Partida Rol por web

El piloto demostró saber más que hacer volar una nave, logró reparar el tablero de control pero el obstáculo ahora era el idioma:

-Bien hecho, pero espero que sepas orionita yo no lo domino, lo siento.- Para Jankowsky las letras sonaban a chino, confiaba que Johnny lograra comprender algo o, al menos, deducir como manejar el terminar usando un poco de lógica e intuición, en cualquier caso no era trabajo para un soldado.

Jankowsky se mantenía vigilante mientras Lightman hacía lo suyo, temía que aparecieran más Klingon como aquel rezaba para que no ocurriera.

Miró la alerta del reloj y maldijo entre dientes.

-¡Mierda!, Johnny, no quiero agobiarte pero el tiempo se nos echa encima, si no nos movemos nos quedamos solos.-

Johnny intentó no sentirse demasiado presionado. No es que estuviera en el mejor de los escenarios, intentando arreglar un panel que desconocía por completo y en un lenguaje foráneo para él. Aun así, recordó lo aprendido en la Academia y en las clases en que asistió solo porque iba Blake.

- Creo que ya casi está... hemos reconfigurado los reles de energía y con eso basta, pero lo complicado ahora es saber qué pone... Me parece que... no, eso no creo que lo digan... tal vez...

Recordando las innumerables tardes de estudio con Blake en el café de la esquina de la academia Johnny perfectamente tradujo y adaptó la interfaz al lenguaje humano.

Eduard, su compañero de misión, vigila con sagaz atención las intersecciones en busca de sanguinarios guerreros Klingon. Para su suerte nada salvo sombras y chispas fueron los visible.

Eventualmente el panel de control se torna operativo para ambos, pudiendo recabar la información que necesitan en estos momentos donde el tiempo no sobra.

Johnny sonrió al ver que el panel se volvía completamente operativo y que afortunadamente recordaba las lecciones de lengua en la Academia de la Flota. Pudo traducir correctamente los comandos y enseguida se puso a buscar lo que les interesaba saber.

- Comandante - avisó a Jan - tenemos pleno acceso a los sistemas de la nave. Voy a intentar averiguar si hay prisioneros en la nave y su localización.

Jankowsky comenzaba a impacientarse, por suerte el piloto logró entender los comandos del panel de control.

-¡Buen trabajo!.-Animó a Johny, no consideró prudente presionarle con el tiempo.-Espero que no estén demasiado lejos o nos quedaremos solos... bueno, solos no exactamente- Dijo recordando que la D5 podría aparecer en cualquier momento. -Y si bloqueas de alguna manera el acople de la  Ktoch, así nos aseguramos que no se van sin nosotros.- Se le ocurrió ese último recurso, Nazram se pondría furioso pero si les dejaban quedarían a merced de los klingon y dudaba que pudieran negociar con ellos.

Con los segundos contados Johnny obtiene un mapa de la cubierta donde se encuentran en respuesta a la búsqueda de las celdas de prisioneros. Solo a un pasillo de distancia se encuentra el compartimento número uno de esclavos. El compartimento numero dos es inaccesible porque la cubierta inferior fue severamente dañada y gran parte de ella fue expuesta al vacío del espacio.

La estructura de la nave es similar a la Zeshkan, por su tarea propia del transporte de esclavos, de este modo cada compartimento permite llevar hasta treinta “ocupantes” a la vez. Ahora solo es cuestión de suerte al llegar a destino cuando parte del techo se encuentra derrumbado y bloquea el paso.

El hecho de tenerlos tan cerca animó a Johnny a poner a prueba su fuerza física. El hecho de ir contrarreloj y la adrenalina del encuentro anterior le dotaron del vigor necesario para remover y quitar los escombros que los separan de sus compañeras, si es que estaban en ese compartimento.

- ¡Vamos a por vosotras, aguantad! - pero ese grito era más para tranquilizarse él mismo, a sabiendas de que no le podrían oír.

