Partida Rol por web

La capitana se detuvo en el umbral del acceso a la ¿cueva? ¿templo? no podía saber exactamente que podía ser aquello, pero por el tipo de escultura que había y aquella extraña escritura tenía toda la pinta de ser un antiguo lugar de culto. ¿Sería algo parecido a lo que una vez leyó en unas novelas de finales del siglo XX y principios del XXI? lo que leyó en aquella historia de fantasía hablaba sobre una especie de rito que permitía disfrazarse... o algo parecido, no lo recordaba bien. Pero seguramente aquellos vestigios tendrían otra índole, al mirar mejor y darse cuenta de que no estaba sola, Cristina apoyando una mano sobre el quicio de la entrada para inclinar el cuerpo y poder ver mejor a lo que parecía un niño, se decidió a hablar.

- Hola...- saludó cauta, no se fiaba de nada de lo que allí hubiera, pero puesto que era un sueño y parecía haber respuestas, no le quedaba otra que aventurarse - Estoy buscando a dos personas que han entrado antes que yo- le dijo acercándose despacio, no quería asustarlo y que saliese corriendo- ¿los has visto?

Antes de Aakesh terminara de hablar Jankowsky ya había dejado su puesto y se dirigía a la salida. Asintió con la cabeza al primer oficial:

-Espero, por el bien de ellos, que sean razonables.- Dijo a Aakesh. Con un gesto de su mano mostró su puesto vacío a Artemisa y acto seguido dejó el puente.

Entró en la enfermería con decisión y, con gesto adusto miró a Karl y Winwood:

-No se que demonios les ha pasado pero sugiero que arreglen sus diferencias, no tenemos tiempo para discusiones.- Centró su mirada en el oficial de comunicaciones. -Newton, el primer oficial lo quiere en el puente si se encuentra en condiciones.- Acto seguido obsevó a Cristina tenía interés por su estado y evolución. -Espero que estos dos no te estén dando la murga.- Le dijo en tono natural. Aunque no sabía lo que había ocurrido entre Karl y Daniel pensó que no sería algo demasiado importante, quizá un choque de carateres, una discusión tonta.

Cristina dormía en la camilla asignada desde hacía rato y la entrada del MACO en la enfermería, de manera tan... agresiva, me pilló un tanto desprevenido. Por fortuna, no tenía en mis manos los viales del hipospray que acababa de revisar, puesto que de lo contrario, alguno hubiese caído al suelo seguro. Miré al recién llegado y me llevé el dedo índice a los labios, chistando levemente.

- Aquí hay personas que necesitan descansar. - Le dije algo más calmado que cuando hablé con el primer oficial, deteniendo su paso para acercarse a la capitán. Que aquel pesado se hubiese mantenido callado durante este tiempo, me ayudó mucho. - Y ella más que ninguno de nosotros. - Le indiqué al hombre.

- No tengo diferencias que arreglar con nadie. - Añadí a continuación con seriedad. - Yo no soy quien está faltando al respeto y metiéndose en la intimidad de mi paciente, además de negarse a salir de un lugar donde ya no debería estar. No es de utilidad aquí y sus heridas han sido sanadas. Aquí solo debemos permanecer los que verdaderamente podemos hacer algo por los demás y los enfermos. - Miré con dureza a Newton. Quizás era su mente la que estaba enferma. - Creo que no debí de dejar la carrera de medicina... - Más aún cuando uno de ellos requiere reposo absoluto y no ser molestado...

A medida que Cristina se aproximaba a la persona situada en el umbral está iba tomando forma y definiendo sus rasgos característicos. Solo fue hasta después de las palabras de la Española que su interlocutor fue completamente real, como si fuese su intención no ser distinguido hasta alcanzar una cercanía prudencial con la capitana.

- Tu eres Cristina de Alba, de la Tierra, del planeta azul. Pero tú mundo es otro al que conozco. No eres de aquí pero la semilla Primigenia te acompaña -

Dijo el pequeño humanoide, de apenas un metro de altura, de enormes ojos negros y boca diminuta. Las palabras llegaron en español, directamente a la cabeza de Cristina sin pasar por sus oídos, siendo esto una extraña sensación pero en nada desagradable con respecto al Xhaguar.

