Partida Rol por web

Me aproximé hasta el hombre intentando parecer segura de mí misma y procurando centrarme en el ojo que conservaba. Sonreí ligeramente pensando que quizás resultase de ayuda.

- Nos gustaría saber donde podemos alquilar una nave o si conoce a alguien que vaya a viajar dentro de...poco. El caso es que necesitamos una nave.

Procuré mirarle a la cara y no parecer que estaba pensando mucho lo que estaba diciendo. Aunque quizás no lo pareciese. Me lo quedé mirando, esperando una respuesta optimista.

Me quedo mirando al grupo de niñas, al parecer necesitaban ayuda de alguien para conseguir esa nave.

-¿De cuanto dinero disponéis? - Pregunto de buenas formas, no es lo mismo si son millonarios a si no tienen un duro, aunque apostaría más por lo segundo.

Miré a Daesha y Bislara porque no sabía la respuesta. Obviamente era muy poco dinero. Quizás hasta Ben-ju ya había gastado el dinero que tenía. ¿Qué decir? ¡No podía mentir!

Si le digo que somos aprendices de Jedi puede que sea peligroso y que no solucione nada...

Me tocaba hablar y cuanto más en silencio estuviese obviamente sería peor, así que respondí, pues Daesha ya había advertido que no hablaría:

- Más bien de poco.

-Entonces me temo que os subís a un carguero de refugiados u os coláis en una nave de transporte, pero legalmente dudo que podáis.

Una lástima... parece que no podremos abandonar el planeta, al menos de forma sencilla.

Me acerco a mis compañeras y las hablo en voz baja.

-¿Y si nos quedamos en Dantoine? No se les ocurrirá que podemos habernos quedado en el mismo planeta, quizás el sitio más seguro sea simplemente donde es más raro que estemos.

Sopesé la idea de Bislara.

- En parte tienes razón pero, ¿qué haríamos aquí? ¿No deberíamos contactar con algún Jedi y contarles lo que ha ocurrido? Nosotros no pudimos hacer nada y aquí no mejoraremos nuestras habilidades...aunque me cueste admitirlo.

- Bislara... Ruka lleva razón, si nos quedamos aquí no lograremos lo que buscamos, mejorar nuestras habilidades, no podremos restaurar la Orden Jedi... Así que necesitamos viajar a otro planeta... Podemos ir a Coruscant como refugiados... tenemos que intentar  colarnos sin ser vistos y que no se os vea los sables... - Daesha guardó bien los sables para que no se le viese.

-No creo que los refugiados vayan a Corusant... llamaríamos demasiado la atención.

- Los refugiados no pero... ¿Por qué no una nave de transporte? Y aún así, si no fuesen directamente a Coruscant, seguramente en donde aterrizasen podríamos encontrar otro modo de llegar allí.

- Creo que será lo mejor. Pero para una nave de transporte tendríamos que tener dinero, sin dinero solo podemos colarnos como refugiados... - Dijo a sus compañeras

-Sin dinero también podemos colarnos en una nave de transporte, otra cosa es que debamos. ¿Hasta qué punto estamos necesitados de quebrar nuestros principios?

- Bislara... puede que te decepcione si te lo digo... pero me he dado cuenta que nuestros principios pueden ser un obstaculo para reformar la Orden. Así que... lo siento, pero me da igual, no puedo seguir todos los pasos que nos dicta nuestro código si queremos llegar a lo que los Maestros quieren que lleguemos. Confían en nosotros.

Asiento.

-En el fondo se que tienes razón.

Asentí y me dirigí una vez más al hombre tuerto:

- ¿Dónde podríamos encontrar esas naves de transporte? No está de más saberlo.

-En el puerto espacial, se encuentra siguiendo la calle hasta el final.

- Muchas gracias señor. - Dijo la Twi'lek regalandole una sonrisa agradecida y se giró hacia sus compañeras.

- Tenemos que ir hacia allá - entonces recordó a Ben-ju, no le gustaba nada, tenía algo oscuro que la incomodaba pero... tenía buena relación con Bislara.

- ¿Donde fue Ben´ju?

-Por allí - Digo señalado en dirección contraria a por donde habíamos llegado.

- Será mejor que lo busquemos cuanto antes.

Salí de la tienda y seguí la dirección que Bislara nos había dicho. No quise correr para no llamar demasiado la atención, pero no pude evitar caminar deprisa, ansiosa por encontrar a nuestros compañeros y salir de allí cuanto antes.

Algunos minutos más tarde, os volvéis a encontrar el "grupo" de las chicas con el de los chicos.

Bislara vuelve a parecer cabreada.