Partida Rol por web

¿La capitana nos había mandado un mensaje pidiendonos estar en el Puente, o acabo de alucinar que eso pasó?

Para Shirrazz, en esta yuxtaposición de realidades, todo podía ser muy muy extraño. 

 Miré confuso a la embajadora:

 - ¿Perdón?. Yo no he recibido ninguna transmisión de la capitán. Ella nos acaba de mandar aquí...

Estaba extrañado ante el comentario. Lo mejor era asegurarse ... y menos mal que la técnico le había repetido lo que el sargento al mercenario. Le asintió con la cabeza a esta, ya que ella tenía trabajo y no podía demorarse en ellos. Si algo pasaba, ya actuarían. Estaba claro, si veían algo en lo que poder colaborar ... eso harían. El resto ... era mejor no molestar.

Tomó su comunicador y enlazó con la capitán....

- Capitán presentes en inteniería todo el personal de ingeniería, parte de los hemanos MACO para reaccionar y apoyar, el Señor Song y la Diplomático Shirrazz zh'Irín. Solicito instrucciones. Su voz sonaba dubitativa, pero sus ojos miraban tanto al mercenario indisciplinado como a la psíquico pitufa. Le daba realmente vergüenza preguntar si se había intentando comunicar con ellos, pero igual el impacto del arma enemiga había interrumpido comunicaciones. - Sin novedad en la Cámara de Ingeniería.

Naun deja al extraño trío con sus incoherentes charlas de café para seguir trabajando a favor del bienestar de todos. El examen de la embajadora sobre Naun solo logra afirmar la rectitud de la segunda al mando en Ingeniería. En definitiva nada extraño ocurre con ella.

El resto de los técnicos de ingeniería continua yendo de un lado a otro y entrando y saliendo de la amplia sala. Con el ultimo ataque hay daños a tener en cuenta y prioridades que atender. Sobre todo reparaciones de urgencia.

 Me sentía un inútil, pero no podía ponerme en medio de todo y estorbar sin más. Al menos que nos dijeran que hacer o donde podíamos ser útiles, solo podíamos callar y observar...

Cristina no tardó en responder a la llamada del gigante verde.

- Aquí De Alba, señor Urmoz hemos entrado en batalla con varias naves romulanas así como hemos procedido a una nueva misión de rescate. Su misión es proteger a la embajadora y escoltarla a través de la nave. Así como asegurar ingeniería - a continuación se puso en contacto con la andoriana.

- Señora Shirrazz, he mandado a un equipo de rescate a la esfera encabezado por el señor Sirril para rescatar a los En'ar, no la he enviado a usted con ellos porque necesito que revele la identidad del traidor, sólo usted puede hacerlo y sino lo encontramos a tiempo todos nuestros esfuerzos serán en vano,
pues el fin de dicho traidor es destruir la Excalibur. Confío en que sea consciente de la importancia de su misión. Recorra todas las cubiertas si es necesario pero es de vital importancia que sea descubierto y puesto a recaudo de los MACO.

- Enterado capitán.

Pero al escuchar la palabra "traídor" no pudo menos que mirar al mercenario y alejarse un poco de hombros de este supuesto nuevo compañero. De todas maneras, si este no era el traidor ... que era lo más probable, o sea, que no lo fuera, ya que si no, la pitufa lo tendría demasiado fácil.

Sabía que la pitufa sería su guía, buscando la aguja en el pajar.

Levantó la mano y tras hacer los dos círculos de costumbre añadió: - Escolta perimetral en la dirección que la Embajadora indique. Luego miró a los ojos. - Señor Soong, ese es el momento de demostrar que sus palabras no era falacias. Escoltemos ... amartilló su arma ... y a la embajadora.

Bien Capitana, entendido. 

Ojalá sean tan diplomáticos los enviados para platicar con los En-Ar.  

¿Vamos hacia la sala donde guardan los torpedos y otras armas?  Estoy pensando en los lugares lógicos para que el saboteador estuviera planeando su ataque. 

La embajadora, al irse moviendo, iba buscando trazas de pensamientos dejados al paso, resonancias*.  Esperaba que eso le ayudara a seguir la pista, como un sabueso psíquico. 

- 4 quedan aquí. Señalando a los 4 que quedaría en aquella delicada cámara. - Regresamos el resto a la armería. Ordenó al resto de los MACO.

- Avance como quedamos. No habían llegado a un acuerdo, eran sus órdenes.

Hizo un gesto con la cabeza, al mercenario, para que le acompañase y entonces le comentó a la diplomática. - Sígame.