Partida Rol por web

Siete aprendices llegan al Santuario buscando una Armadura Sagrada. El misterioso guerrero Altieon el Rojo derrota al maestro Eleas en el Lago de las Lágrimas y huye con su armadura, Argos de Navio, considerada la más poderosa armadura de Plata. Pero el Caballero de Atenea, lejos de estar derrotado, encierra al lugar en una burbuja de espacio-tiempo con su Técnica Suprema "El Viaje del Argos".

Los aprendices son los únicos que pueden recuperar la armadura de Plata antes de que Eleas muera y Altieon escape con ella.

Hoy Presentamos: El Misterio de Andrómeca
 

El delgado aprendiz venido del lejano oriente corre raudo escalones arriba. Le sigue los pasos el menudo Delenias, casi volando sobre la piedra. 

La carrera los lleva hacia arriba, entre paredes decoradas con tallas antiguas y reparaciones más recientes. el aire es pesado y cargado de polvo, que brilla entre los rayos de luz que penetran por agujeros en el techo.

Los escalones terminan y se detienen en seco, las sandalias resbalando en la lisa piedra. Se encuentran en una amplia sala, de finas baldosas de mármol y columnas decoradas en las paredes. El techo se eleva hasta quedar fuera de la vista en la penumbra.

En el centro de esta habitación un enorme brasero se alza, como una jaula de acero alto como un hombre adulto en su cúspide. Poco se distingue, en la oscuridad, más allá.
 

 Nuestra apresurada carrera en pos del ladrón de la armadura acaban en una sala enorme, aunque me parece notar algo siniestro en ella, y mas concretamente en ese brasero en el centro de la habitación

-Espera un momento Delenias, podría ser una trampa-

Me detengo a unos diez metros del brasero, respiro profundamente tres veces y luego intento expandir mi consciencia como me han enseñado intentando percibir cualquier rastro de cosmos en esta habitación, convencido de que algo aquí no es lo que parece

Sin embargo estoy demasiado nervioso tras la carrera, pensando en la responsabilidad sobre nosotros. Mi concentración fluctua y apenas percibo fragmentos y retazos que no significan nada. Frustrado vuelvo a abrir los ojos buscando una aproximación mas mundana

Después de una apresurada carrera, llegaron a una especie de caverna. Destacaba la presencia de un brasero que, cuanto menos, le hizo preguntarse qué haría algo así en tal lugar.

Delenias siguió con calma los pasos de Foon Xao, la prudencia le advirtió de que era mejor no apresurarse, aun cuando el tiempo corriera en su contra.

Esperó pacientemente a que Foon Xao saliese del estado de concentración en el que parecía haber entrado, mientras observaba a su alrededor para ver si algo se les había pasado por alto.

Tras unos instantes de silencio, pensó que era hora de tomar una decisión, ya que no tenían tiempo que perder. Con calma, se acercó al brasero para verlo de más cerca.

-Quédate atrás, por si acaso.

No tiene sentido esperar mas, asiento a las palabras de Delenias y vigilo a nuestro alrededor y lo alto de la sala por si llega alguna sorpresa inesperada

"aunque no haya conseguido usar la percepción que nos han enseñado algo aqui huele muy mal"

Mantengo la posición de alerta mientras espero a ver que descubre Delenias

Foon Xao se aproxima al brasero, mientras la vista de Foon Xao recorre el lugar. El aprendiz del Dragón descubre algo en el otro extremo, cuando Delenias ahoga un grito desde el fondo de su garganta.

Blancas volutas brillantes parecen desprenderse de la pequeña aprendiz de los Perros de Caza. Como espíritus perdidos, gotas de Cosmos de Delenias saltan al aire, indecisas, hasta posarse por fin en el Brasero. Una vez en su centro, se aprietan hasta formar una llama celeste, brillante, que ilumina la habitación.

Y aquello que Foon Xao ha descubierto: Una puerta:

Una brisa se levanta, rodeándolos y haciéndolos retroceder hasta el centro de la habitación. El polvo de años de abandono les pica en los ojos, tanto que deben protegérselos con las manos y antebrazos. 

Cuando por fin el silbido a su alrededor muere, el polvo se asienta en el silencio. Confundidos, parpadean bajo la luz del brasero. Entre ellos y la puerta se encuentra una mujer, etérea, transparente.

- Hola. Bienvenidos a mi morada... bienvenidos al lugar de descanso de Andrómaca.
 

Qué brasero más extraño. Parece alimentarse de..

El hilo de pensamientos de Delenias se interrumpió cuando la repentina claridad les reveló dónde se encontraban. Retrocedió hasta la posición de Foon Xao, mientras esperaba a que se revelara lo que tenían ante sí.

Al poco, una puerta hace su aparición, al igual que una mujer de apariencia fantasmal.

