Partida Rol por web

-Templansa Zeky, templansa. Somoh unoh pro. Si loh matamo ahora noh quedamo sin informasión. Y en el pueblo tendremo tiempo de sobra pa sacársela anque sea con alicate al rojo en loh güevoh. Ataoh y amordazaoh pa qe no se muevan ni hablen, y con loh ojoh tapao pa qe no vean el castillo por dentro hasta que ehtén en una celda. Ahora lo primero éh salí daquí cuanto anteh.

Se guardó el walki de esos cabrones y mientras hablaba con el Zeky se acercó a su camión. Entró y cogió su radio.

-Bañoh, aquí Joseluí del somatén. Bañoh, aquí Joseluí del somatén. Llamada urgente pa la teniente Castaño. Repito, llamada urgente pa la teniente Castaño. Corto.

Notición. Se quedó un momento más descolocado que un pijo en un bar heavy, pero al final optó por responder primero a la pregunta concreta.

-Si, si... Está bien. No ha rechazado el órgano y tal. Ahora sigue durmiendo. Os van a llevar el seguimiento y eso, por lo que pudiera pasar. Pero en cuanto cicatrices un poco más te darán el alta.

Sonrió brevemente.

-Oye y... ¿Quieres que lo tengamos?

Estaba en la misma sala que la radio así que nadie la tuvo que avisar. Escuchó la estática romperse y la voz del Cagaprisas.

-Bañoh, aquí Joseluí del somatén. Bañoh, aquí Joseluí del somatén. Llamada urgente pa la teniente Castaño. Repito, llamada urgente pa la teniente Castaño. Corto.

Asintió cuando le confirmó que su yaya estaba bien, eso era lo que importaba. Se miró el costado derecho comprobando cómo estaba el tajo que l'habían dao. Y claro, ella había soltao la bomba, o el bombo, el caso que tampoco era muy consciente de la noticia en sí. Un preñamiento, el suyo, que seguía pensando que vaya puntería había tenío su Paco... Pero al menos no tenía que cuestionarse de quién era y eso era una preocupación menos, o algo.

El Paco no solo pareció tomárselo bien, sino que ¿quería tenerlo? Por la virgen de la pata arrastra, a ver si tamién quería casáse como había dicho la yaya y to. Le hacía ilusión to eso, pero tampoco se había visto nunca acabando casá con un maromo y un guachuzo y to. 

-Pos no había pensao na...- le dijo al Paco, mirándole y tanteándole, aunque él sonreía. -Me lo han dicho antes de operáme y luego me han drogao, tampoco me ha dao tiempo pa rayáme por eso...- y así espero que él dijera algo antes, que lo mismo no quería na... A ella le daba un poco igual, mientras su Paco no se fuera, porque una vez se fuera el doctor Ken/ action man, ningún hombre en to'l castillo se podría comparar a lo maromo que era su Paco. Eso estaba claro, hasta la Toñi lo había sabío... Antes de volar y ser comía por apollardaos, pero oye, cosas que pasan.

Esperó jugueteando con el boli entre los dedos igual que las majorets, los dedos largos y ágiles en algo se tienen que entretener, 10 minutos que se le hicieron como media hora “Llamada de Airás, el general ocupado… Mari aquí está pasando algo”… - Vílchez apareció con dos tercios fresquitos, apoyado en la jamba de la puerta acompañando al meneo de botellas con una mirada de “¿Te tomas un descanso y lo celebramos? Guiño, guiño”,la vio al teléfono.  Al fin García respondió -Buenas tardes mi general, disculpe la molestia- no podía evitarlo ella era así de correcta, le salía solo, Vílchez entendió que debía esperar, le dejó el botellín en la mesa y se sentó enfrente –acabo de recibir una llamada de Airás seguramente estará al tanto de los últimos mov…- la radió sonó, tapó el auricular e hizo gesto a Jorge de que se hiciera cargo el “porfi” susurró –ejem, perdón, la radio… como le decía. Airás me ha comentado sobre los retrocesos en la defensa de Granada y hemos estado debatiendo algunas ideas. Puede que sea osado por mi parte pero… no sería conveniente realizar un ataque al asentamiento de la Calahorra en lugar de andar esperando? Si aunamos esfuerzos frente a una ofensiva dejaremos muchos puntos indefensos y aún así no reuniremos efectivos suficientes, sin embargo… no creo que se esperen un ataque directo, eso puede jugar a nuestro favor. Además sería ejemplarizante, quizás por eso… podríamos solicitar el apoyo del estado mayor? ¿Como lo ve usted?- sintetizó mucho, lo notaba ocupado y la radio le distraía

Sonó la voz de Vílchez, el segundo al mando y rollo de Mari Cruz.

