Partida Rol por web

-Aquí el primer oficial Mukherjee. Mis disculpas T'arall, pero es costumbre entre mi pueblo que cuando nos encontramos en terreno hostil, en una nave desconocida y con dificultades técnicas como las que estamos sufriendo, preocuparnos por el destino de cualquier miembro de la tripulación si no se tiene noticias suyas en un breve espacio de tiempo. Dado que usted es....miembro de esta tripulación, al menos hasta que regresemos a casa, lo lógico es que nos preocupemos por usted. Prosiga con las reparaciones y que tenga unos propicios días.

La Klingon responde directamente desde el comunicador de la pared, para todo el puente y para los presentes en la sala de maquinas del dispositivo dañado.

-Las reparaciones de mayor escala deberán hacerse en tierra, porque hay que salir al casco y solucionar el asunto de la nacela dañada. Busque algún planeta clase M. Y por cierto ¿Porque envió un soldado a vigilarme con espada y rifle en mano? ¿O no tienen honor? Esto deshonra el pacto hecho. - responde algo aireada por la visita agresiva.

Una mujer de armas tomar, al final me caerá bien y todo

-Teníamos conocimiento de la dificultad de las reparaciones, me refería a las que puedan hacer sin tener que descender a un planeta. Respecto a la soldado, como le he dicho, nos habíamos preocupado, de ahí que hayamos enviado a alguien a buscarla. Cosa de humanos. Eso no desacredita el juramento que ha realizado con el señor Jankoswky.

Artemisa toma el comunicador de mamparo y responde al comentario de la klingon, pero realmente dirigido al Primer Oficial: - Aquí Teniente Kendra, … sin novedad.

La MACO guardaba sus armas, al ver que simplemente se había puesto a trabajar, pero sin indicar a donde se dirigía.

- Cuando regrese a la enfermería no se si ponerle un ojo morado al enfermero ese o pedirle que me cure.

Artemisa toma el comunicador de mamparo y responde al comentario de la klingon, pero realmente dirigido al Primer Oficial: - Aquí Teniente Kendra, … sin novedad.

Luego miró a la pobre técnico ignorada. - Pues que una novedad mal dada puede causar problemas. Sonaba bastante enfadada, pero también se notaba que se contenía. Inspiró profundo y preguntó, con unas intenciones ocultas: - ¿Echo una mano a algo?

-Recibido teniente, ya que T'arall se encuentra sana y salva, acuda a enfermería si le deben atender de alguna herida y luego al puente por favor. Mukherjee fuera.

- Kuenda enterada sin novedad.

Tras dejar el comunicador se giró hacia las compañeras a las que acababa de comentar que les ayudaría. - Lo siento chicas, ya vendré a ayudaros...

Se despide medio apenada. El enfado se le había pasado, pero igual ahora le partía los piños al enfermero, así que igual ... se cabreaba otra vez por el camino.

Ante las palabras de T´arall Jankowsky miró a Aakesh y soltó un bufido de claro reproche, por suerte el primer oficial fue lo suficientemente ágil como para improvisar una excusa y retirar a Artemisa, ante su orden Jankowsky asintió. Por un momento la Klingon cuestionó el juramento de honor y no había sido su culpa. Prefirió no entrometerse, tampoco quería pasar por encima de un superior interviniendo, de todas formas el hindú no había obrado mal.

Dejando a un lado el manido tema de la klingon Jankowsky advirtió al primer oficial:

-Hace un tiempo que no tenemos noticias de la nave, posiblemente James no pueda comunicarse por cualquier motivo. Está claro que nuestro improvisado sistema de comunicación tiene  muchas limitaciones pero puede que necesiten ayuda.

Aakesh al escuchar las palabras de Jankoswky le dirigió la mirada y asintió

-Es lo que me preocupa. De todas formas antes tuvieron un periodo de tiempo en silencio. Esperemos un poco más y si no hay señales enviaré a alguien a buscarles.

Aakesh confiaba en que Stevenson diese señales de vida. No quería arriesgar a más personal en un pecio con más de mil años de antigüedad y con radiación mortal.

-Lo que me preocupa también es lo que haremos después. No podemos perder más tiempo aquí pero tampoco me gusta la idea de dejar lo que queda de la raza humana de esta dimensión flotando en el espacio.

