Partida Rol por web

No podía creerse que el Primero hubiese entrado a la broma ¡Y hasta con una de sus escasas sonrisas! Fue un momento exiguo y, rápidamente, la atención del indio volvió a los romulanos, y su rostro y voz se ensombrecieron en consecuencia. Tan rápido como había aparecido ese Mukherjee juguetón, desapareció, como si hubiese visto un unicornio. Pero McCall no podía dejarlo pasar así como así. Le gustaba mucho más el Primer Oficial amigable y abierto, mucho más que el asiatico siniestro que se enfrentaba a los romulanos.

- No sé preocupe sub-comandante, tengo más habilidades que una sonrisa bonita.- dejó caer, risueño, con una sonrisa aún más amplia.-En todo caso, sólo bromeaba. No pretendo pasarle por...encima.- Si hubiese soltado una frase así en JoBurgo ya se le habrían lanzado encima dos "leones", pero dada su posición prefería dejarlo ahí, a ver si la indirecta no caía en terreno baldío.

Suspiró y sonrió para si mismo, mientras volvía a la pantalla y transfería a su estación los sensores y las subrutinas asignadas habitualmente a la estación científica. Si salían de esta...

Aakesh permanecía serio, y ante el último comentario de McCall volvió a arquear una ceja

-Pues si tiene más habilidades señor McCall más le vale emplearlas ante lo que tenemos delante, ya no es momento de bromas.

Estaba claro que para el hindú, el momento distendido había pasado y había que centrarse en el extraño ente que se estaba manifestando y en la nave romulana que los atacaba.

- Nos hemos quedado los mejores caballeros...- o

Jankowsky sonrió ante el comentario de la capitana y dedicó su sonrisa al primer oficial recordando las desavenencias que había tenido con de Alba, todo un cumplido por su parte. Era una buena manera de animar al pequeño grupo que permanecía en el puente. Jankowsky realmente hubiera preferido ir a primera línea con los demás pero ahora su lugar estaba ahí.

La capitana seguía dándole apoyo con los torpedos, eso le daba seguridad, se había sentido como un pez fuera del agua en su nuevo puesto pero ahora comenzaba a adaptarse y le daba la sensación de que lo estaba haciendo bien, todo gracias al apoyo de le ella.

-Coordenadas confirmadas capitana, les lanzo un nuevo regalito- El torpedo salió después de que Jankowsky pulsara el disparador.

Cristina, solía tener fama de ser una persona estricta y con mal genio... Una fama que le venía de sus tiempos en la academia por ser parte de la nobleza española y por ser incapaz de callar cuando no estaba de acuerdo con algo. Sin embargo aquellas personas que llegaban a conocerla se encontraban con una persona amante de una buena conversación, defensora de sus amigos y llegado el caso, más loca que una cabra... Por eso precisamente había repetido como capitana de la Excalibur... Nadie en su sano juicio lo habría hecho, dadas las circunstancias... Pero ante todo, lo que Cristina estaba, era con su tripulación... Su trabajo como capitán estaba por encima de todo, y para ella su deber era apoyar a quienes dependían de ella... Por eso no le importó bromear en el momento que estaban atravesando, y pararse a reconfortar a un oficial perdido era precisamente, el tiempo mejor invertido. Le daba igual lo que los demás opinarán de ella, las humillaciones que seguiría padeciendo... Ella siempre iba a estar con sus hombres.

Por ello, la actitud del primero le chocaba tanto, no se había percatado que a pesar de todo estaba de su lado y que De Alba, como capitán que era, tenía su manera personal de hacer las cosas, que recurrír a la ironía y a las bromas, era su forma de encarar el peligro y crear el ambiente necesario para salir del atolladero... Pero eso, lo callaría, dejaría que sacase sus conclusiones y que fuese él quien se molestase en conocerla, su último intento, fue un desastre y no le apetecía volver a discutir con una persona tan obstinada como él. Como tampoco se iba a meter en aquel momento en la conversación entre Mccall y Mukherjee. Se limitó a sonreír al oficial de comunicaciones, le gustaba aquel moreno. Para después centrarse en asistir a Jan y contener el aliento mientras aguardaba los resultados del nuevo disparo y confiaba en que Lightman hiciera su magia.

