Partida Rol por web

Jeremy, el bartender, se mueve ágil detrás de la barra pese al súbito aumento de clientes luego del inicio de la música proporcionada por Jhonny.

- ¡Aquí tienes tu Jack Daniels! - responde Jeremy a Eduard.

Había algo de demora esa misma noche porque Ruby tenia el día libre. Fue una mala elección dar el día libre cuando a la mañana siguiente algunas naves de la Flota Estelar partirían en misión, y con ello llevando consigo la mayoría de la clientela actual.

Entonces cuatro clientes, los últimos en llegar, se aproximaron a la barra y cruzaron un par de palabras con el bartender. El hombre en respuesta alzó un par de botellas y dió un aviso general alzando la voz por encima de la música de Lightman.

- ¡Concurso de tequila en cinco...cuatro...tres…! - avisó Jeremy y esperó a cualquier posible participe.  

Blake, quien había sido invitada en repetidas ocasiones por Jhonny, finalmente acude en compañía de sus amigos. Ella al igual que sus tres acompañantes se sitúan en la barra para pedir algo.

Mientras su grupo habla con el cantinero, ella utiliza un taburete para ganar altura y saludar al guitarrista con ambas manos, esbozando una gran sonrisa.

Blake hace poco tiempo que salió del hospital por las heridas de los MACO durante el ataque psíquico de Simon Ellie. En cambio ella tuvo suerte en comparación a varios de sus compañeros de la enfermería de la Excalibur.

Elizabeth estaba de permiso al igual que su amigo Michael. Por eso mismo decidieron acompañar a Blake esa noche, con la intención de ser los nuevos ganadores de otro concurso improvisado de chupitos de tequila.

Ella en realidad sirve de ayuda moral para Rostov, quien es el portador del estomago de hierro y gran historia de concursante de bebidas espirituosas.

- ¡Cuanta gente! ¡Vamos que lo tienes fácil! - dijo Cuttler a su compañero, con respecto al numero de clientes en el club.

Luego Elizabeth cruzó un par de palabras con Blake. Ambas parecen muy emocionadas por lo que estaba por suceder.

Michael sonríe con la confianza del tamaño de una montaña. Los presentes eran mayormente desconocidos, algunos ocasionales y muy pocos habituales. Todo eso creaba una formula de éxito para Rostov y su idea compartida con el bartender sobre el concurso de chupitos.

- Je je je ¡Es pan comido! - responde a Elizabeth con una gran sonrisa. Luego toma asiento en la barra, donde espera a los futuros contendientes. 

Cristina solía disfrutar del ácido humor de la doctora, a sus ojos se trataba de una persona sincera, era buena profesional y muy inteligente. Valores que tenía muy encuenta puesto que sabía cual era su sitio y poner a las personas en su lugar, por ello le permitía seguir utilizando su tono, puesto que no consideraba que le estuviese faltando al respeto sino que presentaba las cosas bajo su peculiar punto de vista, un punto que De Alba sabía entender a la perfección.

- Walker entonces- le respondió asintiendo con la cabeza- ¿poker? pues la verdad es que no suelo ser muy buena con las cartas pero si me tienen paciencia y me lo explican me uno...- iba a añadir algo más cuando una pelirroja apareció, nada más verla y escuchar su nombre Cristina se dió cuenta de quien era por lo que su sonrisa se difuminó... especialmente cuando ella y Mukherjee comenzaron a tutearse como dos amigos que se conocen de toda la vida

"Será cabrón el hindú, conoce a la comodoro... la misma que nos va a juzgar mañana por lo del incidente entre ambos en la Excalibur. Aquí hay más tongo que en el Concierto de Eurovisión"

La capitana guardó silencio mientras miraba a uno y a otro como si se tratrase de un partido de tenis, Mukherjee bebía... ¿martinis? se había perdido entre tanta risotada y comadreo.

Entonces Jankowsky se presentó, al verlo le dedicó una sonisa, estaba muy orgulloso de él se había ganado el puesto a pulso.

