Partida Rol por web

Entrada del tejado

Por fin consiguió establecerse sobre el tejado el asesino y hallar la portela de entrada, lo complicado sería abrir la puerta, el primer golpe pareció ser ineficaz y quien sabe si habría alertado a alguien, pero la segunda fue definitiva y rompió el cierre por lo que accedió al interior. Parecía un desván, estaba bastante oscuro, pero Thaddeus reconocía múltiples bultos cuadrados aquí y allá, practicamente había caído en un espacio calvo entre cuatro cajas, pero al menos parecían estar a la altura de su cadera debía proceder con cautela...las ventanas eran pequeñas y a ras de suelo, así que apenas aportaban luz y no parecía haber nada de luz artificial en el lugar.

La verdad es que a punto estuve de ver mi final en el primer salvo, logrando sujetarme a duras penas. Menudo final más patético, acabar con la cabeza abierta y el cuello roto en la caída, por un simple resbalón o traspiés. Lo malo es que, además de mi problemático acercamiento, me había visto obligado a echar mano de fuerza bruta para abrir la compuerta.

Con los sentidos afilados y disparados cuando logré entrar, atento a si había hecho más ruido que la propia noche lluviosa. Teniendo eso presente, el espacio del que disponía, y la escasa luz, cerré la compuerta y empecé a aclimatarme a los sonidos y la poca luminosidad ambiental antes de mover un músculo.

Cuando transcurrió unos cuantos minutos, tiempo suficiente para que mis sentidos se hicieran al lugar, comencé mi lento y medido avance, pisando con cuidado, palpando con cuidado las cajas, y abriéndome camino.

Entrada del tejado

Caminaste en la oscuridad apenas dos pasos hasta subirte encima del primera cajón y pensar el siguiente paso, con suerte los sentidos estaban más que alerta en Thaddeus y detectó unos tímidos reflejos en el aire...ahí estaban, eran finas cuerdas de trampas preparadas y dispuestas por todo el ático, un solo paso el falso y habría activado el sistema con inimaginables consecuencias.

Un fuerte ‘glup’ se hizo notar por toda la estancia cuando me di cuenta de en dónde me había metido. Tal fue así que tardé hasta unos segundos en fijarme que ese ruido lo había hecho yo.

Reculando levemente y con sumo cuidado unos pocos centímetros, afiné la vista, mirando aquí y allá, la infinidad de hilos que habrían accionado vete tu a saber qué. ¿Alarmas? ¿Saetas? ¿Un foso? ¿Todo a la vez?

Iba a tener que estar muy fino, y muy hábil, para cruzar todo el camino. Tardaría lo mío, pero mejor eso que la alternativa.

Parece ser que ya habiamos llegado al sitio. El problema de momento era la visibilidad, pues solo podía depender del odido debido al hecho de estar cerrado. De momento afiné mi oido para ver si se escuchaban pasos o algun tipo de actividad; Si notaba que aun habia actividad fuera esperaria. Si no escuchaba ruido, con cuidad levantaría la tapa del barril y echaría un vistazo.

Listo: Percepcion Resultado: 11(+5)=16 (Exito) Aunque le puedo poner alerta para que sea +3. Je je. 

Bueno espero por ti

Entrada del tejado

Apenas pudo dar tres pasos cuando las cuerdas se rompieron tras él liberando un sonido metálico rotatorio que corto su pectral de forma vertical hasta abandonar su costado...el segundo con suerte apenas pasó por su espalda haciendo un surco rápido, pero con todo acaba de rodillas mordiendo y maldiciendo entre dientes por el gran dolor que ha recibido, con suerte parece no haberle hecho abrir sangrado fuerte y se frena solo sin problemas.

Los barriles de vino

A través de las escasas rendijas del barril, por la parte superior, logras apreciar que estás dentro de una especie e almacén pequeño y la única persona que ves es a un hombre vestido como miembro del servicio de la casa que parece estar de espaldas a tí revisando unas cuentas en una libreta, era un cincuentón de cabello casi cano y baja constitución, no parece un rival terrible.

