Partida Rol por web

- Es una lástima no poder aprovechar el legado de esa nave - suspiró Johnny, ya volviendo a su puesto al ver que no era necesario ir a enfermería y que había vuelto la mitad de la misión de exploración.- Aunque tal vez los robots pudieran plantar las semillas si encontrásemos un planeta adecuado, eso cuando la radiación no haya afectado a la carga y además no sería muy seguro llevar una nave con radiación a ningún planeta.

Miró a Artemisa cuando le dijeron que vigilara a la klingon. Casi deseó que la klingon se rebelara y Artemisa tuviera que reducirla de alguna manera, incluso matarla. Eso le libraría del combate pendiente, aunque tampoco le asustaba. Si dijo que lucharía con ella, lo haría. Regresó a los mandos de la nave, corrigiendo las ligeras desviaciones para mantenerse a distancia de la nave terrestre.

-Gracias por tu ayuda Karl. Parece que no hay moros en la costa.-

El no encontrar resultados en los escáneres no fue suficiente para tranquilizar a Jankowsky, seguramente no tardaría en aparecer cualquier amenaza, no debían relajarse pese a que no hubiera peligro iniminente.

Miró a las recién llegadas y las saludó con un movimiento de cabeza. Internvino en la conversación al ser aludido por las palabras de Mukherjee.

-A mi parecer la klingon se esta comportando y colaborando con nosotros, aunque lo haga a su manera, eso solo me reafirma en que el juramento que comparto con ella no ha sido tan mala idea. No puedo cambiar vuestra forma de pensar pero confío en ella. De todas formas hemos de entender que se trata de una raza diferente por lo que deberíamos tratarla con cierta cautela ya que, como sabemos, los klingon son asíduos a la violencia.- 

Había un claro tono de advertencia en las palabras de Jankowsky y miró a Artemisa.

-Colaborará y no hará daño a nadie siempre que no se sienta amenazada.-

Descubrir que la nave era un "arca de Noe" le hizo recordar que se encontraban en un futuro lejano, se preguntó si habría manera de regresar a su tiempo, pensó en su hijo por unos instantes pero no era momento de autocompadecerse. Siguió vigilando el espacio a través del periscopio.

Se giró hacia el comandante de su "hermandad" y cuerpo: - Comandate Jankowsky, como lealtad a un "hermano", le prometo hacer todo lo que esté en mi mano. La lealtad en combate era algo muy grande entre los que habían estado ya bajo el fuego o en ele "fregao", y más, cuando se veneraba, aunque fuera en poca medida, a aquellos que ya lo habían estado.

Otro taconazo acompañado del honorifico: - …. si no ordena nada más.

Aakesh se giró hacia Jankoswky al escuchar sus palabras

-Sí, está colaborando...de momento. Es muy pronto para saber si su juramento fué sincero o mera palabrería klingon para ganarse nuestra confianza y así actuar para su propia beneficio. El tiempo dirá.

Ante las palabras de Lightman Aakesh asintió

-Es verdad, la radiación....tal vez el comandante Stevenson y Johnson averigüen que la provoca y puedan neutralizarla pero....es posible que la carga esté arruinada. Lo que el dispositivo que camufla su señal podría sernos útil.

-Así que nos encontramos ante una especie de arca de Noé. ¿Han averiguado algo más?. Dicen que había semillas, animales...¿había personas?

Luego de pensarlo detenidamente la ingeniera responde con certeza.

-No vimos a nadie con vida. Aunque el robot en jefe nos mostró una imagen de una recamara blindada y sellada donde mantienen en hibernación varias decenas de embriones humanos y algunos adultos. Allí constantemente son supervisados por autómatas y todo ello se encuentra separado del resto de los sistemas de la nave- responde.

-Tal vez…solo tal vez esa tripulación pueda ayudarnos. Pero Napoleón, el robot en jefe no permite a nadie acercarse. – añade.

-Han habido algunas novedades en su ausencia. Quiero un informe completo de lo que han encontrado allí, por mínimo que sea señorita Ramsey.

¿Una Klingon? Entendido, iré a ingeniería a ver como esta todo y a preparar mi informe. Con permiso. – se despide Hope al salir del puente. 

