Johnny asintió ante la propuesta de Jan.

- Será mejor que regreséis a la celda hasta que neutralicemos la amenaza - dijo a Blake - Y luego buscaremos a Hannah, puede que aun esté en la nave en otra celda. - concluyó esperanzado. - Meteos dentro, cerraré la puerta y el comandante y yo haremos frente a quien venga, tenemos armas y el traje.

Johnny preparó su rifle, dispuesto a presentar batalla ante cualquiera que fuera a por ellos.

Volver de regreso a la celda fue un duro golpe para mas mujeres que hasta hace instantes suponía la liberación y el fin de la esclavitud. En definitiva un mal había cambiado por otro, siendo los Orion algo del pasado por la amenaza latente de los Klingon.

Dejando algunas protestas ahogadas en angustia las mujeres regresan a la celda con la esperanza de volver a salir de ella, y que la siguiente ocasión sea al definitiva.

- ¡No! ¡Estábamos tan cerca! Tiene que haber otra forma… - se lamenta Blake al ingresar a la celda, la cual es cerrada herméticamente por la poderosa puerta blindada.

Luego que las damas vuelven a la su encierro los golpes cesan en la puerta limítrofe que separa el área con soporte vital del resto del carguero orionita.

Lightman se preparó, con su rifle, y Jankowsky se parapetó junto a la pared buscando algo de que sujetarse en caso de succión atmosférica del pasillo.

Entonces la puerta blindada comenzó a ceder, por el centro, calentándose hasta el punto de fundirse por efecto de algún rayo poderoso o herramienta de plasma concentrado.

Quien fuese no tiene reparos en hacer lo necesario para cruzar...

-Negativo Stevenson, estamos atrapados con las rehenes, además tenemos a alguien intentado llegar hasta nosotros y no estoy seguro de que podamos defendernos. Repito, no tenemos acceso al motor de curvatura y no vemos el modo de sacar a todas las rehenes de aquí.

Cerró comunicación y se dispuso a buscar corbertura.

Jankowsky quería ocultarse para poder sorprender a quien les estaba asediando. Apremió a las rehenes para que volvieran a la celda

- Meteos dentro, ¡rápido!,- 

-Vamos Johnny, van a entrar, ¡busca escondite!.-

La puerta pronto cedería, si le superaban en número dificilmente podrían sobrevivir si no les sorprendían pero no fue capaz de encontrar un lugar donde ocultarse por lo que optó por mantenerse pegado a la pared justo al lado de la puerta y con su rifle listo para disparar al primero que osara atravesarla

Cita:

Johnny comprobó que las chicas volvieran a su celda, vislumbrando sus caras de resignación por tan poca libertad que habían tenido, pero lo principal es que estuvieran a buen resguardo. El traje EV y las botas magnéticas le permitirían no salir volando una vez abrieran la puerta, aunque luego sería un problema pues no podrían reinstaurar el soporte vital en el pasillo.

Hizo caso a Jan, y localizó un buen escondite. Era mejor estar en superioridad táctica, no sabían cuantos habrían detrás de la puerta y toda protección era poco para hacerles frente. Preparó su arma, dispuesto a disparar.

Del enorme agujero producido por una poderosa descarga de un rifle disruptor cruzan dos guerreros Klingon, los cuales descubren a Jankowsky pero no a Lightman que momentos antes descubrió un panel de mantenimiento y pudo meterse allí con traje EV y todo.

Para sorpresa de ambos los fieros Klingon no llevan trajes espaciales. Nada que ver, porque del otro lado ahora hay soporte vital.

De inmediato los dos guerreros atacan a Eduard. Uno con su pistola disruptora y otro con un puñal.

Y como si no fuera suficiente las comunicaciones con el exterior son interrumpidas por una señal de interferencia…

Johnny se congratuló de tener un buen escondite dónde guarecerse ante la llegada de los klingons. Eran dos, por lo que podían hacerles frente cómodamente, además uno de ellos se empeñaba en usar un puñal, dándoles ventaja táctica a sus rifles.

Sin mostrar su posición apuntó a los dos klingons, ya que desconocía a cual de los dos Jan dispararía, o si dispararía a ambos. Desde su escondrijo, a esa distancia, dudaba que pudiera fallar ninguno de los disparos.

