Partida Rol por web

Al final, sí que encontraron bastante rápido que era lo que bloqueaba los motores. Solo que no tenían manera de solucionarlo, así que estaban incluso peor que antes. La opción del topo cogía más y más fuerza a medida que iban averiguando lo realmente jodidos que estaban... pero no entendía que podía ganar alguno de ellos con aquella jugarreta. Bill ya se estaba preparando para los grandes fuegos artificiales con su nuevo amigo mientras el resto recogía aquello que pudiera cargar encima, dispuestos a salir por patas.

- Fuera todavía no hay nadie - respondió a Nikita una vez estuvo reunido junto a todos, con su petate al hombro - Pero no creo que vaya a permanecer así mucho tiempo...

No entendía como Kaine podía llegar a su conclusión haciendo "cálculos", pero estaba de acuerdo en una cosa: lo peor que podían hacer era emparanoiarse con el asunto del topo. Mejor centrarse en salir con vida de aquél espaciopuerto, ya verían que hacer a partir de ahí.

Asintió ante el plan del capitán, separarse de nuevo sería arriesgado, pero necesitaban ayuda, y quizás a su principal valedor se le pasara por la cabeza que le convenía más tenerlos vivos y pagándole que tener que buscar una nueva tripulación. Si podían contactar con él, claro... Aunque los había que no las tenian todas consigo.

- Faraday, dudo mucho que demostrar culpabilidad vaya a afectar en algo a estas alturas. Esa gente estaba disparando a Jun. Lo que más me sorprendería si nos capturan es que nos llevaran a juicio. Y no creo que vayan a desguazar la nave. Querían impedir que nos fueramos y lo han hecho, el resto de la Constanze para ellos será una mera chatarra. Lo que si van a hacer es registrarla de arriba abajo, así que no sé dónde piensas esconderte.

Aquello de la resistencia... no sabía que decir al respecto. Pallas había sido un lugar clave para los marrones, pero la guerra había acabado hacía mucho tiempo. Ahora, todo lo que quedaba eran los cuadros de la mansión de Dumphy, y la nostalgia del viejo y sus hombres. Dudaba mucho que preguntando por ahí fueran a tener más suerte... pero quizás se llevaban una sorpresa.

Aria salió fuera de la nave, se situó desde un sitio donde vigilase la explanada del espacio-puerto y allí se dedicó a cumplir las órdenes del Doctor Kaine.

Kaine: He hecho algunos cálculos. Si bien no puedo descartar nada con un margen de seguridad elevado, mi intuición me dice que no hay ningún topo. Hay mucho impulsivo y mucho inconsciente, pero si hay un topo es alguien bueno, muy bueno.

Alzo la mirada hacia él, casi esperanzada, mientras Mr Mittens se revuelve entre mis brazos. Así que piensa lo mismo que yo. Es un alivio comprobar que, al parecer, no estoy perdiendo facultades. 

Kaine: Señorita Jun, ¿los Transbordadores Serpentis son funcionales?

-No lo he comprobado -respondo, inquieta-. Pero dudo que nos dejen salir del espaciopuerto con ningún vehículo que pueda ponerse mínimamente en órbita. 

Kaine: Nos dividiremos en dos grupos. La mayoría irán a la mansión del señor Dumphy a reorganizarse. Otro grupo integrado por mi y un voluntario o voluntaria nos quedaremos a investigar en los ordenadores de la estación. 

No es que yo haya sido un oficial de inteligencia… pero diría que ir a lo del General, no seria lo mas conveniente.  

Por todas las fortunas, este hombre es incapaz de seguir una orden sencilla cuando se la imponen. Ahora entiendo por qué le echaron del ejército, teniendo la habilidad que posee en pilotaje.

-Faraday, no creo que estemos en disposición de hacer votaciones.

Faraday: Ergo, yo me quedo, y me mantendré en silencio, oculto, o actuare según vea necesario. Usaremos las señales que usamos con el primer encuentro de ser necesario

Bueno, ahí tenemos al voluntario que ha pedido el Capitán. Una cosa menos.