La actividad frenética en el puente no puede provocar que me distraiga y cometa fallos. Muk está haciendo un excelente trabajo comprobando los datos y realizando pequeños ajustes, por lo que puedo concentrarme plenamente en pilotar la Excalibur.

El hecho de redirigir la energía de la nave, cerrando las cubiertas no necesarias, provoca ciertos flujos inestables que afectan al control de la nave... pero nada que el pequeño Johnny no pueda manejar.

- ¿La maniobra Delta-Epsilon? Sí, puede servir. Aumentaré la potencia a los inductores, espero no fundir los reles. Siga con las comprobaciones, está haciendo un buen trabajo. Al final me quitará el puesto.

Con la esperanza que mi comentario relajara un poco el ambiente, intento recordar la maniobra de marras que ha dicho el primer oficial. Realmente tendría que haber prestado más atención en clase en lugar de mirar embobado a Blake...

Ahora era turno de los escudos, mientras recargaban los torpedos y se recalibraban phasers había que activar ese cascarón invisible que protegía la nave.

-Paso a desviar energía a escudos. Tranquilo Johny, no te dejaré sin ella por la cuenta que nos trae.- Guiñó un ojo en señal de complicidad con el piloto al tiempo que realizaba las pulsaciones necesarias en su panel de control dejando los escudos listos para un posible impacto.

De inmediato, abrió un canal con la armería - Aquí Jankowsky, quiero otro par de torpedos listo, venga muchachos, ¡no me hagáis esperar!.- Mientras recargaban Jankowsky hizo unas comprobaciones - Los cañones de los torpedos están listos para volver a disparar capitana, solo falta que los recarguen.

El torpedo en esta ocasión apenas ejerce algún efecto nocivo sobre la nave enemiga, dispersando la explosión y minimizando el daño. Posiblemente el oponente ha redirigido la potencia de sus escudos en dirección a los ataques previos hasta el momento.

En cambio la habilidad del timonel de la Excalibur es suficiente para evitar la destrucción de la nave cuando los romulanos disparan al sector de ingeniería de la NX.

El combate se mantiene en tablas, con una pequeña inclinación a favor de la nave terrícola entre cada ataque y contraataque.

Solo que las cosas nunca son como se esperan…

Si momentos antes la energía del reactor fluctuaba ahora simplemente salta como una rana en carrera libre. La variación del potencia del motor de curvatura provoca el apagón de las bobinas emisoras del flujo warp en las nacelas, imposibilitando el viaje a la velocidad de la luz y dejando los motores de impulso lisiados, con la mitad de su potencia.

También los generadores del campo de Polarización del casco comienza a fallar, siendo esto algo muy grave si el enemigo dispara sobre la Excalibur. Y no es algo que no sucede; todo lo contrario, porque el ave de presa dispara un par de torpedos de plasma en dirección a las barquillas de la NX, en clara intención de deshabilitar la nave. Ahora la habilidad defensiva de la Excalibur se encuentra comprometida.

Aparte del problema de energía y del reactor surge otra complicación adicional cuando la criatura interdimensional comienza a ganar velocidad y por consiguiente alejarse de la zona de combate de las dos naves, siempre manteniendo el curso directo al sistema Solar. Su velocidad pronto romperá la barrera sub luz.

Finalmente una alarma de proximidad comienza a brillar en las pantallas de la nave. Dos naves se aproximan a la anomalía, con curso directo a interceptar a X´agroron. Una proviene del campo de asteroides a velocidad de impulso y la otra llega desde el espacio abierto a velocidad warp.

