Partida Rol por web

Intentaré filtrarla para nosotros, pero sin quitarla como cobertura para cualquier salida más allá del entorno inmediato. 

Algún dispositivo cuya función es superior incluso para los análisis de los sensores multi-espectrales de la D5 escapa al entendimiento de Kjarl. Sin embargo este logra aumentar el campo de distorsión para que cubra también la Princesa de nueva orleans. El único problema es la falta de comunicaciones dentro de la D5, que ahora sufre los mismos efectos que la nave de al lado.

La pericia de Daniel con el equipamiento medico de la enfermería Klingon solo afirma el grave cuadro que afecta a Cristina. Podría salvarla ahora mismo, con la tecnología disponible, extirpando el brazo por completo, el hombro y todo un pulmón y un riñón. Haciendo eso ahora, sin perder una hora más, detendría la invasión del aparato hacia el cuerpo de la capitana.

Con tiempo podría crear órganos sintéticos para suplantar los perdidos y con suerte también el brazo. Otra opción no tiene porque el regenerador dérmico solo cierra las heridas externas sin hacer nada contra el deterioro celular.

También consigue sintetizar, con ayuda de T´arall, drogas para calmar el dolor de la mujer, y que con ello esta pueda volver a andar por sus medios. Al menos hasta que tenga otra recaída, que podría ser la definitiva.

-Mucho no puedo hacer aquí. El resultado del análisis es evidente. En cambio puedo ir a examinar el dispositivo de ocultamiento. Al menos lo que queda de él. - indica T´arall para cambiar de tema.

Descrubrir el verdadero estado de Cristina fue un fuerte golpe para Jankowsky quien pensaba que era algo facilmente curable y que le pasaría con unos días de reposo.

No creía creer lo que dictaminaba el análisis y, movía la cabeza a los lados desesperado, negando lo que veía. ¿Acaso estaba sentenciada la capitana desde el momento que se puso el maldito guantelete?:

-No, no, no puede ser, tiene que haber alguna manera de curarla de sacarle esa infección... o lo que sea.- Miraba alternativamente a T´arall y a Daniel. Miraba a las pantallas y a Cristina, que yacía en la camilla, bella y sumamente fragil, como una muñeca de porcelana.

-A la mierda la ocultación, ¡hay que sanarla!.- Dijo a T´arall señalando a la capitana visiblemente irritado. -¿Me vas a decir que no se te ocurre nada?- Preguntó a Daniel, no era celoso en absoluto pero le enfadó ver que el ingeniero, médico o lo que demonios fuera se limitaba a coger de la mano a Cristina…

-¡Joder!.-

Se dió la vuelta, golpeó una mesa con el puño y permaneció cabizbajo.

¡Capitana!  Ya vió lo que logr.... ¡diantres!, bloquee la comunicación interna. 

Se volteó en físico a los dos oficiales en el puente y les explicó lo que había hecho, extendiendo la distorsión al interior de la Princesa.  

Voy a quitarla.  Esto está más avanzado de lo que imaginaba.  

Ahora bien, dado que fue a propósito, no me imagino el propósito de hacerlo en la otra nave, y por quién.

Aakesh se quedó pensativo

-Es muy raro todo esto. Esperemos que el equipo de exploración consiga averiguar algo.

Pensó el comunicárselo a la capitán, pero dado su estado prefirió esperar hasta tener noticias sobre ella.

-Bien señor Newton, creo que de momento poco podemos hacer. Siga controlando las comunicaciones, y si le parece vayamos a los datos que tan amablemente nos ha dado la klingon, a ver que podemos obtener de ellos. Señor Lightman, mantenga la posición respecto a la otra nave y listo para salir de aquí cagando leches si se da el caso.

Desde su consola, Aakesh realizó un nuevo escaneo de la zona para asegurar que estaban solos y que no había nada raro.

