Partida Rol por web

Marayn estuvo unos momentos en silencio trabajando con precisión. Cambió los patrones de los sensores, enfocándolos para ver, no si había señales de vida en la estación, sino si dentro o alrededor de la misma notaba algún tipo de anomalía, fuera cual fuera. Pero luego de pasar varias veces los sensores con total atención, no pudo captar nada diferente que sugiriera el uso de disruptores o algún mecanismo de escondite invisible para ellos.

-Me temo que no hay nada extraño, Comandante. No es una prueba absoluta a que su teoría esté errónea, pero en ese caso el tipo de tecnología con la que contarían sería superior a la nuestra.- Dijo, antes de dedicarse nuevamente al chequeo continuo por si alguna nave llegara a saltar en los alrededores.

“Ahora mismo no hay nada que temer salvo las afecciones cutáneas de origen desconocido”, comenta Shev en voz baja el uso de palabras de Da’Par a esta, antes de decir, alzando más la voz: “Me alivia lo que haya podido comprobar, y no me preocupa. Si mi mal presentimiento es un engaño, mejor. Anhelo equivocarme.”

Shev mira las lanzaderas acercándose a la estación y de pronto se acuerda de algo que trascurrió hace algunos minutos delante de él, pero sin que él, su mente enteramente ocupada con el tema de la ausencia de rastros de los atacantes, lo dejó presentarse a su conciencia: la salida de Vrako del puente apenas tras habiendo entrado.

Da una mirada rápida a la capitana, y, suponiendo, ciertamente o erróneamente, que el aire cabreado de Vrak estaba debido a alguien desajuste entre Graystone y él, decide verificar lo que, de todas formas, es el plan que establecieron antes. Quizá la capitana incluso le dio a Vrak una orden silenciosa que se fuera al hangar.

Se vuelve hacia su superior: “Capitana, ¿comprendo bien que, como lo decidimos mucho antes con el teniente Vrak, él y su equipo de asalto están ahora con la alférez Menen y el alférez Yo’han?”

- ¿Doctora es posible hacer un análisis de residuos de adn en la estación? Es una posibilidad remota pero antes que nada… - agrega al recordar algo de sus días en el laboratorio.

Connor miró a la capitana cuando esta le solicitó sus servicios.

- Si es posible capitana, con el equipo adecuado no creo que tenga mayor problema. Si quiere puedo ir a enfermería para prepararlo y presentarme para formar parte de la lanzadera para acceder a la estación- la doctora aguardó a que Greystone le diera luz verde para ponerse en marcha.

Tácticas, ¿es posible hacer una teletransportación segura de la Dra. Connor a una lanzadera?   -Temía que hubiera alguna trampa o disrupción, pero su equipo revisaría simulaciones y el estado del conocimiento de tales interferencias entre los poderes rivales. 

¿Sería hacia aquella donde va el teniente Vrako?   -Posicionaría ambas de tal forma que una protegiera a la otra, a la que haría la recepción. 

Una voz procedente de las estaciones tácticas dispuestas en el interior de la nave sonó en el comunicador de Jor.

-Aquí el alférez Si'on. El transporte hacia las lanzaderas obligaría a bajar los escudos, tanto los de nave como los de la lanzadera. Recomiendo asegurar la estación antes de enviar un equipo médico y hacerlo directamente allí, señor.

Se vuelve hacia su superior: “Capitana, ¿comprendo bien que, como lo decidimos mucho antes con el teniente Vrak, él y su equipo de asalto están ahora con la alférez Menen y el alférez Yo’han?”

Eso es correcto, nos apegamos al plan. – responde seriamente Cira sin apartar la mirada de las lanzaderas viajando hacia la estación. Hasta que su gente no llegue a la estación no podrá relajarse ni un ápice. 

- Si es posible capitana, con el equipo adecuado no creo que tenga mayor problema. Si quiere puedo ir a enfermería para prepararlo y presentarme para formar parte de la lanzadera para acceder a la estación- la doctora aguardó a que Greystone le diera luz verde para ponerse en marcha.

