-Han sido momentos de mucha duda, si... pero refuerza esa imagen de que nos gustan los desafíos que tanto luchamos por mantener en la Federación- Contesté al consejero- Esperemos tener un respiro de los conflictos, aunque cada Enterprise lleva la fama de no alejarse mucho de ellos... Será mejor que transmita este mensaje del almirantazgo ahora.
Acto seguido, solicité comunicación con la Capitana Graystone.
-Capitana, le hablo desde el puente... Acabamos de recibir un mensaje del Almirante Willoughby... tal vez los Cardassianos sobrevivientes se han rendido directamente al alto mando, para evitar la captura... o nuestros superiores consideran la presencia de tantas naves de guerra como negativa para la diplomacia... como sea, el Cuartel General de la Flota solicita nuestro regreso al Sistema Solar, al planeta Tierra una vez hayamos terminado nuestras tareas aquí.
-Capitana, le hablo desde el puente... Acabamos de recibir un mensaje del Almirante Willoughby... tal vez los Cardassianos sobrevivientes se han rendido directamente al alto mando, para evitar la captura... o nuestros superiores consideran la presencia de tantas naves de guerra como negativa para la diplomacia... como sea, el Cuartel General de la Flota solicita nuestro regreso al Sistema Solar, al planeta Tierra una vez hayamos terminado nuestras tareas aquí.
Mi deber esta allí donde se me necesita y pueda ser útil capitán. Seguro que podemos hablar y conocernos cuando todo esto acabe.
Será todo un placer consejero, pero me temo que no dispondré de tiempo libre por el momento. Sin embargo puede iniciar un primer contacto con la tripulación, allí donde usted vea que es necesario la ayuda psicológica. Por ejemplo. Tan pronto me sea posible iré a verlo.
movil.
Entendido señor Pelt. ¿Casualmente usted no había comenzado a realizar un diagnostico de rutina en el sistema de navegación, por los daños sufridos? Uno de esos diagnósticos que nos imposibilitan regresar pronto a la Tierra… responda eso. Que por reparaciones aun no podemos emprender el regreso.
Una vez finalizado el mensaje de la Capitana, respiré hondo y me dirigí al tripulante a cargo de las comunicaciones.
-Transmitale al Almirante Willoughby que ha sido un duro combate y que las reparaciones y escaneos en nuestra nave llevarán su tiempo y nos retendrán en órbita hasta que sea seguro reemprender el regreso.
El joven alférez asintió y envió el mensaje sin perder tiempo. La pequeña pero clásica triquiñuela de la capitana podía ser lo que necesitabais para aclarar todo lo que había sucedido en la nave, pero hasta cuándo... eso no lo sabíais.
-Mensaje enviado, señor. Por el momento, no hay respuesta.
Landor no conocía la nave ni la mayoría de la tripulación. La situación parecía tranquila por lo que quizá podría empezar por conocer a la tripulación y que mejor que leer sus hojas de servicio.
Landor se acercó a uno de los terminales para poder obtener la información sobre los oficiales y el personal de responsabilidad.
El puente estaba tal y como lo habían dejado, con el joven Corbin al mando y el señor Kepaar presente. Echaba de menos a la Teniente Annaith pero las circunstancias eran las que eran.
-¿Alguna novedad, señor Van Pelt? -preguntó el andoriano.
-Nada del otro mundo, señor- respondí al oficial andoriano- Recibimos comunicación del alto mando, pero nada de urgencia, probablemente nos quieran esperar con pompa y festejos luego de nuestro viaje inagural. Lo bueno es que significa que nuestros sistemas de comunicación no quedaron tan vapuleados.
No sé cómo nos recibirán, alférez, pero este viaje no ha sido un regalo. Hemos perdido compañeros, tenemos a un hombre y una mujer bajo arresto por cargos graves y una buena cantidad de heridos. Aunque hayamos evitado una guerra, ha habido bajas y ninguna de ellas puede repararse.
Shev se sentó en el sillón de mando. Parecía, por primera vez, cansado de todo aquello.
Haga los cálculos pertinentes para regresar a casa, pero espere a que la capitana de la orden, señor Van Pelt.
