Partida Rol por web

Aguanta, voy a pedir ayuda!!!

Agarro una piedra y se la tiro a la criatura y darle unos segundos a Florinda. Acto seguido me voy corriendo hacia el Hall del Castillo para pedir ayuda urgentemente.

La arpía se gira al sentir un leve golpe de una piedra en una de las alas... ve cómo Sara corre a una velocidad vertiginosa, moviéndose con suma agilidad entre los árboles. Pero no se mueve, vuelve a mirar a Florinda, con la boca empapada de babas.

Corro através del bosque siguiendo el camino que seguimos para entrar. Intentando no ponerme nerviosa y recordarlo bien. Espero encontrar la estrella de cinco puntas inscrita en un círculo...

¿Por que no he aprendido ningun hechizo hasta ahora?... soy una tonta, podria haberla ayudado.

Nunca me perdonaria que la chica muriera por dejarme escapar a mi primero.

Corriendo y corriendo, poco a poco distingues algo más de luz entre los árboles. Parece que la linde del bosque no queda mucho más lejos.

Finalmente llegas de nuevo al jardín y justo enfrente de ti, encuentras 3 personas...

¡Ahí hay una! ¿Lo ven? Sabía que alguien había cruzado la barrera... Se acerca a Sara con la varita en alto, apuntándola y con un rápido gesto, Sara empieza a notar como si alguien la hubiese cogido de la oreja y tirase de ella.

¿El primer día y ya infringiendo las normas? Maditos mocosos... Sigue apuntando a Sara con la varita... el tirón de oreja es cosa de un hechizo suyo.

Aunque frunce el ceño y mira con cara de mal genio a la chica, en sus labios se dibuja una sonrisa de satisfacción...

Ay ay ay!! voy gritando con los tirones que me da de oreja. Se me asoma una lagrimilla por el daño.

Suelteme!!! Ay una chica de Gryffindor aún ahí adentro vayan a ayuadarla!

Me toco la oreja que se me ha puesto roja del tiron... Auu... eso duele..

Maldita bruja... X(

Un hombre con aspecto cansado y con muy mal humor encima, se acerca a Sara Carbonés.

¿¡Se puede saber a qué estábais jugando!? Malditas inútiles...

De un empujón, tira a Sara al suelo, y con la varita en alto se adentra dentro del bosque, sin esperar a su compañero de trabajo.

Otro hombre que andaba despistado mirando unas alumnas de tercero que circulaban por el jardín se gira al oír al conserge.
¡Ah! Viene corriendo ¿Al final resulta que si? Mira mal a Sara Ahora que estaba ligando con dos bomboncitos...malditos críos de primero... Saca su varita y pasa por el lado de Sara sin ayduarla a levantarse, tan sólo mirándola con fastidio. Alerta Carlos, hace poco hice un poco de revisión y últimamente están más violentos que de costumbre... Se oyó entre los árboles, alejándose.

Me levanto poco a poco del suelo... no vaya a ser que a alguien más le de por agredirme fisicamente esta tarde.

Malditos magos estirados... que se creen pienso mientras me sacudo la ropa.

Durante unos momentos dirijo una mirada perdida hacia el bosque, recordando que ahi aún se encuentra la chica de Gryffindor.

Mas vale que me vaya a clase, no quiero causarle más problemas a mi casa de los que ya habré causado...

Con semblante apenado me dirijo a la clase de la tarde no sin antes pasar para recojer el libro necesario

¿Dónde crees que vas?

El hechizo, que había dejado de hacer efecto, vuelve a presentarse en la otra oreja de Sara.

¿Te vas a clase tan tranquila después de dejar a una chica ahí dentro? Encima poco compañerismo... Niega con la cabeza y sonríe cínicamente.

Tú te quedas aquí hasta que salgan tus profesores y tu compañera. Y luego os llevaremos a ambas a presencia de vuestros jefes de casa para que os impongan el castigo necesario...quizá os toque ayudarme a limpiar el castillo...

Que quiere que haga, ¿Que vuelva al bosque? Señalando hacia el bosque con varita en mano.

Me iba a clase para no meter en problemas a mi casa de los que ya les habre metido con esto... dejeme ir a clase y castigueme o haga lo que tenga que hacer despues de clase. ¿No se supone que estamos aqui para aprender?

Me la quedo mirando de forma retadora esperando que deje de hacer el ecantamiento de estirar orejas y me deje marchar.

Vaya, vaya... Se acerca a Sara con una cínica expresión en el rostro...

¿Crees que por no ser una profesora puedes encararte a mí así? Con un gesto de varita, la oreja de Sara se retuerce un poco más. Por mi como si vuelves a ese bosque y te quedas en él, pero por desgracia no están bien vistas las desapariciones de alumnos.

Tú te quedas aquí hasta que yo diga... después de lo que has hecho, mocosa... el menor de tus problemas será llegar tarde a clase. Hoy aprenderás a no saltarte las normas. Sentencia, mirándola con desprecio.

