Partida Rol por web

La preocupación no hacía más que crecer después de recibir la noticia de que el compañero inconsciente era el experto en reparaciones ¡Menuda suerte la mía! Me estoy luciendo en esta misión Pensó János mientras se frotaba la sien derecha para intentar relajarse.

Aunque fuese difícil, tenían que poner todo su esfuerzo en reparar las comunicaciones a toda costa para advertir a la Corvus de lo que estaba sucediendo - ¿Esas esporas afectan a todas las formas de comunicación? Quizá si probásemos con el código morse tendríamos más éxito. ¿Sería posible enviar ráfagas de luz con el código morse desde esta distancia a la Corvus? 

Al parecer la situation es aún más critica de lo que parece el único verdadero experto es nuestro compañero abatido y el caos amenaza con surgir entre nuestras filas, por fortuna Janos, quien esta sorprendiendo a Mark, tiene la entereza uno a cordura de abordar la situación y centrarse en recobrar las comunicaciones.
Prioriza hablar con la U.S.S Corvus, pero para Mark la situación es tan critica que es prioritario contactar primero con la comandante.

Teniente Júnior,creo que deberíamos priorizar comunicarnos con la Comandante, puede estar siendo víctima de una noscada como la nuestra, o estar esperando nuestra acción, debemos ponerla sobre aviso y avisarla de que no podemos reestablecer la energía sin arriesgarnos a activar el sabotaje de estos seres. También deberíamos sugerirla centrarnos en la recuperación del embajador y activar la autodestrucción de esta nave. No podemos permitirnos el riesgo de dejar que estos seres sigan parasitando miembros de la Federación y mucho menos que refinen sus métodos de empleo de nuestra tecnología. Podrían expandirse de manera encubierta tras nuestras fronteras. Como mínimo habría que establecer una zona de cuarentena. Si no tiene inconveniente me pondré a ayudar a los ingenieros a controlar las consolas de interfonos de la nave, podríamos usarlas para contactar con la Comandante. Hice un simulacro parecido en la academia, solo que en ese supuesto el enemigo no era un parasito come cerebros...

Si no recibe ninguna orden en contra de Janos Mark se pondrá a manipular el intervino con los ingenieros para abrir un canal por la megafonía de la nave.

Sin energía en la nave y con el soporte vital bajo mínimos, las posibilidades de usar las comunicaciones internas de la Magallanes se reducen prácticamente a cero. Mark trata de activar únicamente la energía necesaria para comunicarse con el puente, pero las modificaciones realizadas por aquellas cosas en las nave, tan solo logra que se produzca un gran chispazo.

-No hay forma de usar las comunicaciones de la Magallanes, señor. El sistema ha sufrido demasiadas modificaciones y volver a intentarlo podría suponer algo peor que una pequeña sobrecarga de energía. Podríamos tratar de manipular los comunicadores de los trajes ambientales que portamos, pero habría que compensar su señal con la frecuencia en la que emiten las esporas. Será complicado, pero puede que sea nuestra única posibilidad.

El joven ingeniero, trata de adoptar la postura más profesional que puede. Pero la oscuridad reinante y la presencia de aquellas gigantescas medusas lo inquietan en gran medida. Se encuentran en una nave desconocida, tomada por unas formas de vida que jamás han visto y que han realizado modificaciones de todo tipo en la nave.

-El código morse podría ser una opción, siempre y cuando se encuentren a la escucha. Aunque podríamos regresar hasta el lugar donde dejamos las lanzaderas, allí no había esporas y podíamos comunicarnos con la Corvus sin problemas.

Dos golpes secos resuenan tras una de las compuertas que dan acceso a la estancia en la que se encuentran. El eco del sonido perdura mientras que todos contienen el aliento y vuelven la mirada hacia allí.

-¿Qué es eso?

El ingeniero siente cómo cada cabello de su cuerpo se eriza a la vez que sus palabras pierden fuerza. Esa no es la puerta por la que el grupo ha llegado hasta allí, tampoco responde nadie si se les pide que se identifique. Simplemente vuelven a golpear la compuerta. Poco después, el sonido de un fáser llega hasta ellos. Sea quién sea quién esté al otro lado, va a tratar de usar el fáser para cortar la compuerta y poder pasar. Le llevará de dos a tres minutos, puede que más, pero antes o después...cruzarán la puerta.