-Antes de que nos separemos en dos grupos... -titubeo, inquieta, pero algo aliviada al escuchar las palabras de Kovacs informándonos que, de momento, nadie viene a por nosotros-, creo que debería contaros...

¿Por dónde empezar?

-No es que quisiera ocultaros información, pero hace ya días que me informaron de que había un topo en la nave y... sinceramente, no sabía en quién confiar. Algunos no han dicho de sí mismos más que mentiras -dirijo una mirada brevísima hacia el Capitán y la señorita Stark-, y he procurado ser cauta. 

Llegados a este punto, carraspeo, incómoda, tratando de organizar las palabras en mi cabeza. Por un momento, estoy a punto de ofrecer una descripción detallada del tipo que... pero no. No, mejor no.

-Hace unos días, un... un "conocido" de este mundillo se puso en contacto conmigo. Me dijo que era un operativo del Congreso Federal, infiltrado en la banda de Sugar con la misión de desmantelar su organización criminal. Al parecer, Sugar quiere quitarse de encima a Dony, ¿por qué? No lo sé. Pero Blouse es aliado de Sugar, así que quiere deshacerse de todos los posibles aliados de Big Heart para dejarle sin respaldo.

Llegados a este punto, decido sentarme, sin mirar a nadie.

-Pero los federales no quieren que ocurra eso: cuanto más fragmentado esté el imperio de Sugar, más sencillo será hacerlo caer -me aclaro la garganta de nuevo, sonrojándome por las palabras que vienen a continuación-. Blouse no es un cliente normal, me di cuenta prácticamente en cuanto leí su ficha, pero el tipo de los federales me lo confirmó: es un traficante. Utiliza a las Acompañantes como mulas, queda con ellas, les entrega una mercancía y después ellas lo trasladan a otro distribuidor o receptor o qué sé yo. Arreglaron un encuentro para mí de ese tipo, pero por algún motivo Blouse no quiso hacer negocios conmigo. Con el resultado que ya sabéis.

Inquieta, acaricio el pelaje del gato, jugueteando con él entre mis dedos.

-Nunca habría hecho algo así. Nunca. Pero me dijeron que Sugar tenía un topo infiltrado en la nave, y que ellos mismos se enterarían si contaba todo esto, y que... harían cualquier cosa para asegurarse de que mantenía la "boca cerrada". Pero creo que alguien nos ha dejado totalmente expuestos, y estas alturas estamos entre la espada y la pared.

Convierto mis labios en una fina línea, y alzo la mirada por fin para cruzarla con el resto de la tripulación.

-Lo lamento.

Nikita pone los ojos en blanco. La hipocresía de la gente la ponía enferma. Primero la acusan de mentir y luego suelta información que les había ocultado. El típico "ocultar no es mentir" de los mentirosos. Peor aún cuando ella no había mentido en ningún momento. Aquí todos tenian secretitos que preferían no contar, y precísamente Su Majestad era una de ellas. Lo deja pasar, pues no vale la pena ni poner el esfuerzo en dejarla mal y tras haber escuchado los planes del capitán y como todos estaban de acuerdo en el plan general, ella no tarda en echarse la pequeña mochila al hombro con sus armas y lo necesario. La idea de dividirse nunca le había parecido buena, pero parecía lo más viable hasta ahora. Dejar a alguien dentro de una nave que no puede despegar, no parecía buena idea.

Esta será el primer sitio al que vendrán a buscarnos. La nave no puede moverse. No hay escapatoria. Estaba claro que alguien había dado la voz de alarma, y la violencia que habían usado contra ellos no era precisamente una cálida bienvenida. No tardarían en registrar todo de arriba a abajo hasta encontrarles. Con ese argumento, intenta respaldar lo dicho por Kovacs.

-Es inútil que nos echemos mierda los unos a los otros en estas circunstancias -comenté, con un ligero resoplido-. Ya habrá tiempo de buscar culpables cuando estemos lejos de Pallas. Apoyo lo de Dumphy y de que alguien se quede aquí, y creo que tendríamos que movilizarnos cuanto antes.

Al escuchar las palabras de Jun, asiento en silencio. Ya intuía que la acompañante había tratado de informarles mientras la llevaban de vuelta a la Constanze, pero no lo había hecho al ver aparecer al capitán, Russel y Stark. La cuestión era de cuál de los tres sospechaba la señorita Vasilis.

