Partida Rol por web

Jueves 26 de Julio del año 2012 de la era de Dick.

9:30 pm

Las calurosas noches madrileñas de verano ya eran un infierno hace muchos años, cuando la ciudad aún no se había convertido en algo parecido a un pastel de cumpleaños con edificios ardiendo en lugar de velitas de colorines, pero desde que a Madrid le dió por comenzar a arder cual gasolinera de Repsol tras el paso de un Balrog con el día malo, aquello era inaguantable sin un buen aire acondicionado instalado.

Ya hacía dos semanas que los rebeldes habían localizado la Ancestral Redbull y rescatado a los okupas y a Alberto Bobadilla del edificio del congreso, y tras el informe de rigor, se les había dejado a la espera de recibir nuevas órdenes de la Cúpula de la Resistencia Barnacitense, alojándolos en un pequeñito piso de la Zona Libre de Madrid que casuálmente tenía libre el primo, del cuñado, de la mujer de un enano, que conoció Chus Marugán durante la fiesta montada por los Rebeldes Malaguitas en el Santiago Bernabeu.

Y el lugar no tendría la mínima importancia de no ser por que carecía de aire acondicionado, y de que nuestros aguérridos heroes empezaban a sufrir tendinitis de tanto darle al Pai pai y al abánico Zevillano.

Para cuando recibieron la ansiada llamada instándoles a hacer acto de presencia en las oficinas del Santiago Bernabeu para reunirse con Chus Marugán, ya habían adelgazado una media de 10Kg de tanto sudar como gorrinos.

Chus estaba esperándoles tirado de mala manera en un sofá del antro con olor a tabaco, del que pasaba un cojón y medio del otro de hacerlo aparentar un despacho.

Diversos posters de películas de animación japonesa y de Akira Kurosawa adornaban las paredes del lugar en el que Chus, competía con otros tres miembros de los Akira Corps. en una partida del Mariano Kart de la Noentiendo Bee. Varias estanterías cargadas de material subcultural, además de archivos concernientes a las operaciones de la Resistencia Madrileña, y un ordenador terminaban de perfilar el decadente conjunto, junto a la mesita entre el sofá y la tele con la consola, hasta arriba de latas de cerveza y paquetes de Cheetos a medio terminar.

Cuando los protagonistas de nuestra historia entraron acompañados por un rebelde madrileño que comunicó su llegada. Chus dejó la partida y se les acercó ofreciéndoles la mano para estrechar.

-Buenas noches, hacía tiempo que no nos veíamos. Les dijo. ¿Habeis disfrutado de la ciudad durante vuestro merecido descanso?

Más que un maricón con lombrices. Aunque la próxima vez, preferiríamos un piso con aire acondicionado... -Cuando dije esto último, me quedé parado un momento, para gritar después- ¡Joder! ¡Ahora que lo pienso, si yo tenía mi casa aquí! ¡No sé qué coño he hecho metido en ese pisucho!... Ains, en fin, Dios me lo recompensará de alguna manera...

Bueno, a lo que hemos venido... ¿Por fin vamos a ir a quemar a Alejo por barbas y por hereje?. Porque sería lo mínimo, después de lo que hemos pasado en estos días... -Dicho esto, recordé lo acontecido en las últimas semanas. No sabía que era peor, si los perroflautas, las hadas, los memonios, el taxista con narcolepsia, el tio que tenía más personalidades que Carlos Latre...

Ahora, sólo tenía que esperar a ver donde nos mandaban. Sólo esperaba una cosa. Que no hubiese perroflautas.

Alma se sentía realtivamente bien en el piso, casi todo el día de un lado para otro en bikini por no hacerlo en pelotas - aunque solo fuese por respeto al cura - del calor que tenía. Lo bueno es que dada la localización del pisito que les habían dejado aprovechó para darse unos cuantos paseos conociendo lo mejor de la Zona Libre de Madrid, osease, los sitios donde aún se podía jugar a videojuegos como cuando ella era pequeña. Y eso SÍ que era vida.

