Partida Rol por web

Alice festeja con una amplia sonrisa cuando los soldados retiran todo el bagaje que estaba obstaculizando en la enfermería. Ni hablar del prisionero y los propios soldados.

Con Blake en su tiempo libre ahora la asistencia de Diane recae en Alice.

- ¿Alguna cosa que necesite doctora? Debo terminar el cultivo de células. - advierte.

Quizás ahora la enfermería pueda tomar su cauce natural, así como las investigaciones en curso.

ok Gracias

La capitana dejó todo lo suficientemente claro. Jankowsky después de un tiempo ya la iba conociendo, había tomado una decisión y lo único que le quedaba era acatar sus órdenes. Por otro lado el tal Gaheris parecía colaborador, por mucha desconfianza que le suscitase debía dejarle ir, al fin y al cabo quizá trajera algún tipo de mensaje a la capitana o "vaya usted a saber", no era el cometido de Jankowsky interferir en los asuntos de de Alba.

Puso en orden la escolta y abandonaron la enfermería, el gesto relajado de la doctora no dejaba dudas de que estaba satifecha con su marcha.

​-Puede continuar, señora Rochard.- Contestó Diane, aprovechando los escasos instantes de tranquilidad para descargar parte de su peso sobre su escritorio y soltar un brevísimo suspiro. Se frotó la frente, aquejada de las recurrentes jaquecas que la falta de sueño solía provocarle, antes de añadir -Aproveche ahora que puede, no vaya a ser que la próxima vez decidan que en lugar de convertir la enfermería en una celda improvisada, se va transformar en la nueva galería de tiro de los MACO.

Apenas había ella vuelto ella misma sus tareas cuando se escuchó la petición de ayuda de su otra ayudante por el intercomunicador. -Tal vez la próxima vez sí que deba conformarme con un destino más tranquilo... quizás una nave del frente de batalla, por ejemplo- Pensó, con disgustado asombro antes de salir rápidamente hacia el comedor tras dejar a la enfermera al cargo.

Ante el evidente malhumor de Diane su ayudante Alice asiente afirmativamente con un simple y fugaz “Si. Entendido.” para continuar en su trabajo sin levantar la mirada cual avestruz metiendo la cabeza en un hoyo.

Ella en todo este tiempo aprendió a evitar a su jefa cuando la falta de sueño y la jaqueca atacan a la doctora.

Nada más llegar a la enfermería, lo primero que hizo Diane fue dirigirse hacia Blake. -Señora Willis, por mucho que desapruebe sus preferencias de compañía durante su descanso, charlar con el señor Lightman no es una falta tan grave como para privarla de su tiempo libre.- No podía esperarse de la capitana que supiera de memoria los horarios de todos los tripulantes de la nave, pero ella al menos conocía a la perfección los de su personal y, por muy poco amable que fuera su carácter, no veía razón para doblar el turno de sus ayudantes por culpa de un error. Tal vez aquello fuera necesario en situaciones de crisis, pero no veía lógico saturar a nadie antes de tiempo y minar su productividad. -Puede retirarse hasta el comienzo de su jornada, pero le estaría agradecida si pudiera traerme una muestra de los sacos de proteínas de la nave para que las analice.- Terminó, siendo esto último más una orden que una petición a pesar de la cortesía que, desde luego, estaba en sus palabras pero no en su voz.

-Ahora, embajadora, creo que es necesario realizarle un escáner neuronal antes de que pase más tiempo desde el incidente.- Indicó, mientras se dirigía hacia la máquina.

De acuerdo. 

Y así es como hacen espionaje de nosotros... hm.  Estos terrícolas...

Pero deberá dejarme eliminar algunas cosas después del escaneo.  ¿Está de acuerdo?

El escaneo neuronal de la embajadora tarda un poco mas de lo normal por su complejidad para mapear y registrar el entramado neuronal de su especie. En este caso la mezcla Andoriana con Aenar genera un cerebro digno de estudio, principalmente por sus características psíquicas avanzadas.

Nuevamente, al igual que antes con el tricorder, todo se encuentra en orden y dentro de los parametros que corresponden a su especie. Desde luego que esos parámetros son imposibles para un humano o un vulcano, pero son absolutamente normales para un habitante de las lunas congeladas de Andoria.

