Partida Rol por web

La Lightsaber y su tripulación habían demostrado ser mejores de lo esperado, pero incluso así, ante una batalla espacial, había poco que pudieran hacer. La nave se precipitó a través de la atmósfera de Bengoar, lejos de las coordenadas fijadas, hacia una superficie que estaba cada vez más cerca.

Mientras más descendían, mayor era la velocidad que cogían y tanto menor la posibilidad de sobrevivir. Ahora, todo dependía de Hobo y Yakoo*.

Los controles tiemblan, las luces se encienden y apagan... esto parece un After ... pero no, es que nos estamos precipitando hacia la superficie del planeta Bengoar... Nos han dado de pleno, y a base de bien, con saña me atrevería a decir. Privados de gran parte de la motricidad, también lo estamos de gran parte de la capacidad de maniobra, de modo que.... pues la gravedad hace lo suyo, atraernos que da gusto.

-¡MIERDAAAAA!

... de ese modo expongo un análisis situacional condensado... pues sí... mierda... como no quiten el planeta de ahí delante, nos lo comemos con patatas, porque vamos cayendo como una piedra. La aleación del casco de la nave, por fortuna... POR FORTUNA ... está aguantando, parece, ... así que no explotaremos al chocar con el aire más denso, ni arderemos como el infierno... simplemente, nos estrellaremos... joder... que mierda de final nos espera!!!!!

A la desesperada, tiro de retropropulsores y de los elementos aerodinámicos para intentar suavizar el ángulo de caída; con suerta, a ver si damos un panzazo... pero no se yo... Saco el tren de aterrizaje para añadir algo de freno aerodinámico, y abro ventilaciones para que también frenen lo que sea posible... pero el trastazo es inminente

-ATENTOS!!! CINTURONES TODOS!!!! Vamos a intentar aterrizar, pero va a ser un golpe fuerte!!!!

Poco más puedo contar, porque... bastante tengo con lo mío... una mirada última a Yakoo... ha sido un placer, breve  ,quiero expresar con mis ojos inexpresivos, y de nuevo vista al frente, cara de velocidad, y a rezar a lo primero que se me ocurra....

Finalmente, fuimos alcanzados por los disparos, cosa que era de esperar, teniendo en cuenta la enorme cantidad de naves que volaban a nuestro alrededor, como si estuviéramos en el centro de una nube de mosquitos.

La nave tembló con cada sacudida, de un lado a otro, y finalmente, se dirigió sin remisión hacia el planeta. Yo todavía me encontraba en las torretas, así que me coloqué los cinturones y esperé lo mejor.

-¡No sabía que los viajes con vosotros fueran tan divertidos, guauuu! -les grité por los comunicadores, ignorando el peligro.

Aquel viaje estaba deparando más sorpresas de las que yo esperaba. Algunas buenas... (Kath) y otras no tan buenas (aquel aterrizaje forzoso que nos esperaba), pero en todo caso, debía reconocer que era interesante.

Yo no recordaba haberle contratado y el piloto no recordaba nada tampoco por encontrarse borracho en aquel momento previo a convertirse en nuestro tripulante. Entonces me quedó claro quien le eligió. Suspire resignada. Marcus ya había hecho una de las suyas en una de esas noches de juerga. Al menos esta vez había elegido bien. La pericia de Hobo a los mandos de la Lightsaber era más qué evidente. La manejaba con libertad y soltura. Tanta que hasta a Marcus le costaba apuntar y acertar en un objetivo. Y eso que teníamos cientos para elegir.

- Marcus! Vamos! - Dije para animarle, cuando sentí el fuerte impacto en la nave el cual se acompañó de un segundo golpe. Las alarmas de la Lightsaber se dispararon, los paneles iluminaron y volvieron locos y el motor parecía no responder. Algunos cuadros chisporroteaban mientras que la luz roja de alerta se disparaba por toda la nave. El piloto se aferró a los mandos y nos dijo lo evidente mientras que la Lightsaber cruzaba la atmósfera del planeta y era atraída hacia la tierra sin remedio. Jamás me había visto en una situación como aquella y sentía que me superaba. Pero la frialdad de Hobo era envidiable y su rostro era el fiel reflejo de aquello que no sentía. Pude verle observar impasible y sin demostrar miedo alguno cómo se enfrentaba a lo que sería nuestra muerte inminente.

