Partida Rol por web

Por supuesto, no podían andar muy lejos. Anda, ¿todavía siguen juntos? Quizás Declann está esperando a estar dentro del Lightsaber para darles el palo. Le picaba la curiosidad por saber qué podría haber alterado tanto al imperturbable niño rico y a su siempre sonriente guardaespaldas, así que les siguió para saber por dónde iban a entrar y qué les había pasado. Con un poco de suerte podría fingir que les había ayudado sin saberlo y así conseguiría entrar en el edificio.

Os acercáis al casino. Es primera hora de la mañana y de momento está cerrado aunque ya comienzan a verse planeadores de lujo cerca del Lightsaber así como gente de todo el sector vistiendo ropas muy caras paseando. Veis que hay bastante policía alrededor, por lo que colarse en el edificio sin entradas hubiera sido una gran temeridad.

Shadari revisó en su terminal holográfica el nombre del personaje con el que había quedado: Tyon Fei. Lo que sabes es que es un pau'ano que hace poco que se ha trasladado a Cantonica pero que ha conseguido reunir mucho dinero en el poco tiempo que lleva aquí. Habíais quedado hoy aunque nadie te había informado de la gala de hoy. Sin entrada, ¿cómo os podríais haber llegado a encontrar? Es sospechoso pero en el mundo en que te movías... ¿qué no lo era?

De mientras Declann os explicaba algunos detalles y la historia del edificio. De noche parecía mucho más impactante pero ahora, a pleno sol, no destacaba más allá de su notable altura.

-Ahora tienes cuatro entradas para la gala de esta noche. ¿Deduzco que invitarás a tu guía, no?-le dijiste.

Shadari esboza una nueva sonrisa arrogante en su muy arrogante rostro. Tiene las entradas y tiene a la guía. Tiene a su sucio esclavo y tiene un blaster escondido bajo el poncho. Nada puede salir mal.

Deberíamos observar la rutina matinal del Lightsaber, tal vez descubramos algo interesante. Luego dormiremos hasta tarde y...

No termina la frase, pero mueve ligeramente las entradas a la altura de su cabeza.

-¿Y eso qué significa? -Declann miraba al noble con suspicacia mientras agitaba las entradas a la fiesta- por cierto, fin de la jornada, nos debes 50 créditos, amigo - La chica empuñó su terminal de transferencia y se acercó a Shadari mientras R5 hacía ruidos amables a su lado.

Mientras esperaba su transferencia se dio cuenta de que no tenía qué ponerse para una fiesta tan distinguida.

-¿Y qué os váis a poner para esa fiesta? -dando por hecho que una de las entradas iría a su nombre- ¿Oye esas entradas son sólidas, verdad? No quiero problemas con los chicos de seguridad -compuso un mohín mientras se imaginaba lo embarazoso que sería explicar a Waldo qué hacía tratándose de colar en la fiesta.

Veis a Delos, el hombre que había estado hablando un poco con vosotros en el bar acercándose.

-Pero si son los estirados del bar...¿No es un poco pronto para ir a tirar los créditos? -dijo con tono bravucón.

- ¡Si es el tipo duro! - exclama Texaru, divertido - ¿Qué te trae por aquí? Oh - el zabrak se gira hacia Declann -, y eran 15 créditos, preciosa.

-¿Ah si? Hubiera jurado que eran 50. Vale 15, un trato es un trato, precioso -Declann asintió a Texaru no muy contenta- Vaya hola ¿Cómo va eso? -saludó a Delos alzando la mano- Qué coincidencia ¿Vas al Lightsaber?

Malditos pobres, mendigando por un puñado de créditos.

Shadari saca unas monedas del bolsillo y se las lanza a Declann. Tras saludar a Delos con un gruñido, se entromete en la conversación para meter prisa. Ahí van 15 créditos, y ya estás tardando en llevarnos al casino si quieres ver otros 15.

Las monedas cayeron al empedrado tintineando mientras Declann solo lograba coger un par de ellas al vuelo.

-Pero cual es tu maldito problema, idiota!? -miró al noble con los brazos en jarras- pesaba que teníamos un trato de negocios. Aquí nadie está mendigando nada. Así te pudras tú y tus entradas! Suerte con este, la necesitarás -dijo a Texaru antes de darse media vuelta y alejarse unos pasos rumbo a unos de los callejones.

R5 dio un par vueltas sobre si mismo y siguió a la chica. Declann se detuvo y miró a Delos con una sonrisa. 

-¿Tú qué dices? ¿Vienes? 

Se veía venir. Si Shadari era experto en algo, ese algo era hacer que la gente acabase hasta las narices de su actitud en tiempo récord. Y no es que le importase demasiado, pero la chica podría serles de ayuda más adelante. Incluso el tipo duro podría ser de utilidad.

 Vamos, vamos - Texaru levanta las manos, en señal de disculpa -. No se lo tengas en cuenta. Solo tiene un mal día, ¿verdad, Junior? Además, tenemos 4 entradas. ¿Para qué malgastarlas?

¿Cuatro entradas? Qué apropiado. No sabía qué le habían hecho a la muchacha, aunque daba la impresión de que el niño rico había colmado su paciencia. Tampoco podía culparla —Bueno, me he dicho, "Delos, hoy va a ser tu día de suerte", ¡y mira! Os habéis hecho con cuatro entradas y a mí me viene bien entrar al casino. Todos salimos ganando: vosotros no las desaprovecháis, y yo sigo con lo mío.

Pasan las horas hasta que el enorme dispositivo de seguridad se despliega. Es pronto, pero mejor entrar ahora que cuando llegue la condesa.