Vale va, te lo compro, estabas con el tirachinas tensado siguiendo al objetivo mientras Maeli estaba luchando, tiraré 1D más añadiéndole el 15 que has sacado. Como Assid no creo que vaya a salir a saco a pegarle con el brazo ahora veré como se resuelve.
El duelo entre Maeli y el Cazador Sith continuaba como un furioso vendaval de luz y acero. A cada cruce de sables, el aire parecía chisporrotear de pura energía, de rabia, de supervivencia. Las espadas de luz gemían y aullaban como criaturas vivas, y los destellos rojos y azules dibujaban figuras imposibles en el claro donde se enfrentaban.
Desde su escondite, Assid observaba en silencio, con las manos apretadas sobre el pecho metálico de su brazo cibernético. No hablaba. No se movía. Pero su corazón, por primera vez, se abría de verdad a esa Fuerza de la que Maeli tanto hablaba. Y en ese momento, la niña rebelde no era ingeniera ni combatiente: era una pequeña alma que rogaba por sus amigos.
Entonces ocurrió.
Kael, escondido entre los arbustos, apretó el gatillo con fuerza. Un rayo anaranjado salió disparado directo hacia el enemigo, brillando como una promesa de justicia. El Sith giró el rostro, sorprendido. Alzó su sable instintivamente y el rayo fue desviado con un fogonazo de energía… pero ya no estaba concentrado.
En ese mismo instante, una piedra trazó un arco imposible desde la nada y se estrelló en su frente.
—¡Toma eso, cara de krayt! —rugió Rik, con voz trémula pero decidida, desde su improvisada posición de combate.
El impacto no lo hirió… pero lo desconcertó. Su guardia, por primera vez, se abrió.
Y Maeli, herida, exhausta, pero firme como el último bastión de esperanza en la galaxia, no desaprovechó su única oportunidad. Con un grito entre la rabia y la liberación, canalizó toda su fuerza, su voluntad y su entrenamiento en un único movimiento.
Usó la Fuerza.
Su sable azul zumbó una última vez y atravesó el pecho del cazador con una estocada precisa, limpia, imparable. El cuerpo del Sith se detuvo en seco, jadeó… y se desplomó con un golpe seco contra la tierra y una mirada incrédula en su rostro.
Silencio.
Maeli, temblando, permaneció unos segundos en pie con su sable encendido. El sudor le empapaba el rostro, el pecho subía y bajaba con dificultad. Había ganado. Pero no lo habría conseguido sola. No aquella vez.
—Gracias… —murmuró mientras lo apagaba, dirigiéndose a los niños que habían desafiado a la oscuridad —. Gracias a vosotros… sigo viva.
Motivo: Iniciativa Maeli
Tirada (3d6+1): [5], 4, 1 + 1
Dificultad: 0
Resultado: 11 Éxito
Motivo: Iniciativa Varek
Tirada (3d6+1): [5], 3, 3 + 1
Dificultad: 0
Resultado: 12 Éxito
Motivo: Parar Maeli
Tirada (4d6): [3], 1, 6, 6
Dificultad: 0
Resultado: 16 Éxito
Motivo: Parar Varek
Tirada (4d6): [3], 2, 6, 5
Dificultad: 0
Resultado: 16 Éxito
Motivo: Ataque Maeli (Gastando punto de Fuerza)
Tirada (8d6): [3], 1, 6, 1, 1, 2, 3, 5
Dificultad: 0
Resultado: 22 Éxito
Motivo: Ataque Varek (solo 1 sable)
Tirada (4d6): [3], 5, 2, 6
Dificultad: 0
Resultado: 16 Éxito
Motivo: Rik Dado adicional tirachinas
Tirada (1d6): [4]
Dificultad: 0
Resultado: 4 Éxito
Motivo: Daño Maeli
Tirada (5d6): [5], 6, 3, 4, 2
Dificultad: 0
Resultado: 20 Éxito
Motivo: Fortaleza Varek (Gasto punto Lado Oscuro)
Tirada (4d6+2): [5], 5, 2, 4 + 2
Dificultad: 0
Resultado: 18 Éxito
Motivo: Fortaleza Varek (ataque Maeli)
Tirada (2d6+2): [3], 4 + 2
Dificultad: 0
Resultado: 9 Éxito
Pues esto es lo que ha pasado...