Su fisiología, que se encuentra a medio camino de los mamíferos y los insectos por presentar características de ambas clases biológicas, es particularmente especial en cuanto a la capacidad sensorial, pudiendo percibir por medio de sus antenas los campos electromagnéticos, cambios en la densidad y temperatura del aire y sonidos subsonicos entre otras cosas. Incluso la visión es quadroscopica.

-Puede retirarse hasta el comienzo de su jornada, pero le estaría agradecida si pudiera traerme una muestra de los sacos de proteínas de la nave para que las analice.-

Mucho tiempo después Blake regresa para su guardia en el laboratorio. Al ingresar trae consigo un saco de proteínas.

- Doctora, aquí tiene. Este saco pertenece a la tanda que actualmente se encuentra en uso en las maquinas del salón comedor. Es de la misma linea de producción, al igual que el código de seguridad. - dijo al entregar el paquete a su jefa.

Luego, si nada la obliga a cambiar su tarea, Blake piensa ocupar su puesto en el laboratorio para continuar con su tarea de controlar la batea de drogas básicas para formulación.

-¿Eliminar algunas cosas?- Diane observó a la andoriana durante unos instantes con una expresión estática, sin acabar de entender a qué se refería exactamente con esas palabras. Lo cierto es que le costaba comprender la mitad de las cosas que decía, pero tenía demasiado orgullo como para preguntar: además, lo cierto es que había conocido a pocos miembros de su raza que no estuvieran diseccionados, con lo cual achacaba algunos de los problemas a las diferencias culturales y comunicativas entre sus especies. Así que respondió con formalidad y sin otorgarle más importancia con un "Por supuesto, embajadora" antes de comenzar con su escáner.

-Parece que se encuentra todo en orden.- Comentó, con un tono marcadamente carente de alegría teniendo en cuenta que debería de considerarse aquello como un resultado positivo, al menos en lo que a la salud de su paciente se refería. Sin embargo, la falta de información con la que le dejaba aquello era patentemente dolorosa: le gustaba contar con datos fehacientes en sus análisis para poder interpretar la realidad y todavía no tenía ni uno solo de lo que realmente había ocurrido en el comedor. -Le recomendaría reposo y que acudiera a verme inmediatamente si sufre otra recaída, pero dada su perfecta condición no tengo demasiada autoridad para ordenarle nada y mucho menos que permanezca bajo observación.

Se pasó una mano por la frente, tratando de contener su creciente dolor de cabeza. -Si necesita algo más le pediría que me lo dijera ahora, porque en caso contrario me gustaría comenzar con las investigaciones acerca de las proteínas de la nave antes de que algún otro tripulante comience a arder por ignición espontánea o una fuga de radiación en ingeniera provoque que la señora Naun aparezca con tres brazos.

Gracias.  -le dijo, incoroporándose y acomodando su vestuario para dejarlo de nuevo todo en orden. 

Se puso a manipular la computadora, -recordándose a si misma que todo esto era con interacción de botones, perillas y palancas físicas, por alguna evolución de resiliencia de la tecnología terrestre-.   Listo.  

Temo que mi fisiología aun se considera "secreto de Estado", -se rio un poco al respecto, pero era tema serio-   Ya cuando seamos un sólo Estado, podría estar en sus computadoras, doctora, le dijo, a manera de disculpa.

Le dejé un poco de los patrones psíquicos, para ver si los comparamos con la "anomalía" vista en el Puente, proveniendo de esas coordenadas que buscamos.  Si encuentra alguna correlación es que mis sospechas estarían fundadas. 

Ya la dejo trabajar, Doctora.  De nuevo, muchas gracias por revisarme.   Tienen una bahía espectacular.  

Con su permiso.   Dijo, amable, y salió en dirección al Puente. 

Apenas había comenzado a realizar sus análisis cuando Diane recibió la llamada de de Alba. No pudo evitar un suspiro de exasperación antes de contestar. -Acudo de inmediato, capitana. La embajadora se encontraba perfectamente y ya ha partido hacia allí, después de borrar los resultados de su análisis, por cierto.- Aquello no le había hecho nada de gracia, aunque comprendía la necesidad de no poner en riesgo la alianza. ​-Al parecer, los andorianos no confían todavía lo suficientemente en los humanos como para dejarnos clasificar el color de sus pigmentos dermatológicos.

