Partida Rol por web

Cristina sencillamente no sabía que le había pasado, había visto venir a la betazoide, había sentido algo extraño, fuera de lo común y de repente había terminado por besar a la mujer, hasta sentir algo dentro de su boca que no era suyo... para después verla alejarse y empezar a volver a ser ella, como si se acabase de despertar de un mal sueño... sólo que mientras fue tomando consciencia de todo se vio rodeada por Muk, el doctor y Ollander... fue entonces cuando le sobrevino la verguenza, una verguenza tan aguda que sencillamente quiso morirse allí mismo.

- "¡Me cago en mi puta vida!"- dijo en español comenzando a hiperventilar limpiándose la boca y con ganas de vomitar, dando arcadas- ¿SE PUEDE SABER QUE COÑO ESTÄN MIRANDO?- les dijo a sus hombres pasando de un rubor agudo a una palidez extrema ustedes, NO HAN VISTO NADA, ¿Queda claro?- los miró a todos de manera muy peligrosa, recuperando el color en las mejillas por la verguenza, temblando visiblemente por el tremendo disgusto que se estaba llevando ¿Cómo era posible que hubiese besado a aquella zorra? a ese paso le iba a dar un pasmo, entonces al mirar a Muk tras limpiarse la boca por quinta o décima vez, se dió cuenta realmente de su presencia- ¿Qué hace usted aquí?- no recordaba el momento de haberlo visto entrar, su mirada reflejaba una total incredulidad

Aakesh no dijo palabra ante los gritos de la capitán, se limitó a esperar, asintiendo ante lo que ella decía. No reaccionó hasta que la capitán le preguntó que hacía allí. Miró a Ollander con cara de extrañeza antes de devolver la mirada a su capitán

-Esto, capitán, vine a informarle de la situación y ver como estaban antes de regresar al puente....¿no recuerda nada de lo que le dije?

" Me quiero morir, me quiero morir, me quiero morir..." no hacia más que repetirse a sí misma, como si su yo interior estuviese gritando de dolor, vergüenza e ira, incapaz de comprender que había pasado. Tan sólo fue capaz de reconducirse cuando Muk le habló refiriendose a ella como capitán.

- Acabó de darme cuenta de su presencia ahora mismo señor Mukherjee... - se pasó una mano temblorosa por detrás de la oreja para apartarse un mechón de cabello mientras su mente volvía a gritar desgarrada por la humillación a la que acababa de ser sometida- Informe... Por favor... - dijo finalmente tratando de rehacerse, lidiando con la alteración que le estaba provocando aquel desafortunado incidente

Aakesh era consciente de la situación emabarazosa en la que se encontraba su capitán, por lo que intentó desviar la atención hacia otros asuntos lo antes posible.

-Como le comenté hemos contactado con la Franklin pero también nos hemos encontrado a los klingon, es la misma nave que se que se enfrentó a la Excalibur y a la Archon y luego nos capturó, aunque de momento parece que no nos han detectado. El comandante Stevenson me pidió que en cuanto le informase regresase al puente, así que si quiere que le reporte algo capitán, digámelo.

Señaló hacia su brazo

-¿Que tal su brazo y..."eso? -mira a Ollander- ¿Y usted como se encuentra?

De Alba se centró en la información que le transmitió su primer oficial olvidando el incidente con la mujer, la capitán de la Excalibur podía tener muchos defectos pero había desarrollado una capacidad extraordinaria para establecer prioridades. Al escuchar el nombre de la Franklin un hilo de esperanza se reflejó en sus ojos, pero se esfumó tan rápido en cuanto le mencionó a los klingon... odiaba con todo su ser a los klingon... pero esos klingon en concreto se llevaban la palma, no podían ser más despreciables.