El experimento inicia sin complicaciones, con la maquina funcionando a plena capacidad y sin margen de sobrecargar el sistema de energía de la enfermería.

En cambio los efectos sobre el brazo de cristina son mínimos, lo cual evidencia la necesidad de una mayor exposición e intensidad. Solo que antes de hacer algún cambio circunstancial un efecto contraproducente o reacción instintiva de las bio-nanosondas se produce. La paciente es sumida en otra ola de dolor y agonía por el repentino avance del cuerpo invasor, adentrándose y expandiendo su alcance hasta legar a la mayoría de los órganos principales, incluso el cerebro.

El avance se detiene en el preciso instante que Daniel apaga su máquina. Nuevamente se encuentra en el punto de partida…

Si quieren yo las guío, que me hace falta pasar por la enfermería para curar algunas de las heridas que aun no sanan en su totalidad.    -dijo Kjarl.  Todo estaba tranquilo en el puente, así que podía darse ese espacio antes de la siguiente tanda de acontecimientos. 

- Le acompaño Señor Newton, que me duele aquí y me gustaría .... Comenta, tocándose en antebrazo.

No va a confesar los daños recibidos, pero si existe la posibilidad de tener que usar sus "regalos afilados" contra alguien, lo mejor sería estar en perfectas condiciones.

LAs palabras de Ramsey dejan pensativo a Aakesh

-Así que hay humanos en hibernación, y embriones...

Una auténtica arca de Noé

-A saber si estarán bien por la radiación...en fin, cuando regrese Stevenson veremos que hacemos con esta nave.

Aakesh de inmediato va a ocupar el puesto de Newton

-Vayan a enfermería, los quiero en el mejor estado posible, pero señor Newton, usted que sea el primero, lo quiero de vuelta cuando antes. No hay nadie mejor en la nave para controlar las comunicaciones.

Si Sr. 

Kjarl guía a Artemisa y a quien más se les uniera hasta la enfermería del crucero klingon. En el camino se pusieron al tanto del resto de las cosas que acontecían, incluyendo las recetas de artrópodos y la ópera klingon. 

Cuando Artemisa y Karl entran a la enfermería encuentran a Daniel muy abatido, con los ánimos por el suelo, recogiendo algunos trastos y ordenando la enfermería.

La capitana descansa en una bio-cama. Es difícil saber si ella esta despierta o dormita.

Se acercó Kjarl a ver a la capitana.

¿Todo bien Sr. Winwood?  ¿Está usted bien?  

Mirada confundida, ceño fruncido.  ¿Dónde está la klingon, Ta'arall?

Aakesh se sentó en el puesto de comunicaciones. Dedicó unos minutos a familiarizarse con los controles. Tenía oxidado sus conocimientos en esta materia, y que la consola estuviese diseñada por otra raza intergaláctica no le facilitaba la tarea. Cuando creyó que estaba preparado comenzó a manejar los controles, primero tímidamente, luego con decisión.

-Bien caballeros, señor Jankoswky, informe de situación, ¿algún movimiento anómalo por el espacio?

Pulsó las comunicaciones intentando captar alguna cosa, fijando su atención en la nave terrestre por si el equipo de exploración se comunicaban en morse.

Cristina quien confiaba como nadie en Daniel sintió como el imán que había creado su amigo se ponía en marcha, al principio sintió como un hormigueo... era como si las partículas que habían invadido su organismo se volvieran a activar y se empezasen a mover, al principio parecía que todo iba bien, pues era como si se redirigieran al brazo, el origen de toda su dolor... sin embargo un giro inesperado provocó un dolor tan intenso que De Alba sólo era capaz de chillar para después incapaz de seguir haciendo ningún esfuerzo morderse los dientes... el hormigueo se hizo más intenso, era como si hubieran metido a un elefante en su interior, uno furioso que se abría paso a través de sus venas en dirección a sus órganos principales, sin misericordia ni decoro.