Faraday escucho a todos los demás, con los brazos cruzados y el mentón pegado al pecho, analizando lo que decían, tanto Bill, como Kovacs, como el mismo, parecían ser sinceros y dar todo de si. El Capitán, claro, hacia su propio juego de no decir más de lo necesario, y pedir que obedezcan a ciegas, y Jun confeso, algo tardíamente, la existencia de un topo. Ahora que estaban varados en un planeta sin forma de salir del mismo.

Lo cierto es que si hubiera tenido algo más de la información hubiera sugerido otro curso de acción completamente distinto. De todas formas, ahora me queda bastante claro quién podría ser un topo y quién no. Observo a todos. De igual forma, Kovacs, es un consejo, esa gente estaba haciendo un tiro de advertencia a Jun. Querían atraparla viva. Ir con los enemigos de Blouse es dar el primer paso y desencadenar una guerra. Lo cierto es que no aconsejo eso, pero es solo un consejo. Por mi parte,  yo me quedare en la nave. Quién sabe si quieren ponerle explosivos, o poner pruebas falsas en nuestra contra. Creo que será lo mejor. Respecto a donde pienso esconderme, es una nave grande y vieja, encontrare el lugar

Jun cometio el error de ponerse en su trayectoria, hacia ya rato que andaba esquivando a Faraday, y se notaba, asi que recibio un poco de su fuego verbal.

Y yo no creo que ocultarle información a tu equipo sea buena idea, Señorita Valisis. Ni evadir preguntas directas, ni  tampoco usar las comunicaciones privadas quien sabe con quien, incluso luego de haber sido rescatada por lo pelos de un lugar al que no debería haber ido sola, pero que logro traicionando la confianza del grupo, aunque si creo que  en algo tiene razón. No estoy votando. Estoy diciendo lo que voy a hacer. Y no creo por segundo que lo lamente.

Tambien creia que denunciar que habia un topo luego de que las consecuencias habian sido desencadenadas era una excelente forma de salir de ese lugar de posible topo, asi como ser perseguida convincentemente por tus aliados pero poder ser encontrada justo a tiempo. Si, improbable, pero si ese topo era tan bueno, Jun Vasilis podia ser uno de ellos. Ella y dos candidatos mas.

Faraday Says: ...pero diría que ir a lo del General, no seria lo mas conveniente. Seria demostrar culpabilidad y probablemente encender la mecha de los eventos que vienen cociéndose aquí. No. Lo que yo haría es ir a un hotel ignoto a esperar que pase un poco el clima candente y volver cuando la vigilancia se haya hecho mas laxa.

¿Demostrar culpabilidad?  
Me enciendo un cigarro de lado, tranquilamente para que la nicotina me permita pensar con más tranquilidad. - Esperar dentro del planeta es un error. Si saben que no nos hemos marchado y estamos en tierra, esperar a que la situación se enfríe es una ilusión, simplemente les daremos más tiempo para rodearnos bien antes de terminar la caza. Estamos en su territorio, escondernos no les hará desistir. De ahí mi intención de volar fuera del planeta.

Faraday Says: Ustedes vayan, si en una hora robaron el condensador de flujo, en un dia o dos, habrán desarmado la Constanze en pedazos.

Alzo los hombros y miro confuso al piloto -  ¿y para que vana a querer desmantelar este pedazo de chatarra? Solo han robado eso para impedirnos la huida. Quedarse aquí no tiene ningún sentido.

Faraday Says: no es que sepa mucho de pirateos, pero si se que si estamos siendo el blanco será mas difícil realizarlos. No conviene que usted lo haga desde algún contacto local? En una ciudad tan organizada, seguro no le costara encontrar alguna “resistencia” o rebeldes que quieran ayudarlo por unos billetes.

Mi cara de confusión iba en aumento. ¿qué demonios quería decir el atrevido y descerebrado piloto con buscar resistencias?  Asiento lo más serio tratando de contener una risa floja. Las cosas iban bien en este planeta para casi todos. La ideología centralista de la Alianza había cuajado bien. Dudo mucho que alguien que no sea un perdedor como el tipo al que intentamos ayudar se atreva a llevar la contraria a ese bastardo de Blouse.