Cuando Dam pensaba que las cosas empezaban a encauzarse y que iban a salir con más o menos bien de ese embrollo, todo pareció coger una espiral descendente. El africano no tenía claro a que Dios, espíritu o criatura sobrenatural octópoda habían enfadado, pero estaba claro que les odiaba y quería hacerles sufrir lo máximo posible antes de exprimirles en una agonía lenta y extremadamente dolorosa.

A su alrededor todas la las luces de las consolas y paneles empezaron a parpadear frenéticamente, dando fallos de sistema, caídas de energía, el polarizado de casco fluctuaba como un roedor frenético... resultaba abrumador. Pero esta vez no se dejaría caer en la desesperación, esta vez tenía un papel doble en la NX y no podía dejarse llevar por sus emociones desatadas: debía centrarse.

Intentó tomarse el problema por partes: poco podía hacer con las fluctuaciones de energía, las armas y escudos estaban al control de otros oficiales, así como el pilotaje de la nave. Así que sólo le quedaban los sensores. No sabía si tendría energía suficiente para utilizarlos, pero era algo claro en lo que podía centrarse. Orientó todos los recursos que tenía disponibles hacia las naves que acababan de entrar en escena.

- Tenemos dos nuevas naves en escena caballeros.- exclamó. Calló un instante y añadió.-... y señora. Uno acaba de salir de warp desde 45 marca 10, la otra ha aparecido en el campo de asteroides a velocidad de impulso.... 136 marca 21. Más o menos. Creo que tengo un margen de error de un 10%... más o menos, los sensores se están encabritando un poco.- La navegación nunca fue lo suyo (ni le había sido demasiado necesaria más allá de la formación en la Academia) por lo que tuvo que desempolvar datos que tenía casi olvidados. Desde luego, estaba convencido que su descripción contrastaba poderosamente con la parsimoniosa actitud vulcana de Sirril - Estoy realizando un barrido para identificar sus señales. Recemos a Santa Peligros por que al menos una sea aliada.- intentó aligerar la alarma que podía causar la aparición de las naves (y su inexperiencia en su "nuevo" puesto).

Cuando parecía que todo estaba empezando a funcionar, la cosa simplemente se complicaba y saltaba todo por los aires... bueno aún no, pero poco iba a faltar y más siendo, como era, el objetivo de los romulanos, la sección de ingeniería. La cuestión era, que a ella, no le daba la gana de ponerles las cosas fáciles y que... tenía que haber algo que pudiera hacer. Mientras pensaba con rápidez todas las posibles opciones escuchó a McCall.

- Tenemos dos nuevas naves en escena caballeros.- exclamó. Calló un instante y añadió.-... y señora. Uno acaba de salir de warp desde 45 marca 10, la otra ha aparecido en el campo de asteroides a velocidad de impulso.... 136 marca 21. Más o menos. Creo que tengo un margen de error de un 10%... más o menos, los sensores se están encabritando un poco.- La navegación nunca fue lo suyo (ni le había sido demasiado necesaria más allá de la formación en la Academia) por lo que tuvo que desempolvar datos que tenía casi olvidados. Desde luego, estaba convencido que su descripción contrastaba poderosamente con la parsimoniosa actitud vulcana de Sirril - Estoy realizando un barrido para identificar sus señales. Recemos a Santa Peligros por que al menos una sea aliada.

- Pues más o menos cabe la posibilidad de que el objetivo de esas dos naves no seamos nosotros, sugiero centrarse en nuestros amigos los romulanos- dijo la capitana para añadir- Si quiere rezar a Santa Peligros vaya poniéndole tres velas, una por cada nave que ha aparecido y otra por la nuestra... Señor Jankowsky hemos de localizar otro punto, se han dado cuenta que apuntamos siempre al mismo y han dirigido la potencia de sus escudos al mismo sitio... quizás si nos centramos en otro, podamos hacerle daño de verdad- dijo mientras tecleaba la consola en busca de alguna pista sobre donde poder dirigir los torpedos para causar daño

A continuación, mientras tecleaba con desesperación en busca de una respuesta se puso en contacto con ingeniería.

