USS Franklin

NX-326

Enfermería

A diferencia de otras naves estelares de la Flota Estelar de la Tierra Unida, y de la futura Federación Unida de Planetas, la enfermería de la clase Freedom acompaña en su diseño y disposición al resto de la nave, de sus cubiertas y secciones. La definición es “funcional”.

Su tamaño no es mayor al de un camarote, con disposición para tres bio-camas, un pequeño laboratorio distribuido en una mesa de trabajo que también sirve para operaciones complejas y no mucho más que eso. Cabe destacar que los tratamientos de gran complejidad requieren del traslado a otras naves con mejor equipamiento o estaciones medicas con las necesidades que el paciente requiere. En definitiva la enfermería de la Franklin tiene como principal propósito la atención primaria de sus pacientes, porque no hay que olvidar su diseño principal y por consiguiente el de todas sus áreas.

Su ubicación la sitúa en la sección inferior, en medio del salón comedor y los camarotes de la tripulación, donde los accesos a la nave son inmediatos ante cualquier eventualidad médica.

Cuando los dos ásperos y desagradables tripulantes escoltan a los nuevos a la enfermería el clima cambia por completo en aquella pequeña sección dedicada al bienestar de los tripulantes. Allí una joven mujer se encontraba trabajando de espaldas a todos, cantando por lo bajo una canción en idioma español. Al oír a los demás ella interrumpe sus tareas para darse vuelta y descubrir con gran conmoción el deplorable estado de Griffin.

Su candidez se evapora al instante y el temor se apodera de sus palabras.

- ¡Oh no! ¿Matthew? – pregunta para sus adentros la joven profesional que es inmune a la letrina que Griffin tiene por vocabulario.
- ¡Rápido por favor! ¡Aquí, aquí! – indica enérgicamente la bio-cama más próxima al obviar cualquier formalidad con los recién llegados – Por favor, cubran con una manta térmica sus piernas y cintura. En la cama contigua hay un par. – solicita mientras su atención se centra en su escáner médico, el cual arroja un análisis preliminar.
- Con esto bastará por ahora. Lo necesitamos despierto porque puede sufrir una embolia. Su sangre presenta coágulos… ¡Qué horror! – advierte luego de inyectar medicinas en Griffin.

Crosby y Le dejan la enfermería luego de cumplir con su tarea de escoltar a los rescatados hasta la enfermería. Con una alerta roja en curso y la posibilidad de entablar un combate con un crucero Klingon cualquier tontería como ser niñeros les molestaba de sobremanera. En definitiva era el castigo suave proporcionado por Edison, aunque esto último solo lo sabían ellos.

Hans es el primero en acudir en ayuda de la joven doctora Garcia, alcanzando todo lo que ella necesita y sirviendo de asistente de enfermería en la atención de Griffin.

- Soy el cabo medico Kemp, de los MACOs de la Excalibur – se presenta automáticamente luego de traer las mantas térmicas que la joven pidió poco antes.

Cristina soltó el brazo de Daniel cuando se marcharon los tripulantes de la Franklin que los habían escoltado y comprobó que la enfermería tenía el laboratorio incorporado, ni Winwood sería capaz de perderse en un sitio así además estando en su ámbito natural no tenía por qué temer que hiciera de las suyas... o sí... casi mejor no pensar y darle un poco de cancha.

Lo primero que le llamó la atención de la enfermería fue la doctora García, tanto el apellido como su nombre eran hispanos y al entrar había estado tarareando una canción en español, que Cristina conocía. Todo ello unido a la forma de hablar y preocuparse por los recién llegados le granjearon las simpatías de la capitana. Que se acercó a ella pero lo justo para no molestar con media sonrisa dibujada en los labios... escuchar su lengua materna en otra persona después de tanto tiempo le resultaba hasta reconfortante.

- "Miénteme y di que no estoy loco... miénteme y dí que sólo un poco..."- canturreó en español siguiendo la parte de al canción que la doctora había estado tarareando- siempre me ha gustado esa canción Doctora García, soy la capitana Cristina de Alba, él es mi primer oficial el señor Aakesh Mukherjee, mi tripulante de ciencias Daniel Winwood y como el mismo se ha presentado, el cabo médico Hans Kemp- le sonrió- creo que podemos ayudar para que el señor Griffin se mantenga despierto... especialmente yo, el doctor muestra mucho interés en mi salud.

Al entrar a la enfermería un miembro de la tripulación se hico cargo rápidamente del doctor. Por la familiaridad con lo que lo trata, el hindú tiene la impresión de que son buenos amigos o algo más.