Jankowsky reacción en cuanto vió entrar a los Klingon, estaba a descubierto pero enseguida disparó su rifle hacia los dos que se disponían a cargar contra él. 

-Bonitos peinados señoritas- Les gritó al tiempo que disparaba. No había afinado su puntería los suficiente, puede que por causa de su exaltación. Al menos Lightman estaba oculto, aún podía pillarles por sorpresa y acabar con ellos.

Johnny esbozó una sonrisa ante el comentario sarcástico de Jan, aun en esta situación se permitía bromear.

Aprovechando su escondite, disparó de sorpresa a los dos klingons. Ellos se esperaban a un contrincante pero su sorpresa fue mayúscula cuando el piloto hizo aparición y les disparó.

- Déjenme peinarles un poco. - continuó con la broma de Jan.

Capitulo 1 – Nave prisión Orion

La pequeñas nave de transporte llegaron a su destino tan rápido como fue posible, esquivando rocas del anillo de asteroides y restos del casco exterior de la nave esclavista Orion.

El carguero orion tiene una apariencia deplorable. Las brechas de su casco corresponden al daño de batalla, producto de torpedos y cañones disruptores. Incluso algunos boquetes en el casco han perforado dos o tres cubiertas de las cinco o seis que tiene el navío esclavista. Como dato esperanzador las capsulas de escape no se encuentran en la nave.

La única escotilla de acceso sin daños y todavía utilizable que se encuentra en el lado opuesto a la utilizada por los Klingons corresponde a una en el vientre del navío destruido y sus niveles inferiores. Por lo tanto las lanzaderas de la Franklin deben turnarse para acoplarse al momento de evacuar a todos. Por el momento una lanzadera aguarda acoplada a la nave Orion y la otra espera justo detrás.

Los cuatro cuentan con armas MACO, explosivos, una antorcha de plasma y un traje EV para cada uno. Adicionalmente tienen un escaner personal para buscar las posibles bio señales y poder llegar a destino sin perderse en el camino. Cabe destacar que los trajes EV cuentan con un comunicador personal integrado.

Desde la esclusa de aire todos contemplan el interior del pasillo de la nave orion, donde la destrucción también llegó y la oscuridad acabo por cubrir todo.

Una vez dentro de la nave destruida comprueban las suposiciones. Todos los canales de comunicación dentro de la nave Orion han sido bloqueados por muchísima interferencia. De modo que la única forma de comunicación disponible con la Franklin es a través de las lanzaderas.

El primer enemigo klingon esquiva ambos ataques, saltando hacia adelante y rolando a continuación. En cambio el compañero de este es herido por el rifle de Jankowsky pero el disparo de Johnny tampoco acierta.

Ahora un guerrero se encuentra en a mitad del pasillo, gracias a su pirueta, y el otro junto a la puerta. Inmediatamente cada uno devuelve el fuego, disparando a los dos humanos.

Diana portaba el arma, como soldado, pero en ningún momento había dejado de lado esas cosas afiladas que no soltaba ni a sol ni a sombra. Un cordón mantenía sujeta a su muñeca izquierda una de ellas, y si la soltaba, colgaba como una pulserita, con un extraños adorno. En posición de asalto encabezó la comitiva. Descargada de equipo, por si tenía que combatir, andaba más ligera que el resto. Por eso y porque si pasaba algo, no se perdieran las herramientas de trabajo.

Miró al resto y se fijó en la Señora Comandante, esperando el gesto, silencioso, que le indicase que "a la carga". En cuanto lo hizo, empezó a avanzar, presta para el combate.

El tiempo apremiaba y aunque a James no le agradaba la idea de volver a poner en peligro a rehenes ya rescatados las cosas habían sido así debido a la falta de tiempo para planificar alguna alternativa.

La esclusa se abrió una vez la lanzadera pudo acoplarse quedando la segunda lanzadera a la espera debido a que no había más acoples posibles.  James salió el primero apuntando con el arma acompañado por Diana a la que hizo una señal para que avanzara en su lado dejando a los dos oficiales de la Excalibur en retaguardia.

Los escaneres de mano trataban de buscar las bioseñales para hacerles llegar a su destino

Mientras se acercaban a la nave esclavista, Aakesh no pudo evitar sentir un escalofrío. Los recuerdos de la Arena volvieron a surgir aunque consiguió centrarse. La vida de sus compañeros corría peligro y el tiempo apremiaba.