¡Maldita sea mi estampa y los muertos de éstos cabrones! Ese apenas fue uno de los muchos insultos, a cada uno más fuerte que el anterior, que tuve que contender en mi boca, apretando los dientes, cuando uno de tantos cables activó una trampa. Aunque me había librado de uno de los cortes, el principal casi me abre en canal.

De rodillas y con la frente clavada al piso, luché por no gritar ni dar ningún golpe mientras presionaba con fuerza la herida. Fue un leve alivio que no pillase ninguna zona vital, ni una vena, porque ya podría irme despidiendo de la misión y de mi vida.

Con una expresión de dolor y enfado en el rostro, así como una mano en el pecho, comencé a ponerme en pie no sin cierta dificultad cuando hube recuperado un poco el aliento. Dando por sentado que alguna alarmar tendría que haber saltado, revisé que la daga oculta estuviese lista para actuar antes de seguir avanzando y salir de éste puto manojo de cables.

Viendo que estaba el hombre dandome la espalda, era ahora o nunca dejarlo KO. Podria ser inocente, pero el hecho de que estuviese a favor del enemigo no podria significar nada bueno. Saco una de mis dagas, y con sigilo, salgo del barril y degollo a mi presa

Entrada del tejado

Avanzaste con dificultad por el resto del lugar con dificultad, algo se agitaba por las escaleras bajo tus piés por lo que quedaba claro que no había pasado nada desapercibida tu accidentada llegada, la situación podía ponerse complicada en breve. Junto a sus piés divisó una línea de luz y entre las tablas, y el marco de un agarre para abrir una compuerta por lo que este debía de ser el acceso al desván o en este caso su vía de escape, pero debía de considerar que no escuchaba solo un par de pasos viniendo hacía allí alguien más acudía.

Compuerta de la basura

La única puerta en la cual parece que conseguiste hacer un adelantamiento, era la puerta del servicio, allí había un armario que pudiste divisar por las grietas de la madera con ropas del servicio, parecía haber solo una mesa con una vela encima casi apagada, no escuchabas movimiento por la habitación por lo que interpretas que no hay nadie en la misma.

Los barriles de vino

Con un enérgico impulso saliste del barril caminando hacia el desprevenido hombre que no pudo ver como tu hoja atravesaba su cuello de lado a lado provocándole una muerte casi instantánea, a tu alrededor solo viste además del carro unas escaleras en piedra de acceso que conectaban con una puerta de color oscura de madera, al otro lado quedaba el portón doble de entrada para las carretas a caballos, debía ser la entrada de suministro, estaba cerrada desde dentro con una larga viga de madera que taponaba las abrazaderas de la puerta.

Antes de continuar la infiltración, apoyo al hombre en el muro mas cercano que haya, rasgo algo de tela de su ropa y tapo el corte para frenar el sangrada, y le pongo encima el barril* del que salí. Ya que a lo mejor notaban raro su desaparación, pues por lo menos que tarden en darse cuenta. Antes de continuar, observo si hay algun soldado por los alrededores.

Compuerta de la basura

Abres con delicadeza la puerta, parece ser la habitación del servicio hay dos puertas más a izquierda (muy iluminada) y a derecha (menos iluminada)...en el centro de la instancia hay una gran mesa de madera vacía aunque algo vieja...luego hay un armario que originalmente sería de dos puertas, pero que parecía haber perdido una.

En el armario hay un burro que sostiene un uniforme de ropa interior blanca con vestido rojo de larga falda en tonalidad escarlata, uno en largo para el invierno y un segundo más corto para el corto verano...parecían llevar ahí varios meses pues tenían una suave capa de polvo, ambos estaban sujetados a la barra del burro por unos alambres oportunamente doblados como perchas.