Partida Rol por web

7 jóvenes aspirantes llegan al Santuario, buscando los conocimientos y entrenamientos que les permitan llegar a ser Caballeros de Atenea. Tras pocos días, sin embargo, una sesión de meditación se ve interrumpida por dos Cosmos chocando violentamente. Al pie de un lago, Eleas yace en un charco de su propia sangre, mientras el agresor se dispone a huir con una Caja de Pandora. Los valientes aspirantes se disponen a detenerlo, pero todo el poder de sus Técnicas solo consiguen avivar el ardiente Cosmos del enemigo.

Hoy presentamos: El Robo de la Armadura!

El Lago de Lágrimas de Atenea, brillando entre los árboles. La vista desciende hasta su borde, donde la blanca arena se mancha de sangre carmesí alrededor de un hombre de blancos cabellos, tendido boca abajo.

Cercano a él, 7 muchachos se enfrentan a un hombre de imponente estatura y extraña armadura. El Cosmos del ladrón sacude el lugar como una ígnea tormenta, flagelando los árboles y ocasionando violentas ondas en el agua.

A su espalda cuelga una mítica Caja de Pandora, conteniendo una Armadura de Atenea. 

- Hahahaha!!! Altieon rió sonoramente. A su alrededor se materializaron guerreros con negras armaduras, interponiéndose entre el gigante y los aprendices. No pensarán que alguien como yo perderá tiempo en luchar contra ustedes, verdad? No me rebajaría a vuestro nivel!

Los recién aparecidos soldados rieron acompañando a su maestro.

- Adiós. Deberían haber elegido mejor su bando... porque van a perder. Y perder, es morir!

De un salto, Altieon desapareció en la oscura boca de las cavernas a su espalda, dejando a los esbirros para enfrentarse a los aprendices.

Un soldado del Guerrero Rojo se colocó frente a cada aspirante, bloqueándoles el paso. No pensarán que son capaces de perseguir al amo, verdad? NUNCA LO PERMITIREMOS!! 

El ataque no había surtido efecto, el gigante Altieon había logrado huir humillándonos en combate pese a que Artemias había expandido su propio cosmos a la hora del combate de una forma sobrenatural. Nuestro maestro aún yace en el suelo y la ira que recorre mi cuerpo es gigantesca, tanto por la pérdida de mi maestro como por la derrota recién sufrida. En cuanto me dispongo a iniciar un nuevo ataque, Altieon ha llamado un grupo de extraños hombres que visten armaduras negras, oscuras como la terrible maldad que palpé en el cosmos del gigantesco santo. Sus burlonas sonrisas no hacen más que avivar la llama de odio que siento hacia él en este instante, sin pensármelo dos veces en cuanto veo que Altieon ingresa a las cavernas tras él atacó al soldado que tengo enfrente - No me importa lo que hagas, no dejaré que ese canalla huya con un ropaje sagrado de la diosa Athena, así que quítate o sufre de mi POLVO DE DIAMANTES - ataco con fiereza al hombre vestido de negro con mi técnica básica, la ira que tengo me impulsa a actuar de tal forma

Observo como poco a poco aparecían los esbirros el caballero Altieon y como a nuestra propia vista escapaba con la armadura posiblemente de Argos de Navio. 

No puedo perder tiempo en ellos, tengo que ir por la armadura, no podemos dejar que se la roben.

No tengo mucho tiempo para hablar. 

Mi cosmos sube al limite. Los tenaces rayos blancos cubren mi cuerpo mientras la energía asciende y desciende en oscilaciones peligrosas pero armoniosas. Poco a poco una lluvia de plumas tan blancas como mi propio cosmos comenzó a caer en el campo, cerré los ojos y comencé a concentrar mi cosmos. Una ráfaga de viento desplazo todas las plumas y comenzaron a rodearme. No hay tiempo que perder, tengo que ir por la armadura. estire mis brazos empujando la ráfaga de viento, transformándose rápidamente en un tornado que impacto contra el soldado de armadura oscura. ¡Tornado blanco!.

Aioras se quedo mirando a su contrincante las palabras de aquel extraño caballero respondiendo a su pregunta resonaban en su mente,porque pelear...

-Os ruego quitaros de nuestro camino,no deseo causaros daño si puedo evitarlo ,apartaos por favor.

Su mirada llena de paz estaba clavada en el caballero que tenia enfrente ,mientras en sus manos se encontraba su siempre acompañante,una pequeña lira..

El sujeto llamo a varios esbirros mientras escapaba con el
armadura, dijo que no pretendía perder el tiempo con novatos como nosotros, sin
embargo por alguna razón podía sentir todo a mi alrededor, hasta lo mas mínimo.

Puedo hacerlo, esto es
a lo que se refería Soterio, este es el poder de luchar por tus ideales, este
es el poder que nos da nuestro amor hacia Athena”.

