Partida Rol por web

Los torpedos salieron directos a la nave alcanzándola, Jankowsky se animó a si mismo al ver el éxito del disparo, asintió con la cabeza y se recostó en su asiento permitiéndose un breve instante de relax mientras saboreaba esa pequeña victoria.

-Les hemos alcanzado capitana aunque no se si será suficiente, las naves romulanas son duras.-

Jankowsky miró a Gaheris cuando de Alba informó de que él sería uno de los encargados del rescate, seguía teniendo dudas sobre él pero no se entrometió, la orden de la capitana había sido clara y en el fondo Jankowsky entendía que era la mejor opción. La idea del polizón de llevar consigo su "mascota" ya no le convencía tanto pero ¿de qué era capaz aquel animal y hasta que punto podía Gaheris controlarlo?.

Luego de la intervención del vulcano el oficial táctico contempló de nuevo a aquel desproporcionado ser entre dos realidades, ciertamente no había reaccionado a su presencia pero, tampoco un humano tiene por que reaccionar al zumbido de una mosca y, si lo hace, es con una única intención.

- No, es mejor que vaya el Oficial Científico con Soong y nuestra querida Embajadora, pienso acompañarlos también. Es una orden Capitán. -  afirma tras mantenerse en un eterno silencio. 

Erika sigue analizando las probabilidades y es necesario que el Vulcano también esté allí presente, como ha hecho una promesa hace horas atrás, piensa cumplir con su palabra y saldrá de su zona de confort para ir hacia aquel lugar. Quizás las habilidades de combate por parte de la Comodoro y su inteligencia, ayude en algo. 

Así que tras decir aquello, se mantiene seria fijando la mirada en De Alba, es consciente de que no puede negarse a ese tipo de órdenes. 

- Oficial, lo necesito. Acompáñeme. - afirma al dedicarle una mirada al Vulcano. 

¿Cuántos soldados me quedan?

Lo digo porque no se si tengo suficientes. Entre las rondas por cubiertas, el puente e ingeniería ... no se cuantos me quedan. 4 a lo sumo, calculo.

Aakesh asintió ante las órdenes de la capitán, pero al oir lo de la enfermería torció el gesto

-Capitán, no quiero ser agorero, pero si no podemos usar la enfermería, en caso de tener heridos, ¿dónde serán atendidos? Entiendo que es algo provisional, y que tras el combate con los romulanos restableceremos la energía, pero hemos de pensar en alternativas en caso de que nos devuelvan el fuego y causen heridos.

Aakesh miró a Soong cuando le ordenaron acompañar a al embajadora y luego a la comodoro cuando afirmó que ella acompañaría a la embajadora y alzó una ceja

¿Erika en una misión de campo?, esto es nuevo

-Dada la importancia de la misión, capitán sugiero que el señor Soong sea el gualdaespaldas de la embajadora. Que no se separe de ella y la proteja.

 - Capitán, tengo una sugerencia. Dientes De Sable podría ayudarnos en esta misión, tiene experiencia en combate y podría encontrar facilmente los rastros de los andorianos, gracias a su sentido del olfato. Ya hemos hecho misiones de este tipo así en el pasado..

Ante aquella sugerencia Cristina no pudo por más que mirar a Gaheris directamente a los ojos, si accedía podían pasar dos cosas, una que realmente Soong se ganase el voto de confianza que le acababa de otorgar o dos, que al cagara estrepitosamente... sin embargo, si el humano aumentado decía que su osito podía ayudar, lo mismo hasta tenía razón... y ya de perdidos el río.

- Esta bien, llévese a... Dientes de Sable con usted.

Capitan, la nave romulana... He detectado una bajada de intensidad cuando dispara, si sincronizados nuestros faster tendríamos más posibilidades de atravesar su escudo.

Tras examinar el visor y sus pantallas el vulcano hizo otra apreciación.

La bestia no se ha preocupado de nosotros cuando podría habernos hecho pedazos. Es posible que todavía se encuen tre en un estado intermedio entre ambas dimensiones... Si eso es así quiere decir que aún podemos revertir el proceso y centrarnos en la nave romulana.