- Ingeniería, aquí de Alba. ¿Qué ha pasado con la energía? ¿Hay alguna forma de conseguir desviarla a los motores?

Jankowsky se sintió desconcertado por un momento, la polarización estaba fallando, era como ir a la batalla desnudo ¿que le sucedía a la energía?, le constaba que en ingeniería sabían hacer su trabajo.

-Capitana no se que pasa con la polarización, creo que no le llega la energía.- Le asqueó notar esa inseguridad en su propia voz, carraspeó - Ejem.... - No le era habitual en sentirse así y no quería dar esa imagen aunque era cierto, no tenía ni idea de que pasaba lo la maldita polarización. Así, con cierta desesperación ,Jankowsky intentó de nuevo activar la polarización del casco. Fue entonces cuando de Alba le pidió que reajustara el "punto de mira", Jankowsky, haciendo acopio de valor, hizo su propuesta:

-Cambiaré a phasers, con los torpedos de protones no atravesaremos sus escudos pero con los phasers al menos podremos debilitarlos.- Se apresuraron a usar los torpedos, había salido bien la primera vez pero les costaba más atravesar los escudos por no decir que tenían suministro limitado.- Paso a apuntar a una de sus unidades de propulsión, recalibrando servos asimétricos phaser, alineando cañones...- Esta vez narró la secuencia de disparo con calma y seguridad, era un soldado, no se dejaría amedrentar por una simple ave de presa... el calamar gigante ya era otra cosa pero eso para después. - ¡Fuego!-

Todo parece ir más o menos bien, cuando de pronto los indicadores de potencia de los motores descienden a ritmo vertiginoso.

- ¿Qué demonios...? ¿Se puede saber quién está jugando con la energía de la Excalibur? Capitana, los motores han perdido suministro de energía, están operativos en un cincuenta por ciento, y no tenemos motores warp.

Tecleo los controles, para ver si puedo arañar algo de energía a los impulsores subluz, pero poco puedo hacer.

- Voy a intentar hacer maniobras evasivas, pero estamos limitados. Tenemos a dos naves que se acercan y no sabemos sus intenciones. Tal como están los motores no podremos hacer mucho para esquivarlas a todas, a parte de seguir al calamar gigante ese, que va ganando distancia.

Cita:

- Eh, me gusta el nombre de Santa Peligros. Podría llamar al grupo de música así...

- Ingeniería, aquí de Alba. ¿Qué ha pasado con la energía? ¿Hay alguna forma de conseguir desviarla a los motores?

- Puente, aquí Ingeniería. Habla Birikov. La señora Naun no se encuentra aquí, tampoco Jang y Burgundy. ¿Hay algún problema? - responde plácidamente el tripulante.

No hay explicación alguna para la ausencia de los oficiales responsables de Ingeniería, aunque las fallas por toda la nave son suficiente motivo para que los distintos equipos de ingenieros se encuentren diseminados por todas las cubiertas.

Un fallo adicional es la nulidad de los sistemas de sensores internos de la cubierta D y de las comunicaciones internas.

 -¡bortaS bIr jablu'DI' reH QaQqu' nay'! - Se escucha claramente en todos los canales de comunicación, evidenciando la identidad de la nave que sale de warp en rango de combate contra la Excalibur.

El crucero D5 carga sus armas y apunta a su presa, que en esta ocasión no tiene aliados ni puestos de defensa planetarios que los protejan. También apuntan sus armas a la nave Romulana, aunque la NX es su objetivo inmediato.

- ¡El grandioso K´Jak Ectuzh irá a por sus asquerosas cabezas, que serán el alimento de sus Jadashha! - amenaza la voz proveniente de la nave Klingon.

La firma warp es coincidente con el mismo crucero que combatió con la Archon y la Excalibur en los lindes del sistema Sol, y que huyo luego del ataque de la Estación de defensa Verteron de Saturno.