- Para hacer un pirateo solo necesitaré un terminal del espaciopuerto. Mejor pensado iré yo solo. No necesitaré a nadie. 

El señor Kovacs habló con cierta lógica y simplemente asentía  todas sus observaciones. Estaba de acuerdo.

Luego vino la señorita ojos tiernos a lanzarnos la bomba.

Señorita Vasilis: -No es que quisiera ocultaros información, pero hace ya días que me informaron de que había un topo en la nave y... sinceramente, no sabía en quién confiar. Algunos no han dicho de sí mismos más que mentiras , y he procurado ser cauta. 
Hace unos días, un... un "conocido" de este mundillo se puso en contacto conmigo. Me dijo que era un operativo del Congreso Federal, infiltrado en la banda de Sugar con la misión de desmantelar su organización criminal. Al parecer, Sugar quiere quitarse de encima a Dony, ¿por qué? No lo sé. Pero Blouse es aliado de Sugar, así que quiere deshacerse de todos los posibles aliados de Big Heart para dejarle sin respaldo.

Me mantengo en silencio unos segundos, entrecerrando los ojos mientras apuro una buena calada y sin mostrar alteración alguna por sus comentarios.

- Un "conocido del mundillo"... - la veracidad de las palabras de un fantasma es prácticamente cero. - le señalo con los dedos que sujetan el cigarro y expulso una bocanada de humo - "¿no sabía en quién confiar?" " ¿Se sorprende de que algunos le hayan mentido?" - no puedo evitar que salga una pequeña risa contenida. ¿Qué esperaba? Somos putos criminales - señorita Vasilis, lo único cierto que esperaba de esta tripulación, es que contase mentiras. Eso no le convierte a uno en un topo. Ahora mismo creo en esa teoría mucho menos que antes. No creo para nada que haya un topo, y aunque no lo parezca confiaría mi vida hasta el payaso de Faraday. Solo creo que alguien quiere desmantelarnos, y sembrar semillas de duda entre nosotros es un paso básico y sencillo. Después de todo no somos una tripulación que se conozca y que tenga fuertes lazos de confianza.

Lo otro sin embargo - digo colocando el cigarro de nuevo en mi boca, sacando mi pad y haciendo unas cuantas anotaciones  interesantes en el teclado táctil - es tremendamente interesante.

Antes de seguir desglosando señoritas Vasilis, ya puede ir soltando quién es su contacto. Nunca vamos a confiar en un federal, pero será gracioso saber quién intenta manipularla.

Volviendo a lo otro. - hago un gesto con la mano a la cara bonita para que se guarde su contestación o probable evasiva - que quede claro. Nosotros trabajamos para Sugar. Esta es su puta nave, y le vamos a devolver la pasta.
Esta misión nos la encargó Dony Big Heart, NO el jefe. Además le envié una serie de preguntas sobre el trabajo que no me supo aclarar.
Si hay un conflicto entre Sugar y Dony necesitamos saberlo. No podemos estar jodiendo a nuestro verdadero jefe ni dando palos de ciego por lo que ha dicho un "Federal".

Spencer says: Apoyo lo de Dumphy y de que alguien se quede aquí, y creo que tendríamos que movilizarnos cuanto antes.

Alzo las cejas y suspiro. ¿no es lo que he dicho yo desde un principio? ¿es que vamos a someter a votación todas las malditas decisiones en momentos que haya más necesidad y menos tiempo? 

- Pues creo que es momento de irnos.

Faraday says: Lo cierto es que si hubiera tenido algo más de la información hubiera sugerido otro curso de acción completamente distinto

Abro los ojos como platos y me giro lentamente con la boca semiabierta. Vaya, vaya, vaya... ¿pero no es eso mismo lo que yo dije cuando sugerí que su plan carecía de información y era un puto suicidio? - ¿ En serio ?

Faraday says: De todas formas, ahora me queda bastante claro quién podría ser un topo y quién no.

Me llevo los dedos al entrecejo y niego con la cabeza.