El alienígena parecía débil, quebradizo y endeble a simple vista. Nada en comparación a todas las especies conocidas por De Alba en sus años en la Flota Estelar. Además era la primera vez que se encontraba con un humanoide de este tipo, y su primera impresión se situaba muy lejos del estereotipo de alienígena peligroso o violento. No por su apariencia ni sus desproporciones fisicas, su gran cabeza o sus lardos dedos.

Cristina despertó con enorme dificultad. Su descanso se vio interrumpido por el bullicio generado en la enfermería, lo cual generó que se incorporase con una mano cubriendo sus ojos de la luz proyectada sobre su bio-cama.

-Un arma…denme un arma ahora. – murmuró apenas despierta, mientras se apoyaba con la otra mano en la cama.

Escuchó atento las palabras de Winwood, había tenido algún tipo de disputa con Newton al entender que el científico solo estaba cuidando de Cristina no pudo evitar posicionarse de su lado.

-No se preocupe Winwood, Newton ha de acudir con Mukherhee.- Miró a Karl por si tenía algo que objetar.

Cuando la capitana despertó y pidió el arma, Jankowsky dudó, miró a Winwood y despues de nuevo a Cristina, con quien hablo:

-¿Como te encuentras?- Le preguntó en tono amable. -¿Para qué quieres un arma?. 

Realmente debería tener un arma a mano, ella y cada uno de los tripulantes de la nave, incluso la Klingon, Jankowsky no se sentía para nada seguro, si aquellos Xhaguar eran tan poderosos no tardarían en volver a encontrar su rastro y apareceder.

Y ocurrió no inevitable. Cristina despertó. Aturdida aún y con posibilidades de conciliar de nuevo el sueño de manera natural, la mujer se incorporó y nos pidió un arma. Yo me quedé pasmado, pensando en las palabras del MACO sobre la marcha de Newton, el cual parecía no tener ganas ni de moverse del sitio. Eso me hizo reaccionar demasiado tarde ante la inesperada acción de la capitana, adelantándose el MACO a mis movimientos y dándola conversación... justamente lo que no necesitaba, puesto que la espabilaría.

- Cristina debe dormir. - Dije serio al hombre.- Lo necesita. - Cargué el hipospray con una solución y marqué la dosis para sedar a la capitán. - Y prefiero que sea de manera natural. -  Expliqué al MACO. - Puesto que descansará mucho mejor. - Caminé hacia de Alba, con el hipospray preparado. - Así pues, si no le importa, señor... ella debe descansar. Ya hablarán cuando se reponga un poco. - Le invité a marcharse con amabilidad. La poca que me quedaba viendo que todos molestaban y nadie pensaba en el bien de Cristina.

- Una nueva crisis la matará. - Dije tanjante al hombre. - Y dormida es más complicado que la de... usted decide, si prefiere que la duerma de manera artifial o si la deja descansar tranquila. - Esperaba no tener que usar el hipospray con ella, pero lo haría si me obligaban a ello. Mi mente no era capaz de concebir que tenían los demás en la suya. Estaba echando a uno de la enfermería para que dejase reposar y descansar a de Alba y el que supuestamente venía a solucionarlo, se dedicaba a hacer lo mismo. Me coloqué junto a Cristina, mostrando el hipospray a los presentes y se lo acerqué al cuello. De la insistencia del MACO dependía que la inyectase o no la droga.

Cita:

- De acuerdo, aunque no se si lograré resultados fidedignos. Piense que utilizamos computadoras klingon, no me fío demasiado de los datos que arrojen estas máquinas, además que usamos bastantes variables, sobretodo la barquilla, que aunque la reparemos no sabemos que potencia lograremos sacar, dudo que sea el cien por cien al disponer de una estación taller para efectuar las reparaciones. Dicho esto se puso a realizar los cálculos para obtener los datos que le pedía el primer oficial.