Andrómaca.. ¿Podría ser la misma?

Recordaba las palabras de su maestro con toda claridad, a pesar de no tener mucho interés en la historia, esa guerra la recordaba.

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Como todos los días, el maestro y Delenias descansaban apoyados en un tocón, después de entrenar durante horas. Era el momento de narrar la historia, ya que saber de dónde se viene es tan importante como forjar el futuro: determina quién eres.

Como siempre, su maestro empezó con una pregunta:

-¿Qué sabes sobre la guerra de Troya?

-Mi padre me contó algo sobre ella, maestro. Sé que ganaron los griegos, gracias a una argucia del famoso Aquiles. Un gran despliegue ofensivo desde dentro de las murallas les permitió ganar con rapidez. Y.. creo que eso es todo.

El maestro sonrió con calma, Delenias no conocía la parte que a él le interesaba, pero sabía que la gente no solía conocer más.

-Lo que dices es cierto. Por razones desconocidas, los dioses decidieron que griegos y troyanos se enfrentarían. Los griegos embarcaron para partir hacia Troya, con el fin de vengar la afrenta sufrida. Los griegos lucharon con valentía, pero la muralla de la ciudad de Troya les impedía conquistar la ciudad. Como bien has dicho, Aquiles ideó el plan que les llevaría a la victoria: el conocido caballo de Troya-. Hizo una pequeña pausa para dar dramatismo a la historia-. Lo que no sabes, es lo que pasó después, ni el sufrimiento que padecieron los vencidos.

Muchas personas murieron, pero el dolor residió en los que quedaron vivos para presenciar la destrucción. Un claro ejemplo de esto fue Andrómaca, quien representa el amor filial y conyugal, así como el sufrimiento. ¿Conoces a Andrómaca?

Delenias negó con la cabeza, era todo lo que necesitaba.

-Andrómaca fue la mujer de Héctor, a quien seguro conoces. Después de su muerte, fue entregada a un griego en calidad de esclava. Tuvo tres hijos con él, asesinados por la envidia que la mujer del padre le tenía-. La voz del maestro se iba apagando, conforme llegaba al final de la narración-. El amor que sentía por Héctor no se podía describir, y murió a manos de los griegos. Al igual que sus hijos, engendrados por alguien a quien no amaba. Te cuento esto, para que veas que una guerra no son sólo triunfos y heroismo, siempre hay alguien que sufre, y debes tenerlo presente.

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Puede ser... ¿que se trate de la misma Andrómaca? En cualquier caso, no tenemos tiempo para averiguarlo. El tiempo corre en nuestra contra, y tenemos que encontrar a Alteion.

Delenias avanzó unos pasos, mostrando su intención de seguir el camino, mientras hablaba con voz firme.

-Señora, encantado de conocerle, pero tenemos prisa. Si hace el favor de dejarnos pasar, volveré si es su deseo para conocerla. Pero ahora no tenemos tiempo.

-Andromaca- repito el nombre en voz baja, recordando la historia de Troya que me contaron en una caravana mientras cruzaba el Imperio Persa e intentaba aprender el idioma y la cultura del que sería mi futuro hogar

-Andromaca fue la mujer de Hector, tras la caida de Troya fue esclava de Neoptolemo, el hijo de aquiles, el que mato a su marido, a su padre y a sus siete hermanos. Pero tras la muerte de este se caso con el hermano de Hector, Héleno, junto a el gobernó Epiro, donde aun gobiernan sus descendientes-

La voz del erudito que le acompaño tantos días en el desierto suenan claras, "pero ¿como puede ser esta esa Andromaca?", todo aquello sucedió hace tiempo si entendí bien, esta mujer parece demasiado joven, y claramente extraña

Asiento a las palabras de Delenias, junto las manos ante mi y hago una reverencia a la mujer

-Mi compañero habla por los dos, y aunque nos encantaría hablar con usted un asunto urgente nos reclama. ¿ha visto pasar por aqui a un individuo de aspecto terrible con armadura roja?-

La sombría figura simplemente inclinó la cabeza. Dos rastros plateados caían de sus ojos, mientras las manos se retorcían espasmódicamente.

- Así es, guerreros de mi amada Atenea. Así es... como terminé descansando eternamente en este lugar. Porque la grandiosa Atenea entiende mi sufrimiento, yo le pedí que no sea en vano. Es por ello que guardo este portal, esta puerta que hoy ya ha sido violentada... llora con desesperanza, su imagen temblorosa como el humo en el viento. Un guerrero maligno, de un Cosmos espantoso, pasó por aquí y forzó su entrada junto con sus esbirros.