 Faraday says: Por mi parte,  yo me quedare en la nave. (...) . No estoy votando. Estoy diciendo lo que voy a hacer. Y no creo por segundo que lo lamente.

Bien - digo apagando el cigarro en el suelo - Está claro que el señor Faraday seguirá su propio curso de acción da igual las ordenes que se le den.

Que se quede en la nave vigilando - y no tocándome los huevos. 
El resto, a la mula.

Yo me iré por mi cuenta.

Nos veremos al anochecer en el rancho de ese tal Dumphy. Quiero que le saquen toda la información posible sobre la conexión de Sugar y Blouse.

Tras decir esto abroché la gabardina de mi traje, cogí la maleta y salí hacia la rampa de acceso para perderme entre la multitud.

Seguían discutiendo sobre que hacer, cuando Jun por fin decidió confesar lo que llevaba tanto tiempo callando. Aquello le sorprendió, aunque no tanto como el hecho de verse él mismo perplejo por la revelación. Quizás por el hecho de que él realmente había sido sincero con Jun. Creía que ella también lo había sido cuando habían hablado, y el había mantenido su secreto como había prometido... pero que inocente había sido pensando que aquello habría sido todo.

Pero Nikita y Bill tenían razón. Ahora no era momento de pararse a debatir sobre quién sabía y qué, o que deberían haber hecho. Podían empezar ahora el debate y continuarlo en una celda... o podían dejar las cosas claras una vez estuvieran a salvo. Nathan seguía empeñado en quedarse a bordo, y, después de todo, era su decisión. El resto seguirían el plan pensado. Precario e improvisado, pero era lo que tenían.

Por la mente de David pasó fugazmente la idea de ayudar a los de la Alianza y acabar con Sugar, viéndose libres así de tener que pagar la deuda. Pero de manera muy breve. Dudaba mucho que desmanterlar su organización fuera a mantener a un tipo como Sugar fuera de juego durante mucho tiempo. Esa clase de gente siempre tenía contactos en lo alto, como Blouse, así que más les valía no meterse en más berenjenales, que con lo que tenían ya era suficiente. Ahora mismo, la prioridad era conseguir un lugar seguro y una manera de comunicarse fuera del planeta, y la mansión de Dumphy era la respuesta a ambas.

No dijo nada más. Necesitaba tiempo para pensar, reorganizar sus ideas. En silencio, se dirigió hacia la mula, parándose un momento a observar como el capitán se ponía en modo incógnito y se perdía por el espaciopuerto. Dejó su petate en la parte trasera, y se sentó en el asiento del conductor, a la espera de que estuvieran todos.

Cuando se hubieran ido todos, Faraday  se comunico con Kaine.

​ - Ahora que se han ido todos, venga. tenemos mucho de que conversar.-

Kaine: señorita Vasilis, lo único cierto que esperaba de esta tripulación, es que contase mentiras. Eso no le convierte a uno en un topo. Ahora mismo creo en esa teoría mucho menos que antes. No creo para nada que haya un topo, y aunque no lo parezca confiaría mi vida hasta el payaso de Faraday. Solo creo que alguien quiere desmantelarnos, y sembrar semillas de duda entre nosotros es un paso básico y sencillo. Después de todo no somos una tripulación que se conozca y que tenga fuertes lazos de confianza. 

Asiento con la cabeza, frunciendo el ceño mientras Mister Mittens sigue revolviéndose, inquieto, en mi regazo. Nunca me planteé la posibilidad de que fuera sólo un forma de crear cizaña entre nosotros, pero ¿para qué decírmelo? ¿Por qué hacerlo, si lo que les interesa a los federales es, de hecho, que colaboremos con ellos para derrocar a Sugar?
Quizás sea una forma de mantenernos dóciles, pero sembrar la desconfianza en una nave cerrada sólo puede acabar de dos formas: o con la nave vacía, o a la deriva...

Kaine: Antes de seguir desglosando señoritas Vasilis, ya puede ir soltando quién es su contacto. Nunca vamos a confiar en un federal, pero será gracioso saber quién intenta manipularla.