- ¿Puedo saber cual es el mensaje de la Franklin? ¿Cómo va la misión de rescate?... con este cacharro tenemos todas las perder, supongo que usted ya se lo habrá dicho pero esos klingons son muy persistentes, si nos detectan vamos a tener muchos problemas "hijos de puta"- maldijo a los klingon- ¿cómo es posible que estén constantemente tras nuestro rastro?- las muertes de sus tripulación y los seis meses de cautiverio provocaron nuevamente la ira de la capitán, así como un sentimiento mucho más desagradable... la impotencia, hasta el punto que para contenerse apretó un puño, mientras miraba al suelo hasta que consiguió serenarse, para después volver a mirar a los ojos al hindú- Dígale al señor Stevenson que le agradezco que me haya mandado a usted para informarme y que me gustaría seguir estándolo- "Yo era quien debería de haber estado en el puente, no en la jodida Bahía de carga con esa maldita mujer rondando" nuevamente el dolor por su desplazamiento y su reciente humillación, hizo presa en la capitán... todavía no sabía como era capaz de aguantar tanto sufrimiento, en cualquier momento iba a terminar por explotar y lo peor es que estaba empezando a cuestionarse si merecía la pena que la desgarraran de aquella manera- el brazo...- miro abatida el brazalete ignorando el "eso" que le había preguntado Muk, no le apetecía hablar de ella misma- sigue dormido...- el animo de Cristina volvía a estar por los suelos ¿En que se estaba convirtiendo? parecía que ni siquiera tenía derecho al honor... de verdad estaba empezando a desear la muerte.

Aakesh asintió

-La Franklin se dirige hacia nosotros, también han detectado a la nave klingon y saben que no tenemos nada que hacer ante ellos, aunque están trabajando en varias opciones por si hemos de enfrentarnos a ellos tener alguna baza.

Al oir que le diese las gracias a Stevenson por enviarle a que le informase Aakesh no dijo nada. Si no fuese porque Lightman había entrado en el puente y sobraba una persona continuaría allí.

-Se lo diré capitán. Si no yo al menos otra persona vendrá a informarle en cuanto sea posible, es lo menos que podemos hacer.

Miró el brazo de la capitán

-Seguro que en la Franklin podrán hacer algo con ese dispositivo. No se preocupe capitán

Le puso la mano en el hombro y sonrió

-Si me disculpa volveré al puente

Desde luego, el beso de la betazoide con la capitana pilló a Griffin por sorpresa… especialmente el hecho de que esta última pareciese devolverlo, pero la sorpresa fue rápidamente sustituida por el enfado, aunque antes de que pudiese volver a intervenir, el beso terminó y la betazoide  salió de allí, aunque no sin antes dedicarle al doctor una mirada que este ignoró por completo, y decir no sé qué de una estatua.

En cambio, el que no se quedó callado fue el gorn, a quien parecía que las palabras de Griffin no le habían gustado demasiado… y tampoco a Mukherjee, quien intentó calmarlo.

Me guardaré mi jodido mal genio cuando dejen de molestar a mis pacientes…- le respondía al primer oficial de la Excalibur -Y que yo sepa, él es tan invitado de esta maldita nave como nosotros, así que…- añadió -Si no necesitas tratamiento médico, ya puedes largarte- le repitió el doctor al gorn antes de que de Alba recuperase finalmente el sentido y reaccionase a lo ocurrido de manera no precisamente calmada.

Joder, ¿qué parte de mantenerse calmada no ha entendido?- se preguntó al escucharla y ver como se había alterado, molesto con ella a pesar de que estuviese justificado… y furioso con la betazoide por haberlo provocado. Por suerte, aunque no eran precisamente buenas noticias lo que traía, el informe de su primer oficial sobre lo que ocurría en el puente consiguió que apartase su mente de aquello y se calmase… mínimamente, al menos.

Mukherjee, gracias por el informe… pero ahora su capitana necesita descansar y estar a solas- le dijo Griffin -Así que si no necesita nada más… largo- añadió, señalando a la puerta con contundencia y fijándose en ese momento en que Ishant y Artemisa habían llegado -¿Y vosotros que narices queréis?- les preguntó, molesto por el hecho de que su enfermería siguiese llenándose -Esto es una maldita enfermería, no un jodido bar, así que más os vale tener un motivo para venir- les dijo el doctor… aunque conociéndole, era evidente que si estaban allí por motivos médicos, se iba a enfadar aún más.

Aakesh miró con desagrado al doctor

-Me parece que aquí el único que molesta es usted con sus modales. ¿No le enseñaron en la academia de medicina que un doctor tiene que tener cierta empatía y paciencia con sus pacientes?. Su tono más que ayudar complica las cosas.

Se cruza de brazos

-Me largaré cuando vea conveniente, de momento no creo que a mi capitán le moleste mi presencia ni interfiera con su tratamiento.