Cuando Delenias acerca la mano hacia la puerta, Andrómaca lo detiene. Pero... estás seguro de que quieres hacer eso? Detrás de esa puerta se guardan tus peores temores. En esa sala los Caballeros de Atenea se libran de sus pesadillas, miedos, tristezas. Quién sabe lo que puedes encontrarte del otro lado?
 

La tristeza que despide Andromaca es casi palpable, casi lamento ir a cruzar la puerta

-¿mis temores? solo temo al fracaso, y es lo que encontraré si no cruzo esa puerta, el villano que la ha cruzado ha de ser detenido sin importar el precio que paguemos. Gracias por la advertencia, pero tenemos que continuar-

¿Es cierto esto? ¿a que temo yo? no me apetece descubrirlo, pero lo que le he dicho es cierto, estoy determinado a seguir adelante por la justicia

 ¿Nuestros peores temores? No puede ser peor que el temor a ser derrotado y no poder lograr mis objetivos. No hay nada peor que ver caer a algún amigo... y evitar eso es el motivo de que esté aquí hoy.

En silencio, Delenias asintió a las palabras de su amigo, ya que bien describían sus propios sentimientos.

-Gracias por el aviso, pero está en juego algo mucho mayor que el temor que podamos sentir. Confío en que nuestra determinación nos permita superar cualquier reto.

Avanzó de nuevo la mano, en dirección a la puerta, para tocarla con suavidad.

Ante el contacto, la puerta gimió apenas y una de sus hojas se abrió, lo suficiente para que cada uno de ellos pudiera pasar.

El espacio al otro lado era oscuro, impenetrable. Solo podía verse la fantasmagórica luz del brasero en un pequeño trozo de suelo frente a la puerta; de un negro pulido, como mármol.

Se dispusieron a entrar, cuando la aparición los detuvo con un gesto. Recuerden, que la clave, siempre, es el amor. 

Al atravesar la puerta, la oscuridad los traga. 

El aire se vuelve espeso, con olor a hierro y arena. Cierran los ojos como acto reflejo, puesto que el viento les azota la cara. El polvo y la arena carcomen la piel como lija, y tardan en poder observar lo que tienen a su alrededor.

Una gran guerra engulle al mar y la tierra. Relámpagos cruzan el cielo, violentas explosiones sacuden el suelo. 

En la orilla de la playa, tres guerreros combaten. Sus Cosmos estallan fuertemente, lanzándose golpes imposibles. Su velocidad es tal que es dificil saber quién golpea a quien, en un torbellino de técnicas que avanzan y retroceden.

A los pies de los aprendices, un Caballero de Atenea se encuentra temblando, ensangrentado, sollozando. Al verlos, les toma de las túnicas, desesperado. Ayudadme! Ayudadme! Ya no se quién es el enemigo, y quien mi hermano! Señala a los tres combatientes. Las Sirenas de Poseidón toman nuestros cuerpos, nuestras mentes con sus canciones de engaños, y no sé a quien combatir! 

Los guerreros caen al suelo, exhaustos. Parecen estar a solo un golpe de perder la consciencia, pero aún así levantan la vista. Sus dedos se entrecruzan en el aire, acusándose mutuamente.

- Salvadnos, por favor! dice el caballero de Verde. Él, dice señalando al caballero de Rojo, es un sirviente de Poseidón!

- Es rídiculo! replica el caballero de Rojo, y señala al tercero en discordia, el caballero de Azul. Él es un sirviente de Poseidón.

- Patrañas, las de ambos. Ellos dos, dice el caballero de Azul, son sirenas! Acaben con ellos! 

El hombre en la arena vuelve a sollozar. Cómo saber quien es quien en esta guerra? Bien es sabido que los Caballeros de Atenea nunca mienten, pero que las sirenas dirán cualquier cosa con tal de ocultar la verdad, tanto que no pueden evitar torcerla y retorcerla!

La escena es confusa y por un momento no se que hacer, luego recuerdo las palabras de mi maestro, los ojos pueden ser confundidos pero la mente de un sabio es siempre capaz de penetrar los engaños

-¿dices que los caballeros siempre dicen la verdad y las sirenas no pueden evitar mentir?-

Calmo mi mente ignorando todo a mi alrededor excepto las palabras de los tres supuestos caballeros

-Si verde es un caballero dice la verdad y rojo es una sirena, por lo tanto miente y azul es otro caballero. Pero entonces Azul dice la verdad al decir que los dos son azules, verde incluido. Eso no puede ser así que Verde no puede ser un caballero, es una sirena-

-si rojo es un caballero dice la verdad y azul es una sirena, azul dice que verde y rojo son sirenas, por lo que seran los dos caballeros.miente sobre rojo, correcto. Pero verde dice que rojo es una sirena por lo que seria un caballero que miente, no puede ser-

-Si azul es un caballero dice la verdad, los otros son sirenas y mienten ambos. Rojo dice que el es una sirena, lo que seria mentira. Pero verde dice que rojo es una sirena, lo que sería verdad. No puede ser-

Así que pese a todo algo falla en mi lógica y perplejo sigo pensando en el problema

 ¿Dónde estamos?

