Partida Rol por web

Por tu conocimiento de supervivencia sabes que la única forma de ver a un animal invisible es a través de su entorno. En la nieve sería fácil saber en qué posición está un lobo ya que dejaría huellas. Pero el suelo es de hormigón y cemento, no es un suelo que permita ver huellas.

-Los lobos son de la especie Aenocyon dirus. Perdonad ser pedante en estos instantes pero vamos, que estamos ante una especie extinta desde hace miles de años. No sé de donde los habrá sacado. Dicho esto el arqueólogo se pone espalda contra espalda de Fenix. -Nos están rodeando.

Montana sacó el látigo y activó el voltímetro.

- Estupendo. Vortex va a re-extinguir una especie esta noche. - comenté con cierta ironía concentrándome de nuevo en el escudo que esta vez si se elevó con fuerza y en curarme, aunque dividir la atención no estaba resultando mi estrategia más optima.

─Vale, les daré una oportunidad.

Como a tantos otros humanos corrientes y molientes, a Vortex le gustaban los animales. En particular él era de perros más que de gatos. Le sabría mal acabar con aquellos chuchos, en especial después de la explicación del Indiana Jones del grupo.

Veamos si tienen instinto de supervivencia.

La entidad gravimétrica avanzó unas cuantas zancadas hacia delante con paso decidido hasta parar a unos pocos metros ante él, algo menos de 10. Allí se concentró e invocó sus poderes, densificándose, el suelo resquebrajándose bajo sus pies, la propia luz torciéndose a su alrededor. Crepitaba. Aquel no era un humano convencional, era más bien algo absolutamente antinatural. O tal vez, si uno tenía conocimientos de astronomía, un fenómeno tan natural como anómalo. Vortex era un pequeño agujero negro que amenazaba con tragárselo todo en cuestión de instantes. Cualquier animal lo sentiría. La mayoría saldrían espantados de allí...

De los siete lobos presentes en el radio de acción de Vortex, solo dos parecen resistir su terrible presencia y continúan avanzando aunque no se alejan demasiado salvo uno que se aleja el máximo posible.

El resto de ellos sigue avanzando y buscando la mejor forma de atacar. Parece que han elegido a la pareja formada por Fénix y Montana que están pegados y se abalanzan sobre ellos aunque milagrosamente ambos esquivan sus ataques de dos lobos.

El resto parece estar a la espera, puede que necesiten una orden o que al estar KO su dueño no puedan sobreponerse al miedo de la presencia de la entidad gravimétrica.

- Yo mantengo el escudo y tú les arreas, ¿ok? - le dijo a Montana mientras se concentraba en mantener el escudo lo mejor posible a la par que se preocupaba de curar su cuerpo. Esta vez parecía que su poder funcionaba como debía. 

Montana chasqueó el látigo con el voltímetro a tope y apuntó a la fiera que tenía más cerca. El carnívoro, con una velocidad sobrehumana logró esquivar la cuerda electrificada.

-¡Maldita sea, no sirvo de domador!

─Perrito, perritoooo, ven aquíiiii ─dijo Vortex con su voz distorsionada.

Aquellos extraños cánidos habían cometido la estupidez de no poner pies en polvorosa, cuando la advertencia estaba clara: si os acercáis sufriréis las consecuencias. Y aquellas eran las consecuencias. La entidad gravimétrica se movía como un borrón y sus puños y pies trazaban arcos a velocidades inconcebibles para un humano normal. En medio del caos Vortex era un torbellino de agresión muy difícil de parar, cosa que demostró sin siquiera sudar. Bueno, si sudaba tampoco es que se viera. Era un poco como Bud Spencer...

─Bueno, creo que eso es todo de momento...

Creo que estoy cansada o que no tengo ganasa o ambas cosas. Respiro hondo mientras vuelvo a concentrarme, cierro los ojos mientras comienzo a trazar simbolos con rapidez focalizando la luz en un unico punto antes de volver a lanzarlas. 

Si a Vortex le  importa una mierda, a mi me importa un poco menos.  Lo lanzo en un cono para que atrapen a los que estan atacando a dos de mis personitas favoritas. 

Montana no logra acabar con los lobos pero ahí entran Vórtex y Kristjana que logran someter a los dos restantes. El problema es que no logran ver al resto y no saben si habrá más sueltos por ahí. Es hora de tomar una decisión: coger el dinero y salir corriendo o quedarse ahí mientras el resto de mercenarios intentan regresar y marcharse con el botín que tienen.

Por los ruidos que escucháis es cuestión de unos minutos que logren acceder de nuevo a la parte de la estación en la que estáis y por el número podría complicarse vuestra acción.

- No creo que tarden mucho, tendríamos que inutilizar su medio de transporte y salir de aquí. No sé si podemos avisar a la policía o a quién sea para que vengan aquí y los controlen... - comenta Parkour viendo que ahora mismo la situación parece controlada y podéis salir con algo de tajada.