La segunda nave, proveniente del campo de asteroides, es la otra ave de presa Romulana, que pese al daño recibido aun continua operacional. Tiene una barquilla parcialmente destruida, que expulsa algo de gases y varias brechas por todo el casco del plato principal de la nave. Es posible que la nave no pueda entrar a warp.

La misma llega rápidamente al utilizar su velocidad de impulso en su máxima potencia y de inmediato entra en combate al abrir fuego con sus baterías laterales de cañones disruptores, disparando a la Excalibur para obligar a la nave terrestre a cambiar su curso.

El actual movimiento de pinzas deja a la NX en el medio, cuya posición precaria es idónea para el crucero klingon, aunque nada tenga que ver en el combate actual.

Ante la aparición de la otra nave romulanda y el crucero klingon el combate continua sin que ninguna de ambas naves bajen la guardia en su baile mortal.

Ambas naves se disparan entre si sin lograr superar las defensas del oponente mientras se persiguen y realizan maniobras evasivas. Hasta el momento la ecuación se mantiene equilibrada, solo logrando que la Excalibur pierda su tiempo y también su alcance con la anomalía llamada X´agroron.
Finalmente la Vrenek vuelve a disparar otra andanada de torpedos de plasma, en esta ocasión dirigidos a las armas de la NX.

De nuevo Lightman hizo gala de su habilidad en el pilotaje y logró esquivar el ataque de la nave romulana por muy poco

-¡Muy bien Lightman!

Pero la alegría duró poco, la energía y la polarización del casco comenzó a flucturar de forma peligrosa.

-Esto no me gusta, sin energía y sin la polarización del casco somos presas fáciles. Espero que esto mismo les esté pasando a los romulanos.

Además, la extraña criatura comenzaba a desplazarse a mayor velocidad

-Nuestro amigo el calamar culturista está cogiendo velocidad. Tenemos que hacer algo, aunque sea avisar a la Flota.

Pero de nuevo, las sorpresas continuaron, dos alertas sonaron en la nave, eran dos naves, una procedente del campo de asteroides

Seguro que la nave a velocidad de impulso es la nave romulana que dejamos atrás.

-¿Pueden confirmar si la nave que procede del campo de asteroides es la nave romulana con la que nos enfrentamos antes?

La confirmación vino enseguida, lo era. La situación se estaba complicando por momentos.

Si me hubiesen hecho caso, si la hubiésemos destruido cuando tuvimos ocasión...

Pero lo peor no era eso. La otra nave era el crucero klingon con el que habían luchado al principio de la misión

-Capitán las naves romulanas maniobran en círculo alrededor nuestro. Sugiero intentar acabar con la nave que tenemos delante cuanto antes, o con la primera nave romulanos,, al estar más dañada, en cuanto esté a tiro. Lightman sugiero  la maniobra Alfa-Epsilon 5. No sé si nos servirá, pero al menos les costará apuntar sus armas contra nosotros.

Si no.....

De pronto tuvo una idea. A punto estuvo de descartarla al ser una locura, pero dadas las circunstancias

Tal vez funcione

-Capitan, los klingon vienen a por nosotros, usemos eso y su honor en nuestro beneficio. Contactemos con ellos y digamosles que poco honor tendrá su victoria sobre nosotros si los romulanos les hacen el trabajo. Qué los unos le tratarán de cobarde por una victoria si, tal vez eso les haga atacar a los romulanos, aunque luego vengan a por nosotros.

No hizo caso de los comentarios de sus compañeros sobre sus santos. Aakesh ya tenía a sus dioses y para sí rezaba a Visnhú, pero por un momento pensó en Kali.