Perfecto. Entonces vaya preparando todo para transportarse en cuanto el teniente Vrako haya asegurado el área de descenso.-  confirma la intención del análisis in situ. 

-Aquí el alférez Si'on. El transporte hacia las lanzaderas obligaría a bajar los escudos, tanto los de nave como los de la lanzadera. Recomiendo asegurar la estación antes de enviar un equipo médico y hacerlo directamente allí, señor.

Cira interfiere antes que se devuelva una orden a la gente de tácticas. – alférez Si´on, aguarde órdenes. Mientras tanto elabore un plan de transporte y otro de emergencia. Utilice amplificadores. – ordena Cira.

-Hay que estar preparados para cualquier contingencia- indica a su oficial de tácticas Daq.

    La confusa y jocosa conversación entre el andoriano y la cardassiana me sacó de mi tensa concentración en la pantalla. Así que presté un poco más de atención al intercambio de infromación en el puente.

     Así que el Romulano con mala cara va a estar en una de las lanzaderas...- Pensé para adentro, arrepintiendome - Perdón, chicos, pero confío en ustedes.

    Seguí haciendo derivar la Enterprise en una órbita al rededor de la minúscula estación, como un inmenso buitre de cromo haciendo círculos sobre su presa. Cubriendo la trayectoria que seguirían las lanzaderas para alcanzar el hangar de la estación.

    -Todavía nada en los sensores, Capitána- informé, en cuanto Yo'han y Menen nos informen de que no hay riesgos, bajar y volver a subir los escudos sería cosa de un segundo.

Ai, Ai, capitana.  -dijo Jor, asintiendo a sus instrucciones y preparando la estrategia. 

Esperó unos segundos a que su equipo le mandara luz verde de que tenían listo lo pedido por Greystone.  En eso se le ocurrió una idea: 

Capitana, si es una trampa, ¿podríamos imitar una señal falsa de que bajaremos los escudos para "spring the trap", que se develen antes?   Ingeniería podría hacer un engaño de esta naturaleza.    Que lástima que no estaba el romulano, que podría saber cómo hacer el engaño aún más elaborado.

La voz de Si'on volvió a sonar en los comunicadores 

Entendido, señora. Nos pondremos a ello inmediatamente.

Y allí estábamos, de camino a aquella base muerta en el interior de una miserable lanzadera. Hubiese sido más fácil teletransportarnos, pero parecía que a la capitana la gustaba ponernos en riesgo sin necesidad. Trataba de despejar mi mente, relajarla un poco para que dejase de dolerme la cabeza. Pero tener a aquellos hombres delante mía, después de su comportamiento infantil, que me hizo salir del puente sin dar aviso alguno a nadie.

Ya les había soltado un rapapolvos en la cantina. Rapapolvos que continuó de camino a la armería, donde deberían haber estado esperándome para ir a la lanzadera después de recibir mis instrucciones. - Pero no... los señores disfrutando del tiempo libre en la cantina. Justamente lo último que se debe hacer siempre: comer y beber antes de una misión. - Les volví a regañar con tono especialmente duro. - ¡Qué clase de hombres tiene la Flota Estelar! - ¿Cómo es que nos han llegado a derrotar en tantas ocasiones? - ¡Que sepan que al regresar a la nave, pienso averiguar que es lo que han comido, bebido y cagado antes de subir a esta lanzadera!

»¡Así que espero por su bien que no hayan bebido alcohol! - Exclamé mirándoles a los ojos uno tras otro, de pie, entre todos ellos. ¡Porque si descubro que alguno ha bebido y se ha atrevido a venir a la misión con alcohol en sangre...! - Guardé silencio unos segundos, pendiente de algún gesto o respuesta. - Esta es su última oportunidad para redimirse. - Dije un tanto más tranquilo. - No quiero que por un insensato se acabe la misión antes de empezarla o perdamos una vida por ello. Quien sepa que su analítica dará positiva, que no descienda de la lanzadera cuando lleguemos. Es una orden. - Después de esto, me asomé a la cabina del piloto, para ver como iba el trayecto.