-Jose Luis, soy Vílchez. La jefa no se puede poner, está hablando con el mando. Pero si es urgente dímelo a mi mismo. Ella lo oirá, y te contesto con lo que me indique.

La voz del general sonó al otro lado con cierta preocupación.

-Entiendo perfectamente la situación. Los últimos informes que tengo del asunto indican que cuentan con un elevado número de hombres armados y medios blindados, sobre todo ligeros capturados a la UME y material de la AALOG 21 de Granada, que es donde reparan muchos vehículos que vienen de Afganistán. Perdí dos soldados el mes pasado cuando atacaron y ocuparon el polvorín de Fuente Vaqueros.

A diferencia de Airás, el general siempre hablaba bastante deprisa. Su mente urdía rápido propuestas y soluciones.

-Al parecer estamos teniendo problemas con los presos a nivel nacional, sobre todo en Cataluña y la provincia de Madrid, aunque allí están entretenidos matando bichos. El problema en Europa tiene una dimensión mayor. Al parecer en una región fronteriza entre Noruega y Suecia hay un grupo de presos que han fundado su propia nación, por así decirlo. Es un tema peliagudo y peligroso, sin duda alguna.

Hubo un breve silencio tras la radio.

-Voy a ser franco con usted. Si lo que quiere es un ataque inmediato, vamos a ser menos que ellos, casi seguro. En Ronda solo tenemos una bandera y un grupo de reconocimiento blindado, más algunos supervivientes de otras unidades. En total podemos disponer de unos 400 o 500 legionarios aquí. Pero hay muchos defendiendo pequeñas plazas, como los que les mandé, así que reunidos aquí hay incluso menos. No obstante, consultando un mapa ahora mismo, veo que para infantería quedan más cerca las banderas de Viator, ahora asentadas en la Alpujarra, que si no me equivoco tienen también artillería y zapadores. En total unos 2.000 hombres, menos bajas y despliegues, al mando del coronel Alonso Miranda. Coordinaré esfuerzos con él. Por lo pronto mandaré mis blindados a Alcalá, que es el punto más cercano al avance enemigo. Los centauro y los bmr los hemos tenido cogiendo polvo o usándolos para cobertura de desplazamientos logísticos. Ahora les podemos dar buen uso. Digamos que 10 blindados centauro, 15 bmr y unos cuantos camiones para transportar tropa. Serán un buen refuerzo.

Iba haciendo cuentas, tirando de cabeza.

-Eso si, es imperativo que nos movamos con la mayor celeridad posible. Aunque sería deseable contar con fuerzas de la brilat, me temo que las tropas aéreas están bajo mínimos por la falta de combustible. Pero vamos a aprovecharnos de las circunstancias. Hace unas semanas que la flota de Canarias llegó a Cartagena y se aseguró la ciudad. Mi hermano el almirante Fernando García la manda. Le echaré el teléfono y le pediré algún favor. Quizá puedan prestarnos algún harrier para la operación, o le puedo rascar algo más. Llame a su tío y que hable con el rey. Eso facilitará mucho las cosas.

Hizo un resumen para no versados en estrategia militar.

-Resumiendo. Mandaré tropa y material a Alcalá. Reúnanse con ellos aportando sus efectivos. Mantendré contacto con ustedes y coordinaremos el ataque a Alcalá en dos frentes, sus tropas que actúen como avanzada y cebo del enemigo, las de la Alpujarra como puntilla atacarán al enemigo por retaguardia cuando esté concentrando en el combate. A ver si podemos contar con cobertura aérea de la armada, lo cual sería óptimo.

Miró el calendario que tenía en la mesa.

-Estamos a día uno. Mandaré a mi gente, mañana, día dos. Espero que lleguen por la tarde noche. Reúnanse con ellos. Es decir, conmigo -pareció cambiar de idea- Necesitan a alguien para coordinarlo todo, y yo aquí sentado al teléfono no podré hacer gran cosa.

Se convencía por momentos.