El avance fue tan brutal, que aunque ella no fuera médico ni entendiera de las lecturas que Daniel hacía constantemente de ella, se diese cuenta que la reacción de aquellos malditos nanobots había sido irrumpir en ella con más fuerzas... los escorpiones habían ganado terreno y hasta pudo sentir que algunos de ellos habían conseguido acceder a su cerebro... 

- En mi cabeza... no... no...- susurró muy debilitada tratando de no perder la conciencia, pero incluso esas suaves palabras supusieron tal dolor y esfuerzo que la española comenzó a dormirse incapaz de seguir soportándolo.

De Alba ladeó la cabeza mirando con los ojos en ningún punto particular mientras parecía exhalar, hasta caer en un sueño semi profundo, donde pareció escuchar las anotaciones en la bitácora de Daniel... o al menos algunas partes.

 ...nos topamos con unos seres... llamados... jaguars... naguars... Xaguars... algo así, reconociendo el brazlete como suyo. No se que hicieron, pero activaron el letargo de esa cosa, haciéndola expandirse al pulmón y al riñón, siendo hasta hace poco, lo único afectado y con una extirpación de esos órganos y el brazo afectato, de Alba hubiese quedado libre de esa cosa.

- Pero esto no es una sala médica y menos aún un quirófano. Yo no soy cirujano y dudo que de Alba hubiese sobrevivido a esa cirugía tan agresiva, así que ideé un pequeño invento... algo sencillo, que frenase el avance de esas cosas sobre el cuerpo de la mujer más íntegra y protectora que jamás haya conocido. - Guardé silencio unos segundos, tratando de contener las lágrimas. - Sin un laboratorio o equipo para hacer pruebas aisladas, solo me queda ensayar directamente sobre la paciente y eso hice

  Sin un laboratorio o equipo para hacer pruebas aisladas, solo me queda ensayar directamente sobre la paciente y eso hice. El electroimán, tenía como finalidad, manterner a raya las bio-nanosondas y evitar su avance. Su potencia era baja... pero estas reaccionaron ante la pequeña fuerza del imán, extendiéndose por todos los organos vitales de mi amada Cristina, sumiéndola en un profundo dolor y agonía, deteniéndose todo en cuanto desconecté el electroimán.

 - Ahora está tranquila, inconsciente por el dolor sufrido por mi culpa y mi idea. De saber que las bio-nanosondas reaccionarían de aquella manera... jamás hubiera expuesto a la persona más importante de toda mi vida, a semejante locura. Fin del anexo y de la bitácora médica a bordo de la D5

Cuando Karl y Artemisa entraron en al enfermería encontraron a Daniel con gesto preocupado y a Cristina tumbada en una camilla inconsciente, el aspecto de la capitán era malo, estaba totalmente pálida y el brazo no terminaba de tener buen aspecto. El sueño de la capitán era intranquilo, sobre su frente se podía divisar perlas de sudor.

Oigo abrirse la puerta de la enfermería y dejo lo que tengo en mis manos sobre la encimera, para encaminarme al lavabo y lavarmelas, con intención de ocultar mi tristeza ante los demás. De paso, me refresco un poco la cara, tratando así de borrar los restos de las lágrimas de mi rostro. Pero mis ojos están enrojecidos por el llanto y eso me delata frente a cualquiera que se fije un poco.

- Sí, todo va bien. - Respondí al oficial con seriedad en mi voz y sequedad en mis palabras. - Por favor, no la molesten. Necesita descansar. - Añadí bastante tajante al ver al hombre acercarse tanto a Cristina, quién seguía durmiendo.

Me encogí de hombros ante su siguiente pregunta. - No lo sé. Estaba a mi lado y cuando volví a mirar, se había esfumado. - Fue una suerte que preguntase por la klingon. Aunque mi respuesta hubiese sido similar para cualquier otro a quien buscasen. - ¿Necesitan algo más? - Miré al hombre y a la mujer alternativamente, para luego mirar el panel de la cama donde descansaba mi amiga, donde sus lecturas me indicaban que estaba todo lo bien que podía estar, dadas las circunstancias.

Agarra el comunicador interno de la pared para llamar al puente: - ¿Se ha fugado?

Ya estaba enojada. - Si la pillo la espabilo.