Sin embargo no estaba allí solo por ocio sino por trabajo, así que cuando finalmente fueron avisados de que se requería la presencia del grupo tuvo que dejar plantados a unos porretas con los que estaba echando una competición en toda regla al Counter Sbike VI.

Siguiendo a sus compis llegaron desde el pisito al garito de Chus, en el que la maña solo tuvo ojos para las carreras de Mariano Kart que estaban llevándose a cabo en la televisión. Tuvo que contenerse y aguantarse las ganas porque estaban allí por asuntos de trabajo, que sino...
- Oh, yo sí la he disfrutado, aunque como bien dice aquí el padre hubiera estado bien un poco menos de calor en el pisito ese, he dormido literalmente pegada a mi compañera.  - respondió la muchacha que iba aún ligerita de ropa aunque llevaba en la mano sus trapos habituales por si acaso, recordando cómo cada mañana al despertar tenían que despegarse la una de la otra pues el calor había estado toda la noche tratando de convertirlas en siamesas.

Las dos semanas para Curt fueren el encuentro entre el cielo y el infierno. Mientras un batido fresquísimo de fresa le enfriaba y alegraba el cuerpo, todo iba viento en popa. Sin embargo, cuando los MegaDicks empezaban a escasear le tocaba hacer algo para poder costearse su chute. Y eso cansa mucho. Más aun en este infernal ambiente madrileño.

El pisito de Chús le pareció la re-hostia. Fresquito, con lectura, videojuegos y, sobre todo, nevera. Lástima que el contenido no fuese el deseado por el indeseable extremeño.

-Joer, machos, que bien os lo habeis montado. Por mí, me quedaba a vivir aquí con vosotros.

Desde dentro de Curt una vocecita le decía:

-Curt, soy Michael. Hazme el favor de olisquear un poco ese sofá, que me parece que ahí se ha fumado todo lo que a mí me llevas prohibiendo mucho tiempo...

Sin más, Curt pegó su napión al sofá y comenzó a olisquear el putrefacto hedor a tabaco rancio.

¡Konbawa Marugan-san! saludo moviendo enérgicamente la mano derecha pues ha sido un poco rollo, porque el tipo del piso solo tenía unos pocos capítulos de Naruto y eran del rellenuto saco la lengua con gesto de asco decir estas palabras pero gracias a que estaba con mi querida Alma-neechan no ha sido un muermazo absoluto le pego un achuchon a Alma para dar más énfasis a mis palabras.

En ese momento me fijo en los posters que hay colgando de la pared y me quedo maravillada con los de las películas de anime. ¡Kakkouiiiiiiii! ¡Son chulísimos! ¿Me puedo llevar alguno? ¡Porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa, porfa! Le insisto a Marugan haciendo unos pucheritos.

Max se había pasado la mitad del tiempo en el hospital curándose las heridas y la otra mitad en el bar de su amigo Jony destrozándose el hígado. Vamos, lo que solía hacer normalmente... solo pasaba por el piso de vez en cuando para alegrarse un poco la vista con los modelitos escasos de tela que lucían sus dos compañeros y ya de paso echar unas partidas al tute. Tampoco mucho rato porque aquel piso parecía las puertas del mismísimo infierno y por muy buenas que estuvieran sus compañeras eso no había ser humano que lo aguantara.

Al fin llegó la ansiada llamada de la Resistencia citándonos en el despacho de Chús. Se alegró al volver a ver el todoterreno aunque tenía unos cuantos bollos más. A sabé quien cojone me lo a cogío.

No era la primera vez que entraba en aquel lugar y seguía pensando como la primera vez que lo vio. Como se nota quien tiene la pasta...Como Pedro por su casa se acercó a la nevera y se sirvió una cervecita. Si, nos lo hemos pasao chupi, por cierto e puezto los gaztos del Hozpital a tu nombre, ya te llegará la factura... Eso por lo del pizito del infierno mamón!!