- Gracias señor Sirril, parece que tenemos una buena oportunidad... ya ha oído señor Jankowsky hay que sincornizar los faser, le echaré una mano- dijo mientras no dejaba de teclear para asistir lo mejor posible a Jan, era el todo o el nada- sí, lo he notado... el kraken podía habernos atacado ya, hay que darse prisa y terminar lo antes posible con los romulanos... -iba a añadir algo más cuando fue interrumpida por la comodoro... que con su habitual simpatía fue a hacer lo que mejor se le daba... recordar a De Alba que ella poseía un rango superior a ella y de paso humillarla delante de sus hombres con su actitud de nazi estirada.

 No, es mejor que vaya el Oficial Científico con Soong y nuestra querida Embajadora, pienso acompañarlos también. Es una orden Capitán. -  afirma tras mantenerse en un eterno silencio. 

Erika sigue analizando las probabilidades y es necesario que el Vulcano también esté allí presente, como ha hecho una promesa hace horas atrás, piensa cumplir con su palabra y saldrá de su zona de confort para ir hacia aquel lugar. Quizás las habilidades de combate por parte de la Comodoro y su inteligencia, ayude en algo. 

Así que tras decir aquello, se mantiene seria fijando la mirada en De Alba, es consciente de que no puede negarse a ese tipo de órdenes. 

- Oficial, lo necesito. Acompáñeme. - afirma al dedicarle una mirada al Vulcano. 

Lo que más le jodía de Erika era la manera en la que se dirigía a ella, con una simple sugerencia y una razonamiento lógico, era fácil que la capitana cediese a las demandas de quienes le daban una idea para salir de la situación, si la comodoro quería supervisar el trabajo de la embajadora, ella no se hubiera opuesto, lo que hacía que le dieran ganas de estrangularla y borrarle de un puñetazo aquel gesto de superioridad, era la forma en que terminaba las frases, "Es una orden"... no era la primera, ni la última... por lo que veía, que la iba a seguir tratando como si fuera gilipollas y encima tenía la desfachatez de demandarle a su oficial científico sin dar más explicación, siendo la labor del vulcano tan valiosa en el puente. 

- No es necesario que usted me de órdenes para que acceda a que forme parte de una misión, con tan sólo decirme sus motivos y otorgarme unos segundos de reflexión es suficiente señora Schmidt- "Que pesadilla de mujer, no puedo ni verla y encima la tengo soportar durante toda la misión..."- se trata de trabajar en equipo y escuchar la opinión de todos para llegar a la solución más acertada- le recordó, Cristina seguía siendo la maldita capitana, al menos hasta que a la pelirroja no le diese por relegarla de su puesto en uno de sus arrebatos de autoridad, como ya le había amenazado anteriormente- Proceda...- dijo a regañadientes ni convencida, ni mucho menos contenta con nada que oliese a la comodoro.

-Capitán, no quiero ser agorero, pero si no podemos usar la enfermería, en caso de tener heridos, ¿dónde serán atendidos? Entiendo que es algo provisional, y que tras el combate con los romulanos restableceremos la energía, pero hemos de pensar en alternativas en caso de que nos devuelvan el fuego y causen heridos.

- Pues no sea agorero señor Mukherjee- De Alba ya estaba lo suficientemente cabreada como para tener que aguantar también al primero- en cuanto se produzcan los primeros heridos restableceremos los soportes vitales en la enfermería, de momento es prioritario evitar que suframos bajas y para ello necesitamos la energía en las barquilla- dijo dedicándole una mirada muy seria al hindú, no estaba dispuesta a que le siguiera replicando por aquel tema.

Aakesh miró de reojo a la capitán. El tono de su respuesta indicaba que ya estaba enfadada y para dar salida a su enfado lo había pagado con el primer oficial por hacer su trabajo

Para variar

-Entendido capitán.

Para Aakesh estaba claro el motivo del enfado de la capitán. El tono de Erika y especialmente el hacer prevalecer su rango sobre la capitán para ir en una misión de campo había sido excesivo. Incluso a Aakesh le pareció que se había pasado.

Gracias Erika, no bastaba con la situación en la que estamos que tienes que hacer enfadar a la capitán.

-Señor Lightman, de momento parece que aguantamos, aunque siguen las fluctuaciones. Voy compensando

A la embajadora le pareció muy sospechoso el que la commodora insistiera de esa manera.  

¿Será ella la espía que todos sospechan está en la nave?  

Le hizo un escaneo pasivo, indetectable para ella, para saber si había claves que indicaran que ese era el caso.  O si sólo era alguien queriendo participar mucho en una misión y usando su poder para asegurarse de ello. 