Una diosa de la destrucción puede sernos útil en estos momentos

-Dejpu'bogh Hov rur qablIj !.-susurró Dam con voz rasposa y una agresividad pocas veces oída en su afable naturaleza. Pero lo cierto es que es casi imposible sonar dulce cuando se insulta en klingon.- Esos PetaQ dicen que buscan venganza, no sé si estarán muy dispuestos a colaborar, por mucho que se les mente el honor... En todo caso, parece que hemos recuperado las comunicaciones, no estaría de más que, después de contactar con los klingon, lancemos un aviso a todas las naves de la Flota que haya cerca para que sepan que nuestro amigo el pulpeiro está a punto de entrar en warp camino el sistema Sol.- el africano se giró hacia el Primer Oficial y la Capitana, esperando un "adelante" de cualquiera de ellos (o el orden de las llamadas) para ponerse con ello. Aprovechó la pequeña pausa para hacer un repaso a las bandas de comunicaciones que se habían abierto, para ver su estado y hasta donde podía llegar una llamada de auxilio.

¿Había escuchado a Lightman decir que le gustaba el nombre de Peligros para un grupo de música? aquella misión estaba sacando la personalidad de sus oficiales y estaba consiguiendo que se conocieran entre ellos, algo muy positivo para el día a día de la Excalibur... eso contando con que salieran de aquella, la capitán iba a haber respondido al timonel pero la gravedad de la situación, no la dejó.

- Puente, aquí Ingeniería. Habla Birikov. La señora Naun no se encuentra aquí, tampoco Jang y Burgundy. ¿Hay algún problema? - responde plácidamente el tripulante.

- Estamos siendo atacados por un ave de presa romulana y necesitamos recuperar energía, o no conseguiremos salir de su alcance, parece que se han fundido los plomos... ¿Donde demonios están Jang, Burgundy y la señora Naun?

Klingon... tenían que ser klingon... ¡¡Con el coraje que le daban!! es que simplemente no podía con ellos, eran unos carcas con pelos largos, olían mal y estaban a todas horas con el dichoso honor de las narices, pero lo que más por saco le daba a Cristina era su maldita persistencia en ir a por los que consideraban sus presas... y desgraciadamente parecía que había escogido a la Excalibur como presa. Fuere como fuere, De Alba estaba enfadada y eso no era bueno porque corría el peligro de que empezara a perder los papeles y mandar a tomar por saco la diplomacia... aunque teniendo en cuenta el tipo de especie que eran los klingon, lo mismo hasta mostrarse enfadada podía ser una solución...

-Capitan, los klingon vienen a por nosotros, usemos eso y su honor en nuestro beneficio. Contactemos con ellos y digamosles que poco honor tendrá su victoria sobre nosotros si los romulanos les hacen el trabajo. Qué los unos le tratarán de cobarde por una victoria si, tal vez eso les haga atacar a los romulanos, aunque luego vengan a por nosotros.

Vale, cuando Muk se lo proponía podía resultar hasta un encanto, aunque esto se lo guardaría sólo para ella, no fuera que se le subiera a la cabeza... el caso es que aquellas palabras fueron lo último que necesitaba para elaborar un plan a la desesperada.

- Es una buena idea señor Mukherjee- le concedió al hindú con evidentes signos de enfado... pero no hacia la tripulación, sino hacia lo que estaba mirando fijamente en la pantalla, la nave klingon.

Esos PetaQ dicen que buscan venganza, no sé si estarán muy dispuestos a colaborar, por mucho que se les mente el honor... En todo caso, parece que hemos recuperado las comunicaciones, no estaría de más que, después de contactar con los klingon, lancemos un aviso a todas las naves de la Flota que haya cerca para que sepan que nuestro amigo el pulpeiro está a punto de entrar en warp camino el sistema Sol.