Alguien que soporta al doctor, increíble

Por la canción que cantaba la doctora, parece ser de origen español. Aakesh sonrió y dirigió una mirada de reojo a su capitán. Ante las presentaciones asintió con la cabeza pero no dijo nada.

Se colocó a un lado esperando instrucciones, ya sea para ayudar o para ser examinado. Observó detenidamente la enfermería mientras estaba a la espera.

La llegada a la, tal vez no muy grande ni avanzada, pero si funcional, y sobre todo, familiar enfermería, permitió que Matthew se pudiese relajar mínimamente, aunque solo fuese de manera inconsciente. Al fin y al cabo, allí no solo le podrían tratar decentemente, sino que también había una doctora en la que podía confiar… incluso aunque, como no paraba de repetirle, aun le quedase mucho por aprender, tal y constató, una vez más, cuando esta le vio.

Idiota- gruñó para sus adentros, reprendiéndola mentalmente -¿Cuántas veces te he dicho que no tienes que dejar que te afecte el estado de un paciente?- pensó casi por inercia al no poder transmitir sus pensamientos. Sus instrucciones, por supuesto, fueron perfectas, pero el doctor opinaba que era demasiado afectiva y emocional para su propio bien -Maldita chica- gruñó mentalmente mientras maldecía por enésima vez al inútil de Winwood por hacerle una maldita traqueotomía que, estaba convencido, había sido del todo innecesaria.

Ahora entendía porqué aquel médico soltaba siempre tantas palabrotas al hablar, al igual que descubrí porqué la científica o Stevens eran así de estirados y... ¿bordes? Lo daba la nave. Por lo que se veía, toda su tripulación necesitaba algo más de fibra en su alimentación diaria. Pero no dije nada y me mantuve agarrado al brazo de mi capitán, mientras seguíamos a los demás como si de una procesión se tratase.

Cristina había logrado que mi interés por aquel guantelete que llevaba no se esfumase y caminaba en silencio miránodlo, mientras que con mi mano libre acariciaba el mineral que colgaba de mi cuello. Al llegar a la enfermería, una entusiasta mujer que cantaba a su aire, se volvió casi loca de remate al ver a Doc en ese estado. Iba a acercarme a ayudar pero, sin saber porqué... de Alba se había aferrado con más fuerza a mi brazo. - Tranquila, a mi también me daría miedo. - La susurré al oído mientras movían a Doc y le asistían. - Debe ser esquizofrénica la pobrecilla... seguramente una paciente que ahora se cree doctora. Debería ir a ayudar... - En ese momento, el mosquetero habló.

- ¡Oh vamos! ¿Erés médico? - Dije al escuchar sus palabras. - ¿Y preferiste mirar como salvaba la vida a Doc dos veces sin ayudarme? - No le recriminaba nada, me sorprendía que antes no me ayudase y ahora se volcase a ayudar a la joven. - Espera... se ha dado cuenta también de que es una paciente de Doc y por eso va él ahora... sabía que podría salvarle pero desconfía de ella...

- Deberían asegurarse de eliminar el veneno de su cuerpo, antes de que dejar de respirar y los coágulos en sangre sean sus menores problemas. - Indiqué al médico y a los voluntarios que ayudaban con el doctor. - Capitán, no le de mucha charla a la mujer, no sea que al final se auto-ascienda a sanadora o algo así y acabe matando a Doc por intentar hacer una locura... - Susurré a Cristina para mirar luego a la mujer aquella que inyectaba algo a Doc. Clavé entonces mi mirada en el mosquetero, esperando que este la dijese que se estuviera quieta, puesto que yo ya le había medicado y lo que ella le inyectase podría causarle reacción. - Veamos, ¿qué le puse...? - Miré al techo, tratando de recordar que medicación le había metido al hombre en el cuerpo.

- ¿Otro medico a bordo? ¡Excelente! Porque me informaron que hay muchos heridos en camino.- respondió a Hans y luego giró hacia los demás - Y ustedes no tienen buena apariencia ¿Han comido saludable? - inquiere a los demás.

siempre me ha gustado esa canción Doctora García, soy la capitana Cristina de Alba, él es mi primer oficial el señor Aakesh Mukherjee, mi tripulante de ciencias Daniel Winwood y como el mismo se ha presentado, el cabo médico Hans Kemp- le sonrió- creo que podemos ayudar para que el señor Griffin se mantenga despierto... especialmente yo, el doctor muestra mucho interés en mi salud.