Rik y Kael han atacado por sorpresa al Cazador Sith. Sorprendido por el ataque de bláster de Kael oculto tras unos arbustos y una pedrada en plena cara de Rik, ataques más espectaculares que efectivos (es la tirada de fortaleza con el punto de lado oscuro, no le habríais hecho nada, el rayo del bláster lo hubiera parado con el sable), se distrae de la lucha, momento que aprovecha Maeli para clavarle una estocada en el pecho (gastando un punto de Fuerza para asegurarme) y haciendole un daño con una diferencia de 11 respecto a su segunda tirada de fortaleza... dejándolo incapacitado e inconsciente (y muerto... si nadie lo socorre). Vuestra ayuda ha sido clave para que Maeli haya sobrevivido... ¡enhorabuena!
Bueno yo no sabía muy bien que hacer no teniendo armas ni nada solo soy una ingeniera de droides.
El disparo de Kael era inesperadamente bueno. De esos que en la fila de los 50 metros caían justo en la diana. En el campo de tiro de las competiciones infantiles, un tiro como ese habría conseguido, sin duda, las felicitaciones de su padre.
Pero no estaban en la explanada del club de campo en mitad de un certamen de tiro deportivo. No, era algo mucho más peligroso. Aquel sith se revolvió y rechazó el rayo laser con su sable. No obstante, no se lo esperaba y se notó en su reacción y en su expresión. Evitar el certero disparo de Kael le había hecho perder su concentración y su perfecta postura de lucha.
Por supuesto aquello se agravó cuando, inopinadamente, un pedrusco arrojado por Rik desde otra dirección, atinó al sith en la cabeza, con un sonoro “clonk”. No le hizo una herida, pero era evidente que su guardia había quedado deshecha…
Maeli no desaprovechó la ocasión y con su hoja de luz azul atravesó el pecho de su oponente en un fulgurante e inapelable ataque. El movimiento de la padawan fue rápido, fluido, certero y definitivo. Aunque Kael lo vio todo, no conseguía explicarse cómo había podido realizar aquella gesta acrobática. Cuando Maeli desconectó su sable laser y se dirigió a ellos, Kael seguía observándola con estupor y admiración. También se temió una bronca, por desobedecerla.
—Err… de nada — respondió cuando la padawan no les riñó —No podíamos dejar que ese asesino siguiera matando sin hacer nada. Tú… tú también eres nuestra amiga y no queríamos dejarte sola. Y, bueno — Kael se pasó la mano por el pelo, en un infantil gesto de incredulidad, todavía sin terminar de creerse lo que había visto — lo que has hecho es increíble. — miró a Maeli con curiosidad —¿Qué vas a hacer ahora? ¿Quieres que te ayudemos en algo, o qué quieres que digamos sobre esto? Aunque creo que lo mejor para nosotros será no decir nada de lo ocurrido…
Qué buen momento ha elegido Kael para conseguir un 6 en el dado salvaje… vamos, que el muchacho ha estado sembrado. Ya la cagará en otra cosa, pero que le quiten lo bailado. XD
La brisa del bosque se había calmado tras el combate. Todo parecía detenido en un instante suspendido entre la paz y la devastación. Las hojas susurraban entre sí como si la propia naturaleza, también, exhalara por fin después de haber contenido la respiración durante el duelo.
Para sorpresa de todos, Maeli deja las preguntas de Kael en suspenso y se dirigió hacia Assid.
Aún fatigada, se mantenía de pie junto al cuerpo inerte del cazador Sith. Su sable apagado colgaba en su cinturón. A sus espaldas, los demás murmuraban en tono bajo, aliviados, confundidos, agotados.
La joven jedi se giró lentamente y caminó entre ellos. Pasó junto a Rik, posando un instante una mano en su hombro, en señal de agradecimiento. Le dedicó una mirada a Kael, cálida y melancólica. Pero fue Assid a quien buscó con intención.
Assid estaba apartada, de brazos cruzados, la mirada clavada en un punto inexistente del suelo, como si luchara por contener todo lo que hervía en su interior. Había lágrimas que no saldrían, palabras que no se dirían, y una furia muda que la protegía del dolor.
Maeli se acercó sin decir palabra y se detuvo a su lado. Esperó.
—¿Qué? —masculló Assid con la voz ronca, sin mirarla.
—No lo has notado aún… o no has querido notarlo —dijo Maeli, en un tono suave, casi un susurro.
Assid parpadeó. Lentamente levantó la mirada y encontró los ojos verdes de Maeli, que ahora la observaban con una profundidad inabarcable.
