Partida Rol por web

Leo no desaprovecha la ocasión y saca a la rubia piloto a la pista, que parece flotar con sus hermoso vestido.

- "¿También eres capaz de volar como un ángel sobre la pista de baile?" - Le dice con una sonrisa y ese acento tan peculiar que no intenta ocultar.

Aunque no es lo mismo la coordinación y agilidad felina del joven se nota cuando se deja llevar al son de la música y se acerca a su compañera con un movimiento fuerte y sensual, la abraza con fuerza antes de volver a empezar a girar. No aparta la mirada, como si fuera lo único que hay en su mundo. Y por unos segundos que se convierten eternos, lo es...

- Sabes hablar, amigo. Veremos si sabes bailar.

Y os moveis hacia la pista de baile, donde la orquestra empieza un alegre fox-trot.

Leo sonríe ante la complicidad de su rubia acompañante. No puede evitar el sumergirse en los azules ojos de Zinda que brillan gracias a los reflejos de la luz. Ella se mueve con agilidad por la pista demostrando la capacidad física sobresaliente de la que está dotada, ya que su trabajo no se limita tan solo en estar sentada a los mandos de un avión.

- "Puede que no pueda alcanzarte en pleno vuelo, pero puedo intentar demostrarte mi juego de piernas..."

Leo intenta concentrarse para mantener el ritmo y seguir a Zinda sin tropezar y quedar en ridículo. El pobre pensaba que su entrenamiento había acabado hace horas, se había equivocado.

Llevais un rato bailando cuando de repente empieza a colarse una niebla por las ventanas entreabiertas. Se arremolina por el suelo de la habitación hasta terminar cubriendo todo el gran salón. Entonces empieza a subir de nivel rápidamente...

Leo al principio creé que es todo parte de su imaginación que le hace sentirse como si flotara como una nube, cuando se da cuenta de que ha dejado de ver sus propios pies y todo por debajo de las hermosas rodillas de Zinda. Intenta no trastabillear por la impresión e intenta llevar a su compañera de baile a donde dejaron al resto del grupo pero evitando llamar la atención.

Con la vista busca a Alan, Janos y Nicolás... Ya que parece ser que no es algo natural y puede que necesite más ayuda para lo que pueda aparecer que no solo la valiente y siempre dispuesta señorita Blake.

Cruza los ojos con ella como dándole una indicación mientras se alejan más de la pista de baile, mientras la niebla amenaza con engullirlos.

Nicolás Guerra, que en el fondo es un hombre de pueblo poco acostumbrado a este tipo de acontecimientos, procura mantenerse un poco a parte de la alta sociedad no vaya a ser que meta la pata, y bebiendo ocasionalmente algo en la barra. En cuanto ve la niebla "antinatural", se da cuenta de que está a punto de ocurrir algo. Hay que tomar precauciones, y corre hacia algún pasillo donde nadie le vea con intención de calzarse su máscara de gas y salvaguardar su identidad secreta...

Entre todo lo que ha pasado ultimamente, esta claro que esto no va a ser nada bueno.

Exiled es el primero de moverse hacia la salida, pero al abrir la puerta, se encuentra que el botones y el maitre están inconscientes. La puerta que da a la calle está cerrada.

Los comensales al final se dan cuenta que la sala se está llenando de humo. Dejan el brandy, los puros y los postres y, sin limpiarse los morros, retroceden hasta la salida con cierta alarma mal contenida... Pero entonces las puertas se cierran como por arte de magia, sin que Exiled pueda evitarlo.

En ese momento una risotada que resuena por toda la sala

Leo mira hacia arriba y busca cualquier balconada, viga, piso superior, lámpara o saliente que le permita ganar altura y alejarse del humo. En cuanto encuentra un candidato que parezca aceptable y sin mediar mucha palabra aprovecha a que tiene a Zinda medio abrazada del baile y la coge en brazos. Antes de que ella protestar o se alarme le espeta de la forma más dulce posible dada la situación:

- "Agárrate fuerte. Ahora lo hablamos." - Coge aire del que aún no tiene humo y la besa dándole el aire que ha cogido para que no respire el humo.

Aprovechando sus capacidades atléticas intenta subirse al sitio elegido de unos saltos y volteretas, usando un brazo libre en cuanto Zinda se agarre a él. Aprovechando las mesas, estatuas, cortinas, barandillas o todo lo que encuentre a mano, no está la cosa para arriesgarse.

La velada transcurria de lo mas normal que se podia esperar de este tipo de acontecimientos bailes cenas risotadas y fanfarronadas...hasta que una nube de gas comenzo a inundar el local rapidamente busco con una mirada a mis compañeros mientras me coloco el pañuelo mojado en agua en la cara para mejorar la respiracion y levanto una silla para estrellarla con un cristal de la ventana mas proxima a la calle al ver que las puertas se cierran de golpe...Tenemos que salir de aqui tapense la boca con un pañuelo mojado