Aakesh se queda plantado junto a la capitán, con gesto serio

No he sobrevivido seis meses al infierno para que venga un capullo engreido a tocarme las narices

Cristina no añadió nada a las palabras de Mukherjee... con todo lo que le jodía tener que permanecer alejada del puente y seguir con esa cosa pegada a su brazo... a pesar de los ánimos que trató de darle su primer oficial, no había consuelo posible para ella, que ya se veía otra vez aislada en la enfermería de la Franklin maldiciendo el momento en el que se puso aquel maldito brazalete.

Entonces el doctor comenzó a hablar nuevamente y el enfado de Cristina fue en aumento, como doctor sería una eminencia, pero psicólogo dejaba mucho que desear.

Mukherjee, gracias por el informe… pero ahora su capitana necesita descansar y estar a solas- le dijo Griffin -Así que si no necesita nada más… largo

- La capitana lo que necesita es recuperar sus funciones, no permanecer aislada y a merced de betazoides sin escrúpulos- saltó incapaz de contenerse- yo debería de estar en el puente con mis hombres, estar apartada lo único que me está produciendo es más angustia y ansiedad. Por si no se ha dado cuenta se está llevando a cabo el rescate de parte de mi tripulación y todos mis hombres, excepto yo, están colaborando... Usted mismo ha reconocido que no se puede hacer nada con el brazalete hasta que lleguemos a unas instalaciones adecuadas y sabe que no tengo ningún tipo de discapacidad, ¿Por qué tengo que estar apartada? si el objetivo es que yo esté tranquila está consiguiendo todo lo contrario... además, he de advertirle que sus insultos ni me van ni me vienen... pero a mis hombres NO se los consiento.

-Me largaré cuando vea conveniente, de momento no creo que a mi capitán le moleste mi presencia ni interfiera con su tratamiento.

Cristina apoyó una mano en el brazo del hindú.

- Su presencia siempre me es grata... pero dado que yo no puedo- contuvo el arrebato de ira y de frustración que tanta angustia le estaba generando- estaré más tranquila si vuelve al puente- confiaba en su oficial y conociendo a sus hombres era mejor que en ausencia de Cristina estuviera Mukherjee para poder controlarlos- no olviden informarme de las novedades.

Según el ingeniero entró en la bahía de carga, escuchó a la capitana de la Excalibur gritando a voz en cuello, el primer oficial de la misma nave intentando calmarla dandole un informe de lo que acontecía en el puente y tha'Griffin... tha'Griffin en su linea habitual. No pudo evitar que sus antenas se curvasen con sorpresa hacia delante al ver la reacción de cha'Mukherjee, plantando cara al desabrido thaan. Ishant no terminaba de entender el comportamiento del médico, entre flirteante y autoritario de continuo, pero empezaba a cansarle sus salidas de tono.

- cha'Griffin, no se si es consciente que para movernos desde cualquier sala a otra debemos pasar por la bahía de carga... Mi presencia no es necesaria en ingeniería a no ser que entremos en combate y, dadas las circunstancias de la propia sala, es mejor no permanecer allí más tiempo del indispensable. Creo que coincidirá conmigo en que es mejor que al menos uno de los ingenieros presentes conserve la función de ambos brazos.- siseó el andoriano, su tono de voz peligrosamente bajo, a pesar de que sus antenas se mantuviesen alejadas de su cráneo.

Sin querer entrar en más polémica se giró hacia los rescatados.

- ¿Puede elaborar los datos sobre la comunicación con la Franklin? ¿Ha dado órdenes el capitán?

Aakesh asintió ante las palabras de su capitán

-Así haré capitán, si me disculpa acudiré al puente.

Aakesh lanzó una mirada de disgusto hacia el doctor. Se detuvo al escuchar que Ishant preguntaba por las órdenes

-De momento comunicaciones limitadas para que los klingon no nos detecten, ignoro que habrá pasado desde mi partida. Por lo demás el puente está a tope, no creo que podamos caber usted y yo. Supongo que si su presencia es necesaria le avisarán.

Aakesh salió de la bahía de carga, deteniéndose un segundo para mirar a sus compañeros y lanzar una mirada inquisitiva hacia el doctor.

Por si no se ha dado cuenta se está llevando a cabo el rescate de parte de mi tripulación y todos mis hombres, excepto yo, están colaborando...

Bajé la mirada al suelo ante esta frase de Cristina. Me sentía inútil, y lo era. Por primera vez en mucho tiempo no solamente me sentía indefenso y desamparado, sino que no podía hacer nada al respecto. Al menos en las jaulas de Mohjo tenía la opción de luchar o morir, ¿pero aquí?

