Partida Rol por web

De repente se escuchó un disparo. Por unos instantes no sabíais que es lo que había ocurrido, pero el suceso era evidente, el Nikto había apretado el gatillo tras volver a escuchar la voz de alguien que no fuera el diplomático.

Por un momento llegasteis a creer que Daesha había sido el blanco pero el disparo se desvió unos centímetros a la derecha a propósito por parte del Nikto, su misión era intimidar y desde luego de haberlo querido podía haber acabado con la vida de la Twi'lekk en un suspiro.

- Vaya, creo que tienes unos muchachos muy desobedientes, no me extraña que haya sistemas que no quieran unirse a la república - bromeó. Acto seguido retiró el arma y en su lugar sacó un comunicador.

- Chicos, venid a la sala de reuniones, tengo que pediros un favor - mientras decía esas palabras no os dejaba de mirar.

Sand hizo una reverencia

- Por favor, no creo que tengamos que llegar a ningún extremo, ellos tan solo están cumpliendo su obligación de protege... -

De nuevo el Nikto interrumpió

- Tranquilo melenita... no voy a hacerles nada malo, tan solo voy a asegurarme de que la reunión sea tranquila - volvió a colocar los pies sobre la mesa y se relajó, parecía que estaba haciendo tiempo.

Un escalofrío corrió la espalda de la twi'lek cuando oyó a Zak hablar y después se escuchó el disparo. Cerró los ojos al oír el disparo y tenía miedo de abrirlos y encontrarse a su compañera muerta. Lentamente los abrió y se alegró de ver a Daesha de una pieza. Había sido un disparo de advertencia. Ann no pudo evitar tragar saliva que se quedó atascada en su garganta seca y después lanzar una mirada a Zak. 

- Esto va cada vez peor. - pensó muy incómoda.

Oyó como el nikto pedía ayuda por el comunicador y volvía a interrumpir a Sand. Se quedó en silencio mientras entrecerraba los ojos. No sabía que podía pasar a continuación y no tenía ganas de empeorar las cosas hablando. Estaban en su territorio y sin armas.  

Daesha había cerrado los ojos con fuerza cuando se escuchó el disparo, no tuvo tiempo de pensar en nada, pero cuando los abrió y comprobó que el nikto había desviado el disparo entreabrió la boca dejando escapar un respiro pero por dentro se le estaba removiendo las entrañas y se estaba llenando de ira. Deseó coger su sable y partirle en dos... literalmente.

La Twilek no dijo nada, por primera vez desde hace mucho tiempo se sintió vulnerable cosa que no se lo perdonaría jamas al nikto.

Al oir el tiro lo unico que pude hacer durante unos segundos es agachar la cabeza ya que creia que el Mikto habia disparado en la cabeza a Daesha y me daba miedo mirar, aunque las ganas de matarlo a puñetazos en limpio aumentaron.

Al poco gire la cabeza viendo que Daesha estaba bien y que el tiro habia sido desviado lo cual me hizo relajarme un poco, para despues volver a mirar al Nikto mordiendome el labio inferior aguantando las ganas de matarlo ahi mismo.

En aproximadamente unos 3 minutos de tensión escuchasteis pasos que venían de fuera de la habitación. Entonces el Nikto se levantó de un brinco dejando su arma sobre la mesa, marchó hasta la puerta y presionó el botón. Ante vosotros aparecieron dos tipos más, uno de ellos era un Rodiano cuyas pintas iban por el estilo a las del Nikto, a su lado había un droide modelo BH, sin lugar a dudas estaba especializado en el combate, un simple vistazo a su apariencia y equipo lo corroboraban.

- Ya era hora -

- Lo siento jefe - comentó en rodés, idioma que a lo largo de vuestros años habíais ya aprendido a interpretar.

- Bueno, ya estamos aquí y te veo bastante bien acompañado ¿quieres que los matemos? -

- Bip, Bip, Bip - a pesar de ser un droide, era capaz de transmitir seriedad.

El Nikto reaccionó

- ¡No! - dijo alzando la voz

- No digas esas cosas que me haces aparentar ser alguien cruel, tan solo quiero que te los lleves de aquí a un lugar seguro, ya sabes a lo que me refiero, estamos de "charla" y me gustaría estar tranquilo - replicó

Ann esperó incómoda y se mostró con el ceño fruncido cuando aparecieron un rodiano y un droide. Los oyó hablar y al oír la palabra matar, su mano se fue inconscientemente a su funda vacía del bláster. Apretó la mandíbula y se acercó a Sand, se agachó un poco para hablar con él en susurros.

- Sand, siento que hayamos sido tan bocazas.  Es tu misión y deberíamos haber tenido más cuidado. - dijo con tono culpable para que sólo lo oyera él.- No creo que nos den más opciones que la de ir con ellos... no me hace gracia dejarte sólo pero no creo que haya más remedio. Ten cuidado... aún hay una botella que tenemos que vaciar juntos. - 

Daesha miró a Sand preocupada, no le gustaba nada la idea de dejarlo solo, sentía como si le hubieran fallado aunque no tuvieran culpa, ese nikto era un despreciable y la twilek azul estaba acumulando venganza en pequeñas dosis hacia él. Estuvo tentada de usar su arma pero no quería empeorar las cosas, tendrían que pasar por el aro, al menos en esa ocasión y mas cuando ha sentido como amenazaban su vida.

Se quedó en silencio y sumisa esperando a que los llevaran.

En ese momento sabia que no podia hacer nada ya que si actuaba Sand correria mucho peligro, asi que preferi quedarme en silencio y seguir a los dos compañeros del Nikto para no poner de nuevo en peligro a nadie mas.

Sand pudo discretamente guiñar un ojo a Ann para que se mantuviera con calma, en realidad a lo largo de los años habíais pasado por muchas situaciones tensas o de peligro y siempre habíais salido airosos como grupo, esta vez no debería ser distinto ¿no?.

El rodiano le dio un empujón a Daesha para que comenzara a moverse, después le hizo un gesto al resto para que la siguieran y colocasen las manos detrás de la nuca. De manera organizada en fila india anduvisteis por los maltrechos pasillos del palacio. El droide se encargaba de vigilar la retaguardia, realmente os tenían bastante bien vigilados.

- Vaya, esta vez el jefe se ha esmerado, ya nos los trae de cuatro en cuatro, veamos que tal se les da a estos muchachos la charla - se os quedó mirando uno a uno.

- ¿Qué tal?¿ha salido todo tal y como queríais?¿sabéis que vuestro amigo va a morir verdad? si, al igual que todos vosotros, me encanta que aún sigan viniendo incautos a este lugar - dicho aquello comenzó a reírse.

- Biip, biip -

Ann alzó la cabeza y caminó con las manos en la nuca. Se colocó detrás de Daesha intentando que no se le viera el sable. Sintió un escalofrío por todo el cuerpo al oír que Sand iba a morir. Apretó la mandíbula y aguantó las ganas de saltar al cuello del rodiano. Se dijo así misma que estaba aguantando demasiado en esta misión. 

- ¿Ah si? - comenzó a decir pensando bien las palabras. - ¿No somos los primeros en venir aquí? ¿A qué venían los otros? - intentando averiguar si podía sacar información al rodiano charlatán.- ¿No os interesaba ningún trato? -