- Proceda señor McCall, pongame en contacto con la nave klingon y prepare el mensaje de auxilio para la Flota- le dijo al oficial de comunicaciones- Señor Jankowsky enseguida sigo con usted- le comentó mientras se situaba frente a la pantalla para encararse con los klingon- En pantalla señor McCall

- Aquí la capitán Cristina de Alba de la nave estelar Excalibur. ¿Es ese el concepto de honor klingon? Yo creía que eran valiosos guerreros que honraban a sus ancestros ganando sus propias batallas, no haciéndoles el trabajo sucio a otras especies. Cobardes sin honor, eso es lo que sois- escupió al suelo en señal de repulsa... luego lo limpiaría...- ¿Por qué no nos enfrentáis vosotros directamente? ¿Teneís que pedir ayuda a los romulanos? ¿Tienen que ser ellos los que os hagan el trabajo? ¿Tanto miedo nos tenéis?- se cruzó de brazos en tono chulesco- Os diré lo que pienso de vuestros códigos- en aquel momento su actitud se volvió completamente agresiva- "NO VALEN UNA MIERDA"- gritó en español- "HIJOS DE PUTA"- nada como el castellano para quedarse agusto...

McCall asintió ante la orden de la capitana y pasó a la pantalla principal al capitán de la nave klingon. El rostro iracundo del extraterrestre llenó la pantalla, el brillo rojo del interior del crucero perfectamente a tono con la alarma general que parpadeaba en la Excalibur. Según la diatriba se desarrollaba, Dameon tuvo que resistir el impulso de abrir la boca, estupefacto y se mesó las sienes intentando pensar como narices solucionar todo aquello. No sabía que narices había pasado previamente entre la NX y la nave Klingon, pero de Alba parecía haber perdido del todo los papeles totalmente ante la aparición de la D5 y tras un inicio tentadoramente correcto, había pasado al insulto. Directo al honor klingon, donde más dolía. Por una mujer, además, que o bien lo pondría "a tono" o le haría hervir la sangre. Con un florido final en perfecta poesía en castellano...

Si no solucionaba aquello, ya podían ponerse a correr hacia las capsulas de escape y rezar porque al pulpo no le interesasen "naves" tan pequeñas, porque entre los romulanos, los klingon, la anomalía y la criatura subespacial, la NX podía darse por perdida. Repasó mentalmente lo que sabía de los klingon mientras se ponía en pié y se plantaba frente a la pantalla, dejando a la capitana a su espalda. Le sacaba una buena cabeza y a pesar de tener una constitución fibrosa, no era un tío pequeño. Se dejó la sonrisa en su puesto y cuando miró a la pantalla, su actitud era agresiva y protectora.

- Soy el Alférez Dameon McCall, avwl' batlh de la Casa de Alba.- mintió con voz grave e intimidatoria. Al menos le daba un motivo para tomar la voz de su capitana e intentar apañar todo aquello. Frunció el entrecejo y elevó aún más el tono de voz, y siguió con el - Yo declaro que tú, capitan del K'jac Ectuzh no tienes derecho a venganza, ocultando tu cobardía mientras dejas que las naves romulanas hagan tu trabajo ¡Que Kahless sea testigo de que sólo mereces viajar en el Arca Negra hasta el Gre'thor! Vergüenza sobre ti, tu Casa y tus Ancestros.- Rugió, espoleado por sus propias palabras, el cuerpo hacia delante y los puños apretados, como si fuese a saltar contra la pantalla y agarrar el cuello del klingon.- Si restase en ti el mínimo honor te enfrentarías a nosotros en un duelo uno a uno, nave a nave, cara a cara, como un verdadero guerrero.- Levantó aún más la barbilla.- Incluso guerrero contra guerrero. Tú y yo, no vaya a ser que demuestre que un simple humano tiene más "HONOR· que un Klingon.

Se arrepintió en el mismo momento que soltó esa última frase, pero ya no podía retirarla. Si iba a intentar jugársela con esto, tenía que ir con todo. Además, si mal no recordaba, fanfarronear consistía en la mitad de lo que hablaba un klingon. Mantuvo la pose desafiante y agresiva, clavando los ojos en los del otro Capitán, e intentando no demostrar que, en su interior, era un flan.