- Oh ¿Esa canción? ¡Siii…! - dijo con gran emoción al dar un veloz abrazo a Cristina y volver de inmediato a su tarea - ...era la preferida de mi abuela. Ella era de Cádiz. ¿Y usted capitana? -

Luego el escáner medico revela todos los problemas de salud que Griffin ha estado padeciendo, los cuales ahora sufre sus consecuencias.

- ¡Justo como lo suponía! Es un veneno que destruye el sistema nervioso… y ha comenzado a destruir las conexiones con el sistema respiratorio… pero su sistema periférico fue hecho añicos...¿porque le inyectaron adrenalina? ¿Quien? Bueno esto servirá -

- Deberían asegurarse de eliminar el veneno de su cuerpo, antes de que dejar de respirar y los coágulos en sangre sean sus menores problemas. -

Mediante el hipospray Garcia inyecta un inhibidor para el poderoso veneno, aunque el daño ya esta hecho.

- Si, ya esta hecho. Ahora los coágulos deberían desaparecer y con el paso de las horas su sistema respiratorio volverá a la normalidad. Aunque es posible que no vuelva a caminar… - rectificó entre sollozos contenidos, de los cuales giró hacia la pared donde un estante con drogas se encuentra. De espaldas limpió su inocente rostro de las lagrimas.

- Es un placer atenderlos a todos ustedes. Por favor tomen asiento en las camas. Ahora que Matthew se encuentra fuera de peligro podré examinarlos a ustedes. - añade de espaldas.

- ¡Oh vamos! ¿Erés médico? - Dije al escuchar sus palabras. - ¿Y preferiste mirar como salvaba la vida a Doc dos veces sin ayudarme? -

- Eso no es cierto tripulante de tercera clase Winwood. Le asistí en ambas ocasiones y si no intervine fue para no socavar su cargo y las ordenes del comandante Stevenson - reproche severamente Hans.

Luego el medico MACO toma asiento en una de las camas, dejando espacio para que los demás se sienten. Es que no hay mucho sitio donde tomar asiento habiendo solo dos camas disponibles.

- Buen trabajo doctora Garcia. Su jefe de área estará orgulloso. Además será un placer ayudar. - replica con un tono completamente distinto al anterior.

Eso, ¿por qué narices lo hizo?- se preguntó mentalmente Griffin mirando a Hans, preguntándose qué clase de médico dejaba a un ignorante en medicina encargarse de “curar” a alguien estando él presente. Tenía suerte de que no pudiese moverse ni hablar.

Y no era el único, pues de haber podido hablar el doctor cuando la Capitán y García se pusieron a hablar de canciones, lo hubiese hecho… aunque más que hablar lo que hubiese hecho es maldecir y soltar una retahíla de improperios para que la doctora García se dejase de tonterías y no se distrajese, aunque supiese que en realidad no se había distraído. Al menos, ahora alguien con más conocimientos que Daniel, lo cual, en su opinión, no era difícil, era quien miraba los resultados del escáner -Joder, me cago en… maldito gorn- pensé al escucharla, pues podía hacerme una idea de la gravedad de mi estado con lo que dijo. Por suerte ahora le iba a tratar en condiciones, pero…

¿¡Cuántas veces te he dicho que no dejes que los pacientes te vean afectada, maldita sea!?- le gritó mentalmente sin poder evitarlo cuando la escuchó hablar conteniendo las lágrimas. Incluso aunque en el fondo, el doctor agradeciese que se preocupase por él, eso no implicaba que aquello estuviese bien.

Aakesh observaba a Hans y a Winwood discutir cuando al final se decidió a intervenir

-¡Ustedes dos, basta!.

Se acerca a ellos con el semblante serio

-Por lo que estoy oyendo metieron la pata, usted Winwood por realizar una tarea completamente ajena a sus funciones y sin conocimiento ni idea, ya que no es médico. Usted Friederich por dejarle hacer. Aunque Winwood sea de un rango superior, el médico a cargo en ese momento puede relevarle del mando si demuestra no ser competente. Dadas las circunstancias podría haberlo hecho, o simplemente apartarlo y tomar las riendas de la situación. Ahora, gracias a los dos pusieron en riesgo la vida de una persona, dejándole secuelas, posiblemente de por vida.

Mira a la doctora García y luego de nuevo a ellos dos.

-El daño está hecho, mediten lo que ha pasado y actúen en consecuencia en el futuro. Por lo demás, hablaré con la capitán sobre lo que ha pasado. Me temo que esto no puede quedar así.

Miró a la capitán con semblante serio, pasando fugazmente a mostrar cierta tristeza, antes de volver a sentarse.

-Relájense y esperen instrucciones, como todos. Doctora García, supongo que tendrá que examinarnos, puede proceder cuando lo considere oportuno.