La primera pregunta que se hizo Delenias no tuvo nada que ver la escena que se presentaba ante ellos. Con cierta incertidumbre, avanzaron hacia el hombre que parecía desesperado.

Esto es muy desconcertante.. Por lo que parece, al menos uno de ellos ha sido poseído por una sirena, abocándole a modificar la realidad. Tenemos que averiguar quién está poseído y quién no, para poder detener este combate.

Delenias sabía que no tenían tiempo para detenerse a pensar tranquilamente, pero era de vital importancia resolver tal enigma para poder continuar con su camino, ya que era su deber ayudar a los caballeros.

Debemos reconocer la verdad y la mentira en boca de un hermano, y para ello me temo que sólo hay una salida: tenemos que escuchar sus palabras e interpretarlas.

Súbitamente, la respuesta le atravesó como una parpadeante luz tras horas de oscuridad.

El caballero azul no puede estar diciendo la verdad, ya que de ser así el verde no miente, por lo que el azul miente.

A la vez, el verde no puede decir la verdad, porque eso significaría que el rojo miente, y dado que el azul no podría mentir, de nuevo el verde mentiría. Entonces sólo nos queda una solución.

Se acercó al único caballero que no estaba enzarzado en la lucha, y le confirmó con determinación:

-Amigo, el hermano que no se encuentra poseído por una sirena, es el caballero rojo. Si aún estás con fuerza, ayúdale a acabar con el combate-. No me gustaría inmiscuirme en una lucha personal, no cuando eso desequilibraría el combate. Atenea vela por la justicia, y este combate es suyo.

Tras las palabras de Delenias, la batalla en la lejanía parece remitir, como un mal sueño que se olvida poco a poco. Sin embargo, tanto el caballero azul como el verde se deforman, sus caras convertidas en fantasmagóricas caras cubiertas de escamas, y se lanzan a por los aprendices!

-.-.-.- Foon Xao

- Niñito, esta será tu tumba, para siempre! Prueba la fuerza de mi Maldición del Mar (45/25)!! Las palabras de la Sirena resuenan en los tímpanos de Foon Xao, amenazando con hacerlos estallar. Su piel se agrieta y astilla, tornándose verde-azulado, extrayendo su fuerza, mientras la Sirena proyecta golpe tras golpe contra su cuerpo.

-.-.-.- Delenias

- Nos has descubierto, pero no podrás hacer nada por detener a nuestro Amo! Destruiremos a Atenea, destruiremos al Santuario! Sufre mis pesadillas (30/15 Paralizante)! Al instante un estallido sónico atrapa a Delenias, cuyos ojos se enturbian y comienza a perder el sentido de la realidad...

 "si azul dice que los otros dos son sirenas y solo uno lo es también es una mentira, como pude no verlo"

Finalmente, algo tarde, lo comprendo. Pero ahora no hay tiempo para lamentarme por mi lentitud pues el enemigo ya se lanza sobre mi con una serie de golpes terrible. Las aceradas garras de la criatura se lanzan a por mi garganta y aunque las bloqueo lo mejor que puedo siento el agudo escozor en los puntos en que mi sangre empieza a brotar

(Bloqueo 26/10)

-ninguna infernal criatura de Poseidon sera capaz jamas de dañar a Atenea. Este lugar será vuestra tumba-

En cuanto los golpes parecen remitir un poco concentro mi cosmos en mi puño y lanzo un ataque directo con todas mis fuerzas

(Ataque del Dragón 30/15)

 -No permitiremos que alguien con intención de dañar a Atenea quede impune. Te haré pagar lo que le has hecho al caballero de cuyo cuerpo te has apoderado.

No sabía si podría cumplir con su palabra, pero al menos tenía la intención firme de hacerlo. Pero antes de poder siquiera moverse, el ataque de la sirena le envuelve en una gran sensación de mareo, impidiéndole concentrarse en lo que le rodea.

Realizando un gran esfuerzo, consiguió concentrarse lo suficiente para realizar su técnica defensiva más poderosa. (Intuir ataque 30/10) El método en que su adversaria llevaba a cabo su técnica quedó al descubierto, permitiéndole traspasar el velo de turbidez y volver a la realidad. 

Ya con completo control de sus acciones, no perdió más el tiempo en palabrería y se lanzó sobre la sirena, realizando su ataque más poderoso. Descendió sobre la sirena con los brazos lanzados en un rápido ataque, mientras concentraba el cosmos alrededor de éstos:

-¡Colmillo agudo! (Colmillo agudo 30/15)