—¿Notar qué?
—La Fuerza —respondió Maeli con una sonrisa serena—. La sientes. Todo el tiempo. Cuando reparas. Cuando proteges. Cuando sufres… y cuando decides. No es una casualidad, Assid. La Fuerza fluye en ti.
Assid se quedó paralizada, sintiendo un escalofrío en la nuca.
—¿Qué… cómo puedes saberlo?
—Porque lo vi… —respondió Maeli, dando un paso más cerca—. Cuando me defendiste con la mente y el corazón, no con un arma. Cuando tu rabia ardía, sí… pero también cuando tu esperanza brillaba como una chispa en la oscuridad. Cuando, aun con todo el miedo del mundo, decidiste quedarte. Eso no lo hace cualquiera, Assid. No sin ser llamada por algo más grande.
Assid apretó los labios. Bajó la vista. Su brazo cibernético tembló apenas.
—Yo no… yo soy técnica, no mística. Los cables y los engranajes los entiendo. Esto… esto no tiene lógica.
Maeli sonrió con dulzura.
—La Fuerza no siempre la tiene. Pero tú sí. Tú puedes darle propósito. Camino. Sentido.
Hubo un silencio cargado de significado.
—No te estoy pidiendo que te conviertas en jedi… —añadió— Solo que no le des la espalda a lo que eres.
Assid levantó la mirada y por un instante… por un solo instante, todo ese dolor y fuego que llevaba dentro pareció apaciguarse. Su mirada brillaba con algo nuevo. Una promesa. Una chispa.
—¿Y si algún día quiero aprender…?
Maeli asintió.
—Entonces busca. Y la Fuerza pondrá el maestro en tu camino.
Maeli se detuvo una vez más, con algo pequeño y discreto en la mano y, sin decir palabra al principio, depositó el objeto en la palma abierta de la chica de cabellos de plata.
Era un pequeño cristal opaco, ligeramente azulado, que emitía un leve calor cuando lo tocaba.
—No es un cristal kyber… aún —dijo Maeli con un tono que mezclaba ternura y solemnidad—. Pero cuando llegue el momento… sabrás lo que significa. Es un fragmento de uno que usó mi Maestro hace mucho tiempo. Lo llevó consigo durante años… me lo dio como señal de que había empezado mi camino.
Assid lo observó con una mezcla de incredulidad y reverencia.
—Ahora es tuyo —añadió Maeli—. No para que hagas nada con él hoy… pero sí para recordarte que tienes un camino. Que puedes decidir si lo sigues… o no. Pero que nunca niegues lo que eres.
El cristal parecía vibrar débilmente en la mano de Assid, como si reconociera algo dentro de ella.
—¿Y si me pierdo? —preguntó Assid, en un susurro.
—Entonces busca la luz en ti misma —respondió Maeli con una sonrisa suave—. Siempre ha estado ahí.
De espaldas al resto con una evidente tristeza Maeli bajó la cabeza.
—Nunca os olvidaré, os debo mi vida. Con suerte podré usar la nave del Cazador para llegar a Dxun y encontrarme con mi maestro.
Y con eso, Maeli se alejó en silencio, con la vista puesta en la nave del Stih, dejando a Assid con las palabras ardiendo en el pecho como un pequeño sol.
Un sol que nunca se apagaría.
Sorpresa, sorpresa. Este es el regalo de Maeli, identificar a uno de vosotros como sensible a la Fuerza, por su conexión emocional profunda, especialmente con Zeva y Kael, por sus conflictos internos, momentos de introspección, y su evolución emocional, por el momento en que reza en silencio a la Fuerza, cuando nadie la escucha. Su sensibilidad, negada a veces por su intelecto y cinismo, la hace alguien en quien la Fuerza se manifiesta sin que ella lo sepa conscientemente.
Bueno, Assid, ahora si que me tienes que postear algo memorable.
Assid estaba confusa, pero gran parte de lo que dijo Maeli tenía sentido, la fuerza fluía en ella, sólo que no pudo percibirlo entonces, hasta ahora -nunca he negado lo que soy Maeli-dije emocionada y muy segura de mi misma aunque tenía miedo, pero me sentía segura por esta nueva revelación pues sentía ser especial,-intentaré seguir ese camino nuevo que se ha abierto ante mi, intentaré darle un nuevo sentido a mi vida si he sido llamada-aun no se creía que por ella fluyera la fuerza, ¿como era posible aquello?, ella nunca fue sensible a la fuerza y ahora, ahora...pero allí estaba.