Hable en voz alta para mis compañeros:

-“Muchachos y Rey, se
que sonara egoísta de mi parte, pero me siento capaz de frenar a  Altieon y quizás poder recuperar la armadura,
les ruego que confíen en mi y me habrán un camino a través de estos sujetos”-

Sin decir mas nada, comencé a correr derecho en pos del
camino donde nuestro enemigo se fue, sin hacer más que correr.

 Debo guardar energía para el combate contra
Altieon confió en que los demás apartarían a los enemigos que quisiesen
atacarme, me siguieron hasta aquí, ahora si podía llamarlos compañeros…

- Cuenta con ello Artemias. En cuanto nos quitemos a estos de encima te seguimos. - digo afirmando con la cabeza. Me giro y le guiño un ojo para añadir. No creo que tardemos mucho. Tú tranquilo y recupera la armadura.

Me planto delante de mi esbirro e intentando también acaparar la atención del esbirro de Artemias golpeo a este último intentando pillarlo desprevenido.

- ¡¡Garra de Dragón!!

_Artemias, no sé qué te hace pensar que podrás vencer solo a quien derrotó a nuestro maestro Eleas, y sin siquiera una armadura, pero ve si eso es lo que crees que debes hacer.

Cuando Lucio acabó de decir esto, comenzaron a aparecer varias ovejas de lana blanca como la nieve, bloqueando en parte la distancia que separaba a Artemias del soldado que lo enfrentaba. En ese instante Orrin lo estaba atacando.

_Junto a Orrin intentaremos detenerlo. Ve, pero intenta no matarlo si puedes evitarlo, lo mismo que el resto. Recuerden que Altieon habló de un amo. Alguno de éstos debe quedar con vida para llevarnos hasta el responsable de este ataque. ¡Ve, Artemias! ¡Lobo vestido de oveja! (20/10)

De pronto una de las ovejas giró hacia el soldado al cual Orrin había atacado. Sus ojos se volvieron rojos y como si fuera un felino en lugar de una oveja, saltó hacia él. En el aire, la lana se le fue cayendo del cuerpo, dejando al descubierto a un feroz lobo, dispuesto a clavar sus garras en el soldado.

Miro a Artemias y le dedico una sonrisa mientras me vuelvo a mi enemigo. 

Es un buen muchacho. Piensa con el corazón y no con la cabeza. Tal vez no pueda el solo contra el enemigo pero es nuestra única posibilidad en este momento. En momentos el corazón es mas fuerte que cualquier otra cosa, confío en eso.

Ya que mi posición me favorecía por estar justo en la entrada de la caverna, estiro mis brazos en posición de defensa. 

Bien, Artemias. Has lo que tengas que hacer, yo te cubro.

Ninguno te seguirá.

-.-.-.- Sadalsuud 

El aire alrededor del enemigo del aprendiz comenzó a opacarse, como si algo cortara la luz. Miles y miles de partículas heladas dieron ese efecto, al reflejar la luz y ocultar la zona del ataque.

Al disiparse el lugar, el soldado no estaba. Hahaha! Muy lento, muy lento... no podrás atraparme así! (Giro Fantasma 25/10). 

De un salto se colocó a su lado, echando el brazo hacia atrás y golpeando, el movimiento un borrón en el aire. Esto es velocidad! Proyección Maligna!!! (30/15)

-.-.-.- Reyhan

Las plumas blancas de Reyhan cubren al soldado, y en ese instante la chica alcanza a decirle algo a Artemias... algo sobre defenderlo. Pero no puede terminar la frase al completo, porque las plumas estallan en pedazos y de entre ellas surge su oponente. Numerosos cortes cubren sus manos y pies, pero parece mayormente indemne (Giro Fantasma, 25/10). Aquí, aquí palomita! Voy a partirte en dos, maldita sea!!! Su puño se convierte en un tornado de Cosmos oscuro que salta como una flecha brillante hacia el pecho de Reyhan. Proyección Maligna!! 30/15

-.-.-.- Aioras

El ruego de Aioras cae en saco roto, especialmente ante la sonrisa del soldado. Quieres evitar combatir conmigo? No podrás... voy a barrer este lugar con tu cuerpo roto!! Puño Oscuro!! 20/10

De pronto Aioras puede observar como el enemigo avanza hacia él como una tromba, su poder concentrado en los nudillos que rápidamente se acercan...

-.-.-.- Artemias

El aspirante a caballero del Unicornio se lanza tras de Altieon, su aura brillante en el lugar. Sin embargo, antes de llegar allí lo sorprende un golpe lateral que lo lanza al suelo. Dijimos que no puedes ir por allí!! Es que lo niños ya no entienden las palabras!?!?