¡Kath! ¡Intenta alzar los escudos delanteros! ¡Usa la energía de las torretas!  ¡Preparaos para el impacto! - Exclamé al fin, aterrada por lo que veía venir en primera línea. Presa del miedo y temiendo que aquel fuese mi final, añadí unas últimas palabras. -Marcus... Te amo... - Confesé y me despedí de él a la vez, sintiendo como mi voz se entrecortaba y añorando aquel abrazo que tanto necesitaba desde hacía tanto tiempo y que sólo él sería capaz de sosegarlo.

Sentí al instante como la nave perdía empuje, conocía a la Lightsaber como la palma de mi mano, y la bajada de velocidad y manibravilidad fue más que importante y todo por mi culpa, bueno en parta, la cagada también la tuvo el piloto, pero ¿que podía hacer? gracias a sus tirabuzones y toneles volados había esquivado impactos como un verdadero campeón, era feo como una mierda de Bantha, pero a los mandos de una nave, era muy bueno.

Lo más probable es que nos habrían dado igual, pero si yo hubiese controlado mejor los cañones posiblemente no habríamos terminado tan mal parados pero los escudos se había ido a la mierda y si no recuperábamos potencia seríamos basura espacial en breves segundos, las alarmas saltaron a lo largo de toda la nave y yo apreté la mandíbula sin dejar de disparar desde mi torreta, todo fuego que pudiéramos seguir respondiendo mantendría alejadas a las otras naves.

-Mierda, joder ¡NO!-exclamé cuando escuché aquellas alarmas de fallos críticos en los sistemas, deseaba ir corriendo al puente pero no podía, seguí apretando el gatillo tan rápido como podía ala vez que oía al Hobo y luego a Ree pasándoselo en grande ¿qué coño le pasaba a esa twi'lek? parecía estar loca, a punto de morir todos y ella pasándoselo en grande, fabuloso... pero entonces oí la voz de Yakoo, potente y decidida repartiendo órdenes a los integrantes de la nave, por lo que dijo, nos quedaríamos sin potencia de fuego en breve, pero ¿qué más daba? nuestro rumbo nos dirigía directamente al planeta, así que mientras no tuvieramos brecha en el casco, aguantaría, al menos eso esperaba-aguanta pequeña tu puedes..-susurré como si estuviese hablando con la propia nave, pero lo que escuché a continuación me dejó anodadado allí en aquel asiento de artillero y con el cinturón apretado casi noté como el corazón dejaba de latir.

-Lo sé...-dije con un sencillo suspiro y una sonrisa en la boca que hacía tiempo no reflejaba, una sonrisa que sólo solía mostrarle a Yakoo de forma sincera y que seguramente echara de menos. Veía como entrábamos en las capas exteriores de la atmósfera y me quedé mirando aquel terreno al que seguramente nos íbamos a estrellar-Debería decirte que... yo...-la comunicación se entrecortaba y Yakoo no llegó a oir el resto del mensaje, una estridente interferencia me hizo alejar el auricular de mi oreja con un gesto desagradable-¿pero que mierda? ¡agarraos fuerte que la hostia va a ser fina!-grité por el micrófono mirando como el suelo se acercaba más y más rápido, no pude evitar en aquella primera sonrisa que me brindó Yakoo el día que la conocía, un bonito recuerdo antes de morir.

Gracias al pilotaje de Hobokan, la Lightsaber no tomó tierra como un trozo de metal tirado de cualquier manera, sino más elegantemente, arrastrando la panza por la arena del desierto, haciendo temblar a todos sus ocupantes y deteniéndose al final, antes de impactar contra una gran formación rocosa.

La nave parecía estar en buenas condiciones o al menos, entera, pero los últimos impactos ya habían dañado el hiperimpulsor, los propulsores y los escudos.

Lo peor de todo era que además, estaban lejos de las coordenadas a las que debían llegar.

Kath había rebotado contra todas las partes metálicas de la nave. En un intento por reparar lo que iba siendo dañado en la batalla, no se había molestado en agarrarse a nada y lo había pagado con creces. Había sido empujado hacia una de las paredes y chocado con fuerza, expulsando todo el aire y sufriendo las dolorosas consecuencias de su estupidez.

Le dolía la espalda, los brazos, la cabeza, y hasta las uñas de los pies.

Todo, maldita sea.

Lentamente, se acercó a uno de los altavoces.

-C-creo que necesito u-un poco de ayuda p-por aquí -consiguió decir, antes de dejarse caer completamente.