Y cuando parecía que la cosa no podía torcerse más, la tormenta se desató en el puente. La Comodoro decidió sacar a relucir la jerarquía (Y esa manía de imponerse que parecía impresa en el ADN de el alto mando), desmontando el plan de intervención de la esfera orquestado por la capitana, y requiriendo la presencia del vulcano. La capitana cedió ante los requerimientos, pero no parecía para nada contenta, y pagó con el Primer Oficial (que tuvo la desgracia de ser el primero en abrir la boca tras la tensión entre las dos oficiales) con un latigazo verbal que pareció escocerle a todo el puente. Dameon no pudo sino admirar la calma aparente del indio al recibir la reprimenda, y como siguió trabajando como si no hubiese ocurrido. Más aún cuando sabía que se encontraba, como todos, con los nervios a flor de piel (quizá más, ya que la presencia de los Romulanos había sacado una parte agresiva del Oficial que a McCall le había sorprendido desagradablemente). 

Como Dameon tenía la mala manía de permanecer positivo, o intentarlo al menos, intentó centrarse en que al menos el gato-oso de Soong <<¿Lo había llamado Dientes de Sable? Tan original como llamar Toby a un perro>> iba a salir de la NX. Con un poquito de mala suerte el calamar, o los Romulanos, se lo almorzaban. Con un poco de buena, demostraba que estaba bien adiestrado y salía de las pesadillas del sudafricano.

Un silencio denso empezó a extenderse en el puente, y McCall, con esa incapacidad de permanecer en silencio más de cinco minutos que le caracterizaba, decidió llenarlo.

- Me ocuparé entonces de los sensores. En todo caso, no creo que los Romulanos ni nuestro amigo el pulpo tenga muchas ganas de charlar en estos momentos.- dijo con una sonrisa, intentando rebajar el peso del ambiente. Miró de reojo a la Capitana y el Oficial Científico, por si tenían algo en contra.

Lista para transportarme capitana. -dijo la embajadora, habiendo ido al baño y ahí convertido su elegante túnica diplomática en un outfit para acción ágil.  Claro, ágil para los 77 años que tenía la mujer, que para una terrícola del mero principio del siglo XXI serían el equivalente a la agilidad de una atleta de la mitad de esa edad.  Pero bien, eso sería suficiente.   

Eso y Dientes de Sable.  -sonrió.   

Los humanos y sus mascotas. 

Por cierto capitana, me llevaré también mi apoyo animal.  -dijo, y con un gesto señaló su backpack, una mochila grande y azul que se movía como si tuviera muchas bolitas de peluche animadas dentro.   Se cómo podrán ayudarme allá adentro. 

- Perfecto. - responde a De Alba. 

Ya preparada para retirarse junto a la Embajadora, mientras Sirril y Soong con su mascota se unen. Es momento de realizar una misión de campo, posiblemente la primera en su vida, pero está segura de que no será la última. Ahora manteniendo el rostro serio aguarda por el resto. 

Le dedica una mirada a su amigo en plan "Lo siento"  porque ha pagado su plato roto, al no poder descargarse la Capitán con ella. Está claro que le debe una al Primer Oficial, pero no es momento de dar explicaciones ni nada por el estilo, hay que actuar. 

El caos parecía controlado hasta cierto punto, la bestia parecía no tener vida todavía y el primer round con la nave romulana se había decantado sobre la NX por poco... pero todo aquello podía cambiar en un pestañeo y sin duda las tensiones en el puente no era lo más adecuado en aquella situación...

El choque de orgullo humano entra la comodoro, la capitana y el primero pareció dejar un silencio imposible en el puente, las ordenes, las replicas y sin duda mucha rabia contenida que hasta el vulcano podía palpar desde su sitio...

Todo parecía resumirse en el ahora, en la situación sin que nadie parase una fracción de segundo en pensar el porque y el como de la situación.

El vulcano termino de ejecutar los últimos unos últimos comandos en su consola y asintió en una profunda mirada tanto a la capitana como la comodoro, como si aquel vulcano también tuviera algo que decir aunque sabía que no era el momento...

Tras ello se encamino con la comitiva...

Se palpaba en el ambiente la tensión generada por el comentario de la comodoro. La capitana ha explotado y encima quien recibe es Muk. Si bien no es santo de mi devoción, hace bien su trabajo y las veces que me ha asistido en el pilotaje lo ha hecho de manera excelente, no se merece que lo traten así.