- Está enrolado en la Excalibur como oficial táctico y de seguridad, señor Jankowsky, porque no hay otro mejor que usted para ese puesto- lo halagó recordando su brillante servicio.

Casi a la vez Lightman se ofreció para tocar alguna canción, se le ocurrían muchas.

- He de reconocer señor Lightman que toca usted francamente bien- lo halagó con sinceridad- hay muchas canciones del siglo XX que me apetercía escuchar aunque no me termino de decantar por ninguna en particular... aunque ¿Qué tal Purple Rain de Prince?- sonrió aquella canción era una de sus preferidas- sonrió ampliamente

Entonces, mientras esperaba por si Lightman le dedicaba la canción Erika se dirigió a ella nuevamente. Comprendía exactamente lo que pretendía hacer Erika, pero ella no podía evitar sentirse ligéramente incómoda... aunque se esforzó por disimular.

- Oh... claro que sí, me encargaré personalmente de dar su currículum al chef, puede que nos vengan bien sus servicios, podríamos incluirlos después de las sesiones de cine- contestó

El bar continuó llenándose de gente, la mayoría, tripulantes de la Excalibur, esperaba que nadie más la reconociese... se miró el vestido... sí, llamaba la atención, debería de haber hecho algún curso de camuflaje.

 Un placer, Erika Schmidt por ahora. Ya tendremos oportunidad de presentarnos por los cargos que tenemos. -  respondió tras guiñar un ojo Jankowsky,

Devolvió la sonrisa a Erika intrigado por su lugar en la jerarquía. Asintió al camarero cuando le sirvió y cogió el vaso ancho que contenía ese tan especial whisky embotellado directamente del barril. Tomó un primer trago, hacía tiempo que no bebía ni siquiera durante los pasados días libres lo hizo. El líquido dejó un agradable sabor a madera en el paladar del comandante, espiró por su nariz para empapar su pituitaria del aroma. No solía beber pero sabía como disfrutar un buen whisky.

Vió como Blake saludaba a Lightman y sonrió, sabía que el joven sentia un claro afecto por esa chica y había estado preocupado por su salud, por suerte se encontraba bien y tan bella como siempre, se alegró con sinceridad por Johny con quien había forjado una buena amistad en la peor de las situaciones.

Entonces el camarero dió el pisoteltazo de salida a una batalla de tequila, Ed se hizo a un lado negando con la cabeza, sabía bien como terminaban esas cosas y prefería no despertar al día siguiente con dolor de cabeza. Así pues, dejó que los jóvenes tripulantes demostraran la fuerza de sus hígados frente a la potente bebida mejicana. Se preguntó si la capitana se iba a unir a tal competición.

-Gracias Capitana, opino lo mismo de usted. - se sonrojó con el halado de Cristina aunque no supo si alguien se había dado cuenta. Notó cierta tensión entre ella y Erika y trató de cambiar el tema.- Por cierto está usted desconocida sin el uniforme, si dejaran vestir así en el puente me presentaría a primer oficial.- No le quedó claro si hablaba el o lo empezaba a hacer el whisky, no era hábil conversando con mujeres y menos en una situación tan distendida. 

Aakesh seguía hablando con Erika, aunque percibió la cara de la capitán. Parecía que le molestaba. ¿Celos?, no, Aakesh estaba seguro de que no...¿entonces?. Erika era comodoro, la capitán tal vez lo sabía y tal vez pensaba que él tendría algún trato de favor

Como se nota que no conoce a Erika, el uniforme es lo primero

No pudo por menos sonreír ante la ocurrencia de la capitán

-¡Me niego! Si Erika entra en la cocina de la Excalibur tendremos las letrinas inutilizadas en unos días, ¡nada de eso!

Y comenzó a reír con una buena carcajada

-Jankowsky, con usted como oficial de seguridad y táctico la nave estará mejor protegida. ¡Ya era hora que hubiese un humano a los mandos de los fáser y los torpedos!