-No es "mi contacto" -replico, disgustada, mientras me pongo en pie-, es que... 

Vacilo, mirando al resto. No puedo decir esas cosas. Si se enterasen, si quisieran tomar represalias por irme de la lengua... pero ¿qué hay de las represalias que puede querer tomar esta misma tripulación? Lanzo un suspiro sonoro, y doy un par de pasos hacia la puerta, antes de detenerme.

-¿Recordáis a los dos tipos que vinieron con Dony en nuestra primera misión? El que encañonó a Aria no, el otro. Fue él. Él contactó conmigo. 

Faraday: De todas formas, ahora me queda bastante claro quién podría ser un topo y quién no. 

Me vuelvo hacia Faraday, endureciendo el gesto. Espero que no sugiera que yo podría ser el topo.

Faraday: Y yo no creo que ocultarle información a tu equipo sea buena idea, Señorita Valisis. Ni evadir preguntas directas, ni  tampoco usar las comunicaciones privadas quien sabe con quien, incluso luego de haber sido rescatada por lo pelos de un lugar al que no debería haber ido sola, pero que logro traicionando la confianza del grupo, aunque si creo que  en algo tiene razón. No estoy votando. Estoy diciendo lo que voy a hacer. Y no creo por segundo que lo lamente.

El piloto se interpone en mi camino sólo para espetarme unas cuantas palabras bonitas, y sin querer, acabo dirigiéndole una mirada de desprecio.

-¿Es que acaso pensaba que habiendo un topo en la nave iba a anunciar mis sospechas a bombo y platillo? Para ser un hombre tan aficionado a las cartas, señor Faraday, es evidente que sabe muy poco sobre cómo reservar información importante -dolida, me vuelvo hacia el resto-, ¿de veras ustedes habrían compartido tan alegremente sus sospechas con los demás? ¿Después de haber recibido amenazas? ¿Después de creer que cualquier cosa que pudiera decir llegaría a oídos de Sugar, o peor aún, de la Alianza?

Frustrada, vuelvo a dirigirme hacia Faraday, hincando un dedo en su pecho.

-Sólo intentaba averiguar la identidad del topo para proteger al resto de la tripulación, maldito... maldito... -estoy tan enfadada que apenas puedo evocar ningún insulto, así que me limito a fulminarle con la mirada y retirarme de esa maldita cocina.

Sin despedirme, me dirijo con paso firme hacia la mula, donde ya espera Kovacs con un aire taciturno muy elocuente.

Cuando os aproximáis al exterior véis que Aria no está donde debería, en el suelo hay una vieja pieza oxidada que alguna vez habéis visto con la que jugueteaba montándola y desmontándola. Por lo demás no hay nadie en el espacio-puerto. La mayoría de naves parecen desiertas, aunque en algunas véis las luces en las cabinas, sus tripulaciones están dentro.

Hay una nave nueva, muy sofísticada, moderna y parece un diseño de alta gama, los que sabéis algo de naves entendéis que es la típica nave que utilizan las grandes corporaciones para desplazar a sus ejecutivos y directivos, parece que alguien de alto nivel ha llegado a Pallas.

Mientras miráis la lujosa "Volkspacer" fabricada por la corporación Blue Sun, una figura vestida como uno de los multiples trabajadores agrícolas que habéis visto en el planeta aparece y os hace gestos de que le sigáis. Los que fuistéis a la granja reconocéis el logo de la explotación de Dumphy. El tipo parece bastante alterado y nervioso.

Eh, eh... aquí, aquí...

No ver por ninguna parte a Aria logra que me preocupe. Desde el primer momento en que puse el pie en la Constanze me había prometido que no trataría de implicarme emocionalmente con ninguno de mis compañeros, que solo era trabajo y que cualquier vínculo con aquellas personas tan solo me perjudicaría. Pero soy humano y, pese a mi antiguo trabajo, la empatía resulta inevitable.

Me fijo la vieja pieza oxidada con la que solía juguetear Aria, tendida en el suelo, y me aproximo para recogerla, como si se tratase de un valioso tesoro. Mis ojos buscan al adolescente a lo largo del espacio-puerto, esperanzado en que lo veré en cualquier lugar de los alrededores, pero no termino por localizarlo.