Tomó aquel cristal opaco, ligeramente azulado y lo guardó con reverencial respeto porque era un regalo de una jedi , un regalo especial para ella que era especial para Maeli.
-Te buscaré entonces Maeli quisiera aprender más, comprender éste nuevo poder, para poder ayudar a otras personas, si he sido llamada seguiré ese camino y aceptando ser tu aprendiz la próxima vez que nos encontremos estaré preparada Maeli, que tengas suerte en la búsqueda de tu maestro nosotros tampoco te olvidaremos.
Luego corrí junto a Kael para situarme a su lado incrédula y emocionada por tantas revelaciones nuevas para mi, pero que sin duda decidiría afrontar siempre quise ser jedi, pero me esperaba aun un lago camino por recorrer.
-Dime donde puedo buscarte Maeli y lo haré-dije a la padawan.
Espero que podamos hacer otra aventura con estos personajes algo mas creciditos ya, estaría bien.
No estaría mal, ya lo decía Rik también, señal que os ha gustado, me alegro! A ver si Rik dice algo más y si Kael acaba de añadir algo y casi estaremos acabando.
Una alegría indescriptible fue seguida de un momento de sorpresa mayúsculo, seguido de dolor ajeno, tristeza y luego alegría de nuevo. Un torrente de emociones que surgieron al impactar su piedra en la cara de aquel fétido cara de Kryat, al ver el sable de luz de Maeli atravesar a aquel ser, ver la luz apagarse en los ojos de aquel asesino para luego caer y morir, seguido de la certeza de que habían sobrevivido todos, muchacha Jedi incluida.
Todo eso, quedo parapetado detrás de la pantalla mental que aún mantenía, a duras penas, a intervalos, entre él y el mundo.
Necesitaría días o semanas para asimilar todo lo que había sucedido ese día, y sobretodo, esa tarde-noche, pero al final lo haría, como todos los niños, que se adaptan con una facilidad tremenda a todo, mucho mejor de lo que los adultos pueden llegar a imaginar.
Pero ahora era momento de alegrarse por estar aún allí, por poder seguir siendo amigos, por seguir pudiendo SER.
- Me alegro que essstess bien, Maeli. ¿Ya no necessitass que haga llegar el mensssaje, o quieresss que lo mande por sssi acassso? - le dijo con sinceridad, preguntándole a la muchacha, cuando pudo meter baza.
Sin poderse contener, le dio otro abrazo y la miró dulcemente a los ojos, con tristeza y pesar en su corazón. - No olvidesss que nos debesss la vida a todossss, Len y Zeva también. - dijo, aunque las últimas palabras, los nombres de sus amigos, casi no salieron de su garganta, acongojada como estaba por el sentimiento de tristeza. Nuevas lágrimas cayeron de sus ojos, pero apretó los dientes y decidió ser fuerte por ellos.
Se separó de ella tras escuchar su respuesta, dejando espacio para que sus amigos se despidieran, sobretodo Assid, que parecía haber vuelto en sí misma desde el beso de Kael. Al parecer eso de las hormonas humanas y la cosa esa que le pasaba a las hembras humanas todos los meses, era real, tendría que investigar más.
Mientras tanto, se acercó con cuidado al muerto. - Sssi lleva algún dato, puedo extraer la información y asssi darte ventaja, Maeli. - dijo mientras se aseguraba con un palo que estaba muerto, para luego agacharse y registrarlo de arriba a abajo.
XD
El silencio que siguió al combate era tan espeso que apenas se oían más que el suave zumbido de los insectos y la respiración agitada de los niños.
Rik sostenía aún el pequeño cilindro de datos envuelto en tela que Maeli le había confiado. Su expresión era más serena ahora, aunque sus ojos estaban enrojecidos por el llanto. Se acercó a la Jedi con paso decidido y preguntó, casi en un susurro:
—¿Mandamos el mensssaje a Kota?
Maeli, ya incorporada y con su sable de luz colgando de nuevo a su cinto, asintió con gravedad.
—Hazlo. Usa tus contactos. Dile que Maeli Tana ha sobrevivido al enfrentamiento con el aprendiz oscuro. Que ha vencido. Que va hacia Dxun… y que la Fuerza aún camina con nosotros.
Rik la abrazó con la intensidad de quien sabe que quizás no volverá a ver a alguien a quien le debe la vida, y al separarse, no dijo nada más. Sólo le ofreció una sonrisa leve… y cargada de un respeto profundo.