Aakesh no pudo evitar fijarse en los miembros de la tripulación y su competición de chupitos

-Ops, discúlpenme, hay una competeción de bebida y hoy pienso participar. ¡Tripulación, hagan sitio, este hindú va a romper el récord de chupito por minuto!

Me alegro mucho al ver a Blake y a su pandilla en el club. Todos estos días de recuperación la he ido visitando, y esperaba que hoy tuviera ganas de venir, al estar más recuperada. Respondo a su saludo mientras la capitana hace mención de su petición musical.

- ¿Purple Rain? Por supuesto, capitana. Cuando renaudamos el concierto se la dedicaré con mucho gusto. Me alegro que les guste la música que tocamos, hacemos lo que podemos pero lo hacemos con ganas y con el corazón, y por supuesto nos alegra que la gente lo disfrute y lo pase bien escuchándonos.

Sonrío al ver a nuestro primer oficial tan desinhibido y jovial, pero tengo mis dudas de si podrá aguantar el concurso de chupitos...

 Por cierto está usted desconocida sin el uniforme, si dejaran vestir así en el puente me presentaría a primer oficial.-

Un ligero rubor decoró las blanquecinas mejillas de Erika, reflejando que en verdad solía manifestar algo de vergüenza en algunas situaciones donde se sentía seducida. Lo curioso es que en todos estos años, jamás se la vio con pareja, aunque existió el rumor de que estuvo con alguien de la Flota durante un año. Meras sospechas o cuidó bien de esa relación de cara a los presentes, posiblemente su amigo si estaba al tanto pero lo mantenía en la absoluta reserva al igual que la Comodoro. El uniforme y sus obligaciones estaban siempre por encima de todo, salvo cuando surgían este tipo de situaciones donde podía distenderse un poco más. 

- Oh muchas gracias, más quisiera yo dejar el uniforme que parezco disfrazada y lucir algún que otro vestido. Pero bueno, ya se sabe que donde manda capitán no manda marinero y hasta que el cheff no acepte mi curriculum, dudo que pueda estar en la Excalibur. Si se da la posibilidad, le concedo el gusto. -  responde al Comandante sonriendo distendida, mientras escucha a la Capitana seguir su broma y el hindú destruir su imagen. - Con amigos como tu, no necesito enemigos. Serás... -  comenta entre risas, regalando un guiño a De Alba por la ayudita y un pequeño pellizco en el brazo a Aakesh por maldito. 

Hasta que a oídos de Erika llega la competencia de tequila, algo que indudablemente jamás se perdería por nada del mundo, considerando que pocos sabían cual era su rango en verdad. Era un momento de calma y distensión, que mejor disfrutarlo plenamente ya que al otro día debía interrogar a la mayoría de los presentes. - Ah no, Cristina y yo nos unimos.  -  expresa inundada por la algarabía mientras coge a De Alba del brazo y la lleva junto a la barra mientras susurra algunas palabras en su oído. 

No obstante, espera una aceptación de la Capitán para dar el ejemplo de que las mujeres son muy resistentes a este tipo de retos. Nada mejor que relajarse para lo que toca mañana, así que el tequila no vendrá nada mal. 

- Gracias por no revelar mi verdadero cargo, estoy en deuda con ud Capitán. Al margen de ello, creo que será un momento idóneo para demostrarle a Aakesh que en algo puede perder. Acompáñeme para ganar esta competencia. -  susurra divertida en el oído de Cristina. 

Gracias Capitana, opino lo mismo de usted. - se sonrojó con el halado de Cristina aunque no supo si alguien se había dado cuenta. Notó cierta tensión entre ella y Erika y trató de cambiar el tema.- Por cierto está usted desconocida sin el uniforme, si dejaran vestir así en el puente me presentaría a primer oficial.- No le quedó claro si hablaba el o lo empezaba a hacer el whisky, no era hábil conversando con mujeres y menos en una situación tan distendida.

Cristina, más habituada a los descalificativos y discusiones entre sus oficiales que a los halagos, aceptó de buen grado del señor Jankowsky, aquel hombre era uno de sus oficiales preferidos, todo un profesional que inspiraba seguridad.