Cortó la comunicación tras el sarcasmo y dejo encargado a Blake que continuara con el estudio de las proteínas antes de acudir al puente.

-Embajadora, si me disculpa un momento, vaya instalándose en el laboratorio mientras yo termino de ultimar unos detalles con mis subordinados.- comentó Diane con frialdad, nada más llegar de nuevo a la enfermería. -Puede usar libremente cualquier escáner que considere necesario pero espere a que yo me presente para tocar la piedra. O, por lo menos, asegúrese de haber tomado asiento primero para que al menos no tenga que añadir una contusión cerebral al daño que ese artefacto pueda causarle.

Todavía no tenía muy claro si aquello sería útil o no demostraría ser más que una terrible pérdida de tiempo y un momento embarazoso, pero en aquel momento necesitaba todas las mentes brillantes que pudiera reunir y su viejo compañero de estudios con su variada formación podía resultar ser un comodín más que bienvenido en situaciones como aquella. O un completo incordio. Pero también en el póker a veces era necesario arriesgarse y cambiar cartas por ver que es lo que podía pasar: por ello, se acercó al intercomunicador y solicitó a la sección de ciencias que el señor Winwood se reportase en la enfermería.

Igualmente, para no dejar ningún cabo suelto, se acercó a Blake a quien había dejado a cargo del estudio de las proteínas. -Señora Willis, informe, por favor. ¿Podemos seguir comiendo con tranquilidad o en la lista de nuestros problemas tenemos que incluir también el racionamiento?

De acuerdo.  La espero.  Comenzó a hacer unos pequeños cambios a los escáneres para que algo de las ondas psi pudieran ser monitoreadas por el primitivo equipo de los terrícolas.  Ya que fueran una Federación, como algunos, entre ellos la embajadora zh'Iriìn, proponían, habrían de ver que se cerrara la brecha tecnológica, en lo que a este campo se refería.  Había otros donde todo sería al revés y esto hacía que lo viera empáticamente y en igualdad de condiciones.  

Mm, y definitivamente unos limpia-antenas sería una buena adición a este equipo.  Computadora, ¿que % de la tripulación de la Excálibur es andoriana?   Compu...  diantres, se puso mejor a teclear la pregunta:  "Q-u-e- % -d-e -l-a t-r-...."

- Nada de que preocuparse por los sacos de proteínas. Al menos estos de aquí se encuentran dentro de los parámetros y sin componentes externos. Solo podría destacar la deficiencia de vitamina K, que se encuentra media décima porcentual por debajo. - responde Blake al faltar tan solo un saco de la treintena cogida al azar de la bahía de carga.

Quizás analizar todos los contenedores de alimentos podría llevar una semana y emplear todo el personal médico.

La embajadora al buscar tripulantes de su misma especie se decepciona un poco porque descubre que es la única a bordo y que la primera Andoriana en servir, como asesor de seguridad, tuvo una baja deshonrosa en la misión anterior. Aunque la Flota terrestre no presentó ningún cargo al respecto.

Aparte de eso no hay alienigenas en servicio en casi ninguna nave de la Tierra. Solo en la Excalibur y en la Enterprise, siendo la Excalibur la segunda nave en servicio en integrar una pequeña fracción de tripulación no humana. Ambas naves tienen un tripulante de Vulcano pero la Excalibur también tiene un Orionita.

Momentos después ingresa el sargento Unger y Gaheris en la enfermería. El mercenario se presenta para su chequeo médico y es acompañado por su nueva sombra, el Orionita MACO.

Seguido del ingreso del soldado y del mercenario entra en escena un tripulante algo peculiar. En sus manos lleva media docena de Padds, cuya lectura es aleatoria, y una especie de mascara que cubre la parte superior de su cabeza y emite luces verdes por medio de sus tres ojos bionicos. La mascara también zumba como una mosca del Ganges en pleno verano.

- Humm….. - murmura si levantar la vista de las tabletas de información.

Holi a todos.  -les dice muy amable Shirrazz a los recién entrantes mientras se acomoda un aparatejo en el antebrazo, para quesque monitorearle quiensabequecosas que sólo la doctora sabe. 

 Saludé a todo el mundo alegremente, aunque principalmente respondiendo al saludo de la Andoriana:

 - Hola. ¿Como va todo?.