Partida Rol por web

Sombi ni poyah

Orguyo y Satisfaksión (Escena 3)

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26/03/2015, 22:31
Déme Sadji

El negrata se sorprendió cuando se acercó al final de la ronda de tiros a darle aquello. Le miró un momento y luego a la botella, sonriendo despacio. Si algo se sabía reconocer en su pueblo era a los hombres con cojones. Los que antaño habían sido los guerreros que llevaban orgullo a su clan, y toda la pesca submarina. Prácticas antiguas de una época en la que se peleaba a cachiporra y con los fusiles que les vendían los blancos a cambio de traficar con esclavos de otras tribus.

-Gracias tío -dijo con su acento raro mezcla de levantino y africano.

Habían sellado la paz finalmente. Ahora sabía que era un tío echado para alante. Un capitán. Y que merecía la pena seguirle hasta las puertas del mismo infierno. Así que palmeó su espalda y sonrió, mirando el whiskazo. La víhen, que caldaco más potente.

-Esta noche nos lo metemos tu y yo entre pecho y espalda, ¿Eh? Lo comparto contigo.

Sonrío, agradecido.

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26/03/2015, 22:37
Eulogio Bouzas

El sargentiño levantó la vista y se quedó mirando a los dos picoletos en el globo. Un hombre y una mujer. Fue a abrir la boca para decir algo, pero inmediatamente se fijó en el rango de la mujer. Hostias. Era ELLA. Así que casi tirando la carpeta al suelo, se puso en posición de firmes. En el ejército español otra cosa no aprenderías, pero respeto y lealtad ciega al mando, lo primero. O al menos, que lo pareciera.

-¡A sus órdenes mi brigada!

Tenía los huevos de corbata.

- Tiradas (1)
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27/03/2015, 01:13
Er Zeky

Contemplé la escena de reconciliación a lo lejos. Mientras me palmeaba el bolsillo donde escondia un pedacito de cielo, como la mala de la Cenicienta palmeaba la llave donde habia escondio a la chiquilla de la otra. Asín, con sosprecha, mirando de reojo por si alguien se había dao cuenta del trapicheo. Es cuando caí que, a lo mejor, el Cagaprisas había hecho lo de la botellica ron con intenciones de reunificar el equipo y hacerlo más solido pa ganar. Por que lo cierto es que es que ibamos de culo si habia roces internos y nos tocábamos los cojones unos a otros jugando. Mu listo el Cagaprisa, mu listo...Un señor de la estrategia.

- Yihhh! - los llamo- Vamoh a seguí, quehto lo veo mu verde - en realidad verde me veía yo. Bueno, quizá después de entrenar estuviera morao. Pero morao de los putos moratones de los pelotazos, con mi tecnica de para los balones a lo kamikaze. Asín a lo loco.

Después le hice un saludo con un gesto de cabeza rápido a la Kimber. Que con esto del dejavú y los tragos amargos de los recreos, en mi mente había to el rato la banda sonora de tiburon, viendo venir los balones, y no me había percatao de ella.

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27/03/2015, 02:29
Mari Cruz Castaño Hita
Sólo para el director

Como si del monolito de “2001, Odisea en el espacio” se tratara, la guardia civil permaneció en pie, impasible e indescifrable, al contraluz. Ni siquiera respiraba fuerte con enfado (al tiro entre las cejas le siguió una escena en la que le arrancaba el corazón con la mano y gritaba “Kali maaaaaaaaa”), al poco sacó la libretilla, descapuchó el boli con parsimonia y escribió algo en ella, tranquilamente. Acabó clavando un signo de punto final y se lo volvió a guardar.
Caminó alrededor del sargento, observándolo de arriba abajo, muy limpio, demasiado, ese uniforme no sabía lo que era el desgaste, hizo una parada justo donde se acababa su campo de visión, hizo “Hmm”, solo por joder, cuando iba a dar la vuelta completa giró y deshizo lo andado, para joder más. Volvió a quedarse frente a él, y después de un respiración honda, le limpió con la mano una de las hombreras. Sonrió, igual que sonríen los tiburones cuando ven almuerzo a la vista.

Se miró las uñas de un modo bastante marrullero –Sargento…- saboreó ese momento de espera –un café con leche por favor, corto de café, Gracias- arqueó las cejas tras el cristal reflectante de las aviator – Vílchez, acompáñeme, vamos a darnos un paseo- quería ver como reaccionaba el “sargentiño” al verla moverse si su supervisión -Ramón ¿Nos acompaña? Me gustaría que nos enseñara esto- eso le haría que Bouzas apretara más aún el ojete. Echó a andar.