Creo que coincidirá conmigo en que es mejor que al menos uno de los ingenieros presentes conserve la función de ambos brazos.

Levanté los ojos, enardecido. Miré a la Capitana sombríamente y espeté:

-Que bueno que no tengo ese brazo biónico, Capitana. Porque no dudaría un segundo en evaporar a este "antenitas". Tengo más talento en el dedo meñique que me queda que tú en todo ese enorme cuerpo.

Sentencié.

- Puede que sea el mayor genio en ingeniería del cuadrante, Ollander, pero dado que hasta el momento ha demostrado un comportamiento pueril, imprudente y francamente xenófobo, creo que ha tenido suerte de sobrevivir hasta el momento.- El andoriano se giró hacia el otro ingeniero, su rostro inperturbable ante la vana amenaza del humano de pelo amarillo.- Y dado que ha demostrado que ante la presencia de una criatura que no entiende la primera intención es destriparla, puede dar gracias que no le hayamos atado de pies y manos...¡ah! Mano, que insensible por mi parte.

Cada vez estaba más convencido que aquel humano había recibido un golpe en la cabeza o algo similar en la Arena, de modo que tenía la capacidad mental de un niño de pecho. De estar en Andoria le habrían sacado de la línea reproductiva y posiblemente le hubiesen internado en alguna caverna profunda hasta que se recuperase. No por primera vez se preguntó cuales eran los requisitos de entrada en la Flota durante la guerra para haber aceptado entre sus filas a semejante majadero. Debían estar realmente desesperados. Debía consultarlo con cha'Karl.

Apartó la mirada de Ollander, poco dispuesto a perder más tiempo con ese chiquillo y se centró en la capitana y el primer oficial. La primera, a pesar de su impúdico comportamiento hasta el momento, al menos había parecido intentar controlar sus impulsos y actuar con relativa coherencia, el segundo parecía uno de los rescatados menos afectados por el cautiverio.

- Comuniquese conmigo si entramos en conflicto para dirigirme a ingeniería y redirigir la energía del nucleo para la batalla.- dijo dirigiendose al humano de piel más oscura. Después se giró hacia la capitana.- Si hay algo en que pueda ayudarla...

Cristina se limitó a asentir con la mirada triste a Muk cuando este dijo de marcharse al puente, el sentimiento de verse a sí misma como una carga y una inútil estaba empezando a aguijonear al ya de por sí bajo ánimo de la española. Y... por si las cosas no pudieran ir peor...

-Que bueno que no tengo ese brazo biónico, Capitana. Porque no dudaría un segundo en evaporar a este "antenitas". Tengo más talento en el dedo meñique que me queda que tú en todo ese enorme cuerpo.

¿Pero que coño le pasaba a Ollander? cada vez que abría la boca era para complicar las cosas, insultar y arremeter contra el grupo de rescatadores, aquello... aquello no tenía calificativo ninguno. Ya no sabía si su enfado era mayor que su decepción, o ambas cosas a la vez, el caso es que se incluso llegó a preguntarse como de todos los hombres que había perdido, el ingeniero fue capaz de sobrevivir... un pensamiento que se obligó a rechazar con rapidez, pues seguía siendo un miembro de su tripulación, pero era quien más la estaba avergonzando por su inexplicable comportamiento.

- Puede que sea el mayor genio en ingeniería del cuadrante, Ollander, pero dado que hasta el momento ha demostrado un comportamiento pueril, imprudente y francamente xenófobo, creo que ha tenido suerte de sobrevivir hasta el momento.- El andoriano se giró hacia el otro ingeniero, su rostro inperturbable ante la vana amenaza del humano de pelo amarillo.- Y dado que ha demostrado que ante la presencia de una criatura que no entiende la primera intención es destriparla, puede dar gracias que no le hayamos atado de pies y manos...¡ah! Mano, que insensible por mi parte.

Al escuchar las palabras del andoriano, Cristina no pudo por más que estar de acuerdo. No había justificación para Jack, la pérdida de su brazo había sido culpa de su propia estupidez.

