Partida Rol por web

La Twile'k azul caminaba con aparente tranquilidad, estaba algo preocupada por como acabaría todo aquello y si la pudieran descubrir, pero no temía por su vida, tenía su arma para defenderse y algunos "trucos" mas.

Cuando el nikto se detuvo para darles paso a la habitación, Daesha continuaba al mismo paso tranquilo, tragó saliva y rezó interiormente para que no se percatara del sable, aunque no estaba muy visible, estaba ahí y podía darse cuenta pero escuchó la voz de Ann pidiendole que él avanzara antes. Así que la twilek azul aprovechó y se adentró en la habitación buscando hueco para dar la espalda a alguna pared.

Iba a entrar a la sala cuando oi el comentario de Ann la cual tenia razon asi que me coloque a su lado mirando al Niktu.-Mi compañera tiene razon deberia pasar usted antes ya que nosotros hicimos el acto de fe de dejar nuestras armas...-

Me cruce de brazos esperando la reaccion de ese Niktu para saber que hacer.

El Nikto no puedo evitar reír

- Vaya, así que no confías en la realeza de Naboo? ¡qué desconsiderado! - comentó en tono claramente burlón mientras aceptaba a pasar antes Zak. Ahora en el interior de la sala estaban Sand, Ann, Richie, Daesha y el Nikto.

Al fin todos llegasteis a la sala donde el Nikto quiso teneros reunidos para charlar.

- Bien, bien... - comentó mientras se sentaba en un cómodo sillón, dejó su rifle encima del escritorio, se cruzó de brazos y puso las piernas encima de la mesa.

- Tomad asiento, lamento que tan solo haya hueco para dos, es que normalmente las visitas formales las hacen menos personas y no un ejército privado - rió mientras guiñaba. Sand se sentó en una de las sillas sin dudarlo, dejando así libre una de ellas, la otra quedaría en pie.

Sand carraspeó

- Bueno, ya estamos donde usted quería, creo que por mi parte ya podemos hablar - dijo mostrando una sonrisa y tomando aire.

- Como bien sabrá, desde que el imperio fue derrocado uno a unos los sistemas han ido formando parte de la nueva república galática, sin embargo el sistema de Naboo ha rechazado todas las peticiones que se han envi... - de repente las palabras de Sand fueron interrumpidas.

- Ay no, otra vez esa aburrida historia no... por un momento pensé que venías a ofrecerme algo de interés para mi y mis chicos... no esa basura política maldita sea... - se quedó mirando a Sand con cara de pocos amigos.

- Escuchelo por favor, cuando termine podeis hacer que nos vayamos por donde hemos venido. - pidió Daesha de buenas maneras manteniendose en pie y tras el sillon donde estaba Sand.

Ann miró de reojo como Daesha entraba con aire despreocupado intentando evitar que se le viera su sable. Esperó la respuesta del nikto y se quedó algo extrañada al oír la alusión a la nobleza. Entró dentro y escuchó en silencio al nikto.

Se colocó al lado de Sand mientras éste se sentaba y comenzaba a hablar. Frunció el ceño al ver como aquel desconocido interrumpía a Sand con desdén.

- ¿Esa basura política? Eso lo deberíamos decir nosotros sobre este extraño sistema de gobierno que tenéis aquí. - dijo la twi'lek con algo de asco en su tono. Miró a Sand y se mordió un poco la lengua. - Escuchadlo como dice mi compañera, y si no os convence nos marcharemos. -

El Nikto en un rápido gesto cogió el rifle y apuntó directamente a la cabeza de Daesha, eso provocó que Sand por un lado se levantara de su asiento y Richie mirase hacia la puerta de salida.

- Creo que no habéis entendido como funciona esto, estáis en mi territorio, putitas, así que como escuche tan solo una palabra más de vuestras bocas o un gesto extraño y tendremos Twi'lek azul como nueva capa de pintura en las paredes - dijo aquellas palabras casi sin pestañear, la firmeza con la que apuntaba a Daesha demostró que no era un simple matón, sabía usar su arma y sobre todo poseía la sangre fría de actuar así estando en ese instante en minoría numérica.

- Aquí tan solo habla el señor diplomático - después le hizo un gesto a Sand para que se sentase.

Sand alzó las manos en señal de que no quería violencia y que estaba indefenso.

- Por favor, dejad que yo me encargue de esto y haga mi trabajo - comentó mirándoos a vosotros.

- Cálmese, sabe que no somos una amenaza - comenzó a sentarse tranquilamente.

- Creo que estaremos más cómodos si retomamos la conversación sin que apunte a mi escolta ¿le parece bien? -

El Nikto sonrió y negó lentamente, el rifle no se había movido ni un ápice de la trayectoria de Daesha.

- Siga hablando, yo le escucharé, quizás al final esto resulte más entretenido de lo que creía -

Ann abrió los ojos al ver que en un instante el nikto estaba apuntando a Daesha con el rifle. Frunció el ceño y guardó silencio mientras apretaba la mandíbula. El apelativo con el que las había llamado le hacía hervir la sangre pero dejó que Sand se encargara de todo. 

Daesha miró al rifle que la apuntaba con rostro sorprendido hasta que pasó unos segundos haciendo que lo mirara con pasividad, no debía demostrarle inquietud. Miró de reojo a sus compañeros, en silencio y sin moverse ni un ápice. 

No dijo nada ni puso gestos raros cuando la insultó.

Me sorprendio en enormemente la acaccion del Nikto lo que me hizo ir para lanzarme sobre el, pero el acto y palabras de Sand hizo que solo se quedara en un paso.

-Yo solo espero que mantenga el dedo lejos del gatillo del rifle- Dije cruzandome de brazos y con un gesto en mi rostro de mucho desagrado y ganas de matar al Nikto.