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27/03/2015, 02:36
Director

Echaron a andar y comenzaron a inspeccionar. El sargento se quedó allí parado un momento pero luego les siguió. Tenía que bichear todo lo que estaban haciendo y veían. Lo del café le entró por un oído y le salió por el otro, al parecer. El castillo no era tan grande como el de Baños, pero tenía una distribución interesante: patio central, Torre del Homenaje, una nave que había sido la capilla, tres torres y un par de salones, que era donde dormían los militares y almacenaban sus mierdas. Unas escaleras bajaban a unos sótanos aledaños al aljibe, que era donde tenían todo el depósito de perecederos.

Los militares que formaban parte de aquella tropa eran en su mayoría soldados rasos, con algún cabo. Gente sin distintivos especiales en el uniforme, de tal o cual regimiento insigne. Tropa, y punto. Posiblemente currelas de la Subdelegación de Defensa, más acostumbrados al trabajo de oficina que a disparar un arma. Eso saltaba a la vista por que había algunos bastante dejaos, canijos o cosas así. Los más "battle ready" eran unos soldados de la brigada de infantería acorazada "Guadarrama" de Madrid, que habían rescatado cuando pasaban por Jaén y habían sido incapaces de seguir avanzando con su tanque ante las olas de refugiados de la capital. Los mandaba un cabo que estaba limpiando su arma en ese momento, y que se los quedó mirando con interés.

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27/03/2015, 02:44
Eulogio Bouzas

El sargento estaba que no cabía en él. De camino durante su visita había mandado a uno de los soldados que fuera a por el dichoso café. Siguió la mirada de su superior cuando se fijaba en los detalles. En su vida espartana, donde el único lujo era la electricidad de las placas solares, teniendo que ducharse con cubos rematados por una alcachofa que les habían instalado con silicona. La comida que consumían era mayoritariamente de lata, y de hecho había unos soldados que vigilaban permanentemente el almacén para evitar robos. Comida de lata y racionada. La hostia en bote.

El gallego iba con las manos a la espalda fingiendo interés por lo que estaban haciendo sus soldados. Pero cuando completaron la vuelta al castillo no lo pudo evitar y rompió el hielo preguntando.

-Ya ve como es ésto -concluyó- ¿Se leyó mi informe?

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27/03/2015, 03:17
Mari Cruz Castaño Hita
Sólo para el director

Síiiiiiii, estaba cagado de miedo, les seguía no muy pegado intentando vigilar y evitar que la soldada se fuera de la lengua, por su presencia, aunque lejana y patética.
Mari Cruz estaba muy metida en su papel de oficial hijoputa,  un tipo de personaje que te cruzas demasiado a menudo y es fácil de copiar, en cierto modo disfrutaba de oler el pánico en Bouzas. Se lo merecía por inútil, algo imperdonable en los tiempos que corrían.

Joder, aquel puto pueblo lo tenía todo para que vivieran como “reyes” (es una forma de hablar) y estaban como los gitanos, es que ni los militares estaban bien y eso que eran quienes “manejaban el cotarro”, por definirlo de algún modo… era penoso y patético, vergonzoso. Lo que era un milagro es que no se hubiera liado la de San Quintín y hubieran tirado muralla abajo al gallego al estilo de Martos. Todos los imbéciles nacen con una flor en el culo.

Parpadeó fingiendo que no le había visto y acababa de darse cuenta que estaba junto a ellos -Perdón, pensaba que era el café- sonrió artificial -Síiii- respondió en un tono complaciente y falso como el de un chino. Era cierto, se lo había leído, y le habían entrado ganas de cortarse las venas haciendo zig-zag –tranquilo, estará incluido en el informe final que mandaré al general sobre el estado de la zona-.
El área de exclusión invisible se reactivó tras esas breves palabras y la brigada caminó hacia el grupete de madrileños, se les veía alerta y bastante mosca, buen indicio, los demás parecían borregos.
-Digame cabo… ¿Qué le parece Segura? Hable con sinceridad- si el radar no le fallaba aquello prometía ser una fiesta.

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27/03/2015, 03:30
Miguel Ángel Cazorla

El cabo no sabía para donde tirarse. Si contentar al sarge, que era al que tenía que sufrir más, o decir cuatro verdades. "Hable con sinceridad". Aquella era la clave. Les miró a ellos y miró a Bouzas por detrás. Maldito fuera. Gracias a él no tenía ni puta idea de como estaría su novia en Cuatro Vientos. Pero se temía lo peor, por que decían que allí la batalla se había saldado con una derrota. Así que pensó. "Bueno, si la cosa viene mal me pillo mi tanque y me voy con éstos a Baños. A ver quien me lo impide. Si eso hasta reviento la puerta y que se jodan".