- Gracias señor Jankoswky... pero preséntese de cualquier forma señor... no creo que al señor Mukherjee le moleste- bromeó al tiempo que ensanchaba su sonrisa al ver como la comodoro respondía la cumplido interpretando que hacia su persona, pensando en lo sencillo y fantástico que sería tener a Jan como primer oficial en vez de a Muk.

Mientras la comodoro hablaba sobre la conveniencia de utilizar vestido en vez de uniforme De Alba le hacía la radiografía, parecía maja... pero había ido allí para interrogarla y encima era amiga de Muk, dudaba que llegasen a ser amigas, pero guardaría las formas y sería educada.

- No sea modesta señora Schmidt seguro que el chef valorará satisfactoriamente su currículum...- comentó apurando el gin tonic para emprender maniobra de evasión, por nada del mundo le apetecía ver a Muk borracho, ya tenía bastante con tener que soportarlo cuando estaba sobrio. Entonces la comodoro la cogió por el brazó y la instó acompañarla

- ¿Qué?- protestó De Alba al ser conducida a la barra, en un último intento por salvarse miró a su oficial táctico, aquel era un buen momento para el rescate, sin embargo cuando Erika le dijo algo al oído pareció recapacitar- Está bien... pero os advierto que no soy tan secilla de vencer- o al menos eso esperaba...

Aakesh sonreía. Dejó pasar las miradas de la capitán hacia Erika y alguna que otra hacia Jan, se imaginaba lo que estaba pasando por la cabeza. Esa noche quería disfrutar y la capitán no conseguiría evitarlo.

Cogió el primer chupito y se lo bebió de una vez, parecía aguantar, así que pidió otro. Erika, como no, también aguantaba pero quien parece ser que no pudo con el primero fue la capitán. Se notó que se le había subido rápidamente a la cabeza. Aakesh no pudo evitar, no ya sonreír, sino soltar una carcajada. En ese momento, tal vez influenciado por la diosa Kali, o por el chupito, metió la mano en el bolsillo

Como dice un proverbio klingon, la venganza se sirve en un plato bien frío....o lleno de alcohol

Sacó su Samsung Iphone Galaxy* y comenzó a grabar un vídeo.

Pues no, la capitán no me ha amargado la noche, todo lo contrario

Y sonrió mientras continuaba grabando y con otra mano tomaba el segundo chupito...

Todo estaba medianamente controlado, nada podía suceder si tan solo se trataba de algunos vasos de tequila. No es que Erika tuviese una conducta alcohólica ni mucho menos, pero durante su adolescencia en la Academia tras haberse hecho amiga del hindú, jamás faltaron las típicas apuestas de quien resistía una ronda más de chupitos. 

Por esa razón, tras sonreír conforme al haber escuchado a la Capitán acceder al desafío, tomó asiento y de un solo sorbo vació el primer vasito. Luego el segundo y el tercero, ya poco a poco comenzaba a sentir un ligero mareo, el típico de beber tanto de golpe pero nada que inquiete demasiado. Sólo una sobrada alegría donde cualquier tontería era motivo para echar unas cuantas risas. 

Y por suerte tuvo uno, De Alba al parecer no resistía la bebida por su apariencia en general. Algo que generó una carcajada en la Comodoro mientras intercambiaba miradas aprobatorias con Aakesh, más que nada porque el Primer Oficial la estaba filmando. - Vamos De Alba, que esto no es nada. ¡Resista Capitán! -  comenta en un tono que roza la burla, generando otra ronda de carcajadas en la Comodoro, que hasta ese entonces nadie sabía su cargo salvo su amigo y Cristina. 

Ya acomodada en el banquillo de la barra bebe otro vaso más porque estaba delicioso, para que negarlo. Una vez que soltaba la compostura lo haría con ganas, sino Erika jamás hubiese asistido. Lo bueno es que le sentaba fenomenal al igual que al Hindú. -  Por los viejos tiempos. -  alza el vaso y lo choca con Aakesh entre risas, mientras el otro filma a De Alba. 