-¡Russel! -exclamo, llamando al muchacho, con la esperanza de que pudiera oírme-. ¡Russel!

Tardo un instante en percatarme de la presencia del hombre que parece habernos enviado Dumphy, fácilmente reconocible por su logo de explotación. El tipo parecía bastante nervioso, y no era para menos. Yo también estaba nervioso, aunque no por los problemas que teníamos ni la desaparición de mi joven compañero, sino por la presencia de aquella Volkspacer. Que justo en aquellos momentos hubiese llegado un pez gordo de la Blue Sun no era en absoluto una buena noticia.

A Nikita solo le faltó algo de beber y comer escuchando y viendo los puñales que volaban en aquella sala. Incluso los que parecían no tener sangre en las venas... habían demostrado que también podían ofenderse y enfadarse. Todo un espectáculo. Espectáculo que ahora mismo no era el momento de hacerlo. Parecía que todo estaba decidido. Faraday se quedaba. El capitán se iba a otro lado y los demás al rancho a sonsacar información. Se reunirían allí por la noche.

Cuando parecía que ya todo estaba listo, les pilló por sorpresa la desaparición de Aria. Maldito cachorro. ¿Dónde se había metido? Estaba claro que si había dejado su juguetito allí y no había avisado es que no había desaparecido por propia voluntad. Alguien llama su atención para que le sigan y Nikita, igual más afectada de lo que esperaba no tarda en avanzar y no precisamente con simpatía.

¿Dónde está? El crío. Especifica. Quizá si había pasado hace poco, ese tipo había visto lo que le había pasado a Aria. Echa mano al arma que lleva en el cinturón. No dudaría en usarla si hacía falta.

Envuelta en las brumas de mi enojo, descendemos de la nave sobre la burra, y no percibo la desaparición del muchacho hasta que Spencer comienza a llamarle a gritos.

Desconcertada, dirijo mi mirada primero a la enorme nave que invade el espaciopuerto, después al desconocido que nos llama a señas, y finalmente a la señorita Stark, que se aproxima a este con aire amenazador. Ante sus hoscas palabras, el regusto ácido de la bilis trepa por mi laringe, acompañado de un sudor frío, ...¿dónde está Aria?

Alargo una mano para asir el brazo de Kovacs.
-¿Dónde...? -Murmuro, con la boca seca, mirando el juguetito metálico que siempre llevaba con él. No se marcharía dejando eso abandonado de cualquier manera... ¿no? Aprieto los dedos entorno al brazo de mi compañero- Debemos... debemos encontrarle. Rápido.

Desde donde estaba, observó como el capitán salía de la Constanze y se perdía por el espaciopuerto. Todavía había alcanzado a escuchar lo último dicho por Jun cuando Faraday la sacó finalmente de quicio, uno difícilmente podía evitar enterarse de cosas como aquella en una nave tan pequeña. La Acompañante fue la primera en aparecer, visiblemente molesta, por lo que prefirió mantenerse callado mientras esperaban al resto.

Salieron de la nave una vez estuvieron los cuatro. Le extrañó verlo tan vacío, no hacía tanto que habían dado la orden de cierre por lo que debían de estar echando a la gente deprisa, lo que significaba que no les quedaba mucho tiempo. Más extraño le resultó ver que había llegado una nueva nave en ese tiempo, no conocía el diseño ni nada parecido pero cantaba a lo lejos que para el propietario el dinero no era una de sus preocupaciones.

Distraido, no se dio cuenta de que Aria no estaba por ninguna parte, hasta que Bill no empezó a llamarlo, sujetando aquella vieja chatarra con la que solía entretenerse, y que aparentemente había estado tirada en el suelo sin más. Sintió la mano de Jun en su brazo. Comprendía su nerviosismo, pero tampoco podían permitirse el quedarse por allí a buscarlo en un lugar tan grande.