La preocupación por tantas malas noticias estaba afectando a la actitud de János y en su semblante, normalmente frío, se podía distinguir preocupación e incluso un poco de de agobio.
Tenia pensado separar su grupo en tres, haciendo que uno fuera a la zona de lanzamiento para hablar con la Corvus, otro buscara al grupo de Parallax para ver si se encontraban bien y ponerles en aviso sobre los aliens medusa, y el último que siguieran con las reparaciones. Finalmente no llegó a dar la orden ya que unos sonidos comenzaron a sonar al otro lado de la puerta. Lo más grave es que se esos golpes siguieron el sonido de faser y no sabían si se trataban de amigos o enemigos.
Preparándose para lo peor, János desenfundó su faser y lo preparó en modo aturdir

Adoptando una posición defensiva, el equipo de János se prepara para la llegada de lo que todos sospechaban, eran más de aquellas criaturas. El tiempo transcurre despacio, mientras la oscuridad apenas es disipada por las luces de sus trajes. El haz de luz brillante del fáser que están usando para atravesar la compuerta, pese a su tenue brillo, tan solo sirve para poner más nerviosa a la tripulación. No saben cuantos enemigos están a punto de aparecer, los sensores de la nave no fueron capaces de detectar cuantas formas de vida había en la Magallanes, por lo que pueden enfrentarse a un único enemigo o a toda la tripulación de la nave.

En silencio y ocultos tras las improvisadas coberturas que han buscado, el silencio que les envuelve se rompe de pronto cuando el comunicador vuelve a funcionar. A su vez, un fuerte tirón les hace perder momentáneamente el equilibrio, la Magallanes comienza a moverse y al hacerlo, las intenciones por abrir la compuerta se detienen por completo. La luz del fáser deja de verse y todo parece indicar que los invasores se retiran...

Magallanes, aquí la Corvus. Primer oficial Prallax, resto de tripulación. Ya podemos escucharles.

Estamos sufriendo un incidente con un animal espacial. Pero el capitán esta remolcando la magallanes fuera de la órbita de ese planeta y de la nube de esporas.

Informen de su situación, en cuando pueda bloquearlos con los sensores y no haya peligro los transportare a bordo según necesidad.

-Capitán, aquí la primera oficial Prallax. Aún no hemos logrado restaurar la energía, nos hemos topado con una amenaza en el interior de la nave. Varios miembros de la tripulación de la Magallanes han sido tomados como anfitriones por una especie de medusas, que se han adherido a ellos y los manejan a su voluntad. Desconocemos el número exacto de enemigos, pero en el puente hemos derribado a dos. No hemos podido separar la medusa del anfitrión, quizás la doctora Elung pueda hacerlo. Solicito nuevas órdenes con respecto a cómo proceder.

Con la situación en el exterior complicándose minuto a minuto no hay mucho para aportar en la Magallanes. Suficiente con jalar la pequeña nave científica fuera del campo de esporas.

Comandante. En estos momentos estamos remolcando la Magallanes fuera de la nebulosa de esporas pero una de las criaturas con aspecto de medusa nos mantendrá ocupados. Hasta entonces le sugiero que reduzca a esos tripulantes con sus armas en modo aturdidor hasta que el peligro externo pase y puedan ser transportados directamente a nuestra enfermería. Pittman fuera.-

Y utilizando el cable magnético la Danubio puede retransmitir el mensaje y la respuesta del capitán a la Corvus, momentos antes de la amenaza de la medusa.

La vulcana tras escuchar el mensaje, responde escueta mientras sigue atenta a la situación que tiene entremanos. 

- Aquí Corvus, Oficial Elung. Pueden traerlo, me haré cargo. - responde escueta y sigue en los asuntos que tiene más importantes. 

Tenemos dos criaturas reducidas, aunque se recuperan con bastante rapidez del aturdimiento. Usaremos contenedores para transportarlos, aunque necesitaré un equipo de seguridad en la Corvus para cuando lleguemos. Nos disponemos a regresar a la lanzadera. Una vez tengamos luz verde, regresaremos a la Corvus.

