La Lechucería
Allí viven las lechuzas de la escuela y los estudiantes. La lechucería es un cuarto de piedra circular, algo frío y húmedo, ya que ninguna de las ventanas tienen cristal, porque las lechuzas entran y salen constantemente. El suelo está cubierto de paja, para que las lechuzas puedan hacer sus necesidades.
Entro a la lechucería y saco de la mochila un pergamino, una pluma y el tintero, sobre alguna superfície, le escribo la carta a mi padre:
Cita:
PD: Por cierto, estoy bien
Tras escribir la carta, se la doy a la lechuza más oscura - Anda, llévasela a mí padre ^^
Ale, que me responda quién quiera por la mañana del día siguiente cuándo lleguen las lechuzas xD
De repente y sin ninguna aparente razón, todas las lechuzas empiezan a alborotarse. Emprenden el vuelo por toda la lechuzería y empiezan a ulular alarmadas. Parece ser que han notado algo y no bueno precisamente.
Alejandro Medina y Sofía Miranda. Llegáis a la lechucería, uno antes que otra. Vuestras lechuzas están en una de las innumerables perchas que hay a lo largo de las paredes.
Cuando Sofía llega a la lechucería ya hay un chico que le suena. Ah, sí, de Hufflpuff. Se coincidieron en clase de Herbología si mal no recuerda.
- Hola, ¿tú también tienes una lechuza? - Le esboza una sonrisa Sofía.
- ¡Tchiu tchiu, Herbie! - Sofía llama a su lechuza que viene volando enseguida a su llamada. Una lechuza blanca como la nieve con algunas manchas posa sobre el hombro de Sofía. - ¿Me has echado de menos? Mira lo que te ha traído, mamá. - Le saca unas golosinas lechuciles que Herbie los toma de la mano felizmente. Sofía lo acaricia mientras come - Perdóname que no haya podido venir antes, han pasado cosas... Aunque tú eso ya lo habrás notado - Se denota un tono triste en la voz de Sofía, y Herbie como si lo hubiera notado, le picotea suavemente en la mejilla.
¿Sabes? Hay un chico... Pero es Ravenclaw... Y... - De repente a Sofía le viene a la mente las últimas palabras de Salomón: "¿Te apetece ir a alguno de los jardines?" ¡Mierda! Le absorbía tanto el ambiente lúgubre que ni se había dado cuenta.
Sofía alza el brazo con cuidado para que Herbie vaya volando. - Herbie, lo siento, vendré a visitarte otro día, ¿vale? No pelees con los demás, y ¡come bien! - De nada que Herbie se echa a volar, Sofía baja de la lechucería corriendo. ¿Qué era lo que había dicho? ¿Qué jardín era? Recordaba algo de los acantilados.
- ¡Hasta luego! - grita al chico de Hufflpuff.
Me dirijo al Jardín de Tramontana.
Entro en la Lechuceria mirando la paja del suelo.
Tanta magia aquí y todavía tienen que poner paja en el suelo para...
Esbozo una pequeña sonrisa.
Justo después entra una chica creo que la conozco.
Hola, si me encantan.
La contesto cuando me pregunta, después me doy la vuelta y llamo a mi lechuza.
Aragor ven aquí.
Digo en voz alta mientras levanto el brazo para que se pueda posar.
Aparece rapidamente y se posa en mi brazo.
Despues de eso escucho a la chica despedirse, parece que tiene prisa.
Eh.. si Hasta luego.
Me pilla empanado con mi lechuza.
Aragor me voy que ya es tarde.
Levanto el brazo y mi lechuza sale volando a una percha.
Salgo de la lechuzeria dirección a mi sala común.
Llegas a la lechucería. No hay nadie. Las lechuzas descansan todas en las perchas que hay en la pared, algunas ya esconden la cabeza bajo el ala, preparadas para pasar la noche.
Entro en la lechicería, todo esta tranquilo y silecioso, empiezo a buscar con la mirada a Draco, cuando lo he logrado ubicar me acerco.
Draco, ven amigo, por favor te tengo un trabajito. Lleva esta carta donde mis abuelos, gracias
Espero que se acerque y le ato el pergamino en la pato, lugeo me dirijo hacia una de las ventanas sin cristal y suelto a Draco para que pueda volar.