Al examinar los sensores en esta ocasión Aakesh encuentra algo que había pasado por alto las veces anteriores.
Una bahía de lanzamiento en la otra nave se encuentra abierta. La misma es similar a los silos de lanzamiento de los antiguos submarinos nucleares del siglo XX. Precisamente de esa área proviene la radiación por las ojivas detectadas. Esas bahía o silos se encuentran en la popa de la nave, muy cerca a sus motores y por detrás de la sección de antenas.
El barrido de sensores también indica que todo el área continúa sin cambios. Tan solo una tormenta solar menor está pronta a gestarse pero sin afectar a nadie.

Cita:

- De acuerdo.

El piloto se intentó concentrar en el pilotaje, pero la adrenalina y los nervios ocasionados por la reyerta con la klingon lo habían dejado algo alterado. Tuvo que verificar tres las lecturas arrojados por los sensores, para establecer una posición estable entre ambas naves.

Aakesh frunció el ceño mientras contemplaba el monitor

-Pero que cojones...

Pocas veces lanzaba una exclamación de ese tipo, pero cada vez Aakesh era menos comedido en sus modales

-Señor Newton, comunicación urgente con el equipo. He realizado un nuevo escaneo y he encontrado algo que se pasó por alto antes. Se ha detectado en la nave una bahía de lanzamiento abierta, parecido a un silo de misiles de los submarinos nucleares antiguos del siglo XX. De esa área proviene la radiación de las ojivas que se detectó antes. Esta bahía se encuentra en la popa de la nave, cerca de los motores y detrás de la sección de antenas. Procedan con cautela.

La española se había dejado llevar a la biocama por Daniel, estar a su lado la tranquilizaba, era lo que solía ocurrir con los amigos verdaderos, esos que se conocían desde hace años y que nunca fallaban, los que pasaban de ser amigos a hermanos... en el caso de Daniel una especie de hermano pequeño más valioso de lo que parecía, por ello al sentir su caricia le dedicó una ligera sonrisa a pesar de su dolor. Sin embargo la klingon habló...

Cristina se quedó más pálida de lo que estaba cuando escuchó las palabras de la kinglon, o se sometía a una operación donde perdía brazo, hombro, pulmón y riñón o esperaba a una nueva recaída para terminar muerta, mientras trataba de digerir todo aquello, Jan reaccionó por primera vez... quizás fue porque era en ese momento cuando se daba cuenta de que verdaderamente Cristina lo tenía muy complicado.

Entonces De Alba intervino, cansada de que todo el mundo quisiese decidir por ella odbiando quien era la capitán y no sólo eso, sino quien tenía el derecho de decidir sobre su vida, era ella misma.

- A la mierda la ocultación no, señor Jankoswky- dijo muy seria pero tranquila, como venía comportándose últimamente asumiendo que era mucho más probable que muriese a que sobreviviese- Si la ocultación no tiene éxito la nave con toda su tripulación estará a merced de los xhauares. En este caso la única persona capaz de ayudarme es el señor Windwood- se giró para mirarlo- ¿Puedes hacer lo que ha dicho la klingon?- dependiendo de su respuesta así decidiría

Las lecturas de la biocama eran debastadoras y escucharlas en la voz de la klingon no hacía que fuesen mejor para los demás. Hubiese querido guardar el estado de Cristina para mí, al menos hasta poder saber algo más... pero me resultó imposible hacerlo. El MACO perdió los papeles y le miré sin entender bien que le pasaba. En el puente dije que la capitán se moría y no le dio importancia alguna y ahora... que más daba. Miré a de Alba, que se mantenía serena, admirando nuevamente su saber estar y aquella fuerza de voluntad que la hacía parecer casí invencible.

- No se trata de una infección... según las lecturas obtenidas, se trata de un organismo vivo, de ínfimas dimensiones, cuyo componente básico es el me... - Guardé silencio unos segundos, pensativo. Y es que una de mis alocadas ideas me vino de golpe a la cabeza. - No soy cirujano... capitán... - Respondí casi por inercia a de Alba ante su terrible petición. - Y esto no es un quirófano...