En cuanto los tripulantes de la Franklin desembarcaron Aakesh salió detrás de ellos, tenían que darse prisa. Llevaba el biosensor buscando las señales de sus compañeros.

Lo prioritario es encontrarlos, luego veremos como salimos todos a la vez

Cristina había seguido a James, Diana y Muk deseosa de entrar en acción. Era prácticamente al primera vez desde que era capitán que formaba parte de una expedición de rescate, tener que estar anclada en el puente lidiando con los nervios y esperando que los equipos enviados tuvieran éxito era algo que sacaba de los nervios a cualquiera... y más a ella, con su temperamento, por eso aquello casi le resultaba liberador. Tener la posibilidad se ayudar a sus hombres personalmente era lo que más deseaba, porque si no lo conseguía no merecía ser su capitán... 

Por eso, De Alba dejó que la MACO y los dos primeros tomaran la cabeza, quedando ella en al retaguardia observando con atención los escaners, atenta a cualquier detalle o anomalía en las lecturas que pudiera ayudarlos, o quizás algún otro elemento que dentro del entramado tecnológico que pudiera ayudar, era mucho lo que se jugaban y ella iba a estar a la altura... o al menos a poner todo su empeño.

- Quizás alterando los campos gravitatorios de las sondas alfa se pueda conseguir ampliar el ratio... leí algo de eso en un manual de la academia

Jankowsky intentó esquivar el fuego Klingon pero su posición era bastante comprometida por lo que no logró su objetivo, se preparó para recibir el impacto e intentó, como pudo, devolver fuego. Si no lograban derribar a aquellos Klingon estaban perdidos.

El joven piloto maldijo el haber fallado los anteriores disparos, por lo que se centró solo en un objetivo, el klingon que se había adelantado por el pasillo y representaba una mayor amenaza.

Desgraciadamente los klingons habían respondido a su ataque e intentó esquivar el disparo para recibir el menor impacto posible.

Los escáner de mano de todos logran trazar un camino parcial hasta la sección donde debería estar el compartimento de las celdas. Es el fruto del trabajo en conjunto.

Los pasillos no podrían estar en peor estado. Partes del techo se han venido abajo, con dinteles estructurales bloqueando parcialmente el avance y mucho cableado con energía residual chisporroteando de forma intermitente. Cualquier descuido podría dañar los trajes EV y eso significa la muerte para porque en la nave no hay soporte vital. Solo el gélido vacío del espacio.

Con pie de plomo todos avanzan detrás de James, intentando entender su escáner personal y acostumbrarse al entorno ingrávido. Entonces una figura sale de la oscuridad y choca contra Mukherjee, provocando la sorpresa de todos.

Es un cadáver incinerado de algún esclavista orion. Es fácilmente identificable por su robustez y altura prominente. El muerto, al igual que muchos escombros, flota a la deriva. En cambio las botas magnéticas de los trajes EV mantienen al equipo de rescate con los pies sobre la "tierra".

Sin pensarlo rápidamente encuentran la sección de interés, que saltando por un agujero en el techo de la cubierta llegan sin mucho esfuerzo al pasillo donde, según los sensores, se halla el compartimento de los prisioneros.

Allí una pesada y robusta puerta blindada bloquea el avance. Lo cual no significa un problema porque un panel de control al lado de la puerta permite el acceso con algo de trabajo. El problema real es un tramo del pasillo que se encuentra del otro lado de la puerta. Ese tramo del pasillo si tiene soporte vital y varias señales de vida, al menos una docena.

Abrir la puerta blindada supone que la atmósfera escape sin remedio al vacío del espacio y eso significa la muerte para quienes estén del otro lado sin trajes espaciales.

Otro dato, esta vez alarmante, es detectado por vuestros escáneres de mano. Del otro lado se detectan disparos de armas.

El ataque de Johnny en esta ocasión es casi fulminante, provocando que el guerrero Klingon caiga de bruces por la potencia del disparo. Aun asi no es suficiente para eliminar por completo al oponente que devuelve el disparo, pero que sin apuntar el rayo atina en la pared por encima de Johnny.

Eduard por su lado tiene la situación muy complicada, al intercambiar nuevamente disparos casi a bocajarro, siendo cualquier fallo algo mortal para ambos oponentes.