Erika había entendido que el piropo de Jankowsky era para ella pero Ed no la sacó de su error, acababa de conocerla y no quería empezar con mal pie.

- Gracias señor Jankoswky... pero preséntese de cualquier forma señor... no creo que al señor Mukherjee le moleste-

No, creo que el Aakesh le tiene mucho aprecio a su puesto y más siendo ustéd la capitana- contestó Ed con sorna antes de darle un trago a su copa.

Entonces comenzó la competición etílica a la que sorprendentemente también se unió la Capitana, Ed adviritió una mirada pidiendo ayuda y le devolvió una sonrisa con una leve inclinación de cabeza señalando los chupitos.- Diviértase Capitana, quien sabe lo que nos espera, ¡carpe diem! decían los griegos.

Por supuesto Jankowsky no se unió aunque le divertía ver como los demás se desataban. Auque Erika también participaba lo realmente interesante era ver el mano a mano entre la capitana y su segundo, la cosa prometía. Al Terminar su whisky pidió otro.

Cristina no estaba acostumbrada a beber, era una mujer educada a quien de vez en cuando le gustaba tomar una copa entre amigos, generalmente un gyn tonic o ron... ninguna bebida con excesivo alcohol puesto que solía ser amante del autocontrol. Sin embargo después de haber escuchado a la comodoro no podía ignorar la petición, dado que últimanete había aumentado su cupo de tomar sólo una copa a dos, pensó que unos vasitos tan pequeños tampoco la iban a afectar demasiado... el problema es que ya se había tomado su rutinaria copa todo lo que viniera después iba a producir un efecto no deseado en su poca acostumbrada ingesta de alcohol...

De Alba se bebió el chupito de un sólo trago y nada más terminar de tragarlo ya sintió un peligroso mareo que disimuló pasándose una mano por el cabello, como si le hubiera entrado calor de repente... aquello no pintaba bien... pero era tarde para echarse atrás, "Respira, inspira... inspira respira, venga Cristi... un vasito más"

La capitana estaba tan concentrada tratando de controlar las reacciones de su cuerpo que ni siquiera fue consciente de que el hindú, que tanto la adoraba y admiraba la estaba grabando por móvil ni mucho menos captó el tono de Erika, y como Jan en vez de socorrerla se ponía a beber por su cuenta, De Alba miró el vaso y volvió a ingerirlo de un trago.

- ¿Saben?- comentó apoyándose en la barra- ustedes han partido con ventaja yo ya llevaba una copa... eso debería de contar- la voz comenzó a ponérsele pastosa mientras era incapaz de dejar de menear la cabeza y sonrisa fácil acudió a sus labios- pero da igual... ¡Yo puedo con todo!- y sin pensarlo bebió el tercer chupito, al tratar de dejar el vaso sobre la barra este cayó al suelo... el impulso de la capitana fue recogerlo pero si se movía terminaría en el suelo

En aquel momento Cristina se dió cuenta de que había perdido el control de su cuerpo, comenzó a marearse... pero mucho, de manera inconsciente se fue para un lado echándose hacia donde estaba Erika- Uy... el suelo resbala- se disculpó aferrándose a la barra para poder incorporarse- Bueno... creo que será mejor me retire... ¿soy yo o se está poniendo todo borroso?- en aquella ocasión sintió una nausea y se le escapó un vómito sobre Muk, no lo había hecho a conciencia... pero el caso es que se había ido a poner allí, en medio como los jueves- Uy...- se escusó echándose hacia atrás, pese a su borrachera la cara de Alba mostraba mucho apuro por haberle estropeado la ropa a su primero, caminó torpemente hacia atrás buscando apoyo para erguirse antes de caer de nalgas- de verdad lo siento...bueno no del todo...- se disculpó como pudo, ni siquiera era capaz de articular bien las palabras, entonces fue a toparse con un musculoso hombre, que resultó ser Jankowsky. Con los ojos dilatados por efectos del alcohol, la capitana toco por instinto el rostro de Jan a quien parecía no haber reconocido hasta que finalmente lo consiguio.