La situación pasa a desesperada, logran bloquear las puertas pero los disparos faser se recrudece contra la puerta. Vamos reacciona y saca su arma, Mark se posiciona, dispuesto a vender cara su piel antes de dejar que hieran a su grupo. Y ... la corvus contacta por radio, al parecer los seres, y uno aun mayor atacan ambas naves, pero las ordenes cuelan, y lo que es aun mejor, los enemigos se repliegan.

Al parecer la Comandante también ha reducido a dos enemigos.
Girándose hacia Janos le comenta:
Deberíamos contactar con la Corvus y la comandante para informar de que tenemos dos cautivos y un herido, así como de la modificación de la sala de ingeniería y nuestra incapacidad de terminar nuestra tarea sin provocar daños desconocidos en la nave. También deberíamos avisar de que estábamos bajo ataca y de que es posible que estos nuevos enemigos vayan hacia la comandante y su grupo. Deberíamos solicitar un estado de cuarentena para la nave y el sector. Es peligroso que estos seres se expanden a la Corvus o más allá.
Si la indecisión del teniente júnior continua, Mark informará a la Corvus y a la comandante de su situación.

Corvus ¿Me reciben? Estamos teniendo algunos problemas por aquí, tenemos un herido y dos criaturas más neutralizadas. Los sistemas de la nave han sido manipulados de una forma tan exhaustiva, que reactivar la energía no resulta seguro. Nuestros ingenieros podrían tardar algunas horas en descubrir lo que pretendían hacer, pero todo indica que deseaban adquirir una gran cantidad de energía.

Comandante Prallax, alguien ha tratado de tomar nuestra posición. No han logrado atravesar las compuertas, se han retirado en cuanto la Magallanes ha comenzado a moverse. Desconocemos su número exacto, pero están armados con fásers. Solicitamos nuevas órdenes.

Teniente János, que el equipo de ingenieros comience a trabajar de inmediato en la Magallanes. Deje allí a un oficial de seguridad y reúnase conmigo en la bahía siete. Las formas de vida que hemos detectado han sido localizadas allí por última vez, debemos de reducirlas y transportarlas a la Corvus para ponerlas en aislamiento.

Debemos de ser cautos, han demostrado inteligencia suficiente como para tender una emboscada y usar nuestras armas. Puede que hayan preparado más sorpresas, que el oficial Heralvsson le acompañe. Tengan cuidado, aunque detectemos las formas de vida en la bahía siete, puede que hayan dejado alguna sorpresa por el camino. No se confíen.

Después de escuchar las órdenes de la Comandante Prallax, János hizo un gesto a un oficial de seguridad indicándole que él sería el elegido para quedarse - Ya habéis oído a la Comandante. Mantendremos el canal de comunicación es abierto por si os surgiera algún peligro, pero en principio aquí estaríais a salvo. Parecía que por fin estaban controlando la situación, y a cada rato el joven timonel se sentía más seguro de sí mismo y de su equipo.

- Vamos Heralvsson, la Comandante nos espera Dijo saliendo de la estancia en dirección a la bahía siete con el bláster preparado en modo aturdir.

Ambos oficiales salen por la puerta, por la que poco antes, sus enemigos habían intentado llegar hasta ellos. La oscuridad reinante, rota tan solo por el brillo de las esporas no ayuda demasiado a calmar la situación. Una situación que se torna algo más inquietante cuando tras ellos, la puerta se cierra de golpe. De esa forma, aunque algo les suceda a ellos, el equipo de ingenieros se mantendrá a salvo.

Con los fásers preparados ante cualquier posible peligro, ambos avanzan por los corredores de la nave en busca de sus enemigos. Por suerte, sus trajes cuentan con potentes focos de luz, que les ayudan a moverse con cierta soltura. El camino es más bien corto, aunque se toman su tiempo cubriendo cada palmo de terreno para evitar verse sorprendidos.

Un haz de luz les sorprende por el final del pasillo y durante un breve instante, todos contienen la respiración. Entonces se dan cuenta de que se trata de la comandante Prallax. La oficial les saluda con la cabeza y aguarda hasta que se reúnen con ella.