-Eeeemmmh... sí servíos... como en vuestra casa... alcanzó a decir Chus cuando con todo el morro del mundo el taxista ya se había hecho con las vitaminas que le hacían empezar bien el día.

A Chus le pilló con la guardia baja el hecho de que el hospital de la resistencia fuera a pasarle los gastos derivados de la recuperación del zevillano, y su úlcera comenzaba a dar síntomas de sangrado debido al cabreo que le estaba viniendo, cuando Lorena que aún, seguía diciendo por favores, provocó que el vaso se desbordara dirigiendo la ira del hombre hacia su persona.

-¡NO! ¡LOS POSTERS SE QUEDAN DONDE ESTÁN, QUE ESTO NO ES UNA PUTA O.N.G.!

Tan aturullado se encontraba el pobre Chus, que no se percató de que seguía teniendo la mano levantada ofreciendola para estrechar, y Patxi, que era muy educado a su bilbaina manera, ajeno al rebote que acababa de pillar el madrileño rebelde, la agarró zarandeando al hombre de arriba abajo, como una vulgar coctelera.

-Un plaser volver a verte mutiko. Le dijo mientras lo sacudía con énfasis convirtiéndolo en un borrón en el aire. Hase un poco de calores en la siudas, pues, pero grasias a la Gaseosa Crus de Gorbea y a las neskatos en cueros, he disfrutao de unos errefreskantes momentos en el txoko que nos habeis dejao. Me pasao tol día con la punta de la txapela tiesa, así que nostoy pa quejarme del servisio oyes.

Cuando Chus se vió libre del vasco apretón de manos, se tiró un rato recuperando el equilibrio mientras se bamboleaba ligeramente hacia los lados sacudiéndose de la cabeza los pajarillos que no dejaban de girar alrededor de la misma y que veía con insistencia.

Cuando recuperó la compostura tras superar con éxito una tirada de Agallas y otra de Músculos, volvió a hablar, mientras se recolocaba la camiseta en su lugar.

Joder lo que hay que aguantar... Pensó fastidiado antes de hablar.

-Bueno, vamos al meollo cuanto antes que he dejado a medias la partida y quiero terminar pronto... Mientras hablaba iba acercándose al ordenador. Tengo a Konstantin en línea esperando a la videollamada para hablar con vosotros, dijo respondiendo así al Padre P. Piscinas de modo que no le hagamos esperar más...

Chus meneó el ratón del ordenador hasta que se encendió la pantalla y dió comienzo a la videollamada, que fue aceptada en unos segundos.

La característica niebla de nicotina que precedía a la aparición del líder de la resistencia barnacitense, hizo acto de presencia en el recuadro que se activó con las imágenes de la camarita del otro lado de la línea, y cuando esta se esparció a causa de los manotazos de una mano tras ella, Konstantin se dejó ver acompañado de uno de sus inseparables Silk Cut en los labios.

-Buenas chavales ¿Cómo van esas vacaciones por Los Mandriles?. Sonrió al levantar la mano para saludar.

Calurosa... Aunque eso aquí es normal... -Contesto a Konstantin- Pero bueno, esta llamada seguro que implica que ya nos vamos de aquí... ¿La próxima misión será quemar a Alejo por hereje y por barbas?. Lo digo para coger un poco de fuego de por aquí, que nos sobra, oyes...

Unas lagrimillas aparecen en mis ojos cuando Chus pone a gritarme como un poseso yo…yo…yo…waaaaaaaaaaaa hasta que al final se transforman no en lagrimones, sino en auténticos torrentes que riete tu de la cascada de los cinco picos donde entrenaba el caballero del dragón. Estas no lo invierte ni aunque se muera cuatro veces seguidas.

Me dirijo otra vez donde Alma y me pongo a llorar apoyada en su pecho waaaaa… me ha gritado…. waaaaa… Alma-neechan me ha gritado… waaaaa. Después de un rato llorando me pongo a señalar a Chus con la mano derecha. ¡HIDOI! le grito para después sacarle la lengua (todo esto aun apoyada en el pecho de Alma).