- A mí me parece un plan de puta madre – se apuntó sin dudarlo al plan. Tenía ciertas dudas sobre si era realmente lo correcto. Aunque no pudieran escapar con el dinero quizás lo quemarían aunque solo fuera por venganza, lo que llevaría a problemas para la economía y desencadenaría el efecto dominó. Pero, ¿serían realmente capaces de aguantar el ataque si se quedaban?

- Vortex, ¿haces los honores con el submarino? – le propuso sabiendo su gusto por destrozar cosas.

─Sólo porque me lo pides bien. No, que va, esto me va a encantar... ─contestó la entidad gravimétrica desdiciéndose para no provocar sentiemientos de culpabilidad en la chica que no tendrían sentido alguno.

Vortex avanzó corriendo hacia el extremo del túnel donde tenían que desembocar todos aquellos millones de dólares. Si lo que suponían era cierto, habría un submarino esperando o a punto de llegar. Si podía verlo, se podía pegar a él, y si se podía pegar a él, no tardaría mucho en desarmarlo...

Los pasos de la entidad gravimétrica resonaron poderosamente en los túneles, ya que, aunque había aligerado su densidad por el camino, era considerablemente superior a la de un humano convencional. Más parecida a la de, digamos, La Cosa.

─¿Alguien se apunta? Y dejad esos billetes, fijo que están marcados y os acabarán pillando...

El submarino es visible al acercarte al acceso que da al mismo, no se trata de un túnel si no de un acceso a una especie de elevador que llevaría el material al vehículo. Vortex puede pegarse al mismo sin ningún problema por lo que desarmarlo no debería llevarle demasiado tiempo, si lo que quiere es que no pueda funcionar. 

El submarino es de origen soviético sin duda, un lanzamisiles aunque parece que las bodegas de esas mortíferas armas están adecuadas a cargar material. Es ahí donde pensaban guardar todo el tesoro que han sacado del EROC.

Para inutilizar el submarino había varias posibilidades. La más obvia era agujerear el casco, pero la perspectiva de que los marineros murieran ahogados no le atraía. Tampoco tenía fuerza suficiente para varar el submarino en tierra. Así que Vortex pensó que si el transporte simplemente no se movía, no hacía falta acabar con él. Y las ruedas de un submarino son...

La entidad gravimétrica se desplazó por el casco de la nave sin dificultad hasta llegar a la parte de atrás, sonrió y se puso manos a la obra: desencajar las hélices del submarino. Había varias, pero no hizo ascos a ninguna. No dejó títere con cabeza, dejando simplemente que cayeran todas al fondo, todas menos una. Esa última se la trajo de recuerdo.

─No irá muy lejos. Creo que ahora, como máximo, pueden subir y bajar... ─dijo depositando una enorme hélice chorreante en el túnel.

Mientras Vortex se dedicó a inutilizar el submarino Fenix se entretuvo en ir acercando a los compañeros varios fajos de billetes gastados que eran probablemente los que no estarían marcados y serían difíciles de rastrear. No se llevarían una millonada, pero les ayudaría con algunos problemas personales.

Cuando Vortex regresó preguntó:

- ¿Y ahora qué? - no tenía claro que hacer ahora - ¿Nos vamos? Habrá que avisar a las autoridades para que se hagan cargo de esto cuando puedan o... - lo dejó en el aire porque no tenía muy claro que hacer a continuación. 

Con lo bonito que seria mandarlso a otra dimension demoniaca. Suspiro y niego al ofrecimiento de mi pelirroja compañera. 

- Gracias, pero no. Soy maga, puedo crear oro - replico con una sonrisa guiñandola un ojo, puede ser verdad o puede ser mentira. Luego me quedo pensativa .- Ya que estamos podriamos envolverselos con un lacito a las autoridades antes de llamarlos, seguro que lo agradecen.

- Yo me llevo unos recuerdos de esta aventura en forma de fajos... - dice Parkour metiendo unos cuantos fajos dentro de la ropa - Mañana haré una donación de gran parte de esto para los afectados por esta tormenta de nieve...que por cierto aún no ha terminado. ¿Os hace una pizza?

Seven hace lo mismo y mete unos cuantos fajos en la mochila que lleva. Asiente a la oferta de la pizza.

- Kristjana ponles en lacito y si puedes usar el portal para acercarnos a la pizzería perfecto, así no pasamos frío.

- Yo me apunto a lo de la donación y a la pizza. - dijo Fenix convencida totalmente por el planazo de Parkour. Si le añadían unos porritos antes y/o después y/o durante lo bordarían. Pizzas, porros y netflix a tutiplen con Parkour y Seven le parecía un planazo. Le caía bien el muchacho. Tenía que pedirle el móvil después.

-Nos merecemos esa pizza. Y yo debería recuperar mi moto, por cierto...