Partida Rol por web

Truk logró aterrizar la nave con facilidad en la superficie del planeta. Valiéndose de las coordenadas facilitadas por la Orden Jedi, el grupo logró descender en un sector del planeta muy cercano a la colonia humana donde deberíais presentaros para mostrar vuestra ayuda, sin embargo aún tardaríais unos minutos para llegar a vuestro destino a pie ya que el terreno allí es muy montañoso y escarpado y no había otro sitio mejor para aterrizar.

El sol apretaba con fuerza, el calor era casi insoportable en comparación con las agradables temperaturas del templo, sin embargo esperabais una grata hospitalidad por parte de los colonos del lugar, o por lo menos la mayoría de vosotros...

Alassia avanzó a través del árido terreno, seco como el pelo de un Bantha, levantando polvo a cada largo paso de sus botas. La estrella del sistema (no recordaba su nombre) castigaba con fuego su nuca a medida que los tres padawans recorrían los metros que los separaban de una aldea del montón, con apenas signos de vida.

Por un lado, la Vahla se alegró por su piel tostada, protectora de aquel sol abrasador. 
Por otro, su herencia quizás no fuera la mejor a la hora de causar una buena impresión entre un grupo de aldeanos que nunca la han conocido.

Se echó la capucha por encima del rostro y les dijo a los otros:

-Será mejor que yo vaya la última. No queremos que lo primero que vean sea una de los míos. Podrían asustarse. O enojarse.

Ban suspiró. Sabía que en algún momento Alassia reaccionaría así. Pero tenía toda la lógica.

Cerró la puerta de la nave tras ella y comenzó a seguir sus amigos. Sentía sobre su piel la fuerza de la estrella que alumbraba el planeta, el silencio que los rodeaba.

-[B]No deberíamos tardar mucho, aunque creo que con este calor se nos va a hacer más largo el camino de lo que parecía desde el aire. Debe ser duro vivir en un planeta como este, por lo que hemos visto hasta ahora está demasiado erosionado y las columnas de humo, si se deben a fuego o a alguna herramienta o artilugio que usen en su vida diaria, indica que no están demasiado evolucionados. Por cierto, mirad, ahí delante se puede ver una de esas columnas de humo[/B]-les dijo indicando en la dirección en la que iban pero un poco a la derecha-así que vayamos en esa dirección...

Hablaba despreocupada mientras caminaba, aunque bien era cierto que no perdía de vista a Alassia ni a Truk, atenta a cualquier sorpresa que se pudiera esconder cerca de ellos en cualquier momento. Ellos eran unos extraños en aquel planeta, pero estaba segura de que para cualquier depredador nativo, habría miles de sitios en los que esconderse y que a ellos les pasaban desapercibidos.

Encapuchado avanzaria junto a mis companeras, un poco irritado por el sol y el calor pero bien, que era lo importante. -Alassia, pues yo no se que tan bien reaccionen ante un hombre azulado llegando a su colonia. Diria con un tono de voz relajado.

Mientras avanzabamos un poco mas y tomaba un poco de aire, seguiria conversando con Ban. -Asi es, no creo que sea una vida muy facil en este lugar tan arido. Espero llegar pronto para refrescarme un poco!

En menos tiempo del esperado llegasteis a la entrada de la colonia, guiados siempre por la columna de humo que provenía del interior. Vuestra presencia había sido detectada, la prueba de ello fue que había un vigía con electrobinoculares que probablemente os estaba siguiendo el rastro desde hace un buen rato.

En cuando pusisteis un pie en la humilde entrada de la colonia, bastante descuidada ahora que podíais verla más cerca, visteis a una mujer humana de cabellos morenos cuyas manos estaban aferradas por dos niñas, una de ella era cereana y la otra humana, con un pelo rubio rizado bastante llamativo

- Saludos caminantes, mis hombres os han detectado desde hace un buen rato ¿qué os trae por aquí? - dijo mientras se fijaba en vuestras indumentarias y sobre todo en vuestras armas si las llevabais a la vista.