En estas que la pantalla del ordenador se enciende mostrando la imagen de Konstantin saludando. Me aparto por fin de Alma y me pongo a saludar otra vez moviendo la mano de manera efusiva ¡Konbawa Konstantin-san! ¿Mandriles? ¿Dónde? ¡Me encantan los monos, son tan Kawaii! digo haciendo como que abrazo algo.

A Alma le pilló bastante desprevenida el arrebato de ira que protagonizó Chus con respecto a la amable petición de su compañera en lo referente a un póster de la habitación. Tras el grito Lorena corrió a echarse a llorar entre sus pechos como un recién nacido mientras la maña le decía "Ea, ea, ea... No pasa nada. Ea, ea, ea... Ya te compraré uno cuando lo vea en otro sitio donde no respondan de tan malas maneras a las señoritas..." le dice en voz alta a la vez que, al decir esto último, echa una mirada matadora a Chus.

Con Lorena aún anclada en su pecho mojando la poca ropa que tapaba sus pechonalidades, Alma se da cuenta de que a causa del calor prefirió no ponerse sujetador y da gracias a que nunca viste de blanco, sino siempre de negro. De lo contrario con tanto mar de lágrimas sobre su escote se le estaría notando todo como en esos concursos de "tetona mojada" que a los tios de los baretos que frecuentaba hace unos años tanto les gustaba ver.
Aún así, por si las moscas, se apresuró a fijarse en Curt, muy dado a acosar a las dos muchachas, para percibir si algo en su cara le señalaba que estaba enseñando algo que no debía. Por suerte, Curt andaba mirando a una pantallita gris como casi todos los demás.

Al notar que también Lorena se separaba al fin de ella, se fijó más para intentar saber qué había en aquella pantalla hasta que entornando los ojos se percató de que el color gris se disipaba y dejaba paso al hermoso rostro de Konstantin, tan guapo y oculto tras niebla como siempre.
- Oh... sí, sí, Jhon. - se apresuró a responder la maña.- Mucho calor... mucho calor hace aquí aunque la Zona Libre es una pasada. ¿Tal vez tienes ya noticias sobre la siguiente carta, jefe? - preguntó después haciendo énfasis con voz sensual en la palabra "jefe", esperando que la mujer de este no se encontrase cerca...

Max ya se había bebido la cerveza y comenzaba a engullir ganchitos como si se acabase el mundo. Cualquiera diría que esta intentando cabrear a Chús y así era y es que el ex –soldado, ex – taxista y miembro activo de la rebelión le tenía mucha rabia desde que lo degradó por el incidente con el helicóptero en una de sus misiones…

Cuando se cansó de engullir se sentó junto a los Akira Corps como si fuese uno más. Que xavales, como va? Anda un juego de carreras!. Cogió el mando y se puso en posición. Tu niño dale al play que vais a ver como conduce un pofesioná.. Ni siquiera hizo caso cuando apareció Konstantin por la pantalla del ordenador, y es que Máx prefería dejar los aspectos logísticos a sus compañeros.

Konstantin tosió un poco tras una calada y se aclaró la garganta, antes de volver a hablar.

-Efectívamente padre, tenemos intención de ponerles en marcha. Le respondió al cura. Pero tenga usted paciencia, que de momento no ha llegado la hora de quemar a nadie. ¿Por cierto, dónde está su compañero? No lo veo desde aquí...

El rubiales de pelo alborotado dió otra calada, mientras esperaba por una respuesta sobre Max.

-Aaaah... dulce placer alquitranado... bueno, a lo que iba. Tranquila por el calor maja. Le comentó a Alma. Eso lo vamos a arreglar cagando leches, por que en efecto, ya tenemos noticias de otra de las cartas, por eso os hemos hecho llamar. ¿Y a esa qué le pasa? Preguntó por Lorena un momento antes de que a la chica le diera por otro de sus repentinos cambios de humor. ¿No le habreis echado droja en el Colacao verdad?