Partida Rol por web

Ishant reflexionó sobre las palabras de Elung y las últimas comunicaciones y, finalmente asintió una única vez con la cabeza, llevando sus antenas hacia delante hasta que ambas se tocaron las puntas justo delante de su frente.

- Enconces vayamos al puente y, una vez comprobemos que la nave es... todo lo segura que puede ser, iré a ingeniería.- no agregó si iría a la sala de máquinas con ella o sin ella, pero ansiaba la tranquilidad y sencillez de trabajar con un motor de curvatura... ella por su parte si lo deseaba podía ver el lugar del ataque original y sacar sus propias conclusiones.

Sin añadir más la sujetó suavemente de los hombros, apretando sus enormes manazas con delicadeza, y la orientó hacia el puente.

Tras mirarlo a los ojos asiente conforme, no sin antes de avanzar mientras desvía sus ojos hacia la mano del andoriano que se encuentra sobre el hombro. No dice nada al respecto, aunque responde al comentario sobre el puente. 

- Lo acompaño después a Ingeniería, eso no es problema. -  afirma Elung, pensando que tal vez podía coger algunas muestras o analizar el ataque que recibió a Ollander. 

- Aquí Elung, estoy con el Oficial Th' Talesh en el Puente. -  habla por el comunicador. 

Cristina estaba muy molesta, molesta con el cruel destino que la había llevado a perder su nave y ser llevada al culo del Universo para ser tratada como a una esclava, molesta por tener que portar en el brazo un maldito artefacto que se alimentaba de ella, molesta por tener que aguantar a un médico mal hablado pero sobretodo molesta... muy molesta por ver como la relegaban a la puñetera Bahía de carga, de aquella apestosa nave, apartándola deliberadamente del puente, donde se iba a gestar el rescate de sus chicas, era la oficial de mayor rango de las dos tripulaciones de la flota y la que menos pintaba en la tripulación, puesto que al fin y al cabo sus hombres si estaban aportando su cometido dentro de sus áreas, sin embargo a ella no le era posible desempeñar sus funciones y le irritaba sobremanera y todo porque el doctor consideraba que no estaba bien, cuando en realidad el guante estaba hibernando, lo que se traducía en que a la capitán no le pasaba absolutamente nada.

Nerviosa, cabreada y asqueada, De Alba daba vueltas alrededor de las jaulas con cara de muy pocos amigos, si lo que el doctor pretendía era que estuviese tranquila en aquel sitio, se había equivocado de cabo a rabo. Cristina pese a su genio era perfectamente capaz de ejercer como capitán, desde que subió a bordo de la Excalibur se había enfrentado a miles de situaciones complicadas, tremendamente estresantes y de todas ellas había salido... era cierto que había perdido mucho, pero cumplió con las jodidas misiones que le mandaron, ¿Cómo se atrevía nadie a infravalorarla?

- "Puto médico de los cojones..."- no pudo evitar maldecir en español mirando las jaulas para no tener que verle la cara a Griffin, era lógico que Ollander estuviese con el doctor, su comportamiento y estado no lo capacitaban para otra cosa, pero si todos sus hombres hubieran permanecido con ella, Cristina hubiera entendido que la misión corría a cargo de los rescatadores, a pesar de ser su tripulación femenina el objetivo de la misión, pero que los utilizaran a todos, incluido Winwood... excepto a ella, iba a terminar por provocarle una úlcera en el estómago.

Desperté de otra pesadilla. Desde que habíamos sido capturados no paraba de tenerlas. Esta última versaba sobre un golem gigantesco que corría por la oscuridad hasta agarrarme, un cerebro muy creativo el mío. Tenía un sudor frío que me corría por el cuerpo, evidentemente este intentaba mantenerse en pie y no colapsar, dado que ahora carecía de toda una extremidad, o al menos, virtualmente había desaparecido.

Miré alrededor y contemplé al médico unos pasos más allá y a la Capitana que vagaba con paso firme entre las caulas. A pesar de encontrarse fuera de ellas, parecía que Cristina era una leona enjaulada, buscando la libertad.

-Agua -murmuré.

Me volteé hacia el médico.

-Griffin, me gustaría estar haciendo algo, estoy seguro que el de las antenitas no puede distinguir una tuerca de un tornillo. Si le dejamos ingeniería estamos condenados...

De Alba al escuchar a Ollander lo miró de reojo, estaba tratando por todos los medios de no acercarse al doctor, era capaz de soltarle un puñetazo por mantenerla alejada de la operación de rescate y con los nervios a flor de piel le resultaba complicado controlarse.

- Señor Ollander, no puede ir a ingeniería- no quiso recordarle lo del brazo y su incapacidad para arreglar nada en su estado actual, para no hacerle daño-Usted debe permanecer aquí- lo miró muy seria, estaba que echaba chuscas y lo que menos le apetecía era ponerse a discutir temas menores.