Pese a la aparente somnolencia de Cristina no le fue difícil atrapar el hipospray de Daniel y arrebatárselo a él. Y solo lo hizo en un abrir y cerrar de ojos con su mano mala.

-Nada de dormir. Quiero un arma ya. Es una orden. - dijo suavemente y con severidad. Luego miró con frialdad a Daniel.

Su semblante emana enojo y pasividad a la vez, mientras que sus movimientos son lentos porque aun permanece sentada en la bio-cama pese a su fugaz maniobra.

El calculo de las posibles rutas alternativas, remolcando o no a la otra nave, arrojaban decenas de meses de viaje en baja velocidad de curvatura. Incluso con las reparaciones actuales que permiten tramos breves de velocidad warp 2,3 y con la posible desgracia de provocar nuevos incendios.

Hasta Vulcano con velocidad warp 6 (el máximo de la D5) el viaje seria un paseo de poco menos de una semana para recorrer los casi treinta años luz de distancia. Pero con la nacela dañada supone casi un año de viaje hasta Vulcano.

Hasta Beta Rigel en cambio el viaje supone un tiempo de tres días a velocidad máxima pese a los dos años luz de distancia. En cambio al remolcar la nave terrestre, sin importar el destino, los tiempos se duplican al igual que la posibilidad de sufrir averiás irreparables por el esfuerzo.

Dependiendo de las reparaciones en tierra es posible mejorar la velocidad hasta warp 4,8 y afianzar las funciones primarias, evitando sobrecargas, incendios y daños irreparables. El ideal de una estación de reparación podría dejar en optimas condiciones la D5 con dos semanas de trabajo intensivo. Al menos la nave tiene la capacidad de volar dentro de atmósferas, aterrizar y despegar sin inconvenientes.

Volver a escuchar su idioma natal reconfortó de alguna manera a Cristina, quien mientras examinaba al alien pareció relajarse un poco, puesto que no veía agresividad en él. A pesar de que la criatura le hablaba en la mente la capitán utilizó si voz para comunicarse con él.

-Sí... Venimos de otra dimensión. Acabamos en vuestro mundo de manera accidental aunque no se como... Bueno parece ser que un artilugio de los xhauars tuvo la culpa... Un brazalete que yo llevaba en el brazo. Sólo que cuando me lo puse no tenía ni idea de lo que era... ¿Qué sabes de la semilla? ¿Cómo puedo librarme de ella? Quiere poseer mi cuerpo para volver con sus creadores.

El alienigena extendió una de sus manos y señaló con su largo dedo indice el horizonte. Desde el umbral de la caverna el tiempo afuera transcurría rápidamente y las centurias, o milenios, se apilaban uno tras otro. Poco a poco la nieve radioactiva y las ruinas fueron desapareciendo bajo el viento y las tormentas de arena, así como también la aridez fue ganando todo.

- Soy un recuerdo, un fragmento de la intención de enviar la Semilla lejos de sus creadores. He fracasado tanto o peor que al proteger nuestra gran civilización. Ahora solo queda polvo y viento. -

Poco a poco el paisaje comenzaba a parecerse al Marte que Cristina conoce. Y aunque jamás lo ha visitado si lo ha visto desde la órbita en sus días de cadete.

Atardecer real en Marte.

La realidad de la información fue como un jarro de agua fría para Aakesh

-Cambiaremos de planes, iremos a Beta Rigel a realizar las reparaciones y de allí a Vulcano, creo que será lo mejor. Lanzaremos la nave arca hacia Beta Rigel y recemos para que puedan llegar y comenzar de nuevo. No podemos hacer otra cosa.

Se cruzó de brazos

-Tal vez más adelante podamos volver a por ella y ayudarles pero...la tripulación de esta nave es prioritaria. Señor Lightman, trace un ruta hacia Beta Rigel, y también para conseguir dar el máximo impulso a la nave terrestre hacia allí, con el menor perjuicio hacia nuestra nave.

"Diana" no tenía nada que añadir a las decisiones ejecutivas que realizaba el Señor Mukherjee. Además de parecerle las más lógicas, en su humilde criterio, se ciñó a la supervisión de los monitores de sensores, según lo que le había ordenado de esperar la llegada de alguien o buscar cualquier tipo de posible contacto o enemigo.

