Partida Rol por web

Bien...yo debo entregar a Perla, y me será fácil ahora que saben la verdad, y ahora que está tan malherida.
Si quieren ayudar...por mi perfecto, pero deberé consultar a la mano del rey antes de que acepte recibirlos.
Como sea...la venganza será vuestra, y sin duda alguna recompensa también.

Sin poder contenerse durante más tiempo, Anhknut interviene de manera abrupta:

- En primer lugar, no sé si todo cuadra tanto como para creer que Perla es la mala de la historia, aunque es posible. Pero, suponiendo que así sea, ¿nadie cae en la cuenta de que el resto de nuestros compañeros están solos con esa mujer? ¿Y de que, siendo capaz de mandar a una muerte segura a la gente, es más que probable de que haya contratado a más gente para cubrir la posibilidad de estar herida y no poder hacer nada? ¡¡¡Hay que ayudar a nuestros amigos, podrían estar en peligro!!!

¿Acaso no fue eso lo que yo prentendia hacer hace media hora, cuando os empeñasteis en que me sentara y me tranquilizara?.- Grito con enfado avanzando a grandes zancadas.- ¡Y tu visitete! ¿Quien te dijo que tenia interes en ver tus cicatrices?¿Piensas acaso que te enseñare yo todas las mias? ¿Quereis a Perla? Pues vamos todos por ella a ver si de una vez puedo discernir que sangre a de probar mi espada.

dicho esto dejo la tienda y salgo para donde dejamos a Perla,

No la maten! Insiste Bit. La guardia tiene ordenes especificas de eso. Hay que entregarla viva, para poder descubrir quien esta detrás de ella.
Si la logramos someter, la llevaremos atada de acuerdo?...Sin dudas, los frascos que consiguio el ladron, seran alguna prueba importante también...quizas un veneno

- Yo no soy tu perro de presa Bit, si la quieres capturar cogela tu mismo.- gruño. Cada vez me siento peor, no voy a matar a Perla, esta herida y hay cosas que no me encajan ¿Y si fuera el noble quien quisiera eliminarla? No me gusta ¿Como estar seguro de quien miente? Tampoco quiero entregarla, algo apesta en todo eso...no me gusta y lo peor es que parece ser que la sangre derramada fue por nada, para nada....y posiblemente no tendran su venganza. Salgo airada de la tienda, enfadado con todos. Siento deseos de largarme y dejarles tirados con sus sucias intrigas. Despues de todo ¿Que me ataba a ellos?¿Para que seguir?

Iré contigo entonces. Y una vez que verifiquemos que todo sigue igual, me haré cargo de Perla...puedes venir entonces, ya que se que no aceptarías de otro modo, y que tienes más de que vengarte que yo mismo.

¿Quien demonios pidio tu permiso?.- pregunto con enfado, sin mirarle siquiera mientras salgo con paso firme y decidido.

Quien te has creído que eres, Hundra?

Llegas aquí, acusándonos de traición sin pruevas, luego de cobardes, y cuando intento mostrarte que mis palabras son ciertas me desprecias?

Puedes meterte tu dura cabeza dentro de tu frío culo y luego cagarte en ella.

No eres la única a la que han intentado matar.

Galacus pone la mano sobre el hombro del Nemedio, tranquilizándolo, y este en plena rabieta chuta una de sus protecciones para los muslos, que sale disparada junto a Hundra, justo cuando iba a salir.

-Calma, hermano, ya sabes como es...

Tenerius se sienta en una de las mesas y Gálacus trata devolver la tranquilidad a todo esto.

-Bît no les has dicho toda la verdad, no se que interés tienes en esto, pero no voy a ser yo quien te interrogue. Y menos si hay mas de los nuestros con Perla.

Cuando ya no les sirvan para nada los apuñalará por la espalda. Y aunque no confíes en nosotros, no vamos a dejar que pase.

 -Dulcea, Si no hay nada mas que nos tengas preparado aquí, vamos a ir a ocuparnos de esa..