La esperanza de poder ver a Hannah y Blake le alentaban a seguir retirando tubos y mamparas caídas.

Jonny estaba tan impaciente como él, Jankowsky sabía que entre las rehenes se encontraban dos mujeres muy importantes para él. Quizá por este motivo Jankowsky apenas llegó a hacer nada, el piloto sacó fuerzas de donde pudo y logró despejar el camino él solo.

-Caramba chaval, iba a ayudarte pero no parece que necesites ayuda. ¡Buen trabajo!, otra vez .- Le dijo con cierto asombro, no esperaba tal demostración de fuerza física de Johnny.

 Con el arma siempre en guardia Jankowsky tomó la delantera y avanzó con cierta prudencia pero a paso ligero, el tiempo se les echaba encima.

-Vamos que aún hay que moverse, mantente detrás y vigila la retaguardia.- Sugirió.

Los escombros metálicos fueron plumas al aire ante la desesperación del timonel por llegar a tiempo al compartimento de celdas. Su compañero miró anonadado a Johnny alzar y arrojar las vigas a un costado para finalmente despejar el sendero.

Segundos después ambos llegaron a una parte de la nave Orion cuya integridad estructural no estaba comprometida como el resto de la nave. Apenas algunas manchas de quemaduras en los paneles y la falta de iluminación principal fueron los aspectos remarcables del área.

Al llegar frente a la puerta blindada un grueso cristal permite ver el interior de la enorme celda. Su tenue iluminación es suficiente para que los ocupantes se acerquen a la puerta en busca de auxilio.

Aproximadamente diez mujeres, tripulantes de la Excalibur, se agolpan en la puerta con la esperanza de ser rescatadas de una vez por todas de esa nave que poco a poco se transforma en un ataúd espacial.

Los pedidos de socorro de las mujeres no llegan hasta Johnny y Eduard; principalmente por la insonorización de la celda y también por la falta de soporte vital en el pasillo y resto del camino que los lleva hasta ahí. Solo con ver sus expresiones desesperadas es suficiente martirio para los dos rescatistas.

Cuando Lightman se encuentra a punto de abandonar las esperanzas por su hermana y amiga es cuando ocurre el milagro. Blake aparece entre las prisioneras, y desde su posición se notan sus lágrimas correr por sus mejillas debido al agridulce encuentro. Ella simplemente no habla, solo espera la acción de los hombres…

Hanna, la pequeña hermana de Johnny no se encuentra entre las presentes. Quizás huyó en alguna capsula de escape o su destino fue otro, en otra nave o aún en la estación...

Examinando rápidamente la puerta blindada ambos notan la falta de controles de acceso y otros sistemas típicos de apertura. Quizás los Orionitas usan algo inalámbrico o que no está a la vista de todos.

El otro problema reside en que abrir la puerta supone la muerte instantánea para ellas por la simple razón de no contar con trajes EV…

Habían encontrado a las rehenes pero ahora estaban en un serio dilema ¿Cómo sacarlas de ahí?
Jankowsky se acercó a la celda y dejó que las mujeres pudieran ver una sonrisa en su rostro al tiempo que les hacía un gesto positivo con el pulgar hacia arriba.
-Demonios, tienen que estar desesperadas- Dijo a Johnny-Tenemos que buscar la manera de sacarlas de ese ataud. Intentaré contactar con James para que envíen una lanzadera. ¿Te ves capaz de activar el sistema de apertura de puertas?, Debemos estar listos para cuando lleguen.
Jankowsky procedió a usar el comunicador para avisar a James

Accionó el comunicador y habló a James: Stevenson, aquí Jankowsky, las hemos encontrado pero tenemos un problema. El exterior de ese celda no cuenta con soporte vital, necesitamos que venga una lanzadera hasta aquí, son unas 10 mujeres, están asustadas y exhaustas pero vivas. Repito, necesitamos lanzaderas con espacio suficiente para 12 personas más el piloto.