Finalmente, conseguimos ir a parar a una llanura de arena... nos pegamos el panzazo... que no se como habrá acabado el tren de aterrizaje... y nos deslizamos según vamos perdiendo velocidad.

Cuando al final paramos, antes de nada, apago sistemas para evitar incendios por calentón ...  a continuación me quito el cinturón, me levanto ágilmente, me giro grácilmente, y me apresto a moverme ràpidamente, sin percatarme de que Kath anda por ahí tirada.... en resumen, tropiezo, me piño estrepitosamente y me hago un chichón...

...no, si tendría gracia que saliese indemne de un aterrizaje forzoso desde todo lo alto, y me partiese los piños de un tropezón...

Me levanto aún aturdido, y pregunto a ver como anda el resto...

-¿Estáis bien todos??

...¿donde cojones estába el botiquín?.... ah!, debajo del papel higiénico...

La nave aterrizó de una sola pieza y yo también. No tardé en quitarme el cinturón y rápidamente, me acerqué al puente, en donde en teoría se encontraba todo el mundo.

Hobo parecía haberse golpeado con algo, pero su chichón quedaba bastante disimulado en el conjunto de la cabeza.

-Yo estoy bien y tú, por lo que veo, también.

-C-creo que necesito u-un poco de ayuda p-por aquí -

La voz provenía de Kath desde la sala de motores y no sonaba nada bien, así que en lugar de detenerme a comprobar el resto, me di la vuelta y me dirigí a toda velocidad para atenderla.

Estaba tirada de cualquier manera, en el suelo. La recogí y palpé sus costillas. 

-Tranquila, ya estoy por aquí -le dije, mientras colocaba mi mano con suavidad a lo largo de su cuerpo. Después de un rato, todo pareció mucho mejor.

-Creo que no estás tan mal como crees. Prueba a levantarte que verás como puedes hacerlo.

-¡MIERDA!- grité, el impacto fue más brusco de lo que esperaba, aunque el piloto consiguió posar la panza de la nave y logró conservarla de una pieza, por alguna razón el cinturón que me sujetaba al asiento se había roto en el momento del impacto, aquello me lanzó de forma abrupta contra una de las paredes de la cabina de artillero y sentí como varias costillas se rompían con el impacto, un crack mudo lo atestiguada junto con el punzante dolor de mi flanco derecho, pero no era suficiente ese castigo, la nave seguía dando tumbos y yo los acompañaba con mi pérdida de equilibrio golpeándome contra las mamparas de aquella pequeña cabina. En otra sacudida mi cabeza chocó contra una de las duras superficies dejándome aturdido haciéndome caer finalmente al suelo cuando la nave se detuvo.

Sentía todo el cuerpo dolorido y la cabeza me daba vueltas, las costillas me dolían horrores, pero aún así con gran esfuerzo u dolor logré incorporarme a duras penas para alcanzar el intercomunicador pues los auriculares los había perdido en el aterrizaje.

-¿Estáis todos bien? ¿Yakoo sigues ahí? pregunté preocupado mientras me sujetaba las costillas con mi mano izquierda-Yo...estoy...un poco jodido, pero sigo... vivo-dije con dolor en mi voz, tenía que ir hasta la cabina de mando, Yakoo debería de seguir allí y teníaa de comprobar que se encontraba bien, así que a duras penas y con el rostro crispado por el dolor apoyándome en las paredes de la maltrecha Lightsaber fui recorriendo los pasillos poco a poco hasta mi destino, esperando ver a la capitana en mejor estado que yo...

El impacto fue tremendo. A la mecánico no le dio tiempo a hacer nada por aquellos escudos, los cuales nos hubiesen venido de lujo para evitar muchos más daños en la Lightsaber. Al menos el piloto fue hábil y logró hacernos "aterrizar" de manera bastante estable y segura. Aún así, no pude evitar hacerme daño con aquel golpe. No me di cuenta de que el cinturón me había quedado mal puesto y al frenar en seco, me lastimó el hombro izquierdo. No estaba segura, pero por el dolor posiblemente me lo hubiese desencajado. Lo que si notaba era que no podía moverlo, aunque la mano sí.

- Espero que solo sea cosa de chapa y pintura... - Dije al detenernos refiriéndome a la Lightsaber. - Sino, estamos jodidos... - Logré mover mi hombro. No estaba roto ni desencajado, pero si bastante dolorido. Me solté el cinturón al tiempo que escuchaba a Marcus por los cascos y veía al piloto levantarse algo aturdido preguntando por nuestro estado.