Me levanté dando vueltas por la enfermería, sin recordar que iba a retirarle el vendaje a Cristina y curarla el tejido dañado con el regenerador dérmico. No la ayudaría en cuanto a aquella especie de parásito, pero algo de dolor la aliviaría. - Y para eso estamos los médicos, para apaliar el dolor si no se puede hacer nada.- Me vino de golpe a la cabeza, volviendo a sentarme junto a ella y comencé a retirarla el enrojecido vendaje.

- Pueden ayudarme con algo... no se si funcionará, pero podemos probar a  una escala pequeña y luego, si vemos que funciona, intentar con algo más potente. - Miré al MACO, que parecía impaciente por hacer algo a parte de golpear cosas. - Necesito... una batería... cable de cobre y un tornillo o clavo. A más grande la batería, más grande el tornillo y más cantidad de cable necesitaré... - Miré a de Alba. - Es algo básico y rudimentario, un imán electromagnético. No sacará nada de su cuerpo, puesto que eso sería destrozarla por completo, capitán... pero si quisiera usarlo para frenar o detener el avance de lo que sea que se mueve en su interior.

» Con esos componentes podría crear uno en unos minutos y ver si funciona a pequeña escala. - Dije mirando a todos con seriedad. - Crear uno mayor, no debería resultarnos complicado en caso de que funcione. Pero la única posibilidad que veo es salir de aquí cuanto antes y buscar ayuda en... - ¿Cómo puede ser? En el puente fui capaz de decir los nombres de los dos lugares seguidos y ahora no los recuerdo... - Bueno, ya saben donde...

Kjarl se puso a trabajar con las comunicaciones para hacer llegar el mensaje del comandante.  

Se realizó un nuevo escaneo y se encontró algo que se pasó por alto antes: una bahía de lanzamiento abierta, parecido a un silo de misiles de los submarinos nucleares antiguos del siglo XX. De esa área proviene la radiación de las ojivas que se detectó antes. Esta bahía se encuentra en la popa de la nave, cerca de los motores y detrás de la sección de antenas. Procedan con cautela.

Señor, -le dijo a Mukherjee- ¿la interferencia era para enmascarar ese escape?   ¿Quienes eran?  ¿Podemos leer su signatura de energía?  ¿Falta alguna nave terrestre en la bahía de lanzamiento? 

Muchas preguntas, algunas de ellas listas para que se comenzara a responderlas él mismo. 

La artífice Klingon se encoge de brazos ante la súplica de Eduard por la situación de Cristina. Luego de seguir la conversación de los humanos finalmente responde a Daniel cuando este pide ayuda para crear una máquina.

-Eso que pides se puede obtener de la bahía de carga. Allí suele haber piezas de repuesto para ingeniería. Ahora vuelvo con esas piezas-

Y sin demora T´arall se marcha de la enfermería.

Habiendo utilizado todas las configuraciones posibles al igual que algoritmos conocidos Karl agota sus mejores opciones para descifrar los enigmas de la nave terrestre.

El alférez de comunicaciones puede estar tranquilo que ha empleado todo lo que sabe a fin de hallar los secretos de la antigua nave. Ahora solo resta que el otro equipo anuncie sus novedades o devuelva el mensaje en morse por señales de luz.

En vista de los datos obtenidos, Aakesh se convenció de que poco más podían hacer.

-Señor Newton, investigue el cristal de datos de la klingon, a ver que podemos averiguar.

Señor, -le dijo a Mukherjee- ¿la interferencia era para enmascarar ese escape?   ¿Quienes eran?  ¿Podemos leer su signatura de energía?  ¿Falta alguna nave terrestre en la bahía de lanzamiento? 

Aakesh se encogió de hombros

-Por desgracia señor Newton, poco más hemos podido averiguar y esas cuestiones quedan sin respuesta. Hasta que no regrese el equipo de exploración creo que poco más podremos saber sobre esa nave.

A la orden, señor.  Se puso a analizar el cristal de datos.  Obvio, primero revisando si era seguro abrirlo.  Tanta trampa podía haber en cualquiera de estas piezas del acertijo.