Me incorporé un poco en la camilla, intentando sentarme contra el almohadón. La Capitana estaba de mal humor y con razón.

-No voy a morirme de aburrimiento -respondí-, aún conservo los ojos y puedo echarle otro vistazo a ese brazo.

La capitán aún con las tripas negras trató de serenarse, quizás volver al tema del brazo lograra hacer que pensara menos en lo que estaba gestando a sus espaldas...

-No voy a morirme de aburrimiento -respondí-, aún conservo los ojos y puedo echarle otro vistazo a ese brazo.

- Winwood consiguió algunos avances... pero me temo que Mari Puri es jodida- dijo acercándose a su oficial y sentándose a su lado- es el nombre que le he puesto al brazalete- le explicó- Daniel  comenzó a hablarle y acariciarlo y tuvo una reacción, mostró sus cables unos segundos para después volver a su estado de letargo... el doctor- pronunció las palabras a regañadientes, estaba muy enojada con él y no quería ni mirarlo- estaba presente- tras decirle aquello Cristina le tendió el brazo para que pudiera examinar a "Mari Puri"

No pude evitar sonreir ante el curioso nombre que la Capitana le había puesto al cacharro.

-No la tomaba por alguien que le tomara cariño a los artefactos -bromeé, mientras contamplaba el dispositivo, de momento no quería tocarlo-. Indudablemente se trata de un pedazo de tecnología muy avanzado. Si contara con algunas herramientas más podría hacer un análisis más a fondo, pero me temo que tampoco serviría de mucho si "Mari Puri" mantiene ese carácter tan combativo.

Posé la mano sobre el brazo biónico y giré la muñeca de la capitana para examinarlo por diferentes ángulos.

El mejor remedio para calmar los nervios a De Alba, además de ejercer sus funciones, era permanecer al lado de sus hombres y la conversación con Ollander parecía tener resultado, Cristina nunca olvidaba un favor y a su ingeniero le debía la vida, llegó incluso a sentirse culpable por el episodio anterior pero no iba a pedirle perdón pues si lo hacía, Jack era capaz de volver a las andadas y no deseaba que arriesgara su vida nuevamente.

-No la tomaba por alguien que le tomara cariño a los artefactos -bromeé, mientras contamplaba el dispositivo, de momento no quería tocarlo-. Indudablemente se trata de un pedazo de tecnología muy avanzado. Si contara con algunas herramientas más podría hacer un análisis más a fondo, pero me temo que tampoco serviría de mucho si "Mari Puri" mantiene ese carácter tan combativo.

- En realidad no le tengo ningún cariño a Mari Puri, ni ella a mí...- se llevó una mano de manera indirecta a la mejilla mientras recordaba la hostia que De Alba oscura le había dado por tratar de ignorarla- la muy "..."- dijo una palabrota en español- se alimenta de mí, trata de hacerme parecer que estoy loca... definitivamente me odia, no vamos a poder ser amigas... pero Daniel la halagó y reaccionó complacida, lo que me ha llevado a la conclusión que se trata de una chica, además comentó que el nombre que tenía no era bonito, el Gorn me dijo que se llamaba "Corazón Suicida", por eso la he bautizado con otro más acorde... Puri, viene de "Purificación" que significa purificación en español... ha volatilizado un dragón, medio coliseo y no quiero pensar el número de almas de una sentada, es su nombre- dijo para agregar- no se preocupe ahora mismo por ella, está dormida... por lo que estoy preocupada es por si habrá posibilidad de extraerla...- la capitán, dada la mala suerte que la rodeaba estaba viendo aquella tarea como algo realmente complicado, lo que le producía un hondo pesar.

La española miró como el ingeniero examinaba el brazalete con total confianza dejando que tomase su muñeca y la girase, por un momento tuvo un flashback, se vio a sí misma en la Excalibur con Ollander y la novia de Lightman examinándola para extraerle el dispositivo que el Sirril del futuro le colocó en la cabeza, al recordarlo se quedó mirando al rubio con una afectuosa sonrisa dibujada en los labios.

- Si me vuelve a ayudar en esta ocasión... nunca voy a poder saldar mi deuda con usted, señor Ollander.

Sonreí ante el comentario de la Capitana.

-Lo dudo Capitana, lo dudo -respondí.

A continuación, me incliné sobre el artefacto y susurré algunas palabras. Si la Capitana tenía razón, quizá algo de ingeniería "poco ortodoxa" funcionase.

-Pss, eres una pieza de tecnología increible... -le susurré al aparato. Extrañamente no se sintió raro- La Capitana no te quiere demasiado y por lo que he observado tú tampoco a ella. Te propongo un trato, si dejas ir a Cristina puedes venir conmigo. Me hace falta un brazo y sin dudas que seré mucho mejor compañía que esta mujer tan malhumorada. Además, no encontrarás a alguien que te valore tanto como yo. Me gustaría saber de donde vienes y qué eres. En fin, ¿te interesa el trato?

-Agua -murmuré.