En ese instante pensé en la doctora Connor. Lo bien que me vendría en este momento para ayudarme a aliviar mi dolor de cabeza así como para asegurarme de que ninguno de aquellos hombres intentaba hacerse el valiente, bajo los efectos de cualquier cosa ajena al reglamento de cualquier Flota que se precie de serlo.

- Voy de camino capitana. -respondió escueta pero con su habitual semblante sonriente a Greystone saliendo del puente para dirigirse a la enfermería recoger su equipo y dirigirse hacia el punto de transporte para acceder a la lanzadera cuando todo estuviera listo.

A las palabras susurradas del Comandante, la teniente pareció de pronto tímida y ruborizada, bajando la mirada mientras se llevaba de forma distraída la mano hacia su hombro. Fue un gesto rápido del cual fue de pronto consciente, haciendo que bajara ambas manos de nuevo a la consola, atenta a lo que pudieran detectar los sensores ahora que las lanzaderas habían partido.

La tensión se palpaba en el puente mientras las dos lanzaderas se aproximaban a la estación. Aún no había comunicación por su parte, pero todo parecía ir bien. 

De momento.

Shev nota como Da’Par levanta la mano hacia su hombro, pero por supuesto no comenta le gesto. Ya con ella sonrojándose se ha quedado cuenta de que ha ido demasiado lejos. La hago sentirse mal por algo de lo que no es responsable. No es justo.

Desvía la mirada y escucha lo que Jor sugiere. Cree oportuno intervenir.

“Capitana, apoyo la proposición del teniente Jor”, respalda Shev desde luego la idea del oficial táctico, por si acaso, aunque está seguro de que Greystone no faltará en tomar tal medida de prevención. “Primero, la apoyo porque sin duda es factible para Ingeniería, y segundo porque es la única medida de prevención que me ocurre que puede emplearse. Aún hay un segundo nivel de prevención al que se podría subir, al menos teóricamente: después del primer chequeo ‘spring the trap’”, imita la expresión de Jor, “se podría tentar un segundo. Teletransportamos los de la primera lanzadera y los de la lanzadera de Vrako y son equipo, ponemos la primera lanzadera en modo autopilota para acoplarse a la estación y esperamos lo que sucede. Si hay escondido un mecanismo de explosión contra las naves abordando la estación. Pero...”

Suspira, encogiéndose de hombros. “Pero reconozco que es una idea exagerada y además habría que operar otra vez con señales de engaño para disimular la teletransportación. No hablando de que tendrían que apilarse en la segunda lanzadera para quedar en ella. Sería bastante incómodo, y si fuera sólo por unos pocos minutos.”

El pensamiento le da por un momento a sonreír; pero el momento no dura más que un segundo. No hay nada gracioso en la situación en la que se hallan. Incluso pienso que sería mejor si tuviéramos algún señal de un atacante. Lo peor es la inseguridad.

Pero en la inseguridad aún hay sitio para la esperanza, se corrige de inmediato.

Una comunicación procedente de la Sala de Transporte se escuchó en el puente de mando.

- Doctora Connor a Puente, informo que me encuentro en la sala de Transporte preparada para acceder a la lanzadera. Espero instrucciones.

Cira continúa observándolo todo desde la pantalla principal. Ver las lanzaderas llegando a la estación representa el cenit del posible riesgo. Si es que hay alguno cuando es posible que el atacante se encuentre en otro cuadrante en estos momentos.

- Entendido. Prepárese para el transporte. – responde la capitana a su médico en jefe.
- Señores – se dirigió a Jor y a su Primero- avancen con esa propuesta. Incluso analicen extender nuestro escudo deflector sobre las lanzaderas y la estación para realizar el transporte de nuestra gente sin mayores sorpresas.-

Y como la espera se le hacía insufrible Cira volvió a su silla, que una vez sentada en la punta del asiento comenzó a tamborilear los dedos contra el apoyabrazos.