Partida Rol por web

-¡Mierda!.-Gritó Eduard al recibir el impacto de uno de los Klingon. Por suerte, el el último momento un movimiento evitó un disparo letal que el segundo atacante le había dirigido.-Arg.- Se quejó. -Eso estuvo cerca per tranquilos, aún me queda marcha.-Entonces respondió de nuevo con su rifle.

La nave esclavista presentaba un aspecto deplorable. Se notaba que se habían cebado con ella y no había sido rival para el atacante. Aakesh estaba preocupado

Con estos daños es difícil que alguien sobreviva

Pero no quería perder la esperanza, y más tras lo que les había tocado vivir.

Seguían caminando, procurando evitar los escombros y los restos puntiagudos, conscientes de la peligrosidad del lugar cuando algo de improviso salió de la penumbra y golpeó a Aakesh

-¡¡¡¡Aaaaahhh!!! -gritó mientras le daba un empujón. Enseguida se dio cuenta que era un cadáver incinerado. Aakesh lo miró con furia y le volvió a dar un empujón

-Mierda, ¡que susto!, me pilló por sorpresa. Parece un esclavista de orión, bueno, lo que queda de él

Un esclavista menos

Siguieron caminando hasta llegar a la zona donde estaría el compartimento de prisioneros. Una pesada puerta blindada les impedía el paso. Además las lecturas no les engañaban, tenían nuevas dificultades

-Si abrimos esta puerta quien esté en el otro lado morirá asfixiado, ya que se perderá la atmósfera que contenga, además....

Manipuló los escáneres

-¡Mierda!, parece ser que están disparando, ¡deben de estar bajo ataque!

Enseguida pensó en los klingon, pero ¿como habrían entrado?, ¿tal vez una lanzadera?

La situación resultaba más desesperada si cabía, a pesar de haber encontrado una ruta hasta los rehenes de forma muy rápida aquella puerta bloqueaba los intentos de alcanzarlos.  James asintió al primero cuando confirmó lo que sin duda era una certeza y era el fin de la misión si abrían ese acceso sin más.

Los trajes EV estaban de este lado y no había opción de hacerselos llegar a los rehenes... James se giró sobre si mismo buscando una alternativa otra puerta o algo que sirviera para crear un espacio aislado, sus ojos se fueron al techo y a los paneles que colgaban de él.

Saco su phaser y disparó al techo para dejar caer los escombros suficientes para poder fundirlos con los phaser y crear un espacio hermético que les pemitiera abrir la puerta.

Fundamos esas planchas para que no haya fisuras, tenemos que crear un espacio aislado antes de abrir la puerta.

Aakesh estaba intentando pensar en alguna opción cuando el comandate sacó su phaser y comenzó a disparar hacia el techo. Aakesh enseguida comprendió lo que quería hacer, aunque no acababa de ver como saldrían de allí.

Igualmente no veo muchas más opciones así que...

Sacó su arma y disparó siguiendo las indicaciones del comandante

Cristina avanzó cauta tras Mukherjee, habían conseguido abrirse paso pero la cosa se ponía cada vez más complicada a cada paso que daban. Los pensamientos de la capitán giraron en torno a los klingons y su irritante "virtud" por hacer más difícil las cosas entre ellas asesinar...

El grito del hindú hizo que la española diera un respingo, que la sumió aún más en el mutismo al ver el cadáver y todo lo que los rodeaba. Cuando llegaron al final de su camino Cristina escuchó a James y Aakesh, ella tras meditar unos segundos torció el gesto, no le gustaba pero tampoco tenían más opciones así pues aportó su ayuda utilizando su phaser.

La jugada de disparar a los paneles del techo para que estos caigan y por consiguiente crear una improvisada pared a base de soldadura dio resultado. Bastante rudimentario y con alguna que otra fuga menor pero al fin de cuentas servirá para retener la atmosfera cuando la pesada puerta blindada se levante.

Ahora solo resta echar el guante al panel de control de la puerta, cruzar algunos cables y hacer que la puerta se abra.

Cristina tuvo que cubrirse la boca para no respirar la nube de gases que se originaron por el trabajo de los phasers convidados, al menos parecía que estaban consiguiendo abrirse camino. En aquellos casos como en todos los vividos por la capitán el trabajo en equipo era siempre la mejor opción.

