Partida Rol por web

Shadari y Texaru se colocan en la fila, dispuestos a entrar. Delos se pone a su vera mirando su entrada holográfica.
Por su parte, Declann, con su robot, se queda tras ellos. Ellos se extrañan pero alguna razón tendrá.

- Todos juntos, como los buenos amigos que somos - bromea Texaru, aliviado de no quedarse a solas con Shadari -. Junior, ¿por qué no repartes las entradas?

A Shadari no le gusta que nadie le de órdenes, así que contesta sacando un pequeño ordenador de bolsillo y haciendo una rápida búsqueda.

No lo entiendo, zabrak, ¿me puedes explicar esto? - pregunta a Texaru a la vez que le enseña en la pantalla la entrada de "zabrak" de la Gran Enciclopedia Galáctica. Antes de que pueda ni siquiera responder, retira el ordenador. Es que por más que miro, en ningún lado pone que los zabrak sean ciegos.

Guarda el ordenador en alguna parte bajo el gran poncho negro y continúa con su monólogo.

Si los zabrak no son ciegos, no entiendo por qué narices - alza el tono de manera incremental - no has visto cuando HE REPARTIDO EN TUS MORROS LAS MALDITAS ENTRADAS HACE CINCO PUTOS MINUTOS.

Tras hacer gala de su inmadurez, se dirige a Delos.

Mucha suerte con eso, campeón - suspira hondo, viendo todo lo que queda todavía de cola por delante. Me pregunto si entraremos un día de estos... - rezonga para si mismo.

Texaru echa la mano al bolsillo dónde, efectivamente, se encuentra la entrada que le había dado Shadari. Con tanta discusión y amenaza, se le había pasado.

- Ciegos no, pero mi primo Tyzen nació sin orejas - explica Texaru tranquilamente mientras juega con la entrada en sus manos, acostumbrado ya a las muestras de poder de Junior -. Un día, cuando eramos jóvenes y jugábamos en las calles de Wortan, un carro vino a toda leche en nuestra dirección - el zabrak se gira ahora para dirigirse a Declann y a Delos -. Estábamos jugando al escondite, y a él le tocaba contar. Con los ojos cerrados. No lo vio venir.

Encogiéndose de hombros, y sin perder la sonrisa del rostro, Texaru vuelve a girarse en dirección a la cola para seguir jugando con su entrada.

Sus quebraderos de cabeza al final habían sido resueltos. Aún tenía un hormigueo en los dedos por los problemas que había tenido con la maldita puerta de servicio, pero esa tarjeta holográfica no era ningún problema comparado con los complejos sistemas del Lightsaber. Discretamente, cubriéndose con la persona delante suya, sacó el cable de datos de su pulsera, lo conectó a la tarjeta y procedió a piratearla para que mostrara la información que debía.

—¿Suerte? —dejó escapar un gruñido de mofa —No necesitas suerte cuando tienes habilidad.

Declann hablaba con R5 en la distancia. Algo sobre un horario o algo parecido. Declann se llevó la mano a la frente con un gesto de sorpresa. Había rechazado la entrada de Shadari, pero el destino le había reservado otra baza. 

Miró un momento al grupo con aire satisfecho y se dio media vuelta para largarse con su droide, a la francesa, estaba un poco harta de los desplantes del niño rico. Ya se apañarían, pero ella no pensaba bailar esa música otra vez.

Shadari no puede creer que Declann les esté dejando tirados. Tampoco era tan grave, ya les había enseñado el casino y ya podían apañárselas solos él y el zabrak. Sin embargo, tal vez podía servirles también de utilidad dentro....

Dedicándole un gruñido a la fanfarronería de Delos sin ver esa cara de satisfacción que se le había puesto, ordena secamente a Texaru que espere ahí antes de salir corriendo tras Declann.

¡Eh, espera! -grita, alcanzándola-. ¿Adónde te crees que vas? Teníamos un trato. Si el problema es el dinero, te pagaré el doble.

-Vaya ¿eso es una disculpa? seguro que puedes hacerlo mejor -dijo volviéndose un momento para observar a Shadari- o quizá no... el trato que teníamos lo rompiste tú hace un rato -dijo con tono didáctico, consciente de que al noble le habría costado horrores venir a esbozar aquella torpe disculpa- De todas formas acabo de recordar que cambie el turno con un amigo en mi nuevo trabajo. Estoy liada, ya nos veremos. No os gastéis todos los créditos a la vez.

Se despidió de los demás esta vez con un gesto de mano y se largó con su droide.

Shadari escupe al suelo mientras Declann se está marchando en respuesta a su desplante y, sin decir nada más, se vuelve a la cola.

La niña pobre no quiere entrar cono nosotros, le dice a Texaru a modo de resumen. No tenía por qué darle explicaciones.