-Si, allí nos veremos pasado mañana. ¿Correcto?

...el Vílcheh... A Jose Luis ni pum ni pam. Antes del Apollardamiento le parecía un panoli, un guardia algo atontao, un chulito que se apoyaba en la placa ...pa sé chulo hay que sabé y podé, Selui... Durante el Apollardamiento, pues tres cuartos de lo mismo. Recordó la noche de la gran cerdada, que no vio al Vílchez muy espabilao ...bueno Selui ¿y quién ehtabah pabilao esa noche?... Luego con los meses lo había visto más entero, más en su sitio y más maduro. Alguien con quien ya podía uno pasar una tarde jugando al futbolín. Si algún mérito tenía era el follarse el coño de la rubia. Algo es algo.

...ta gente tol día nel dehpacho... qué rápido san quitao de la carretera... el curro pa loh demá, pa variá...

-Vílcheh, aquí Joselui. Tamo en el punto de abahtecimiento previhto. Atentoh: situasión demergensia. Nemigo localizao y peligroso. No son apollardao. Repito: NO SON APOLLARDAO. Banda de criminale con armamento de guerra, vehículoh blindao, organizaoh y carente de to tipo de rehpeto por la civilizasión. Tienen interéh declarao de atacá lah poblasione civile, incluyendo Bañoh. O diretamente Bañoh. Número estimao: unos 2000 hijos de puta hambriento de sangre, comía y muhere. Hemoh tenío encontronaso con una banda de aprovisionamiento, hemo dejao varioh muerto y doh prisionero. Noh loh llevamo pa Baño palinterrogatorio. Preparen quirófano pal chino, herida de bala. Vílcheh: pónganse en estado de alarma y avisen imediatamente a loh otroh cahtillo de la zona. Salimo pallá enseguía. ETA 2 hora.
 

Estaba hablando por radio. Se asomó por la ventana y pegó unas palmotadas a la puerta.

-¡A vé! ¿Cómo va eso? ¿Noh vamoh o no?

El legionario consideró el tema. Se sentó en la silla y pensó mientras manoseaba un pitillo que no se podía fumar. Después de todo, aquello era un hospital. El mundo se había ido a la mierda y, aunque podía acabar destinado en otros muchos sitios y con una novia en cada puerto, pensó que era su deber como español y patriota repoblar la nación como Dios manda. Además, él era mayor que la Kimberly, y si se esperaba a ser padre 10 años más se le habría pasado el arroz y no los podría criar.

La miró y se hizo la gran pregunta: ¿Es la mujer con la que quieres estar el resto de tu vida? Supongo que la gran mayoría de los hombres sensatos y con dos dedos de frente hubieran dicho NO. Pero él sabía bien lo que era él, y lo que era ella. Y que solo una mujer tan kinki como él mismo sería capaz de aguantarle sus chorreces, mantener el nivel de sexo a un estándar razonable y ser fácil de contentar. Que cojones.

-Podríamos tenerlo -dijo, convencido- Ha muerto mucha peña con todo ésto, y hacen falta niños, y familias. Yo te puedo ayudar a criarlo, jugar con él, enseñarle cosas. Como un padre.

Sonrió un poco, mostrando el empaste dorado del diente que había perdido en una pelea a hostia viva en unas maniobras por un quítame allá esas pajas con un americano grandote, en Rota.

-Pero claro, tu abuela y mi madre seguro que quieren que lo hagamos bien. Que pasemos por la vicaría.

Se quitó uno de los anillazos que llevaba en la otra mano, exactamente igual que uno de los de la derecha. Anillo de plata, las viejas decían que era "el de compromiso", y se lo ofreció arrodillándose como si ella fuera el Cristo de Mena.

-¿Que me dices, te casas conmigo?

A mi me daba cierto coraje meterlos en el castillo, pero bueno. Cierto era lo de la información, y si los llevaban con los ojos vendaos, pos mejor. Así pues, vuelvo a ocupar mi plaza en el asiento del copiloto del Cagaprisas. Compruebo el estado de los gatetes.

- ¿Que farta mah? - al Cagaprisas. Iba con el puto runrun ahí. Madre mia, con lo bien que iban las cosas, nos faltaban estos putos cafres a tocarnos los cojones.

Al otro lado apuntaban en una libreta con un lápiz.