-Pues con sinceridad, señora, no se a que esperamos para seguir su ejemplo. Ardo en deseos de hacer algo, y liberar Segura me parece un gran primer paso. Usar toda esa munición, y además así éstos practican el tiro. Que les vendrá bien.

- Tiradas (1)
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27/03/2015, 03:34
Eulogio Bouzas

Aquello olía a azufre, como decía Hugo Chávez. Así que el sargento intentó reforzar su posición ante el comportamiento de su superior. Si aquello seguía así y no tomaba la sartén por el mango, perdería el control de la situación en menos que cantaba un gallo.

-Ésto es indignante -espetó- Han sido mis decisiones las que han matenido a éstos hombres y a éstos civiles sanos y salvos en éste castillo. Y eso es innegable.

Se cruzó de brazos.

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27/03/2015, 04:27
Mari Cruz Castaño Hita
Sólo para el director

¡Alguien con cojones!¡Aleluya! Había esperanza y… maaaadre de Dios menudo monumento, cuando se puso en pie saltó a la vista la perfecta arquitectarura del cabo, mas bueno que el pan untado con nocilla estaba, un morenazo, alto y fuertote de los que a ella le gustaban ¡Virgen de las Angustias! “ejem”, carraspeó mentalmente. La molesta voz de Bouzas volvió a hacerlo presente en la escena, con lo que molaría chasquear los dedos y que el personajillo simplemente se volatilizara, pero no, ahí estaba y encima haciéndose el ofendido.
Giró la cara en su dirección, siempre con el mentón alto, curvó un poco la espalda para que la mirada estuviera más o menos a su altura, fija, penetrante, como un láser.

-¿Sabe que es indignante e innegable sargento? La incompetencia. SÚ incompetencia- le señaló con el dedo sin tocarle en un breve gesto de mano -Estar hacinados, pasando hambre, a merced de los elementos, sin previsión alguna… eso le parece a usted estar… sanos y salvos? ¿Dónde se ha criado usted? ¿En un campo de refugiados en Ruanda? Se supone que su trabajo es proteger y servir a España y los españoles y no veo que lo haya hecho ni por accidente- parpadeó mirándole perpleja  -Tres guardias civiles, tres- lo remarcaba con los dedos  -con vehículos civiles y cuatro escopetas como quien dice, en Baños, hemos conseguido proteger al triple de población, pertrechos para todo el norte de la provincia, reconstruir el castillo y cargarnos a 30.000 o más infectados, sin faltar nunca agua corriente, electricidad o comida.  Y usted… que tiene aquí un maldito arsenal y un pequeño ejército que ha hecho? Esperar a que otros le solucionen la papeleta. Es un inconsciente, teme que le aparte de su cargo y no teme que sus propios “protegidos”- hizo gesto de comillas -lo tiren por una almena? Porque su política hasta ahora, señor Bouzas, lo único que estaba haciendo era aumentar la presión de la olla ¿Que se piensa que esto se va a pasar solo? ¿Que van a venir los ángeles del cielo a darles de comer ambrosía? ¿O va a aparecer Santiago montado en su caballo matando zombis? Yo me he leído su informe pero por lo visto, usted, el mío, no ¿Dónde está la radio?!- esto último tenía tono de orden

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27/03/2015, 23:22
Eulogio Bouzas

Había gente que era cabezota. Que no daba su brazo a torcer nunca. Otros, sin embargo, creían que tenían razón por que deformaban el análisis de la realidad a su alrededor. El gallego era uno de esos. Seguía super convencido de que había hecho lo mejor posible dadas las circunstancias. Y eso era lo acojonante. Que ni a hostias iba a aprender. Tendrían que desprogramarle y volverle a programar el cerebro para que se diera cuenta de las cagadas que había cometido. Y ni así.

-Yo solo cumplía con los protocolos de actuación. Sin órdenes de un oficial superior no puedo aventurarme a tener iniciativas personales de ese tipo, que pongan en peligro a los hombres bajo mi mando. Solo procurar que todo siga funcionando entretanto dichas órdenes se reciben.

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27/03/2015, 23:27
Miguel Ángel Cazorla

Escuchó la previsible respuesta y dejó el arma que estaba limpiando sobre el camastro, limpiándose las manos con un trapo.

-¿La radio? Sígame.

Dicho lo cual se levantó de un salto y la guió hasta la torre del homenaje. La radio estaba situada en la sala justo por debajo del tejado, donde había una mejor recepción de la señal. Bouzas ordenaba que se estuviera quieto. Quería resolver aquello verbalmente antes de que hablaran con ningún mando y la cosa se fuera de las manos.