Y la capitana tampoco, no merece ser ninguneada de esa manera. Pero donde manda patrón, no manda marinero...

Miro a Muk, cuando me dice que va compensando las fluctuaciones.

- Perfecto, creo que las bobinas que regulan el flujo de plasma aguantan, espero que la desviación de energía no afecte a más sistemas. Esta nave funciona a la perfección pero a veces ciertos cambios pueden tener efectos catastróficos, un poco efecto mariposa. - miro a McCall - No va por ti, compañero. - le digo giñandole un ojo.

Me fijo en que la comodoro, Gaheris, Sirril y la embajadora empiezan a desfilar para ir a su misión.

- Bueno, ahora veremos si la Flota, además de regalar rangos, da también agallas.

Jankowsky comenzó a realizar las operaciones necesarias para sicronizar los phasers, sabía lo que tenía que hacer y se sorprendió a si mismo ejecutando una serie de movimientos, pulsaciones y tecleos de forma rutinaria, aunque no se sentía del todo seguro.

-Para serle sincero he de decirle que esto solo lo he practicado en el simulador.- El maco comenzó a notar una pequeña gota de sudor bajando por su frente, se la limpió rápidamente con la manga izquierda sin dejar de utilizar la mano derecha.- Phasers dos y tres sincronizados, vaya, no se que pasa con los servos de sincronía del cuatro, van un poco lentos. A veces, cuando un arma se me encasquilla basta con darle un pequeño golpe, es una pena que no podamos salir fuera a darle una "patadita" a esos cañones... ejem... bien creo que ya va.- Jankowsky hablaba trivialidades llevado por los nervios, aunque había practicado la sincronizacion en el simulador hasta llegar a ejecutarla de forma excelente el soldado sabía que en la realidad las cosas no siempre fucionaban de la misma manera. 

- Perfecto, creo que las bobinas que regulan el flujo de plasma aguantan, espero que la desviación de energía no afecte a más sistemas. Esta nave funciona a la perfección pero a veces ciertos cambios pueden tener efectos catastróficos, un poco efecto mariposa. - miro a McCall - No va por ti, compañero. - le digo giñandole un ojo.

- Vaya, yo que creía que empezaba a romper algo más que corazones.-  contestó con un gesto exageradamente amanerado .-  Y con lo que me gusta revolotear por ahí

El ataque con los torpedos continua en auge desde el éxito con el oponente anterior, siendo ahora otro caso de acierto sobre el ave de presa Romulana, aunque con menor grado de daño.

Los escudos del enemigo sufren el impacto, dejando escapar algunos daños menores sobre el casco general pero no los suficientes para evitar el contraataque.
Entonces el enemigo abre fuego sobre la Excalibur con sus cañones disruptores frontales apuntados sobre la sección de Ingeniería de la NX. Un impacto allí seria simplemente catastrófico.

Esto representa una devolución de un enemigo que no le agrada que lo tomen desprevenido. Quizas no vuelva a suceder.

Solo tienen una oportunidad para dar tiempo al equipo de abordaje...

Cuando la "Hitler" y todos los demás se fueron del puente, Cristina sintió cierto alivio por no tener que ver durante una temporada a la comodoro, quizás hasta con un poco se suerte no tenía por qué volver a aguantar sus humillaciones y sus malas formas... se reprimió "Se buena Cristi se supone que está de tu lado... ¡¡JA!!... se buena Cristi, respira, recuerda los putos principios del karma..." el caso es que la capitana se serenó con rapidez, debía de hacerlo porque su tripulación pendía de un hilo.

- Nos hemos quedado los mejores caballeros...- observó comprobando que ella era la única mujer en el puente, que estaba rodeada de machos, un piloto con aire de pirata y un toque rebelde de lo más resultón, un hindú con movimientos frenéticos de caderas que no era su tipo ni de lejos pero que en aquel momento hasta lo miró con otros ojos, el morenillo de comunicaciones... que estaba claro que era amanerado pero tenía toda la pinta de que se iba a convertir en un excelente aliado, además de estar vigilado el puente por soldados MACOS uno de ellos... el pedazo de rubio de Jankowsky que tenía a su lado... y encima, la obedecían a ella... ¿Donde iba a estar mejor? sonrió traviesa para sí.