Colocada a un lado de una puerta que da acceso a una de las salas de la Magallanes, la comandante les aguarda con el arma preparada.

-¿Todo en orden?

Al comprobar que ambos se encuentran en perfecto estado, les hace una señal para que se preparen para entrar en la estancia.

-Según la información que disponemos, hay dos enemigos tras esta puerta. No sabemos qué están haciendo, pero creemos que han venido aquí para atrincherarse. Se trata de uno de los laboratorios de la nave, así que asegurar los disparos, puede haber elementos inestables ahí dentro. Mantened los ojos bien abiertos y disparad en modo aturdimiento, no queremos matar a ninguno de los nuestros. Teniente junior Heralvsson, encabezará el asalto. Teniente junior Császár, por la derecha, yo iré por la izquierda. ¡Preparaos!

La puerta se abre cuando por fin están preparados, revelando un lugar que carece por completo de esporas. Lo primero que logran contemplar, es la sala superior del laboratorio. El lugar parece tranquilo, quizás demasiado y no hay ni rastro de las criaturas. Las escaleras se encuentran a un lado, aunque con la falta de gravedad, pueden tratar de usar otra forma de llegar al nivel inferior.

Al abrirse las puertas del laboratorio, János se encargó del lado derecho de la sala con el blaster preparado. Después de unos segundos mirando a todos lados, comprobó que no había nadie en esa parte de la sala, o por lo menos no ha simple vista.-¡Lado derecho despejado!
Según avanzaba, vió una barandilla por la que podía asomarse y ver parte del piso inferior del laboratorio, así que János se asomó por ella y buscó si había algún enemigo allí abajo.

Con el fáser preparado, la comandante Prallax se adentra en el interior de la sala dispuesta a derribar a las medusas, apoyada por sus dos compañeros. El silencio que envuelve la sala, unido a la oscuridad tan solo rota por el brillo de las esporas, dotan al lugar de un aspecto siniestro y peligroso.

Actuando como un equipo, los tres se adentran en la sala cubriéndose los unos a los otros. Sin rastro de los enemigos, todos suponen que deben de encontrarse en el piso inferior. No tienen ni idea de lo que están tramando, pero sin duda no puede ser nada bueno.

-Avanzaré por las escaleras para atraer la atención de las medusas. Vosotros dirigios a las barandillas y tratar de sorprenderlos desde ahí. Disparos precisos, no sabemos qué clase de experimentos estaban desarrollando en este laboratorio. ¡Adelante!

Con la luz del foco activada para delatar su posición, comienza a descender por las escaleras lentamente. Lo hace a su vez de forma bastante sonora o al menos con tanto ruido como las botas magnéticas causan al pegarse a los peldaños metálicos.

János y Mark mientras tanto, desde lo alto de la barandilla, pueden ver cómo algo sucede en el nivel inferior. El resplandor de las esporas delata que sin duda hay alguien allí abajo. Por suerte no tardan demasiado en comprobar que la estrategia de los oficiales de la flota estelar tiene éxito.

Las dos medusas se mueven en dirección a las escaleras, flotando por la falta de gravedad, dispuesto a abatir a la comandante. Ahora, todo depende de János y Mark. Por desgracia, desde su actual posición  no disponen de un disparo claro. Ahora deberán de tomar la decisión de disparar igualmente, lo cual hará que sea más difícil alcanzar a sus enemigos o saltar hacia abajo para tener un disparo más claro, pero quedando a su vez expuestos.

La valentía de Prallax sorprendió gratamente a János, ya que siempre había pensado que un buen líder tenía que mostrar ejemplo y valentía y no escudarse en su rango para no ensuciarse las manos, pese a que fueran miembros más valiosos. Inspirado por la Comandante, János decidió saltar al piso inferior ayudado por la falta de gravedad. Mark era mejor tirador, así que suponía que desde la barandilla podría disparar bastante bien, a diferencia de él mismo que necesitaba una posición más clara. - ¡Mark, cúbrenos desde arriba!
Justo después de disparar, János buscó un parapeto para evitar un posible contraataque por parte de las medusas parásitas.