Con el tiempo que me da Sara observo a la Arpía necesita un tratamiento de belleza... peor que estoy pensando? , estoy a punto de morir y eso pienso?... bueno esa es mi forma de ser... , los pensamientos cruzan mi mente tan rápidamente que no alcanzo a retenerlos.
Con una oportunidad me abalanzo contra la arpía gritando le

QUIERES PROBAR MI VARITA!?! -la empuño haciendo la finta de algún hechizo esperando ganar tiempo- DILE ADOS A TU CARA -en vez de lanzarme contra la cara me barro por el suelo y trato de golpearla con la varita en la parte baja

Bien este podría ser el fin , pero no dirán que no di pelea... hablo como un chico , pero que mas da ahora no importa que haga sola estoy contra esta arpía , y yo que no quería que me vieran como una chica cualquiera , tal vez esto les demuestre que no lo soy pero se que dirán siempre que fue una chica , que si hubiera sido un chico tal vez hubiera sobrevivido
Ante este ultimo pensamiento trato de incorporarme a sabiendas de que no podría salir de aquí

Bien ahora no me importa el futuro , solo tengo que salir de aquí

ARPIA , ACABEMOS CON ESTO QUE TENGO QUE LLEGAR A MI CLASE

Mi propias palabras me sorprenden tal vez sea el peligro de la muerte , tal vez miedo ó valor , ó podría ser que siempre fui así... callada mas nunca me arrepentí de mis acciones , como el error de la mesa de la casa de Salazar

Lo siguiente que viste y sentiste... fue una sombra y un pinchazo extra fuerte y extra doloroso en tu cuello, como un mordisco. Tus pupilas solo podían mirar hacia el cielo... hacia las copas de los árboles que se movían graciales, como si nada pasara... ¿era este tu fin? ¿Tantos años esperando ir a Sorgintasun para eso?

Tu mirada se nubló.

Más sonidos... ¿eran más arpías que venían al festín? Un chillido, el chillido que tenías gravado al cerebro. Gritos, estaban lejos. No sabías lo que decían... excepto una palabra...

¡¡¡DEPULSO!!! - la criatura que te apresaba, fue lanzada lejos. Tú te caiste al suelo con un sonoro golpe... podías sentir cómo la sangre caía de tu herida del cuello, manchando el suelo.

Más gritos - ¡¡¡Rober!!! ¡¡¡La ha mordido!!! ¡¡¡Rápido!!!

De nuevo estabas al aire, pero ya no veías nadie, ni nada... a pesar de tener la certeza de que tenías los ojos abiertos. Las pestañas te pesaban, al igual que la mandíbula... con la sensación de que estaba abierta. ¿Flotabas? No, alguien te estaba llevando en brazos.

Sentiste el sol del exterior del bosque, más gritos... pero cada vez sentías menos. Hasta que dejaste de sentir nada.

¿Habías muerto?

No pasaron ni cinco minutos cuando se escuchó un grito al interior del bosque... un hechizo. Más gritos. Ni cinco minutos más pasaron cuando los profesores salieron del bosque...

El profesor de historia, el que había empujado a Sara al suelo - Carlos Milán - salía del bosque primero con Florinda Meiga en brazos, con su propia túnica, y la de la chica, empapadas de sangre. La chica que iba en brazos tenía los ojos y la boca abiertos... pero ni veía ni decía nada

¡¡¡A la enfermería, rápido!!! - gritó el otro profesor, el cuidado de criaturas mágicas.

Por delante mio pasa la chica de Griffyndor que se la llevan directa a la enfermeria. Durante los segundos que pasan entre que los veo salir del bosque hasta que pasan por delante mio se hacen eternos. En cuanto pasan por delante mio voy corriendo detrás de ellos siguiendoles de cerca.

Nadie a menos que me lance un hechizo que me mantenga quieta hara que no vaya tras ellos he de saber si la chica se pondra bien sin importar lo que diga o haga nadie.

Salomón, llegas al jardín de levante... al mirar hacia el bosque, un escalofrío recorre tu cuerpo.

Mierda, me he equivocado de salida...

No conozco para nada este lugar, pero al ver a lo lejos aquel oscuro y aterrador bosque me ubico rápidamente.
No pensaba salir de la zona del jardín, de eso no tenía duda. Saco con manos temblorosas un cigarro y lo enciendo, en la cena había cogido uno de los pequeños vasos de plástico que albergaban chocolate y lo usaba de cenicero. Luego lo tiraría todo en alguna papelera después de asegurarme que estubiera bién apagado.

Observo el jardín y me paseo por el, es extraño y seguramente premditado el hecho de que al estar tan juntos, contrastan ambos lugares.
El bosque oscuro hace que el jardín sea aun más bonito y este a su vez, que el bosque oscuro sea aún más aterrador. Es una mezcla inquietante y fascinante a partes iguales.

Me quedo sentado en uno de los bancos desde los cuales se observa el bosque. A lo lejos, entre la oscuridad que parece manar de las copas de los arboles, puedo apreciar un tramo más claro de una luz antinatural. Algo me dice que seguramente esa luz la produce el símbolo mágico que comentó Sara que estaba dibujado en el suelo.
Durante un momento estoy tentado de ir a observarlo, pero no lo hago. Mis conocimientos mágicos son nulos, así que aunque me pusieran dicho simbolo delante de las narices no sabría de que podría tratarse.

Aún así, el aire de peligro, muerte e inseguridad del bosque hace que, cerca de ese lugar, este como en casa.