Me volteé hacia el médico.

-Griffin, me gustaría estar haciendo algo, estoy seguro que el de las antenitas no puede distinguir una tuerca de un tornillo. Si le dejamos ingeniería estamos condenados...

Como no puede ser de otra manera el doctor extiende una cantimplora a Ollander para que este pueda beber toda el agua que desee.

- Y a mi me gustaría estar en mi enfermería, o de permiso en una isla paradisíaca. Tu te quedas aquí, es una orden. Ustedes se quedan aquí y no digo más. - responde primero a Jack y luego a sus pacientes por igual.

Luego el medico se excusa vagamente para salir disparado a los baños de la sección de los camarotes. En su momentánea ausencia maldijo un par de veces antes de desaparecer por el pasillo.

Nuevamente el examen de Ollander acaba sin nuevas luces sobre el dispositivo. Tal vez lo único nuevo es el leve recuerdo con las piezas tecnológicas encontradas entre los restos de la Valiant, algo que Jack analizo a destajo y que finalmente dichas piezas fueron destruidas.

Instantes después llegan desde la bahía de lanzaderas los dos mercenarios, siendo Aribeth quien encabeza el grupo. Entre ellos no se encuentra el del traje Breen.

- Wow, parece que James no pierde el tiempo ¿Verdad? Y a mi me evita. Quizás tiene mal gusto después de todo. - comenta la Betazoide al dueto de pacientes de Griffin. Su mueca de secretismo va acompañada de una leve sonrisa.

El Gorn simplemente desoye las palabras de la bella mujer para dedicar su tiempo en hacer un chequeo a sus armas por enésima vez.

-Pss, eres una pieza de tecnología increible... -le susurré al aparato. Extrañamente no se sintió raro- La Capitana no te quiere demasiado y por lo que he observado tú tampoco a ella. Te propongo un trato, si dejas ir a Cristina puedes venir conmigo. Me hace falta un brazo y sin dudas que seré mucho mejor compañía que esta mujer tan malhumorada. Además, no encontrarás a alguien que te valore tanto como yo. Me gustaría saber de donde vienes y qué eres. En fin, ¿te interesa el trato?

Las palabras tampoco inmutan al dispositivo que parece encontrarse en un letargo sin precedentes. Es un desperdicio tener la posibilidad de examinar un dispositivo de singulares características y no contar con instrumentos adecuados para el análisis. En momentos como este Ollander extraña la ingeniera de la Excalibur, donde contaba con innumerables instrumentos. 

El doctor se fue un instante y en eso ingresaron dos mercenarios. La hermosa betazoide por un lado, y el frío gorn por otro.

-¿En algún lado de esta nave hay alguna caja de herramientas? -les dije en cuanto ingresaron- Necesito instrumentos para trabajar.

- Y a mi me gustaría estar en mi enfermería, o de permiso en una isla paradisíaca. Tu te quedas aquí, es una orden. Ustedes se quedan aquí y no digo más. - responde primero a Jack y luego a sus pacientes por igual.

La voz del doctor hizo que el mal genio de la capitán volviera,la española miró a Griffin con el ceño fruncido, le acababa de recordar que en el puente estaban planeando el rescate de sus chicas... sin ella, y sin nadie que le dijese como iba la cosa, no sabía lo que iba a poder aguantar y... con la betazoide menos.

- Wow, parece que James no pierde el tiempo ¿Verdad? Y a mi me evita. Quizás tiene mal gusto después de todo. - comenta la Betazoide al dueto de pacientes de Griffin. Su mueca de secretismo va acompañada de una leve sonrisa.

Cristina desvió la mirada del doctor a la mujer, dedicándole una mirada muy severa. ¿Se había enterado de lo que había pasado? al recordar que era una betazoide cayó en la cuenta de que efectivamente podía haberlo hecho, pero entrar en su provocación no le iba a traer nada bueno y más con Ollander de por medio, que además se había empeñado en no estarse quieto a pesar de sus heridas. Por lo que simplemente la ignoró y se centró en su oficial.

-¿En algún lado de esta nave hay alguna caja de herramientas? -les dije en cuanto ingresaron- Necesito instrumentos para trabajar.

- Señor Ollander, ¿Trabajar en qué?- se armó de paciencia- dudo mucho que usted pueda hacer algo con el brazalete y no pienso dejar que vaya a ninguna parte... además aún no está en condiciones- le recordó manteniéndose firme, lástima que no supiera donde guardaba el doctor los somníferos le vendría uno bien para su ingeniero.

Tras eso miró al gorn, aquella dichosa lagartija era el causante de todo el mal que asolaba a De Alba, así que trató nuevamente de sonsacar información... total, no tenía otra cosa mejor que hacer.

- Disculpe... usted dijo que le compró esto a un mercader y que fue una ganga... pero ¿recuerda usted donde y a quien? Se me ha quedado pegada y me gustaría quitarla, quizás saber su procedencia podría ayudar.