarle a 3º y llamando a un guardia es la mas acial, no sería la menos dolorosa por encontrarlo fuera de su lugar.

Liz avanza por el pasillo y la estancia de los guardas. Un lugar lo mas parecido a un almacén que a una estancia de vivienda. A un lado se disponen las camas de los guardas, dispuestas en literas embutidas en la pared, mientras en un lado hay una mesa con sillas. Posiblemente para que los guardas jueguen al poker o incluso coman. El resto de paredes están llenas de taquillas y armarios, donde están los enseres personales de los guardas, así como mantas.

En el lado opuesto, hay una armería con 3 rifles descansando en su stand y otros tantos vacíos.

Y a continuación, un gran ventanal.

Para Liz es algo habitual. Tanto que para ella el paisaje que hay al otro lado es algo común, y sin ninguna duda frio, estéril y carente de amor. Todo lo contrario de lo que sentía ahora mismo estando cerca de Jake.

Para Jake, es una visión del día, algo mas que desconcertante. La luz del vagón de tercera proviene de la luz artificial y saben la diferencia por los pequeños tragaluces por los que se cuelan algunas veces los rayos del sol. Así que cuando frente a él se abre el cristal, puede ver como a su alrededor está todo congelado.

Al fondo del vagón, en una de las camas-litera, esta sentado Henry, el guardia, con aire abatido. A penas se ha dado cuenta de que la puerta se ha abierto. Balbucea cosas ininteligibles y por sus gestos, esta llorando, o al menos muy apesadumbrado.

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28/01/2018, 22:35
Director

Notas de juego

Jake y Liz Salen de la zona de cuarentena.