Ban se adelantó un paso hacia la mujer. Se inclinó un poco ante ella a modo de saludo, con una sonrisa amistosa en su boca.

-Buenos días. Mi nombre es Ban. Estos son mis compañeros Truk y Alassia. Venimos a hablar con el más alto cargo de esta comunidad. Traemos un mensaje y debemos comunicárselo en persona.

No le gustaba llevar la voz cantante pero si dudaban dejarían al descubierto que eran novatos totales y... en fin, mejor que no dieran más pistas de las necesarias. Aquello debía ser sólo un detalle irrelevante.

Ban había interceptado a la joven dama que nos había recibido perfectamente. La verdad al ser nuestra primera misión solos no habíamos pensado claramente en las interacciones que tendríamos en estas situaciones. Por mi parte solo me había imaginado la parte de acción y me había olvidado por completo de la diplomacia.

-Saludos! diría en respuesta del saludo inicial por parte de Janyce mientras asentía con la cabeza.

Alassia agacho un poco la cabeza.

-No es broma. Venimos de muy lejos para plantearles esta proposicion.

Venimos como amigos.

La mujer frunció el ceño y sacó de la parte trasera de su cinturón un comunicador. Os hizo un gesto con la mano para que os esperarais a la vez que veíais como la pequeña Cereana se entristecía al haber perdido el contacto de la mano de la mujer.

- Jhon, ¿me recibes? al parecer los tres forasteros dicen que tienen un mensaje... sí... yo también lo pensé... no, no, todavía no.... - parecía muy inmersa en la conversación

- Exacto, además quieren contactar con el cargo más alto... ajá... vale no te preocupes - después cortó la transmisión y os miró

- Bienvenidos a la Colonia R'akl de Ruusan, soy Janyce, la líder de la colonia - comentó sonriendo mientras con una mano os la intentaba tender y con la otra guardaba la radio. El ambiente por el momento dejó de parecer tenso, siempre y cuando contarais con que en los puestos de vigilancia había hombres armados que no os quitaban el ojo de encima.

-Es un placer y una gran satisfacción que nos recibais con una sonrisa, Janyce. No sabíamos qué esperar después de un viaje tan largo. Antes que nada creo que debemos aclarar que venimos en representación de la república y, más en concreto, del Consejo Jedi. 

-Gracias por tan extraña pero cordial bienvenida! diría asentando la cabeza con una sonrisa en el rostro. Aunque por mas que lo pensara, la actitud de Janyce era un poco sospechosa.

Sin embargo no había mucho que hacer en estos momentos, estaría en guardia por si se les ocurría hacer una mala jugada y mantendría todos mis sentidos concentrados en la chica que nos había recibido.

Ban sonrió. Sonaba tan evidente que era muy probable que se estuviera equivocando. Janice no era el más alto cargo de aquel poblado. Nadie que tuviera ese cargo y que tuviera algo que temer, como parecían indicar los hombres armados que les apuntaban, se pondría a saludar directamente a unos completos desconocidos. Ni a hablar de la forma en la que lo había hecho por radio. Pero era mejor seguirle el juego. Algo le decía que si tenían paciencia los llevarían ante la persona adecuada. ¿Ese John quizás?

-Muchas gracias por la bienvenida, Janice-su mirada inexistente, voló había los hombres apostados y después a Anoche de nuevo-Tienes mi palabra de que no venimos con ninguna mala intención. Se que eso no servirá para que ellos no hagan su trabajo, pero me preocupan los dos niños. Están casi en línea de tiro.

Lo que indicaba que muy posiblemente, no tuvieran demasiado pensamiento de disparar al fin y al cabo.

- Así que sois Jedis...-

Janyce se quedó extrañada al comprobar como la niña humana se acercaba a Alassia sin miedo, imitando de manera graciosa la forma de caminar de la padawan.

- Encantada igualmente. - sonrió mirando a todos.