Entonces tuvo una idea

-Intenten localizar una estrella similar al sol que pueda tener un planeta de clase M que esté relativamente cerca. Si detectan directamente un planeta clase M mejor que mejor. Tal vez podamos lanzar la nave terrestre hacia su dirección dándoles así una oportunidad.

Cristina permaneció de pie, observando a su alrededor tratando de ordenar su mente... aquello tenía que ser un sueño pero parecía real... ¿o tal vez era alguna especie de visión? A la española no le gustaban las adivinanzas, ni tener que interpretar sueños, quería despertar... volver al mundo real, pero teniendo en cuenta todo lo que le estaba pasando con la Semilla... sería imprudente no ver que era lo que estaba pasando ahí, así pues extendió su mano sana para tocar la nieve, era consciente que era mortal pero en su caso no le hacía daño, ni siquiera sabía si podría sentir algún tipo de reacción al contacto con su piel.

Simplemente observó durante unos segundos los copos sobre su palma y tras reconocer que se encontraba en la Vía Láctea por la posición de las estrellas decidió avanzar hacia la luz, no tenía miedo sólo una cierta curiosidad por saber si tras aquella caminata encontraría algo, mientras caminaba no pudo evitar acordarse de un sueño anterior donde en aquella ocasión caminaba entre un campo blanco... ¿tendría algún tipo de relación? ¿Que planeta era aquel? ¿Marte...? ¿Y si fuera la Tierra...? no... no podía ser la Tierra. ¿Futuro, pasado... imaginación? Preguntas y más preguntas y tan pocas respuestas...

Ese comentario del bloodwine y los parásitos, ¿es verdadero, o nos está queriendo engañar u ocultar algo Winwood?  -pensó Kjarl, sin dejar entrever nada de sus dudas al oficial.  No se tomaría el desparasitante si sospecha algo raro.

Sr. Winwood, usted tambien requiere algo de cuidados médicos.  ¿Quiere que le ayude mientras usted mismo se cura?  ¿ Como dicen: "Physician, heal thyself." ?

Kjarl quería ser de ayuda, no de estorbo, pero si quería que el oficial recuperara algo de salud. En eso reparó en que la capitana decía el nombre de pila del otro oficial.

¿Porqué la capitana está hablando dormida?  ¿Es de esperarse esa reacción? ¿Tiene que ver con su tratamiento? 

Había estado tan centrado en Cristina que me había olvidado de mi mismo y mis heridas. Aunque las más duras y dolorosas estaban en mi interior, debía cuidar también mi exterior. - Pues... hay algunas heridas que... - Le dije al oficial tras su ofrecimiento, recordando el dolor en la espalda, donde seguramente tenía al menos cortes y hematomas. Me quité parte de aquella armadura de cuero, más propia de un gladiador romano que de un tripulante de una nave espacial, pero realmente me sentía cómodo con ella.

Después de usar el escáner médico conmigo mismo, le mostré como se usaba el regenerador dérmico haciendo una demostración con mis heridas más fáciles de curar para mí. - Es muy fácil, ¿ve? Ahora solo tiene que hacer lo mismo en mi espalda, donde vea que tengo alguna herida o derrame. - Le dije tras mostrarle con calma el uso de aquel aparato tan útil y sofisticado. En ese momento, de Alba me llamó en sueños. - Discúlpeme un momento, señor.- Dije levantándome de la camilla donde me había sentado para ser tratado por el oficial y me acerqué a la mujer.

Tomé su mano tendida en el aire con calma. - Sigo aquí, capitán. - Susurré tratando de transmitirle paz a Cristina. - Debe descansar. - Luego dejé su mano sobre la cama y la cubrí con la sábana, antes de mirar las lecturas que me daba la cama.

- Está dormida y soñando. - Le respondí al oficial volviéndome a sentarme en la camilla a la espera de que me tratase las heridas. - Se llama somniloquia*, consiste un episodio mientras dormimos, en el que se pronuncian palabras inconexas, gritos, risas y en general frases desestructuradas, donde realmente no se tiene ninguna intención comunicativa. - Comencé a instruir al oficial para satisfacer su curiosidad. - Los episodios de somniloquia parecen estar influidos por estados febriles, períodos de estrés, ansiedad, cansancio excesivo o una cena copiosa... y dado el estrés que está sufriendo nuestra capitán ahora mismo, veo normal que hable en sueños.