Después de hacer lo básico y dejar corriendo un programa, se acercó y le habló en corto al Primero:

Comandante Mukherjee, si me lo permite la sugerencia.  ¿Porqué no aprovecha ahorita para ir a la bahía de curaciones?  Tenerlo más reparado nos será más útil si la acción se intensifica, y mejor ahora que estamos en una pausa.   Puedo encargarme del semi-puente si así lo ordena. 

- Genial. Gracias. - Le dediqué una amable sonrisa a la klingon cuando me indicó donde encontrar aquellas cosas que había pedido y no me dio tiempo a añadir nada más, puesto que salió disparada por la puerta. Mis ojos se clavaron entonces en aquel hombre y en su mano herida. - A parte de eso, ¿tiene algo más que sanar? - Le pregunté mostrando el regenerador dérmico en mi mano, mientras permanecía aún junto a mi capitán.

Esperé su respuesta y ver si quería o no aprovechar su paso por la enfermería para curar sus heridas. - La verdad es que deberían ir pasando todos por aquí, al menos los que tengan heridas abiertas. Esto es realmente útil. - Dije tras ver el resultado en el brazo de Cristina. Luego miré a la mujer con dulzura. Se comportaba como una verdadera valiente. Como un verdadero capitán. Me senté junto a ella nuevamente.

- ¿Cómo se encuentra? Más alivida, espero... - Pregunté pasando mi mano por su brazo regenerado. Era una pena que lo tuviese que perder, pues había quedado bastante bien después de usar aquel aparato con ella. - Si necesita algún calmante, para tranquilizarse o aliviar el dolor, solo tiene que pedirlo, capitán. Pero debería plantearse al menos la primera opción, si cada vez que se disgusta y se altera, su cuerpo reacciona y sufre un ataque... - No debía añadir nada más. Todos sabíamos que ocurriría si aquello se repetía nuevamente.

Me volví a mover por la enfermería, impaciente por el regreso de la klingon con lo que había pedido. - Quizás debí ir yo... - Pensé para mí. - Ver los repuestos me serviría para pensar en más opciones...- Pero de alguna manera estaba convencido de que mi idea iba a funcionar o al menos estaba poniendo toda mi esperanza y fe en ella.

Se giró, miró a Crisitina con ojos vidriosos parecía a punto de decirle algo pero no lo hizo, atendió la petición de Daniel y asintió con la cabeza dispuesto a ayudar con lo que fuera.

No acaba de aceptar que el mal de la capitana fuera tan grave así que apoyaría cualquier propuesta que hicieran para ayudarla. Daniel había comprobado que el regenador dérmico funcionaba bien y proponía usarlo con los demás, a Jankowsky no le vendría mal una ayuda médica ya que aun tenía serias heridas en proceso de curación e incluso con cierto riesgo de infección pero ni se le pasó por la cabeza ofrecerse, quería que el científico centrara todos sus esfuerzos en Cristina el resto le daba igual.

Jankonwsky que no pronunciaba apenas palabra y actuaba de modo automático, siguió a la Klingon para ayudarle con las piezas que había pedido Daniel .

A la orden, señor.  Se puso a analizar el cristal de datos.  Obvio, primero revisando si era seguro abrirlo.  Tanta trampa podía haber en cualquiera de estas piezas del acertijo.

La capsula de metadatos contiene nociones básicas de ingeniería, opera Klingon y recetas culinarias del Imperio y de otros tantos mundos aledaños. Los principios básicos de ingeniería son básicamente los mismos que se enseñan en la Academia de San Francisco.

Entre Jankowsky y T´arall reunieron las piezas de repuesto necesarias para Daniel y que este se pusiera de inmediato a trabajar en su máquina. Desde luego su tarea es alternada por aquellos que necesiten una revisión en sus heridas y alguna cura adicional, porque con tanto ajetreo durante los últimos días hay muchos tripulantes que han dejado de lado su estado de salud.

Y ahora es el momento adecuado para sanar sus heridas porque la enfermería se encuentra en su mejor momento.