El piloto empezó a teclear la consola que antes había arreglado para intentar activar el soporte vital en esa zona y abrir la celda dónde están las prisioneras. Tal vez si podían hablar con ellas obtendrían más información de cómo poder salir de la nave o si hubiese alguna otra opción.

Gotas de sudor frío caían por su frente aun con el control ambiental del traje. El hecho de no encontrar a Hannah y que no sabía como salvar a Blake y a las demás empezaba a reducir sus esperanzas de éxito.

- Señor - dijo a Jan - necesitaremos un par de lanzaderas, no cabe tanta gente en una.

Al ír la respuesta de James Jankowsky frunció el ceño quedando rígido y pensativo durante un momento. Si desde la Franklin no eran capaces de defenderse de la D5 todo acabaría.

-No van a mandar ninguna lanzadera.- Dijo secamente a su compañero. -Estamos jodidos.- Pero no podía dejarse llevar por la derrota, volvería a ver a de Alba, buscaría la forma de hacerlo. -Dicen que no intentemos volver mientras se mantenga la amenaza Klingon- Hizo un esfuerzo por parecer positivo, no quería desanimar a Johnny era joven aún merecía vivir mucho más. Ahora de Alba volvía a ser su motivación. -Aguantarán, ahora saquemos a las chicas de ahí.-

Con la medida justa de minutos contados Johnny cree adivinar un panel de control en la pared. Entonces, utilizando su pistola, abre un boquete en la pared para dejar al descubierto los mecanismos del corredor y de los compartimentos adyacentes. De esta forma logra sellar, con los cierres anti incendios, ambos extremos del corredor y dar soporte vital al mismo.

Cuando la pesada puerta blindada es abierta las mujeres salen a los tropezones, cruzando el umbral de a dos a la vez con el ansia de la libertad recuperado luego de meses y meses de privaciones.

- ¡Johnny! – festeja Blake al saltar sobre el timonel y besar el cristal del casco visor. Sus lágrimas de felicidad limpian su rostro, embelesando su sonrisa.

Aunque al algarabía dura poquísimo. De inmediato comprenden que siguen encerradas, pasando de una celda a otra un poco más abierta.

- ¿Por dónde salimos? – pregunta la rubia, al ignorar por donde han llegado sus rescatadores.

Johnny sonrió satisfecho al lograr sellar el compartimento y dar algo de soporte vital, lo que permitió abrir la celda de las chicas, aunque seguían teniendo el mismo problema que antes: no parecía haber opciones de rescate.

Masculló una serie de insultos ante el mensaje de Jan de que no iban a mandar ninguna lanzadera.

- ¿Cómo se supone que debemos salvar a esta gente si no nos mandan ayuda? - dijo con rabia e impotencia apretando fuerte los puños.

Aunque se relajó un poco al ver salir a Blake de la celda. Con las prisas ella se abalanzó sobre el piloto antes de que pudiera quitarse el casco, por lo que el beso quedó plasmado en el cristal del visor.

- Bueno... eh... - titubeó Johnny ante la pregunta de Blake - el caso es que no tenemos suficientes lanzaderas para todos, ni piensan mandar ninguna mientras haya la nave klingon. Tenemos que aguantar o buscar otras vías de escape. ¿Blake, sabes algo de Hannah? - pregunto con la esperanza de una respuesta favorable.

Jankowsky estaba desesperanzado, deseaba poder tomar la Ktoch y regresar con Cristina. Por su mente cruzaban ideas de todo tipo buscando una solución. Hasta que no pudo más.

-Tomemos la Ktoch. Nos deshacemos de esos mercenarios y regresamos con todas las mujeres, creo que puede haber sitio para ellas.- Era una locura, restablecer el soporte vital hasta la Kotch era imposible solo podrían hacerlo intercambiando trajes EV con las mujeres y en varios viajes de la celda a la nave. Pero claro, antes debían deshacerse de aquel grupo de mercenarios experimentados, era un suicido, pero no lo era acaso ¿toda aquella misión?