Dado que no había más personal en la nave, Johnny entendió que debía comprobar la petición de Muk.

Toqueteó los controles para acceder a los sensores e hizo un barrido intentando localizar un planeta que cumpliera las expectativas.

- Por mucho que me pese, coincido con la klingon. Debemos reparar a fondo la nave, es su estado actual no podemos ir más deprisa y el viaje se puede demorar demasiado. Descender a un planeta nos permitirá reparar más sistemas y obtener más velocidad.

En el sistema actual lo mas similar a un planeta habitable (clase M) es una supertierra del tipo G, desértico y con elevadas temperaturas diurnas. Contiene un nivel aceptable de oxigeno y nitrógeno que lo posiciona en las cercanías de la clase M. Se requieren mascarillas simples de gas filtrante para evitar la porción de gases de metales pesados que aun reside en la atmósfera.

Luego el sistema habitable más próximo es Beta Rigel, situado a 5 años luz de la posición actual. El sistema es famoso por sus planetas con playas paradisíacas.

Tomé su mano tendida en el aire con calma. - Sigo aquí, capitán. - Susurré tratando de transmitirle paz a Cristina. - Debe descansar. - Luego dejé su mano sobre la cama y la cubrí con la sábana, antes de mirar las lecturas que me daba la cama.

Al instante de cubrir la mano con la sabana Cristina reaccionó de inmediato, atrapando la mano de Daniel con suavidad.

- Dile a Mukherjee que busque en la Discovery al hombre del millón de soles, al caminante de las arenas olvidadas. El de las sandalias de cuero y espada de bronce. Dile...dile… - susurró nuevamente.

Las lecturas de la bio-cama son normales para alguien en fase de sueño. Su salud se encuentra al borde del abismo pero actualmente no hay peligro ni avance de las nanosondas alienigenas. Es una meseta sin avances ni desmejoras.

Kjarl ayudando a Daniel permite que el científico, y ahora doctor auxiliar, pueda curar sus heridas. Solo le resta un buen baño y una jornada de sueño para estar pleno. Y quizás algo de comida decente...

Artemisa, perfecto.  A tiempo para ser curada.  Se nota que favoreces un pie más que el otro, y aunque aguantes, es mejor ser recurada en estos momentos de calma chicha que en medio de la batalla.  

Se volteó esperando que Winwood estuviera ya preparando el material para curar a la MACO, cuando vió que en cambio sostenía la mano de su líder y amor ¿platónico?.  

- Dile a Mukherjee que busque en la Discovery al hombre del millón de soles, al caminante de las arenas olvidadas. El de las sandalias de cuero y espada de bronce. Dile...dile… - 

Kjarl activó la comunicación para que Winwood pudiera transmitir el mensaje, el cual podría ser sólo algo críptico o soliloquito, pero bueno, ella es la capitana, esté como esté. 

Listo. 

Esperó que Artemisa se quitara la bota que seguramente cubría las heridas mayores. 

Aakesh se acercó a la consola de Lightman

-Gracias señor Lightman, vamos a ver....

Observó los datos y se cruzó de brazos, pensativo. Si bien la búsqueda no reportó grandes sorpresas, tampoco era lo que deseaba encontrar.

-Una opción es ese planeta clase G, pero dadas sus características....no acabo de verlo como una opción viable, y más tras como está la nave. Beta Rigel es una opción pero aún ignoramos el estado de la nave y podría llegar hasta allí. Mmmmm.... Tal vez podríamos situarla en una ruta hacia Beta Rigel, si la llevamos con nosotros a velocidad warp y luego la dejamos ir con el impulso suficiente, aunque tendremos que comprobar si una nave así podría soportar la velocidad warp. Señor Lightman, trace una ruta hacia Beta Rigel y los cálculos necesarios para que saquemos la nave terrestre de este sistema solar y desde el punto más exterior lo lancemos hacia Beta Rigel.

Guardó silencio unos segundos

-Tal vez sea lanzarlos a la muerte, pero no tenemos muchas más opciones, ni para ellos ni para nosotros. Tal vez cuando regrese el equipo de exploración podamos tener más datos para tomar una decisión definitiva.