- Jan... Jankows... joder que complicado que es su apellido... bueno... descanse soldado- lo saludó a lo militar para alejarse, sólo era consciente que quería irse de allí- descansen... todos en general... De Alba... fu... fuera...

Aakesh estaba disfrutando de lo lindo. De Alba estaba cada vez más borracha y él estaba dejando testimonio de la escena, cuando de pronto, pudo observar como una lluvia de vómito caía encima suya manchándole por completo

Mierda.....esto es cosa del karma

Se miró, estaba empapado

¿Pero que ha cenado esta mujer?, puaj

Pero ya fuese por el alcohol o lo divertido de la escena, Aakesh comenzó a reír

¡Y esto también lo tengo grabado, un documento único!

Aakesh continuó riéndose a carcajada limpia durante un buen rato

Ya divertida por la escena en general dejó la bebida para no terminar como la Capitán que hacía uso de su lado ridículo poseída por el alcohol. Incluso cuando cae encima de ella, Erika no tarda en ayudarla notando ya que se ponía peor y no le faltó razón al ver que un vomito decora a su amigo de repente. 

- Puff eso ha sido asqueroso.  Hombre, deja de filmar. - afirma tras indicarle que ya había obtenido lo que quería y podía considerarse una humillación de cara al resto de la tripulación. Algo que reflejaba lo que debía hablar mañana Erika en los interrogatorios con ambos. 

Ya sentada en el banquillo,  observa el momento de la Capitán con el Comandante y no puede evitar reírse (el alcohol ayuda muchísimo). Había algo allí entre esos dos, ya Erika se había metido sin querer al hacerse cargo de los comentarios, era culpa del Martini. 

- Pues...  Es momento de irnos, Aakesh apestas más que de costumbre y eso es mucho. Ni cuando te bañas en el Ganges huele tan mal. - bromea tironeando a su amigo del brazo con la intención de salir. Necesitaba aire, más que nada para no hacer papelones. Que no estaba muy lejos de la situación que presentaba la Capitán. 

- Buenas noches a todos. - se despidió sonriendo, aun llevándose a su amigo a cuestas. 

¡Yo puedo con todo! dijo de Alba, y por la cabeza de Jankowsky pasaron como un flash los recuerdos de todo lo ocurrido en la misión anterior la cual había llevado al límite tanto a la nave como a la tripulación, de Alba lo había hecho bien pese a todas las presiones que sufría. Esa actitud valiente le había llamado sobremanera la atención al MACO, despues de la misión anterior no pondría en entredicho esas palabras "yo puedo con todo". 

Hasta ese momento, era patente que la pobre Cristina no estaba acostumbrada a beber y llegó al tercer chupito con claros síntomas de intoxicación etílica. Se sobresaltó al ver como le caía un vaso y pensó en ayudarla, la estaba viendo en el suelo a ella también. Entonces vertió su "opinión" sobre Muk que seguía grabando todo con su cámara, el hindú se lo estaba pasando en grande apenas le molestó que nuestra capitana le vomitara encima.

Jankowsky no pudo evitar acercarse a ella, sentía la necesidad de ayudarla, quizá llamar un taxi que la llevara a casa. Cuando se acercaba Cristina dió la vuelta y casi se choca con él, estaba visiblemente desorientada y borracha. Ed permaneció inmóvil cuando ella toco su cara y balbuceó su apellido. Tenerla tan cerca y con un contacto físico así hizo que Ed se sintiera levemente mareado, pero no era el whisky. Así de cerca era capaz de ver sus ojos y, por un momento, sintió que se hundía en ellos en ese instante no fueron una capitana y su oficial si no un hombre y una mujer. Cuando ella se apartó Ed salió de su ensimismamiento sacudiendo la cabeza.

-Capitana, será mejor que le llame un taxi.

Así lo hizo y se aseguró de que ella lo tomaba.