Fue por ese motivo que el operador de radio no se mojó en el conflicto y se limitó a levantarse de la silla y apartarse. Él mismo se sentó y sintonizó con la frecuencia que se le ordenaba.

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27/03/2015, 23:32
Radio

La estática al otro lado se rompió y el suboficial de comunicaciones indicó que les pasaría con el general. Treinta segundos más tarde su voz se oía al otro lado de la radio.

-General García al aparato. Usted dirá.

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27/03/2015, 23:57
Mari Cruz Castaño Hita
Sólo para el director

-Aquí  la Brigada Castaño desde Segura señor. Disculpe la molestia pero necesito de su autoridad. Le pongo en antecedentes: Me encuentro haciendo una ronda de reconocimiento por los asentamientos bajo mi responsabilidad, verificando la implementación del “método Baños”. Todo bien con la única excepción del castillo de Segura, repetidas veces se ha instado al mando al cargo que adoptara medidas de distinta índole pero ha hecho caso omiso en detrimento de la población civil y militar, los residentes sufren ya graves carencias cuando, de haber adoptado el plan, podrían ser autosuficientes. En mi presencia el sargento Bouzas insiste en justificar su inacción sin ánimo de enmienda. Solicito por ello la degradación del sargento Eulogio Bouzas y la promoción del cabo Miguel Ángel Cazorla, quien ha demostrado disposición y dotes para las tareas de gobierno del asentamiento, señor.-

No le tembló el pulso ni la voz, aunque parpadeó una vez terminó de hablar, lo que pedía no era algo precisamente suave, pero esperaba que el general leyera entre líneas y entendiera que si no hacían algo aquello era carne de motín y fracaso.
Esperó, rígida, manteniendo la pose, en el asiento.

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28/03/2015, 00:04
Radio

Hubo un silencio tras la estática de la Radio y cuando el general terminó de anotar en su libreta, le dió una orden concreta.

-Que se ponga el tal Bouzas.

Ella se levantó de la silla y el sargento sonriendo tomó asiento.

-Exponga sus razones.

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28/03/2015, 00:06
Eulogio Bouzas

Menos mal. Ahora le tocaba explicarse. Así que eso hizo. Durante doce, casi quince largos minutos de parloteo. Blablabla. Echándose flores, hablando de lo mucho que habían sufrido. Lo mucho que lamentaba la muerte de su antiguo coronel y del teniente Lamela, a los que pintaba no como héroes, si no como una especie de insensatos que se habían arriesgado más de la cuenta contra un enemigo al que no podían vencer en una batalla convencional.

Y así estaba, tan convencido de que tenía toda la razón del mundo. Al otro lado de la radio el general no es que no tuviera cosas que hacer, si no que estaba flipando con aquello. Le estaba prestando toda su atención. Y todos sabemos que es lo que pasa cuando alguien poderoso centra toda su atención en un mindundi que no le hace ninguna gracia, no le está entreteniendo ni le presta ningún servicio digno de mención.

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28/03/2015, 00:09
Radio

Finalmente la voz carraspeó al otro lado de la línea. Hasta los cojones de escucharle, por supuesto.

-Muy bien. He escuchado sus razones. Y ésta es mi decisión. Ordeno a los soldados más cercanos a usted que le desarmen y le arresten a efecto inmediato. Avísenme cuando esté hecho.

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28/03/2015, 00:11
Jorge Vílchez

Automáticamente, Vílchez sacó la pistola. Estaba con la mosca detrás de la oreja desde que habían llegado con aquel tío. Y no le iba a dejar ni un instante para que se la jugara.

-No muevas ni una puta pestaña, centollo -le dijo.

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28/03/2015, 00:12
Miguel Ángel Cazorla

Ascender. Vaya, aquello sonaba de puta madre. Y la órden de arrestar a Bouzas más que mejor. Así que echó mano a la pistola del sargento y se la arrebató, desarmándole. Se midieron con la mirada, él atrevido, el otro como sintiéndose herido y traicionado.

Afortunadamente Vílchez siempre llevaba las esposas encima, así que le ataron las manos a la espalda.

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28/03/2015, 00:14
Eulogio Bouzas

Mientras le levantaban y le ponían contra la pared, el gallego reaccionaba al miedo con ira. ¿Que coño iban a hacer, detenerle, fusilarle? Su vida pendía de un hilo y estaba a punto de salir corriendo. No era un valiente, ni iba a quedarse allí ayudando a todos aquellos huevones. Solo quería estar a salvo. Él y su novia. Las dos únicas cosas que le importaban en éste mundo.

-Ésto es un error. Un atropello. ¡Suéltenme, joder!

Mientras Vilchez le mantenía encañonado el cabo Cazorla indicó al general que Bouzas había sido reducido.