Lo siguiente era abrir la puerta y como el tiempo era escaso, De Alba sin dudarlo se acercó a los paneles, quitó la tapa haciendo palanca y comenzó a manipular los cables.

Johnny supo que Jan sabría cómo reaccionar, por lo que se centró en acabar con el klingon que quedaba. Sentía mucho odio por el guerrero que les había atacado, era como canalizar toda la rabia contenida dentro de él. Pensaba en el cautiverio que había pasado él y los otros tripulantes, en las dificultades sufridas por Blake y Hannah... Hannah, su hermana, que no conocia su paradero. Igual estaba muerta, y todo era por culpa de los klingons.

Johnny se fue acercando al klingon herido, apuntándolo con el rifle. Queria dispararle, acabar con él, darle su merecido por todo lo acontecido. Pero su dedo no apretaba el gatillo. Estaba allí, mirándolo sin decidirse a disparar. Porque por mucho odio que sentia, no podia ser como su enemigo.

Se acercó para apartar el arma del guerrero con un golpe del pie, mientras seguía apuntandolo.

- No te voy a matar, no te voy a dar una muerte honorable en plena lucha. Al contrario, nos vas a ayudar a salir de aquí. Comandante - llamó a Jan sin dejar de observar al klingon - ¿Se encuentra bien? Ahora somos nosotros quienes tenemos un prisionero.

-¡Bien hecho chaval!- Se congratuló Jankowsky al ver lo bien que Lightman sabía defenderse. Se miró la herida pero no parecía grave. -Sobreviviré. Es más de lo que puede decir este. - Dijo mirando al cadaver del Klingon al cual dió una patada para asegurarse de que estaba muerto.

Se acercó a Johnny y al otro klingon ahora sometido. -Bien, ¿que tenemos aquí?- No confiaba en que aquel klingon les fuera a ayudar mucho pero no les costaba porbar por lo que reprimió sus ganas de rematarlo. -¿Crees que nos ayudará?- Preguntó al piloto mientras se dirigía a la entrada para comprobar el estado del pasillo donde todo indicaba que habían reestablecido el soporte vital, quizá tuvieran una oportunidad.

La barrera parecía poco ortodoxa pero al menos parecía cumplir su función, los sensores indicaban que el espacio parecía estar aislado o con mínimos fugas que al menos les darían el tiempo suficiente.

Aguantará el tiempo suficiente

Cristina ya estaba manos a la obra con el panel de la puerta cuando James volvió su atención hacía ella, tras unos segundos un ruido precedía a la apertura de la puerta,  James blandió su arma ya que los disparos que se escuchaban dejaban claro que lo iba a necesitar.

El equipo de rescate finalizó la construcción de su improvisado muro. Acto seguido la capitán se puso manos a la obra para intentar abrir la compuerta. Aakesh observó como Stevenson se preparaba por si tenía que abrir fuego y defender a los prisioneros de quien fuese los estaba atacando.

-Capitán nosotros le cubrimos. Comandante sugiero que cada uno nos pongamos a un lado de la entrada para cubrir mejor una zona de la estancia. Nuestra guardiana -Aakesh señala a Artemisa con un ladeamiento de cabeza- puede encargarse de la zona central.

La capitana de la Excalibur comienza con relativo éxito al manipular los mecanismos de apertura pero entonces conectó un cable en el sitio equivocado y una serie de chispazos le obligó a dejar la tarea para alguien más capacitado.

Cuando pensaron que la puerta se abría de un momento para otro en su lugar hubo que revisar el cableado y volver a probar suerte sin quemar el panel y que este quedase inutilizable.

Por lo tanto, y sin tener mucho conocimiento en el área, Artemisa puso manos a la obra con intensión de abrir de una vez por todas la puerta. Casi lo logra, de no ser por desconocer un último cableado óptico, del cual desconoce su función…

Aakesh observó con cierta desesperación como su capitán no conseguía abrir la puerta por poco. Artemisa lo volvió a intentar con el mismo resultado.

-Comandante, capitán cúbranos por favor

Se acercó y mientras Artemisa seguía manipulando y le ayudó manipulando algunos cables

-A ver si conseguimos abrir esta maldita puerta

James ayudo a Diana a identificar los cables que debía cortar alumbrando con una pequeña luz

Johnny siguió apuntando al klingon mientras Jan se acercaba.