Maeli, entonces, alzó la vista hacia el cuerpo inerte del cazador Sith, cuya silueta parecía aún emitir una sombra más densa que la noche. Se acercó con pasos pausados, seguido por el resto. Sacó una pequeña carga incendiaria de emergencia del cinturón del Sith —una de las pocas herramientas comunes entre Jedi y Sith— y la colocó sobre el pecho del enemigo caído.
—No debe quedar rastro de él. Si alguien encuentra su cuerpo, puede rastrear lo que ocurrió aquí… y llegar hasta vosotros.
Kael, Assid y Rik retrocedieron unos pasos mientras las llamas comenzaban a alzarse lentamente, envolviendo el cuerpo del aprendiz oscuro en un velo anaranjado que crepitaba con una intensidad casi ritual. El rostro tatuado del enemigo, antes lleno de odio, desapareció consumido entre las llamas, mientras el crepitar del fuego devoraba su figura y los recuerdos de su presencia.
Maeli no apartó la mirada.
Luego, cuando sólo quedaban cenizas humeantes, los llevó en silencio hasta la nave del Sith, que descansaba a un lado del claro como un ave dormida.
—Es mejor que nadie sepa lo que ha ocurrido aquí —les dijo en voz baja, mientras su silueta se perfilaba contra la escotilla abierta—. El Imperio tiene oídos en todas partes. Vosotros sois valientes… pero aún sois niños. Proteged lo que sabéis. Proteged a los vuestros.
Antes de subir a la nave, se volvió por última vez hacia ellos. Se detuvo frente a Assid, posando una mano en su hombro.
—Eres sensible a la Fuerza, Assid. No ignores ese don. Cuida de todos. La galaxia va a necesitar a personas como tú.
Sus ojos se detuvieron un momento más en Kael, con una expresión de ternura y gratitud contenida. No hubo palabras, sólo una leve sonrisa, como un mensaje que sólo él entendería.
Y sin más, Maeli Tana subió por la rampa, desapareciendo en el interior de la nave. A los pocos minutos, un zumbido sordo rompió el aire del bosque, y el caza monoplaza de alas aplanadas ascendió lentamente hacia los cielos, dejando tras de sí un remolino de hojas y brasas danzantes.
Los niños la vieron desaparecer entre las estrellas, pero supieron que la recordarían por siempre.
THE END
Bueeeno, pues bien está lo que bien acaba, es mi primera aventura acabada en Umbría, no hay ninguna que se salve de ser accidentada pero creo que ha sido bastante interesante (y emocionante) el final. Espero que os haya gustado.
Voy a repartir recompensas en forma de puntos de experiencia para que os podáis subir en vuestros personajes lo que queráis con ellos. Haré un último post sobre ello y lo vemos. Si os habéis quedado con ganas de comentar alguna cosa más podéis hacerlo en el off-topic.
No veas que feo ha quedado Rik en la foto, parece de V XD
E aquí vuestras recompensas por haber ayudado a la pobre Padawan a sobrevivir a este altercado con el Lado Oscuro.
Los PJs obtienen 6 puntos de habilidad como premio a su ayuda al Padawan y participación en la aventura. A parte recibirán un punto más aquellos que hayan participado en las siguientes acciones (pongo a quien entre paréntesis):
Un punto más al mejor escalador (Assid, con la cuerda de Zeva, ¿recordáis?).
Un punto más al mejor ingeniero que haya registrado la nave, ideado montar defensas, etc… (más que idear defensas y registrar la nava la desguazásteis, así que nada XDDD. Por cierto, el famoso disco de datos del droide desguazado contenía una grabación del ataque de la nave del Sith al caza de Maeli).
Un punto más a los que haya ayudado a destruir la sonda de búsqueda (nadie la destruyó, se quedó por ahi pululando XD)
Un punto más para cada uno que haya ayudado a ka padawan en el combate (Kael y Rik).
Por tanto: Assid 7 puntos, Rik 7 puntos y Kael 7 puntos. Todos igual si no me he equivocado.
Para subir un paso (pip) una puntuación de habilidad, se tienen que gastar tantos puntos como el número que haya delante del dado. Por ejemplo, para subir de 4D a 4D+1 se gastarían 4 puntos, igual que para subir de 4D+2 a 5D, pero para subir de 5D a 5D+1 ya serían 5 puntos.