Espero ver que desaparece en la oscuridad de la noche y me dirijo hacia el hall con muchas cosas en la mente.
La sala de los menesteres podría aparecer ahorita, pero que pediría, no mejor no me pongo a jugar no ahora es un poco peligroso en verdad. Vamos a la sala común nada mas.
Luego me dirijo hacia el hall en busca de los caminos hacia mi sala común
Markel e Ita, llegáis a la lechucería. Hay varias perchas vacías, pues parece que algunas lechuzas no han vuelto de entregar su correo aún. Aparte de eso, no hay nadie más.
-y a quien le vas a enviar la carta-esa es la conversación que tenian los dos muchachos cuando llegaban a la lechucería.
-Es una carta para mi padre- dice Markel sacando un tubo de su túnica.- ¿Donde está Maju?- Markel mira hacia arriba buscando a su lechuza con la mirada.
Pronto una pequeña lechuza parda baja volando y se posa en la muñequera de cuero que se ha puesto Markel.
-¡Hola! Tienes que llevarle esto al aita ¿vale? Y mañana te traeré una para la amona.
Markel ata la carta a la pata de Maju y después deja que esta salga volando hacia su casa.
-¿Tu tienes lechuza? ¿U otro familiar? Si no tienes Maju puede llevarte las cartas cuando quieras.
Alejandro llega a la lechucería.
Ita y Markel ya están allí.
Hey los andaba buscando, y quería ver si ya había regresado mi lechuza.
Mientras la busco con la mirada - Ita tu y Markel se van a inscribir no? Creo que también me animare
-hola, alex, si, nos inscribiremos-dice alegre- Markel, tengo un gato pero lo traeré en navidades, tuvo un problema intestinal y mis padres no quisieron que me lo trajera- explica- otra cosa, quienes son o que significa aita y amona?
-Ah pobre gato... espero que se ponga bueno...- dice con una sonrisa- Pues ya sabes, si necesitas mandar una carta puedes decírselo a Maju y él la llevará.
-¡Eh Alex! ¿Que tal? ¿Has recibido ya carta de vuelta? Nosotros vamos a apuntarnos... aunque yo no tengo ni idea ¿nos daran clases antes?
Creo que has recibido la carta en el comedor Alex, repasa la escena del Gran Comedor.
Sofía entra en la lechucería, encontrando a Markel, Ita y Alejandro hablando.
Si, ya llego, lo que pasa que quería ver si Draco ya estaba descanzando, era de mis abuelos la carta, ayer les escribi para contarles que ya habia llegado, nada mas. Me contestaron que esstaban felices de saberlo.
Hoy en la noche les contare lo de la tragedía. Tras unos segundos de silencio continuo - Yo también me quiero apuntar pero no se jugar mucho, por lo que lei nos iban a entrenar para esar aptos a jugar el siguiente año.
Veo a Draco contestando y le pongo unas tostadas que le habia traido del comedor.
Hola, comento cuando una chica entra, no estoy seguro pero creo haberla visto en la mesa de Ravenclawe
Hola, chicos.
Sofía se adentra en la lechucería.
Tchiu, tchiu, ¡Herbie!
A su llamada, una lechuza de tamaño mediano de plumaje blanco como la nieve posa en el hombro de Sofía.
¿Cómo estás pequeñín? Tengo un trabajito para ti. Ésta es para papá y mamá - le ata un pergamino en la patita derecha -, y ésta es mi suscripción del diario, ¿ok? - le ata un segundo pergamino en la otra pata.
Herbie mueve las alas en gesto de protesta. - Lo sé, perdón por encomendarte tantas cosas a la vez, pero confío en ti. - Saca un par de golosinas lechuciles y Herbie lo picotea felizmente.
Vaamos, no tardes. - Sofía alarga el brazo y Herbie alza al vuelo y sale en dirección a la ciudad.
Tras haber enviado las cartas junto con Herbie, se vuelve a los chicos y les saluda más formalmente.
Perdonad, quería enviar las cartas cuanto antes. Por los uniformes que lleváis... Sois de Gryffindor, ¿verdad? - Sofía les sonríe amablemente.