Mientras Artemias se incorpora, un cuerpo bloquea al sol proyectando su sombra sobre él.  Tendremos que meterme en razón a golpes!! El Cosmos del Soldado estalla en luminosas estrellas oscuras y saltan hacia el caido Artemias. Proyección Maligna! 30/15

-.-.-.- Orrin

Orrin había intentado distraer a dos soldados a la vez para darle espacio a Artemias, pero su velocidad no fue suficiente. El golpe del Dragón impactó de lleno en uno de los soldados, pero no fue suficiente para detener a dos, como se enteró Artemias... 

Al menos consiguió derribar momentáneamente a un enemigo, el cual se levantó nuevamente tomándose con dolor el brazo izquierdo (Armadura, 10/5). Ningún chiquillo volverá a tomarme desprevenido, pequeño estúpido. Proyección Maligna!!! (30/15), gritó mientras atacaba utilizando todo su cuerpo en un increible salto horizontal concentrando el Cosmos en la punta de su bota.

-.-.-.- Lucio

El fascinante ataque de Lucio se abalanza sobre el soldado, casi sorprendiéndolo. Casi, porque logra saltar en el aire para esquivar el ataque, dejando a un sorprendido Lucio en el suelo en medio de una nube de polvo. Realmente crees que un ataque así puede atravesar mi Giro Fantasma (25/10). Eres demasiado lento para mí... a ver si puedes esquivar mi Proyección Maligna!!! (30/15), grita mientras cae envuelto en llamas púrpuras que amenazan con hacer arder a Lucio en el lugar.

El extraño hombre de armadura negra había logrado esquivar mi ataque y aunque la sorpresa fue grande logré concentrarme a tiempo, en cuanto su ataque viene encima extiendo mis brazos hacia el cielo - SÉLEME - nuevamente aparece la mujer de hielo puro que habían visto mis compañeros en el combate contra Ianni para protegerme pero el ataque del soldado es demasiado fuerte y destroza la imagen rápidamente impactándome, algo que no esperaba. Sin importar el dolor y la sangre saliendo por mi boca después del brutal ataque me levanto y muevo mi cabeza de un lado a otro mientras sonrío y miro al soldado - Vaya vaya, parece que no son comunes esbirros ustedes, será interesante esto

Me coloco en posición de combate mientras le miro, espero a que apenas toque tierra para poder pillarle desprevenido - Veamos si huyes esta vez LAZOS DE HIELO - unos finos lazos de hielo puro se generan de mis dos puños dirigiéndose diréctamente hacia el guerrero de negra armadura, por alguna razón mi cosmos se encontraba fortalecido en esta ocasión

El ataque del soldado sorprendió a Lucio, quien al grito de "Muro de viento" a duras penas pudo nuevamente extender sus brazos, como si aleteara. Entonces varios pájaros aparecieron tras él. Eran pequeños, pero de una inmensa cantidad. Ellos comenzaron a batir sus alas, al unísono, generando un muro de viento que parecía impedir que cualquier cosa se acercara. Sin embargo, el ataque era demasiado poderoso y parte de las llamas consiguieron atravesarlo.

_De modo que te parezco lento y puedes atravesar mi "Muro de Viento"... -dijo Lucio, dejando de cubrirse de las llamas-. Pues bien, veamos si también te parece lenta mi técnica más poderosa. ¡El vuelo del ave!

Entonces un solo ave, pero del tamaño de todas las otras aves juntas, ocupó el lugar de Lucio. Comenzó a batir sus alas y se lanzó contra el soldado. Apenas se veía el puño de Lucio en una de sus alas.

 - Deberíais retiraros ahora que estais a tiempo. Es nuestra última oferta.

Mi rival consigue levantarse tras recibir el impacto de mi golpe.

- ¿Chiquillo? ¿Pequeño estúpido? Te vas a enterar de lo que este pequeño va a hacer contigo.

- Tengo que quitarmelo de encima cuanto antes si no queremos que se escape con la Armadura de nuestro Maestro.

Dejo que venga hacia mí para en el último momento Esquivar el Golpe y así asestar mi Golpe sin posibilidad de reacción por su parte.

- ¡¡ALIENTO DE FUEGO!! - grito estampándole el puño en el lateral de la cabeza de forma que el impacto de mi Golpe haga que su cuerpo vaya en la dirección del rival de Artemias.

Cai al suelo por un golpe, frente al enemigo que viene contra mi me reincorporo rápidamente,
para luego ponerme en postura de combate.

Maldición, quizás no
llegue a tiempo.

En el momento previo de recibir el golpe mis manos trazaron
un semicírculo de forma rápida y casi violenta, dejando destellos rojos por allí
donde mis dedos pasaban.

-“Protégeme Escudo”-
grite con fuerza mientras un trazo de cosmo parecido a una luna roja me cubrió,
dando un giro completo alrededor de mi y protegiéndome por todas las
direcciones.

El ataque del soldado sin embargo fue muy potente, llegando
yo a sentir un poco de su poder, con suerte la propiedad de mi escudo también
lo había lastimado a el…