- Señor Ollander- se puso justo en frente suya para evitar que se volviera a enzarzar con Ishant- si no es capaz de decir algo coherente y comportarse como un oficial de la flota, le ordeno que se calle. El talento no sólo se demuestra frente a las máquinas, sino sabiendo comportarse. Se confió en usted para que se hiciera cargo de ingeniería y no se le ocurrió otra cosa que atacar a una entidad que usted no conocía sin que esta entidad lo provocara a usted y no sólo eso, sino que cada vez que el señor Ishant aparece o intercambia palabras con usted se dedica a provocarlo... ¿para qué? ¿Para decir que usted la tiene más larga? Le recuerdo que tanto él como el resto de la tripulación de la Franklin, han arriesgado y están arriesgando sus vidas, para salvar las nuestras- Cristina miraba a Jack muy severa, estaba hasta las narices de él- No me toques más los cojones, acepta que la has cagado , cumple con tu deber cuando te lo pidan y sobretodo NO me averguences más

Tras un última advertencia hacia Ollander, la capitana se giró para mirar al andoriano.

- Le ruego que disculpe a mis hombres- De Alba estaba realmente avergonzada por todo lo que estaba viendo- no tenemos excusa pero han sido muchas las cosas que nos han pasado- agachó la cabeza consciente de que la principal culpable era ella, por no ser capaz de imponer disciplina a su tripulación... algo que le causaba aún más heridas a su maltrecho orgullo como oficial... en especial como capitán.

 Si hay algo en que pueda ayudarla...

Cristina miró al andoriano a los ojos, la tristeza y el desánimo de la mujer era evidente. 

- Quiero que me quiten el brazalete- elevó el brazo en el que lo portaba para mostrarlo al azul- ¿puede usted hacerlo?

- Por desgracia las circunstancias actuales me impiden hacerlo, ya que la necesidad de un espacio esteril en esta nave.- El andoriano dejó caer la cabeza hacia su derecha, agachando ligeramente las antenas aunque el resto de su expresión y voz se mantuviesen imperturbables.- Sin embargo puedo hacer un análisis preliminar del aparato para estudiar la mejor manera de extraerlo cuando tengamos las instalaciones adecuadas. Quizá hasta anular su funcionamiento, no puedo saberlo hasta no estudiarlo.

El andoriano intentó ese gesto tan humano de encogerse de hombros, aunque más bien pareció estar estirando los poderosos músculos que soportaban sus brazos. Sin embargo, sus antenas realizaron un movimiento similar, mucho más fluido y evidente.

-La última palabra es del doctor, por supuesto, pero puedo analizarlo sin tocarlo demasiado.

Ante las palabras de Cristina, no pude hacer más que echarle una mirada decepcionada. ¿Era yo el que provocaba cuando el "azulito" no dudaba un segundo en lanzar comentarios mordaces? ¿Y encima Cristina, mí capitana, en vez de defenderme me ordenaba callarme? Aquello era inaudito.

Con el gesto fruncido aparté la mirada y me recosté en la cama. Mi indignación era tremenda. ¿Ahora era mi culpa haber perdido el brazo? ¿Acaso no fuí el único en tratar de darle alguna garantía a la tripulación de su supervivencia? Casi que deseaba que los mercenarios se dieran vuelta y nos traicionaran, para poder decirles a todos un buen "te lo dije".

Si volvíamos a casa, presentaría mi renuncia a la Flota. Era una decisión tomada.

Cita:

La respuesta del mercenario se traduce en una acción simple y violenta. Su poderoso brazo se eleva, realizando un corte ascendente con la enorme cuchilla que momentos antes servía de herramienta.
Raptar ataca inmediatamente, sin mediación ni advertencia, cuando en realidad la advertencia sucedió poco antes.
Semejante acción toma a todos desprevenidos, sin dar lugar a cualquier intervención con la excepción del doctor y su suerte al intentar evitar la mortal hoja del machete.

Aún mirando a la capitana, Ishant escucha la cuchilla cortando el aire, un sonido ominoso, portador de malas nuevas. Sin creerselo del todo, gira sobre sus talones para ver con estupor como el enorme Gorn deja caer su cuchilla sobre el impertinente médico. Para bien o para mal, cha'Griffin ha encontrado un vaso que se ha colmado rapidamente con sus exabruptos y si nadie detiene la malintencionada hoja, posiblemente el oficial médico tenga sus minutos contados. 

Como a cámara lenta, demasiado aturdido para reaccionar con la rapidez que debería, el ingeniero saca su ushaan-tor para intentar detener el golpe, aunque lo más probable es que no llegue a tiempo. Sus reflejos le han traicionado y quizá eso suponga la muerte del medico...