Partida Rol por web

 Uso el poder de Mover objeto de manera disimulada para hacer que el droide andara tropezando con todo lo que se cruzara en su camino, incluidas personas, para que pareciese que no funcionase bien...

Mientras Blake disfruta de la comida y Ayuz tiene un breve intercambio de miradas de desprecio y odio con la investigadora del mal carácter, Dacen intenta mejorar su situación y empleando la Fuerza hace que el droide camarero se estrelle contra una de las mesas cercanas, causando el suficiente ruido como para llamar la atención de todos los presentes.
Mientras el droide se disculpa con los comensales que están en la mesa argumentando que el piso debe de estar resbaloso, Dacen se da cuenta que no puede seguir con su treta sin revelarse como un jedi ya que algunos de los presentes le observan con dudas en sus miradas, como si ahora creyeran en la posibilidad de que sus palabras fueran verdad. Por desgracia, los investigadores no están ese grupo ya que luego de ver el “accidente” del droide, volvieron a centrarse en sus asuntos.

Luego de un par de minutos y mientras termináis de almorzar, veis que la puerta del comedor se abre y por ella entran vuestros compañeros, quienes no tardan en localizaros con la mirada.

Después de hacer que el inconsciente duro trague la bebida con el somnífero, le echáis un vistazo al diagrama de la nave y en cuestión de segundos halláis un excelente escondite: unas capsulas de escape que se ubican en un pasillo secundario, a un par de puertas de donde os encontráis.
Tras recorrer el lugar y aseguraros de que no hay nadie, Ray comienza a trastear con el panel de acceso de una de las cápsulas y, gracias a la ayuda de los demás, en cuestión de unos pocos minutos consigue abrir la compuerta sin hacer que salten las alarmas ni que la tripulación del puente reciba un aviso. Acto seguido, regresáis a la habitación y trasladáis a los dormidos investigadores hasta el escondite, intentando ser lo más rápidos y silenciosos posibles ya que solo es cuestión de tiempo para que los pasillos vuelvan a llenarse de pasajeros y de guardias. Una vez que los tres técnicos se encuentran durmiendo apaciblemente en los asientos de la cápsula, cogéis sus cilindros de códigos y los colocáis en el aparato que os dio Narik, haciendo así que sus datos se copien y en las identidades que vuestros aliados os han falsificado. Luego de terminar con el proceso, devolvéis los cilindros a los bolsillos de los investigadores, cerráis la compuerta de la cápsula y regresáis a la habitación de estos para borrar cualquier evidencia de vuestra presencia allí.

Una vez habéis acabado de borrar vuestras huellas, os marcháis en busca de vuestros compañeros y tras avanzar por el pasillo principal en dirección norte y cruzar la amplia puerta que se encuentra a vuestra derecha, llegáis finalmente al comedor.
A pesar de que el “Vendaval” no es de los cruceros más grandes, está más que claro que el Consorcio Joruba ha invertido bastante a la hora de modificarlo y de adecuarlo al transporte de pasajeros, tal y como lo atestigua la amplia sala en la que os encontráis. El tercio superior del comedor está ocupado por las cocinas, separadas del resto de la estancia por unas blancas paredes de plastiacero y por un largo mostrador, mientras que los dos tercios restantes están plagados de una buena cantidad de mesas de metal de diferente tamaño. En el extremo derecho se ubican dos largas mesadas perpendiculares a las cocinas y que por la gente que la ocupa, intuís que está reservada para los miembros de la tripulación, o sea pilotos, navegantes, operadores, mecánicos, personal de seguridad, etc. Por otra parte, en la zona izquierda y en la central se encuentran desperdigadas varias mesas para cuatro, ocho y doce comensales, las cuales están a la suficiente distancia una de otra para que las conversaciones no se superpongan y que los pasajeros puedan hablar con cierta intimidad. Además, todas las mesas son atendidas por media decena de droides camareros, con cuatro brazos firmes para llevar las bandejas y con unas piernas articuladas que terminan en una única rueda, lo cual les brinda velocidad y cierta estabilidad.

Al examinar con la mirada el lugar, no os cuesta demasiado localizar a vuestros compañeros. Ayuz, Blake y Dacen están terminando de almorzar y ocupan una amplia mesa con lugar para cinco personas más. Además, a unos pocos metros de ellos, veis que hay otra mesa igual de grande aunque ésta está ocupada por los investigadores, quienes también están terminando de comer.

Mientras Gor, Kimbria, Nina y Ray se acercan a la mesa y toman asiento, todos podéis ver que el comedor comienza a vaciarse de a poco, siendo los miembros de la tripulación los primeros en marcharse. Aún así, el lugar todavía está bastante ocupado ya que varios pasajeros prefieren quedarse haciendo la sobremesa o incluso hay algunos que piden un segundo plato.

Kimbria se sienta junto a sus compañeros, en la silla libre de la mesa que mejor permita ver la mesa de los investigadores.

- Hola, los nuestros están descansando plácidamente, ¿qué tal vosotros?

Al pasar un droide le hace un gesto y le encarga algo rápido del menú del día, preferentemente con verdura marina.

- Vaya parece que os lo estáis pasando bien por aquí, camarero! un plato del día por aquí.

Cómo nos va, esa si es buena pregunta. Miro a Dacen y luego a nuestros compañeros. Pues no muy bien, la verdad. No creo que halyamos avanzado nada, y encima parece que, sin buscarlo, tenemos al menos una, si no cuatro, personas que nos desprecian.

- Bien, haciendo amigos sin esfuerzo. Da gusto compartir vivencias con gente tan extrovertida.

Después de eso, Kim deja a un lado el sarcasmo y susurra

- ¿Qué ha pasado?

 Me encogí de hombros, indicando que no estaba muy seguro de lo que había ocurrido, ya que no quería que nuestros vecinos nos oyeran. Miré la comida que me había traído el droide, sin mucho entusiasmo, y la aparté a un lado:

 - Problemas de droides...