-Entendido. Ahora mismo nos estaban poniendo al corriente de esa situación. Aquí os esperamos, no tardéis. Cambio y corto.

Vílchez se comportaba como la secretaria perfecta. Cogió luego el walkie y habló con Titos.

-Titos, pásate por el hospital y avisa. Traen al chino herida de bala, en dos horas. Que preparen el quirófano. Cambio.

-Entendido. Cambio y corto.

Luego giró la silla de oficinista hacia la radio otra vez y sintonizó la frecuencia de Segura.

-Segura, aquí Baños, cambio.

Hizo dos o tres intentos hasta que le contestaron.

-Aquí Segura, cambio.

-Solicito hablar con Cazorla, es importante.

-Stand by.

Tardó apenas unos dos o tres minutos, mientras ella seguía hablando con García por teléfono.

-Aquí Cazorla -sonó.

-Me alegra oírte. Tenemos órdenes del mando, un asunto muy importante, no puedo concretar por radio. Las órdenes son que dejes una pequeña guarnición de mantenimiento del castillo en Segura y acudáis a Baños con todos los medios blindados de los que disponéis y el combustible. La órden viene de lo más alto. Es una acción de guerra la que se prepara, así que traed munición y equipamiento convencional -subralló convencional- Le vamos a dar buen uso, cambio.

-Entendido. Nos ponemos manos a la obra. Cambio y corto.

Luego abrió una bolsa con anarcardos de la marca hacendado y le ofreció con una sonrisa.

Miraba palante, a la calle, como sin ver.

-Falta irnoh, Zeky. Quemá el blindao, cogé el buldose y pirahno pero ya.

Miró a su compañero.

-Zeky... sé lo quehtá pensando. Yo tamién tengo lah mihma dudah. Pero esoh doh cabrone saben cosa que necesitamo. Onde ehta su base, cuántoh son, qué tienen, a ónde van... tenemo que sabéh esah cosa. Piensa en la Yaisa. Tú no quiere vé como le follan el culo hahta matala, no? Ehto éh necesario. Y yo no lloraré si dehpué de sacarle lo que saben loh colgamo de la muralla del castillo por suh propia tripa.
 

Joer, ya mismo iba a tener que buscarse libreta nueva, apuntaba -Ajam, ajam- escuchaba y apuntaba. El general García, con razón salvó Ronda, era de su cuerda, decisiones concisas e inmediatas -Oído cocina mi general, hablo de inmediato con don Faustino. Gracias por atenderme, estamos en contacto- no era tiempo de hablar si no de hacer. Colgó.

Por el otro lado había medio oído al Cagaprisas "Sí que se mueven rápido estos cabrones... veremos a ver si tenemos esos 3 días...", saltó como un gamo del escritorio quería haber respondido pero Vílchez se bastaba solo, observó, escuchó intentó decir algo pero ni tiempo le dejó, cuando cerró el canal de comunicación giró su silla de un volantazo y le plantó un besazo -pero como me pones cuando estás tan profesional...- le guiñó un ojo, era su modo de darle las gracias por ser tan diligente -Tengo que hablar con el tito Fausti, ya sabes, cualquier información delicada... mejor por teléfono, por cierto... mucha prisa te has dado en hablar con Cazorla...- le lanzó una miraba malvadilla -¿Es que no querías que lo hiciera yo?- sonrió y le dio otro pico, le siguió una mirada de circunstancias, la que se les venía encima... era mucho mas jodida que el estallido.
Cogió un "puñaillo" de anacardos, regresó a la mesa y los dejó en un montoncito del que iba picando de uno en uno. Marcó un nuevo número, esta vez de la línea que le comunicaba con Segovia, tardaron en cogerle -Emmmm sí? La teniente Castaño desde Baños de la Encina, podría comunicarme con don Faustino Castaño por favor? Es urgente, Gracias...- esperó masticando.

La hostia, el puto (dicho desde el cariño) Cagaprisas tenía el tacto en el ojete. Hablando de ojetes. Con las palabras que me dice de la Yaisa se me vienen una imágenes mu malas, desas que te revuelven las tripas y te hacen un puto nudo en el estómago.

-  !La vin, que me yerbe la sangre! Na mah que de imagináhlo, copón. Panda hijoputah...- aún tenía la imagén ahi, como una puta mosca insistente en agosto, en torno a tu paella - Loh reviento vivoh !A toh! !Que me pongo mu loco, eh!