Para liar más las cosas, uno de los hombres de Dumphy, aparentemente, los estaba llamando discretamente. Quería acercarse a él y ver que les podía contar, si podía confirmar las sospechas que tenían, y si tenían razón al considerar al terrateniente como su única opción de refugio seguro. Pero sintió el apretón de Jun en el brazo, y se volvió para mirarla. Aquél hombre tendría que apañarselas solo con Nikita, el pobre - Lo encontraremos - le prometió a la Acompañante, tratando de sonar con la mayor seguridad posible de que así sería, antes de bajar de la mula y ponerse a buscar algún indicio de hacia dónde había ido el muchacho.

A punto de salir me giro y puedo ver el gesto del piloto. 
Comienzo a meditar si quedarme para dialogar con el problemático soldado. No puedo ahora mismo. Tengo que acceder a comunicaciones con el exterior y descargarme un... - ¿que ha sido eso? - me giro cuando escucho la voz de Spencer llamando al chaval.

Lanzo una mirada al irreverente piloto, esto no ha terminado..., y salgo al exterior. Me quedo sorprendido al ver tanta quietud, no me gusta nada; la tripulación busca a Russel desesperadamente, pero lo que a mi me inquieta no es la desaparición del chico, lo que no es normal es este perturbador vacío. Pronto, el motivo de la silenciosa expectativa hace su presencia.

Una lujosa "Volkspacer" desciende desde el cielo.
Mi cuerpo se tensa, eso no es bueno, nada bueno.

Hago un gesto urgente a mis compañeros para que se mantengan debajo del casco de la Constance. Mejor que no nos vean.

 

Eh, eh... aquí, aquí...

Me giro abruptamente hacia el trabajador agrícola mientras mi mano se mueve como un rayo hacia el revolver de mi cintura, quitando el seguro de forma automática.

Le miro inquisitivamente - ¿Quién coño es usted?

Las caras de los demás dicen mucho. Lo conocen. Hago un gesto de asentimiento.

-Vayamos a hablar a un sitio menos expuesto - digo siguiendo al extraño y haciendo un gesto al resto de la tripulación.

El tipo se acercó cauteloso, andaba medio agazapado como si esperase tener que protegerse, los que habéis servido durante la guerra, identificáis que así se movía un soldado en las zonas de guerra. Es un hombre de aspecto pulcro, una cicatriz le asoma por el cuello del mono y se ve claramente que es fuerte, está en forma.

Tengo un deslizador fuera para sacaros de aquí... Dijo señalando con la cabeza hacía el exterior. No hay tiempo, así que seré breve, Blouse está paranoico, ha cerrado el espacio aéreo y cortado los servicios diciendo que han intentado asesinarle y ha empezado a hacer redadas, han arrestado a todos los propietarios con pasado independiente y por lo visto alguien mató a su jefe de seguridad en un tiroteo, a su maldito hijo adoptivo... Ya os podéis hacer una idea.

El hombre parecía genuinamente preocupado, aunque bastante relajado dada la situación, eso sumado a su aspecto de ex-combatiente, podía parecer comprensible, los casacas marrones pasaron muchas situaciones dificiles antes de la derrota final.

Estuvo mirando por la zona cercana al atracadaero de la Constanze, pero por allí no encontró nada. No había signos de forcejeo, ni de lucha, ni nada, y el suelo de hormigón hacía imposible el detectar cualquier tipo de huellas por si alguien había aparecido, o por dónde se había marchado Aria. De modo que regresó junto a los demás.

- Lo único que he podido averiguar es no hubo ninguna clase de enfrentamiento y dudo que alguien se lo llevara por sorpresa - dijo, acercándose justo para oír lo que les decía el hombre de Russel -  Creo que se marchó por su cuenta, quizás vio algo sospechoso y creyó que lo más conveniente era desaparecer, o quizás se puso a seguir a alguien - aquello era todo cuanto se atrevía a decir. No quería desconfiar del muchacho, pero en esos momentos...

Si alguno de nosotros lo tiene fácil para pasar desapercibido, es Russel. Seguro que está bien - o eso quería pensar - Cosa que nosotros dejaremos de estar muy pronto si no aprovechamos esta oportunidad. Ya hemos perdido demasiado tiempo - dijo, refiriéndose a lo de escapar en aquél deslizador. Luego se giró hacia Jun, sabiendo el aprecio que sentía por el joven Aria - Lo siento.