- No os tenéis que preocupar por las niñas, de hecho espero que no os incordien; son huérfanas, una de ellas perdió a su madre en esta misma colonia y la otra fue entregada por su madre cuando solo era una bebé, pero bueno, siguen sanas y felices y eso es lo que importa - notasteis como apretó las manos de las dos niñas.

- Pasad - sonríe. - Es la hora de comer y seréis nuestros invitados, así de paso nos contáis un poco vuestros intereses con más calma - comentó haciendo un gesto para que le acompañarais. Hizo unas leves indicaciones al compañero que fuera en cabeza para que no se metiera por ningún lugar equivocado.

Alassia respiró tranquila. O nadie la había reconocido o les daba igual. Aún así, se dejó la capucha echada, se sentia mas segura asi. Aquella no parecia mala gente y comenzó a pensar que podrían tener éxito en la mision. La padawan echó una buena mirada al comedor.

-¿Cuantos sois en esta colonia? -preguntó

-Que bien!! COMIDA!! diria energicamente. Tal reaccion lo haria por dos razones. La primera razon era simplemente por que en verdad estaba entusiasmado por comer algo, y la segunda razon era para que nuestros anfitriones se sintieran confiados y en dado caso que estos planearan algo contra nosotros, de cierta manera no sintieran la necesidad de ser demasiados cuidadosos.

Acercandome despues hacia mis compañeras, con un tono de voz que permitiera que solo ellas pudieran escuchar les comentarias -Ustedes que piensan!?

Siguió los pasos de Janice, que los precedía introduciéndolos en el poblado.

Un par de veces volvió discretamente la vista atrás y arriba, controlando a los francotiradores, pero no quiso hacerlo demasiado evidente. Salvo aquel detalle, todo parecía normal. Quizás había echado en falta más sorpresa, desconocimiento o cualquier tipo de emoción por parte de Janice cuando se enteró que eran jedis, pero parecía, casi, casi, como si esperasen su visita. Quizás fuera así realmente.

Miró a Janice mientras caminaba delante de ella, con las dos niñas agarradas de sus manos-¿Cuidas tu de ellas, Janice?

Las niñas se presentaron con dulce voz como Raquel (la niña humana) y Naiana (la cereana). Janyce no puso ningún tipo de contratiempo a que las pequeñas se acercasen a ustedes, incluso parecía que aquello le resultaba divertido y gratificante para el momento.

En pocos instantes llegasteis al comedor, el lugar era humilde pero había comida para todos. Allí todos se conocían y se saludaban amistosamente, os reservó unos asientos para que pudierais charlar con tranquilidad con ella mientras os ponían por delante un guiso de carne cuyo origen era totalmente desconocido para vosotros, pero al menos olía bien y parecía caliente.

- Comed como si estuvierais en vuestra casa, las niñas ahora se quedarán con uno de mis chicos para que no interfieran en este momento - dijo mientras un hombre joven se llevaba de las manos de manera sonriente a Raquel y Naiana

- En esta colonia somos aproximadamente unas veinte familias - comentó orgullosa respondiendo a Alassia.

- Y en cuanto a las pequeñas... las cuidamos entre todos dándole el amor que necesitan -

- Y bien, hay algo que me sorprende con vuestra presencia, nuestra colonia no ha solicitado ningún tipo de ayuda a la República y mucho menos a los Jedi, no os ofendáis pero siempre hemos sabido valernos por nosotros mismos -

-No venimos a imponer ideas o a subestimarlos querida Janyce. Diria mientras comia. -Somos representantes de lo correcto y de la justicia y simplemente venimos con buenas intenciones.

-No conociamos el status de esta colonia y solo veniamos a ofrecer nuestro apoyo para cualquier problema que tuvieran, si es que tuvieran alguno. Y en dado caso que no tuvieran ningun tipo de problema ofrecemos nuestra amistad y tengan por seguro que estaremos presentes cuando mas lo necesiten!

No queria que Janyce se sintiera inferior o subestimada, por lo cual la intentaria marear con palabras bonitas para seguir entrando en confianza. Obviamente seguiria comiendo.