Liz entra en zona enfermería/cuarentena
Había llegado de nuevo a la enfermería.
Me tomé unos segundos para prepararme. El camino del puesto de guardias a la enfermería era demasiado corto como para encontrar un plan en común con Briss, mi eterna casi enemiga. Me acerqué a ella y procuré no mirar su cabeza calva, era lo mejor para las dos, mientras me agachaba frente a la silla, apoyando las manos en sus rodillas.
- Briss, sé que ahora mismo lo último que querrás es hablar conmigo.- La miré a los ojos con cierto grado de ternura y tristeza.- Tenemos un odio en común, Rhazes, podemos unirnos.- Sonreí mientras miraba, esta vez, las correas que la apresaban en la silla.- Olvidamos todo lo que ha pasado aquí, absolutamente todo, y cooperamos. Te sacaré de aquí si aceptas. ¿Hay trato?
AL entrar de nuevo en el vagón sentiste como Briss se asustó.
Puede que fuera la sensación de que esperaba que los guardas volvieran nuevamente. Pero había algo mas en sus ojos. Lagrimas. Sus ropas estaban mas destrozadas que antes de que te fueras y sobre su rostro algunos arañazos, golpes y un labio partido. Sus piernas tenían golpes y su vestido esparcido por su alrededor.
Parecía una muñeca de trapo amarrada a una silla, a la cual se le salían las tripas por las costuras. Prácticamente estaba desnuda. Todo indicaba que tras vuestra fuga, los guardias habían regresado para acabar su trabajo.
-Volvieron.- dijo en un hilillo de voz. - Al no encontraros se enfadaron... entonces...- se mordió el labio antes de seguir hablando.- ...me golpearon hasta que se cansaron. Luego... me hicieron hacerles cosas... Fue horrible. Y todo por tu culpa- Grita amargamente llorando sin poder parar. - Maldito Rhazes...
Pero cuando empezaste a hablarle, dejó de gimotear, para escucharte sin mirarte. Te odiaba eso era cierto. Pero también a Rhazes y sus hombres.
- Me caes fatal! Eres tan.. perfecta...Y lo peor de todo es que parece que no te des cuenta...- se revolvió en su silla.- Desátame. Solo quiero salir de aquí y matar a ese hijo de puta. Rhazes es mio! Al igual que los dos guardias. Prométemelo y no diré nada- En sus ojos había odio
Estaba tan centrada en mi plan con Jake que no me percaté del lamentable estado en el que habían dejado a Briss. Se me partía el alma con solo verla, aguantando las ganas de llorar por cómo habían logrado domar a la fiera que representaba, dejándola en ese estado de miseria propia de un muerto viviente.
Cerré los ojos mientras respiraba hondo para ser fuerte, ahora mismo ambas lo necesitábamos más que nunca y tenía claro que la ayudaría, no podía dejarla aquí. Así.
- Te lo prometo.- Tragé saliva sintiendo la rabia que transmitía Briss como si fuera la mía propia mientras le colocaba una mano sobre la suya, apoyándola.- Házselo pagar, que sepan quién es Brisseida Tuner.- No había una sonrisa en mis labios, no había motivo para ello más que la convicción de luchar, un motivo que permitiera movernos. El mío era Jake, el suyo la venganza, y le ayudaría a llevarla a cabo.
La desaté con cuidado de no hacerla más daño del que le habían hecho aunque tristemente sabía que era imposible, y después me quité la bata aun húmeda que tenía para colocársela por encima, cubriéndola para que pudiera taparse.
- Vámonos.
La ayudé en lo que pude si lo precisaba, desde levantarla hasta apoyarse en mí para caminar, yendo por delante para vigilar el pasillo. Tenía que ir a mi cabina dormitorio para alejarnos del punto caliente y pensar. Sobre todo eso, pensar.
Briss asintió a regañadientes.
Puede que fuera una mala puta, pero en esos momentos, esta mala puta necesitaba de tu ayuda, así que se tragó su orgullo, y, guiadas por el mismo fin, dejó que la ayudaras a levantarse de la silla.
De una taquilla cercana, recogió un albornoz tipo medico y se tapó como pudo, para no pasar desnuda. Afortunadamente, la piscina os pillaba justo en dirección al camarote de Liz, por lo que, según fuerais pasando por los vagones, la gente ni se sorprendería de vuestra indumentaria.
Abristeis la puerta, y con la cabeza gacha os dirigísteis fuera de la enfermería/zona de cuarentena.
Liz sale del Vagon enfermeria/cuarentena