Dulcea empieza a reir.

-Si anada! Yo esto no me lo pierdo, cada vez está mas interesante....

Y tampoco me fío de vosotros, prefiero ver las cosas con mis propios ojos.

No lo dice, pero su mirada lo deja muy claro.

Tu que sales primero, ves a Moghcorb que está cerca de la puerta esperando por si acaso, con una espada bastarda en la mano, y te mira espectante a que salieras, mirándote con cara de circunstancias, esperando alguna instrucción o explicación, pues los gritos que se han oído desde dentro son bastante preocupantes.

Todos salís poco a poco de la tienda que hace de comedor, Pero Gálacus susurra algo a Tenerius antes de salir, que sigue enfadado mientras recoge sus cosas, y que parece que lo tranquiliza.

Solo Bît y anhknut podeis tirar escuchar, CD15

Vais a casa de Eban? Hacéis algo distinto? Alguna queja?

Esclavistas? Jajaj...

La risa de Ethóres deja paso de nuevo a su tranquila voz grave y paternal.

No se si sabes que estás en Shadizar, la ciudad con mas esclavos de Hyboria. Ya sea a un comerciante, un tirano, o un vicio. Aquí casi todo el mundo está perdido...

Ya le darás mas importancia a esas cosas mas adelante.

Examina como intentas demostrar que estás en perfecto estado. Aun así, es difícil que sus expertos ojos no se den cuenta que de que estás mucho peor de lo que realmente crees.

-Si... Como un toro: fuerte y valiente...

Entonces presiona muy suavemente con el dedo índice en una de tus articulaciones. El punto debe de ser muy crítico, pues apenas puedes reprimir un gruñido de dolor, a lo que Ethóres responde con un gesto de satisfacción.

... Y terco como una mula.

Tienes los ligamentos muy castigados. Tu columna se ha llevado un golpe muy fuerte. Es un milagro de Mitra que puedas andar aun.

Así que por ahora no vas a ir a ningún sitio. No hasta que termine el tratamiento... Y la recuperación.

Entonces Ethóres pone la bolsa de piel que traía con el y la pone sobre la cama. La abre y se pone a buscar algo en su interior.

Sin mirarte pregunta:

-Dime, joven. Sabes donde estás?

Hecha la pregunta, clava sus profundos ojos en ti esperando una respuesta.

Anhknut cree haber oído algo inteligible a sus espaldas con lo que, disimuladamente, trata de aguzar el oído a ver si puede enterarse de lo que es. Pero, tras un momento intentándolo, desiste porque no parece ser capaz de distinguir nada.

¿Como que ya sabes como es?.- gruño.- No teneis ni remota idea de como soy...- Al pasar junto a mi compatriota añado entre dientes.- Ninguno de vosotros tiene la mas remota idea....

Camino a lo de Eban, busco colocarme al lado de la impulsiva morocha, lejos de otros oidos, y le susurro, sin desviar la mirada al frente.
Escucha Hundra...se que no confias en mi, ...hummmm, de hecho, no confías en nadie. Por eso te he dicho que permitiré que veas y hables por ti misma con la persona que dirige esta investigación. Pero debes prometerme que seras lo más sutil que puedas...aun no me fio de Galacus y Tenerius, y no me atrevo a llevarlos conmigo. De hecho, tan solo te llevaría a ti, y quizás a los dos ancianos sabiondos...

- Tu no me llebas a ningun lado, voy yo, se el camino.- Gruño sin mirarle, dejando claro que no acepto una orden suya ni un mandato.- ¡Hablar y hablar! no hago otra maldita cosa, hablo y solo encuentro palabras confusas y mentiras, nada mas. ¿Sutil? El filo de mi espada por su trasero es toda la sutileza que necesito para que griten la verdad. ¡Guardate tus favores! No te he pedido ninguno... tal vez uno... no estuvo los cinco segundos que duro.