- Démosle una oportunidad al equipo de asalto- se centró rápidamente, ella era muy seria en su trabajo- Señor McCall, efectivamente le toca hacer de oficial científico, voy a tener que subirle el sueldo por pluriempleado... Señor Lightman y señor Mukherjee tenemos que seguir dando una lección de vuelo a esos romulanos, debemos mantenernos alejados de su artillería, como alcancen ingeniería nos vemos remando para llegar a casa...  y no pienso echarme a perder la manicura- animó al piloto y al primero con su característica ironía, para el que mentalmente se anotó una nota, la había fogado injustamente con Muk y le debía una disculpa- Señor Jankonwsky- le dijo al rubio al percatarse del sudor delator de su frente- estoy con usted- le dijo apoyándole una mano sobre la suya para tratar de tranquilizarlo- Lo estamos consiguiendo- le sonrió- pero debemos proseguir con el ataque- anunció asistiéndole nuevamente en la consola de mando- voy a fijar las nuevas coordenadas, confirme y reajuste debemos ser precisos con el siguiente torpedo, este les tiene que doler.

El equipo de salida enfiló sus pasos hacia el transportador, decididos a dirigirse al corazón de la bestia, en un intento casi desesperado por salvar a los Aenar. Daemon tenía sentimientos encontrados al respecto: desde que encontraron en los sensores a los andorianos, estaba convencido de la necesidad de sacarlos de donde estaban, de rescatarlos, y había puesto todo su empeño en ello. Que no pudiesen hacerlo desde la "seguridad" de la NX le provocaba cierto grado de frustración, hubiese sido mucho más fácil y menos peligroso, pero estar en una nave de exploración implicaba riesgo. Temía por la vida e integridad física de sus compañeros, pues no sabía si sumergirse en el interior del monstruo tentaculado era la mejor solución y, menos aún si serían capaces de regresar (o al menos si regresarían todos ellos). Y luego sentía alivio cuando la tensión que había crecido en el puente en los últimos instantes salió con el equipo: ya había suficientes problemas a su alrededor como para que se creasen problemas dentro de la propia nave. Este desahogo le causaba un ligero sentimiento de culpabilidad cuando sabía que las posibilidades de muerte de sus camaradas eran altas, pero era totalmente involuntario. Decidió que había demasiado que hacer como para centrarse en sentimientos negativos y apartó todo lo que se pudiera etiquetar así para intentar dar lo mejor de si mismo.  

Estiró los brazos para relajar tensión en los hombros mientras la capitana hablaba, y no pudo evitar  sonreír ante las palabras de ésta.

- Nos hemos quedado los mejores caballeros...- observó 

- Bueno, al menos los más guapos.- contestó con una risita sugerente. Se resistió mucho de echar un ojo al objeto de sus flirteos, pero la intención era clara. A buen entendedor..... (y él, de entender, sabía mucho)

Cuando la jefa le dejó caer que le tendría que aumentar el sueldo rió a carcajada limpia.

- ¿Me va a subir el sueldo a pesar de mi falta de fe? Capitana, se me está ablandando, a este paso consiguiré ser Primer Oficial en unos meses. Lo siento Señor Mukherjee, pero el chocolate siempre gana.- dijo guiñando un ojo.

Le encantaba cuando la disciplina del puente se relajaba.

Aakesh permanecía atento a los controles. No hizo mucho caso del comentario de la capitán. No eran muy habituales en ella, y en otras circunstancias hasta le habría respondido con cierta ironía, pero prefería ignorar según que cosas y centrarse en lo importante.

-Las bobinas de plasma aguantan, los compensadores de inercia se mantienen. Sugiero una maniobra Delta-Epsilon para esquivar a la nave romulana. Así lo tendrá más difícil para fijar sus armas en nosotros.

Alzó una ceja cuando escuchó el comentario de McCall y sonrió

-Por mucho chocolate, hace falta más que una sonrisa y sentido del humor para ganarse el asiento de mando, aparte de que tendría que pasar por encima de otros oficiales de rango superior al suyo, señor McCall.

De nuevo fijó su atención en la nave romulana

-Ahí la tenemos, ¿les damos una última lección y los enviamos al infierno o seguimos de cháchara hasta que nos alcance con un torpedo?

El tono de Aakesh era serio, pocas veces se le había visto así, incluso su sonria había desaparecido de su rostro.