- No se si nos ayudará, pero nos puede dar información sobre si hay más klingons en la nave. Tendríamos que registrarlo para ver si lleva alguna arma oculta, o un puñal, y su intercomunicador.

El piloto encañonaba al prisionero, aunque no estaba muy seguro de si colaboraría de buena gana con ellos. Los klingons pueden llegar a ser muy tozudos...

La aparente rendición del moribundo guerrero Klingon solo fue una treta para atacar por última vez con un cuchillo oculto debajo de una de sus mangas. Pese a las heridas sus movimientos son veloces, sorprendiendo al timonel pero en cambio no al comandante Jankowsky.

Eduard reaccionó al instante, disparando su rifle en modo aturdir, a bocajarro y poco antes que el filoso cuchillo de combate Klingon muerda el cuello de Johnny. Un segundo después el fiero guerrero caía nuevamente al suelo aturdido y fuera de combate.

Puerta blindada

Sorpresivamente la puerta detrás de Jankowsky y Lightman se abre sin que el soporte vital se vea perjudicado. Detrás de la puerta blindada un derrumbe deliberado sirve de barrera, la cual bloquea la salida de la atmosfera hacia el resto de la nave y su exposición al vacío espacial.

James, De Alba, Mukherjee y Kendra son quienes llegan por ese extremo del pasillo donde a mitad de camino está la celda de prisioneros. En el otro extremo, junto a la otra puerta blindada, Eduard y Johnny acaban de sobrevivir de milagro a un combate a bocajarro contra dos guerreros Klingon. Esa puerta blindada fue destruida por los atacantes desde el otro lado, y sin embargo el soporte vital de ese camino se encuentra vigente.

El combate acaba de terminar segundos atrás, con un resultado incierto pese a la derrota de los dos guerreros. Sin embargo el aspecto de Jankowsky es deplorable. Siendo imposible ocultar sus heridas acumuladas hasta el momento.

Celdas

Poco después llega hasta los presentes el sonido de la batalla espacial que se desarrolla, siendo sacudida levemente la dañada nave Orion. En respuesta, el tullido esqueleto de la nave, cruje y rechina sus metales y ocasionalmente suelta alguna chispa de sus conductos con energía residual. Las pocas luces de emergencia también parpadean…

-No creo que nos fuera ayudar mucho.- Dijo irónico mirando el cadaver klingon que pronto comenzó a registrar.-Aunque quizá lo haga después de muerto- continuó diciendo con esperanzas de encontrar algo de interés entre las pertenencias de los vencidos. 

Le sorprendió el ruido de la puerta al abrirse y pronto dejó sus lo que estaba haciendo y sacó su rifle convencido de que más klingon atravesarían el umbral. Pero no fue así y, atónito bajó su arma lentamente al descubrir quienes eran. Por supuesto solo tenía ojos par de Alba, la miró escudriñando su rostro en busca de algún signo de aflicción. El dispositivo de su brazo le había estando absorbiendo la vida de forma palpable y no sabía si habían logrado revertir el proceso.

-Vaya, bienvenidos a la Orión.- Acertó a decir mientras dejaba asomarse una sincera sonrisa. En ningún momento levanta su mirada de Cristina.

Por fin la puerta se abrió. Rápidamente Aakesh echó mano a su pháser y quedó a la espera temiendo lo peor. Al abrirse pudo observar a Lightman y a un malherido Jankowsky que los saludaba. En el suelo había dos klingon y no habían dado un paso cuando la nave comenzó a crujir, al parecer por el efecto de la onda expansiva de alguna explosión cercana.

-¡Hemos de darnos prisa!

Aakesh corrió hacia el oficial de seguridad

-¿Como se encuentra?. Descanse un poco, creo que lo necesita. Comandante Stevenson ¿tenemos equipo médico para atender sus heridas?

Miró a Lightman

-Buenas Lightman, ¿como se encuentra?, le alegrará saber que su hermana se encuentra en la Franklin

Dirigió la mirada hacia los dos klingon que hay en el suelo

-Han estado ocupados por lo que veo, ¿cual es la situación?, ¿y el resto de los prisioneros?