¿Hay algo en el planeta que debamos revisar, comandante? ¿Alguna otra nave nuestra que debamos ayudar?
Jor miraba todo alrededor, nervioso de que hubiera un 2ndo o 3er agente, y que de todas formas deberían de operar normal, hasta que los equipos de seguridad tuvieran éxito en lo suyo.
Lo cierto es que nuestras órdenes son, al parecer, regresar a la base, así que negativo. Esperamos únicamente la confirmación de la capitana para volver a casa... y supongo que descansar. Creo que nos lo hemos ganado -explicó el andoriano, mirando cansado al klingon.
Al final, el viaje había sido solo medianamente satisfactorio. Un cierto regusto amargo quedaba después de aquella misión, tras descubrir que la tripulación no era como había esperado en un principio.
Kepaar saludó a Shev th'Shon cuando accedió al puente, el era quien más encontronazos había tenido con el teniente Vrako y sin duda sería interesante escuchar su versión de lo sucedido.
Señor Shev th'Shon, no hemos tendio ocasión de conocernos, quizá tengamos un rato para que pueda contarme el incidente con el señor Vrako.
Sí, me temo que no hemos dispuesto de demasiado tiempo, señor Kepaar. Sepa que me alegra tenerle aquí. Sin duda, nos hace falta un hombre como usted, capaz de templar los ánimos -le dijo el andoriano, sin dejar de tener presente al resto del puente.
-Vera, señor Kepaar. El señor Vrako es un hombre muy temperamental. Para él, la vida de los hombres y mujeres bajo su mando es lo primero y más importante, y la disciplina es un concepto secundaria. Desde el primer instante se vio que él y la capitana no tenían la misma idea sobre cómo llevar la nave, pero con la destrucción de la lanzadera que le acompañó, todo se echó a perder. Aquello fue demasiado para él y no supo comportarse de acuerdo a su rango. Por eso está encerrado y seguramente por eso, perderá su rango y todos los beneficios que conllevan, porque una nave sin disciplina, no es nada.
Keepar escuchó con atención las palabras del andoriano, fijandose en su forma de expresarse intentando leer su lenguaje corporal.
Conozco poco la nave y menos aun a la tripulación pero sin duda he podido percibir el temperamento del señor Vacko. Estoy de acuerdo con usted, la disciplina en la cadena de mando es la base donde se sustenta cualquier fuerza militar.
El consejero hizo una pequeña pausa antes de continuar.
Estoy al tanto del incidente con la lanzadera y las malas formas del teniendo, pero... ¿tenía razón en sus quejas?
El andoriano sopesó un momento su respuesta. La subjetividad en cuanto a la opinión que podía darle sobre aquella cuestión le obligaba a ser cuidadoso en aquella conversación. Por otro lado, también estaban sus propias ideas al respecto, por no decir que se le suponía leal a su Comandante.
-Esa pregunta, señor Kepaar, tiene una respuesta diferente respecto a quién se la haga. Estoy seguro de que la capitana hizo lo que consideraba más adecuado en aquel momento. Todos nos arriesgamos desde el momento en que subimos. Lo que dice el señor Vrako es que las lanzaderas no debían haber salido tan pronto. Es obvio que su decisión, a la vista de los resultados, fue equivocada. ¿Negligencia? Es cuestión de opiniones y no seré yo quien la juzgue. Pero creo que en cualquier situación, es mucho más adecuado llevar las cosas con diplomacia, antes que con castigos, torturas o amenazas armadas.
Y al decir esto, el andoriano dejó claro también su opinión respecto a ciertos hechos que habían tenido lugar recientemente y antes de la detención del romulano.
Le agradezco su sinceridad, contesto Kepaar visiblemente complacido por la respuesta del andoriano. No conocía los detalles de lo sucedido pero sin duda el consejero podía hacerse una idea de la cadena de acontecimientos.
Sin duda era una lastima que aquellas disputas se llevaran tan lejos, pero seguramente resultaría peor dejarlas pasar dejando que la tensión no resuelta se acumule enquistandose hasta el momento de estallar.