Pudo imaginar la decepción en Johnny, una solución tan radical no era propia de un MACO de la Flota Estelar, pero no le importó, solo quería volver con la capitana, verla una última vez antes de que los Klingon borraran su existencia de las cartas astrales.

-Y si no...- esto se lo dijo solo al piloto.- Coge a Blake y ve con ella.- Comenzó a quitarse su traje EV con idea de que la chica lo pusiera, dando así por perdida la última oportunidad de ver a de Alba.

Johnny aguardó a que Blake le diera buenas noticias sobre su hermana, pero iban contrarreloj y necesitaban una solución ya.

Miró a Jan mientras iba exponiendo alternativas.

- No, señor. Encontraremos el modo de salir, todos juntos - dijo remarcando esta última parte - Recuerdo que en el puente de la Zeshkan vimos que que las alteraciones de este sistema afectan a las lecturas de los sensores, pero no veo cómo eso puede ayudarnos.

Los nervios y la presión parecían hacer mella en el temple del piloto y no encontraba una solución para el embrollo.

Jankowsky se detuvo y pensó en las palabras de Johnny.

-No entiendo como ayudaría eso, ¿acaso podríamos ocultar nuestra presencia? - Jankowsky no era técnico y desconocía las capacidadestecnológicas de aquella nave pero, a quizá tuvieran una salida.  Intentó abandonar su derrotismo y pensar en cómo ayudar al piloto.

¿Blake, sabes algo de Hannah? - pregunto con la esperanza de una respuesta favorable.

La rubia ahora tiene mejor ánimo y compostura, casi regresando a su estado habitual pese a encontrarse en una situación imposible.

No. Lo último fue que nos dividieron en dos grupos. Ella fue con el otro grupo al otro compartimento de celdas. Luego atacaron la nave y todo se oscureció hasta que llegaron ustedes. – responde con sinceridad Blake.

-Tomemos la Ktoch. Nos deshacemos de esos mercenarios y regresamos con todas las mujeres, creo que puede haber sitio para ellas.-

La respuesta es evidente, para ambos. El reducido espacio de la lanzadera de exploración Klingon vuelve imposible meter a doce personas allí dentro. A lo sumo seis con el piloto incluido sin tener en cuenta los mercenarios que pelearan hasta la muerte. Jankowsky lo dice como último recurso pero requerirá de algo más que violencia para obligar a esos combatientes a dejar la Ktoch.

- Coge a Blake y ve con ella.- Comenzó a quitarse su traje EV con idea de que la chica lo pusiera, dando así por perdida la última oportunidad de ver a de Alba.

- ¡No! – Respondió inmediatamente Blake - ¡Todas estamos en esto y por mucho que nos pese no vamos a tomar ventajas de ningún tipo! – añade la jovenzuela al señalar a sus compañeras de celda. – Tiene que haber otra forma – repitió un pensamiento en voz alta.

Apenas unos segundos después la respuesta llega en forma de golpes. Golpes rítmicos que llegan desde el otro lado de la puerta blindada en el extremo del pasillo. Por allí llegaron Eduard y ohnny.

En ese momento Eduard supuso que la presencia anterior del guerrero Klingon se debía a una inspección personal en la nave orión, a falta de exactitud en los sensores. Tal vez el guerrero buscaba sobrevivientes porque, tal como dijo Lightman, los sensores no funcionan. ¿Sera otro guerrero Klingon?

Los golpes preocuparon a Eduard:

-¿Hay soporte vital al otro lado de esa puerta?.- Dijo volviendo a colocarse el traje y casco rápidamente.- Señoras, va a ser mejor que vuelvan a la celda.- Dijo a las chicas.- Pueden ser más Klingon- Comprobó el estado de su rifle y se acercó a la puerta.-Si hay diferencias de presión cuando abran se puede montar una gorda- Dijo mientras se pegaba a la pared al lado de la puerta y buscaba un asidero con una mano