- Sí, estoy bien... Hobo parece estarlo también... a juzgar por su expresión en el rostro, no siente dolor alguno... - Dije mirando al sullustano, para luego cambiar mi rostro a uno de preocupación al escuchar a Marcus decir en que estado se encontraba. - No te muevas, voy para allá. - Le dije antes de quitarme los cascos y ponerme en pie. Una fuerte punzada de dolor interfirió entre mis siguientes movimientos. Había olvidado que mi hombro estaba "delicado" tras el impacto y lo quise mover con demasiada soltura. Lo agarré con mi mano derecha, como si este se fuese a caer de golpe de mi cuerpo, y corrí en busca de Marcus.

No tardé en dar con él, avanzando hacia el puente de mando. Su rostro, al igual que el mío estaba un tanto magullado, pero el suyo reflejaba verdadero dolor. Su mano en las costillas, su cuerpo apoyado en la pared de la nave. - Vamos... iremos donde puedas descansar y recuperarte. - Le dije con dulzura en mi voz, acercándome a él y ofreciéndome para que se apoyase en mí. Mi rostro reflejaba preocupación, así como la felicidad de verle vivo después de aquello. - Pero cuidado con mi hombro... por cierto... hiciste una gran elección contratando a Hobo, estamos vivos gracias a él. - Le dije mientras buscaba como sostenerle y llevarle a la enfermería de la nave*.

Mientras caminaba con dificultad entre gestos de dolor intenso seguí a paso lento por el pequeño pasillo hacia la cabina de mando cuando me encontré a Yakoo de frente y mi rostro cargado de dolor se suavizó al verla viva, aunque magullada-¿Estás bien? gracias al cielo, no sabía si te habrías hecho daño de verdad..-dije con la voz entrecortada y verdaderamente aliviada mientras me dejaba ayudar por ella-hacía mucho tiempo que no escuchaba aquella dulce y familiar voz, quizás demasiado y era agradable volver a escucharla...-

-Gracias Yakoo, el golpe ha sido fuerte y creo que me he roto varias costillas...joder como duele.. y no te preocupes tendré cuidado con tu hombro-gemí un par de veces con una dolorida sonrisa mientras me llevaba a su camarote e intentaba no cargar todo mi peso sobre ella-He de decir que ese enano cabezón, es un quejicoso, pero pilota como un verdadero as, habrá que pesar si le subimos el sueldo-solté una pequeña risa que fue cortada al instante por una punzada ardiente en el costado-Joder...putas costillas..-gruñí aprentándolas con mi mano.

A través de la pantalla podía verse el desesperante y ardiente desierto que os rodeaba. Buena parte de los paneles habían sido dañados, pero hasta que no hicierais una comprobación en profundidad, desconocíais los daños que había sufrido la nave.

En todo caso, las coordenadas a las que debíais llegar estaban a un par de clicks de allí, por lo que si necesitabais ayuda, aquel seguramente era el lugar al que tendríais que ir a buscarla, en cuanto estuvieseis dispuestos, porque algunos habían recibido más daño que otros.

Hobo estaba en la cabina, evaluando tanto su chichón como los que había recibido la Lightsaber. Ree y Kath, en los motores. Y Yakoo, ayudando a Marcus. Cada uno tenía sus propias preocupaciones.

Tras dejar puestos los autodiagnósticos para que nos depriman... porque se que darán malas noticias... voy en busca de un botiquín que se que anda por ahí, pero no tengo claro si tendrá las cosas caducadas o no... en fín... o eso o huntar grasa en las heridas.., mejor lo que venga en el botiquín supongo.

Una vez localizado, voy en busca de quien esté más tocado, que parece que es Marcus. Llego justo a tiempo (oportuno que es uno) para oir algo de que me van a subir el sueldo... no estaría mal, porque de momento no he visto ni un crédito... es más... lo de mi salario es parte de la confusa conversación gracias a la que estoy aquí... pero dejémoslo pasar de momento... si la gente se muere, no veo nada de mi salario, así que, a otra cosa...

Lamentablemente, tengo que interrumpir la escena de pasión hospitalaria entre los tortolitos... pero ambos están que dan pena, y si empiezan a retozar, los gemidos que inundarían la nave serían más de dolor que de gozo... Intentaré remendarlos para que tengan unos momentillos para lamerse luego las heridas mútuamente si quieren, pero a puerta cerrada, que bastante tendremos con la nave como para encima oir cariñitos...