La respuesta sin respuesta de aquel alien irritó a Cristina, aquello no era más que una pérdida de tiempo... Si lo que quería la semilla era controlar su cuerpo necesitaba ayuda e información no que un recuerdo o lo que fuera que fuese la tuviese entretenida... ¿Entretenida? Un temor profundo la invadió, haciendo que palideciese... Si ella estaba allí sería posible que la semilla estuviera ganando puntos... No podía saber nada, porque no había sentido ninguna presencia durante aquel sueño, quizás podría encontrar más respuestas... Pero sólo una cosa estaba clara ¡Tenía que despertar!

-El que tú hayas fracasado no significa que lo vaya a hacer yo... ¡AYUDAME A COMBATIR LA SEMILLA O DEJAME SALIR DE AQUÍ!

Me alejé de Cristina, poco a poco, paso a paso. - Esta bien... capitán... nada de dormir. - La dije con calma, mientras me colocaba detrás del MACO. Que no recordase los nombres, no quería decir que no supiera quien sabía o no pelear y yo no sabía hacerlo... demasiado bien al menos. Mis ojos estaban enfrentados a los suyos y pude sentir esa frialdad en su mirada. - Jamás me ha mirado así... jamás se portaría así.

- ¿Quién es... usted? - Pregunté a de Alba. - Frente a mí veo a mi amiga de la academia y a mi capitán, pero esa mirada y esas órdenes, no son propias de ella. - Dije una vez me sentí "a salvo" tras el MACO, que esperaba que se diese cuenta de lo delicado de la situación. - Quizás logre engañar a otros... pero a mí no... - Añadí al final, en espera de que el MACO actuase aturdiéndola o bien la dejase hablar.

-El que tú hayas fracasado no significa que lo vaya a hacer yo... ¡AYUDAME A COMBATIR LA SEMILLA O DEJAME SALIR DE AQUÍ!

El pequeño ser se encogió de hombros, ignorando o desconociendo el motivo de la presencia de Cristina en aquel mundo onírico. Las revelaciones, todo lo “soñado” o “vivido” hasta el momento tal vez comprendía un listado de pistas o información que simplemente pasaba de largo para la humana.

Posiblemente no estaban listos. No lo estuvieron hace cinco mil años y tampoco ahora. ¿Cuantos milenios necesitarían para estarlo?

-El querer algo no significa la realización del simple deseo. Esto solo es un momento, un fragmento de historia y no es mio, o no lo controlo. Lo que es lo mismo en fines prácticos. Aunque tu presencia en este sitio, este umbral en particular significa algo. Que no todo esta perdido porque El colmillo primigenio aun no ha tomado posesión de tu forma física; y eso significa que todavía tienes al ultima voluntad con él – se explicó antes de dejar su posición y comenzar a avanzar hacia el interior de la caverna.

-Tal vez allí encuentres lo que buscas. Otros antes que ti lo han intentado. - agregó.

Y sus pasos comenzaron a perderse en las brumas luminosas de la caverna.

Eventualmente Cristina acaba por abandonar la bio-cama y recorrer la enfermería en busca de su chaqueta y sus cosas. Una vez que encuentra sus pertenencias comienza a vestirse, cubriendo su camisa y su brazo vendado con la parte superior de su uniforme.

- Señor Jankowsky le daré una orden directa y espero que la cumpla, porque creo firmemente en que antes ha actuado con sabiduría y me disculpo por ello. Ahora Daniel permanecerá confinado en la enfermería hasta que recapacite y decida formar parte activa de la tripulación. - ordenó al señalar a Winwood.

- Y usted nada tiene que hacer aquí. Regrese a su puesto de inmediato. - aseveró al pasar cerca de Newton.

Entonces, con su pistola reglamentaria en mano, la capitana se disponía a salir de la enfermería. - Para hacer las cosas correctamente debes hacerlo tu misma – murmuró en camino a la salida.

Karl se disculpa por la demora ante su nueva capitana y se retira en dirección al puente de mando.