Aakesh pone fin a la tenue discusión entre sus dos tripulantes a cargo, siendo Hans quien toma la iniciativa luego de las palabras del primer oficial.

- Disculpe comandante. No fue mi intención generar ningún malentendido. -

El medico MACO a continuación mantiene silencio, sin mediar palabras hasta que el ambiente se tranquilice un poco para luego asistir a la doctora en jefe suplente.

- Bueno,bueno. Haya paz por favor o tendré que sedarlos a todos. - advierte la doctora suplente con una sonrisa conciliadora. Siempre le fue difícil tratar con los pacientes problemáticos, siendo quizás Griffin la única excepción.

- Usted no tiene heridas. Puede retirarse al comedor. Esto le ayudará. - ordena a Daniel, luego de suministrarle un calmante ligero. A continuación se dirige a Mukherjee.

- Mmm… necesitará cuidados menores y atención tres veces al día. Vuelva mañana por la mañana. - indica al hindú luego de usar un ungüento cicatrizante.

- Y usted… no se que eso pero necesitare de Matthew. Así que deberá aguardar a mañana, mientras tanto un bloqueador eléctrico servirá. Anulará los impulsos eléctricos del brazo y con ello volverá inerte el “objeto extraño”. Esto le ayudará. - aconseja a De Alba.

Con la capitana la doctora le coloca una especie de bandana metálica, cuyo propósito es neutralizar tanto el brazo como el guantelete. Luego Garcia rociá sobre todo el brazo de Cristina un anticeptico cicatrizante.

- En definitiva ustedes tres pueden ir al comedor y ustedes dos – señalando a la capitana y al primer oficial - tendrán que volver a primera hora. Tomen esto, son complementos nutricionales y vitaminicos. Tomen uno al día por una semana. - añade para los tres al entregar un frasquito de píldoras a cada uno.

Luego de la partida de los tres tripulantes de la Excalibur Anna continua su trabajo con Griffin, quien duerme bajo sedantes, con la asistencia de Hans. Pronto llegarán más pacientes.

Poco después de la partida de la primer tanda de pacientes llega la segunda. Los recibe la doctora suplente Anna Garcia, quien cuida de Griffin con ayuda de Hans, el medico MACO de la Excalibur. El doctor Matthew Griffin ocupa una de las tres camas disponibles y duerme con dificultad. Varios sensores se encuentran conectados a su cuerpo al igual que un respirador auxiliar que le ayuda a recuperar la capacidad respiratoria autónoma.

- ¡Pasen, pasen! - llama a los recién llegados, indicando la cama libre junto a Griffin. Allí, con ayuda de todos, acuestan al Andoriano.

- ¿Que sucedió? Solo hay una cama libre. ¡Espero que no lleguen más heridos de gravedad o tendremos que improvisar algo en el pasillo! - anuncia Anna, algo preocupada por el estado de sus pacientes.

De inmediato ella comienza a trabajar en Ishant y sus mortales heridas. - El resto aguarde por favor. Ya los atenderé. - indica a Josh, Harry y William. Diana en cambio puede dar una mano o simplemente reportarse en el puente.

Aakesh asintió ante las indicaciones de la doctora.

-Muy bien, si no nos vemos antes, hasta mañana doctora.

El hindú esperó a sus compañeros y junto a ellos se dirigió hacia el comedor, no sin antes mirar al doctor

Espero que se pueda recuperar de alguna manera

Transportar un herido en una nave, cuando menos, era inclomodo, pero además, una camilla ... ya no digo nada. Golpes, tropiezos, giros y cuesta un mundo hacer que entre, para poder llegar al destino.

Cuando dijo que aguarden no dudó en levantar la mano como si fuera una alumna que quiere turno para hacer una pregunta: - Yo estoy bien, sólo hago de camillera. Y con estas se ofreció para colaborar: - ¿A qué ayudo?

Durante todo el transporte desde la lanzadera y a través de los estrechos pasillos de la Excalibur el andoriano entraba y salía de la inconsciencia, balbuceando incoherentes frases entre su andoriano natal y el idioma standard de la nave humana. Algunos de los tambaleos arrancaban gruñidos siseantes de los labios azules del gigante. Sin embargo, cuando alcanzó la enfermería el siseo era a penas perceptible, la piel y los labios tenían un tono blanquecino poco sano. No abría los ojos.

A penas reaccionó cuando fue transportado de la camilla a la biocama, pero sus brazos se agitaron y un gruñido de incomodidas surgió de su garganta cuando Anna García empezó a encargarse de sus heridas