Jose Luis se bajó del camión para supervisar al equipo.

-Máh vale que esos dóh estén bien ataos, y que no se puedan desatá el uno alotro.

Cogió el cadaver del pelopolla y lo metió dentro del blindao. Guiño el ojo al negro.

-Máh combuhtible ¿sabe?

Y fue a por el otro.

-Vamo, vamo, vamo, Pollúoh, que nos comen el culo.

Mientras la Kimberly había estado durmiendo, la actividad no cesó un solo segundo. Los teléfonos y los canales de radio ardieron, en Segura los soldados se vestían para la guerra, encendiendo los motores, cogiendo los cascos y cargando el material. No fue lo único que ardió. Los negros sabían muy bien como quemar el bmr de los presos. Cogieron una cuerda a modo de mecha, la empaparon de gasolina y la metieron en el depósito del tanque. Y luego, obviamente, le pegaron fuego. Todos esos cientos de litros de gasofa reventaron, haciendo mierda la tanqueta desde dentro, que comenzó a arder como fuera una hoguera de San Juan.

Los valientes camioneros volvían a Baños a toda prisa, por que sabían que el enemigo estaba "ad portas". Que lo tenían en la chepa. No tardaría mucho en llegar, quizá. O quizá atacaran antes otros asentamientos. La cuestión es que la amenaza iba de días. Los presos habían probado la sangre y las mujeres en Motril, y ahora querían más. Se estaban preparando para explorar más el norte, para joder su red de castillos, que para ellos eran como un supermercado. O eso creían.

La máquina se estaba poniendo en movimiento. Y no solo el Leopard 2E de Cazorla, que avanzaba ya levantando una columna de polvo, si no más allá. Los guardias civiles de Alcalá se situaban en las murallas, ojo avizor, mientras en las Alpujarras el teléfono del coronel al mando del tercio Alejandro Farnesio de la Legión sonaba sin parar. No era el único teléfono que sonaba en esos momentos.

En Cartagena, ciudad liberada de la plaga, donde la marina se atrincheraba en el Arsenal y las instalaciones de Navantia, la antigua Bazán, los buques del Grupo Alfa aguardaban las órdenes del mando central tras su largo viaje desde Canarias. El portaaviones Príncipe de Asturias, orgullo de la Armada, estaba anclado en la ensenada junto al resto de la flota.

En el puente de mando del Príncipe de Asturias, el oficial de comunicaciones tenía al lado un teléfono satélite. El Hispasat seguía en funcionamiento gracias a los esfuerzos de los astronautas de la Estación Espacial Internacional, y las llamadas por Satélite eran un método de comunicación perfecto para las grandes distancias.

El oficial descolgó el teléfono y atendió a quien estaba al otro lado. Después recorrió las estancias del buque pasando por el pasillo de honor, donde estaban todos los galardones recibidos por la veterana embarcación. Una embarcación que nunca había entrado en combate real. Ahora era el momento.

El vicealmirante García estaba en su despacho, consultando unos papeles. Tenían cosas de las que preocuparse. De vez en cuando los zetas trepaban por las anclas de los buques, y el fondo del puerto tenía muchos de ellos, vagando sin rumbo bajo ellos.

-Almirante -dijo el teniente de navío- Una llamada para usted. El general García desde Ronda.

El Paco se sentó y se puso a pensar en todo aquello y la Kimberly estaba cada vez más convencía que le diría que pa qué, aunque lo había lo visto sonreír... Pero quién sabe lo mismo era una d'esas cosas que decían por la tele que no asimilas los traumas, a lo mejor el cerebro del Paco se lo había llevao de viaje rayándose en otras cosas... O a saber.

La miró, mientras se rayaba y eso hacía que ella se rayara más y entraran en una espiral de rayamiento, de la cual el Paco acabó diciendo que lo tuvieran, que sería como un padre para el guachuzo. No era mala reflexión del to, más desde que era el padre, vamos, por cojones... El caso que acepta y dice que tengan el bebé, y en cierto modo le hacía ilusión a ella... Pero lo que viene después la deja tiesa.

-¿Casarnos?- sí que había tenío que hablar algo con la yaya. -¿Te lo ha dicho la yaya?- miró el anillo y no tardó en colocárselo como respuesta, tenía claro que un maromo asín en la vida.